Una noche con Marcela

Me aparté y le indiqué de ir a un sitio más tranquilo, diciéndome ella que su casa era el mejor lugar, manejé el coche con una mano hasta su casa mientras con la otra controlaba la palanca de cambios y en ocasiones acariciaba su raja por encima de los panties

Trabajaba como encargado en un lugar de copas, la noche pintaba tranquila, finales de mes y día de diario, decidí darle descanso a mi compañero para no pagar horas extras del fin de semana y me quedé solo en la barra, un par de parejas en sus mesas contando sus vaivenes cotidianos del trabajo y poco más. Poco antes de las 11 de la noche entraron tres amigas y se acercaron a la barra a pedir sus bebidas, pagaron y se fueron al igual que las parejas que quedaban, …. eran las 12.30 y me preparaba para ir cargando y cerrar cuando golpearon la puerta, abrí y era una de las chicas que estuvieron un rato antes, venía porque aseguraba haber perdido la cartera en el bar, yo le indiqué que estaba terminando de barrer y no había encontrado nada allí, que quizás la perdió en otro sitio.

Comenzó a buscar por todo el bar y se dirigió al servicio, ya le indiqué que estaba fregado y que no había nada, al cerciorarse que realmente no había nada me empezó a pedir que la llevará hasta casa pues no tenía ni dinero ni vehículo para llegar hasta la otra punta de la ciudad.

Decidí hacerlo y mientras terminaba el cierre le invité a una copa pues aun me quedaban cosas por hacer, ella mientras me iba contando su noche con las amigas y que hoy salieron pues tenían ganas de pasarlo bien pero no habían encontrado ningún local ambientado.

Cerramos a eso de la 1 y pico y me dijo dónde debía llevarla, en ese momento me fije por primera vez en la ropa que llevaba Marcela que así se llamaba, llevaba un vestido de tela fina que se ajustaba a su cuerpo, y que pude ver mejor al montarse en el coche y quitarse el abrigo, le quedaba una faldita por medio muslo.

Fuimos hablando tranquilamente hasta que tuve que dar un frenazo violento un loco se había saltado el semáforo y tuve reflejos para frenar a tiempo, en ese momento Marcela se sobresaltó y cuando fui a ver si estaba bien se le había subido la falda dejando ver sus panties y tanga.

Nos apartamos un momento para recomponernos del susto y aproveché para volver a mirar a Marcela, la cual bromeó:

M- Vaya, vaya, … tienes ojos tanto para la calle como para mi no??

Y- Bueno, no voy a negar que me gusta más esta vista que el payaso del coche que se ha saltado el semáforo.

M- Y qué piensas de las vistas?

Y - Son bonitas ;), aunque se pueden mejorar, y diciendo esto comencé a pasar la palma de mi mano por sus muslos.

Marcela gimió levemente y yo me acerqué hasta su oreja donde le susurré que no solo con la vista me alimentaba,... acompañada de una caricia con la lengua en su lóbulo,... también me gusta probar cosas.

En ese momento Marcelo acercó una mano a mi entrepierna comprobando el volumen de mi paquete, el cual comenzaba a crecer.

Me aparté y le indiqué de ir a un sitio más tranquilo, diciéndome ella que su casa era el mejor lugar, manejé el coche con una mano hasta su casa mientras con la otra controlaba la palanca de cambios y en ocasiones acariciaba su raja por encima de los panties, los semáforos los aprovechaba para pellizcar sus pechos endureciendo los pezones y logrando escuchar más de un gemido-quejido. Mientras ella no paraba y me desabrocho el cinturón y me sobaba por encima de mi ropa interior o metia la mano dentro y me masajeaba.

Llegamos a su casa, la situación no debía dejarla enfriar así que mientras subíamos por el ascensor la coloqué de espaldas a mí y contra el espejo, quería que me viera mi cara de sádico, y comenzaba a restregar mi polla por su culo, aprovechaba para ver su cara de gusto y satisfacción y como me miraba pidiendo más.

Pasamos al interior de su casa, era un apartamento pequeño, un amplio salón, cocina y un dormitorio con un amplio baño incluido, pasamos al baño y allí la metí en la ducha, la arrinconé y me lance a su cuello mientras jugaba con mis manos en su raja que ya la notaba bien húmeda, mi polla pedía a gritos salir de los pantalones, Marcela poco a poco me iba quitando la ropa hasta dejarme con los boxer ajustados marcando mi paquete en ellos, se separó y se quitó el vestido, quedándose con un conjunto de encaje precioso, abrió la ducha y dejó que nos cayera el agua por nuestros cuerpos.

Se arrodilló y me fue bajando lentamente el bóxer mojado, dejando libre por fin mi miembro, lo recorrió con las yemas de los dedos, deleitándose con cada vena hinchada de mi polla, pasó su lengua por todo el tronco haciéndome ver las estrellas,... solo intentaba aprovechar el agua que me caía por el pecho para relajarme, abrió su boca y se metió la cabeza de mi polla mientras masajeaba los huevos con la mano, poco a poco iba entrando más adentro haciéndome una mamada espectacular, iba sintiendo como recorría con su lengua toda mi polla, y el vacío cuando sacaba mi polla de su boca, acompañaba los movimientos sujetando su cabeza, de vez en cuando la forzaba a metersela hasta el final, me encantaba verla babear y como el agua de la ducha lo limpiaba al momento.

cuando me iba a ir la levanté y ahora estaba yo arrodillado, contemplando su culo y su coño que ya estaba hinchado y mojado, pase mi lengua por toda su raja, subí hasta sus glúteos y su ano dibujando con mi lengua un circulo, abria sus nalgas con mis manos e introducía lo máximo posible mi lengua buscando su excitación. Jugaba con mis manos en su culo mientras le iba comiendo su clítoris, en un momento dado ella me agarro de la cabeza y la metió por completo en sus partes,... mi nariz se metía por completo en su raja, mientras  mi lengua jugaba en la zona del perineo,

M - Cabrón ni se te ocurra parar ahora,... Hijo de tu santa madre,... con cuantas habrás probado para saber qué era esto lo que necesitaba,....vamos no pares….

Y – Slupp sluppp,..... no paraban sus fluidos y necesitaba que se corriera para poder respirar

Cuando comenzaba a correrse no paré ni un momento de seguir comiendo ese coñito que me estaba sabiendo a gloria, mientras aprovechaba para meterle un dedo por el culo y ver si oponía resistencia, su corrida fue brutal.

A continuación la agarre por la cintura y la dirigí hacia la cama, me tumbé y dejé que me la mamara un poco para ponerme a tono nuevamente, dios esta chica era una maravilla haciendo mamadas.

La tumbe en la cama levantando sus piernas sobre mis hombros apuntaba mi polla en su entrada, jugaba en su rajita hasta que me pedía y suplicaba que se la metiera,...acerté de lleno y sin avisar se la introduje entera, la sentía caliente y muy estrecha ella suspiraba y con sus manos me empujaba hacia atrás para que comenzara el vaivén de entrar y salir,...

M- Vamos Juan metemela, oh sí cabrón,... hazme ser una zorra.

Y- Te gusta sentirla bien adentro no? dime desde cuando no te follan asi…

M- Qué suerte haber perdido la cartera,... ohh… si ….. ummm… ahhhh

Empujaba hasta el fondo y la sacaba, cada vez con más facilidad, me tumbé sobre ella obligando así que abriera más las piernas siendo mi entrada mas profunda,.... le mordía los pezones mientras clavaba sus uñas en mi culo para tenerme más dentro si podía ser aún.

Cambiamos de postura poniéndose encima mía y me cabalgaba ahora era yo quien controlaba sus embestidas, la agarraba de la cintura y empujaba hacia mí sintiendo toda su entrepierna en las mías,.... Joder me vas a matar le decia ella solo reia y gemia,....

cuando menos lo esperé nuevamente se corrió dejándome toda la polla llena de sus fluidos,... la puse a cuatro encima de la cama y comencé a penetrarla,....

M- Mmmm que rico me lo haces me vas a dejar escocida,...

Y- Aprovecha que hoy estoy que me salgo,... no se como pero aun duraba sin correrme,

Estuvimos así un rato mientras con mis dedos jugaba en su culo y pellizcaba sus pezones.

Cuando Marcela vió que no me corría y no paraba de jugar con su culo se paró y me dijo si quieres intentalo pero despacio que hace tiempo que no me lo abren.

Saco de la mesilla un pequeño bote de lubricante y vi que tenía un consolador de tamaño normalito,... aproveché para sacarlo mientras ella se untaba en su culito y después por mi polla.

Se colocó a cuatro hundiendo su cabeza en la almohada, abrí sus nalgas y acercaba mi polla la entrada de su culito,.. estaba muy estrecho y costaba entrar,.. poco a poco fue cediendo hasta que le aventé una estocada entrando más de la mitad, gritó y me pidió que la sacara,...

Y- Tranquila que ya verás que pronto te acostumbras a ella.

comencé a moverme lentamente y ella solo aguantaba mordiendo la almohada,... cuando comencé a escucharla cambiar el llanto entrecortado por un gemido comencé a acariciar su clítoris con el consolador del cajón,...

M- Pero ¿ pretendes empalarme con los dos?

Y- Ya te avisé que hoy te ibas a quedar agusto,...

Comenzó a apretar con su culito de tal forma que comencé a gemir,... me iba a venir y no era capaz de evitarlo, me pidió a gritos que me corriera dentro que quería sentir el calor de mi leche y así hice,...

Empujaba cada vez más hondo y comenzaba a disparar sintiendo como me vaciaba por completo,... acabamos tumbados en la cama con la respiración agitada..

Pasadas unas horas decidimos poner fin aquella noche de desenfreno quedándose ella en su casa y yo me marchaba con una sonrisa de oreja a oreja sabiendo que no sería la última vez..