Una noche con mamá y su objeto

A media noche un joven percibe unos extraños ruido procedentes del cuarto de su madre, sorprendiéndose cuando pasa por su puerta y observa...

Ocurrió una noche, mi madre; una mujer no muy alta, con un cuerpo con bastantes carnes, con un culo respingon y grande, pues más de uno se fijaba en él, su hijo incluido, y unas tetas normales algo caídas por su edad. Mi padre esa noche trabajaba, por lo que llegaría a casa sobre las 6-7 de la mañana, mi hermana descansaba en una habitación justo a la lado al cuarto de mis padres, mi cuarto estaba más alejado tenia que cruzar todo el salón para ir solo al baño.

Esa noche todo sería distinto, serian sobre las una y algo de la noche, mi hermana dormía en su cuarto con la puerta entornada. Mi madre, cuando no esta mi padre, suele dormir con la puerta abierta y esa noche siguió con su costumbre. Estando en mi cuarto, terminando de ver una serie en la tv, me entraron ganas de ir al baño a orinar por lo que a la hora de salir de mi cuarto abrí la puerta poco a poco, no quería despertar a nadie. Crucé el salón como un zombie y cuando llegué a la puerta del cuarto de mi madre observé, a través de la luz de las farolas que entraba por la ventana y reflejaba en el techo, como mi madre se masturbaba con un objeto que a simple vista no pude diferenciar ni saber que era lo que el coño de mi madre se estaba tragando.

Me quede unos instantes, apoyado en el marco de la puerta, escuchaba el sonido que hacia el coño de mi madre al tragarse el objeto que mantenía con sus manos, a la vez unos ligeros suspiros inundaban de fondo su habitación.

Después de lo sucedido unas noches atrás, no perdí el tiempo y con sigilo logré llegar al borde de su cama, observando como se retorcía cada vez que el objeto entraba hasta el fondo de su vagina, empecé poco a poco a tocarme por encima del pantalón de mi pijama. Hasta que mi mirada se detuvo en su jugoso y lubricado coño observando que el objeto era en realidad un consolador con un tamaño considerable. Casi sin aliento y envalentonado por el momento, alargué mi brazo y con mi mano cogí la mano de mi madre con el cual sujetaba el consolador, al creer que estaba sola dio un pequeño salto y sobresaltada, tanto por el susto como por la excitación, paró unos segundos para ver quien era el intruso...

-¿Que haces aquí? - Me preguntó sorprendida y excitada con mi mano sujetando su juguete, paró por unos instantes para acto seguido volver a metérselo, haciendo mi mano el mismo recorrido, y sacárselo suavemente de su coño.

-Nada, que desperté e iba al baño - Le contesté con mi pene más duro que una piedra y como si esa situación fuera de lo más normal para ambos. Estaba alucinando al descubrir a mi verdadera madre...

-Tira a dormir, que tu hermana se puede despertar - Replicaba para que la dejara allí sola disfrutando, a lo que me negué...

-No mamá, si seguimos así no se despertará nadie - Le dije bajando mi pantalón, con mi pene bien duro en mi mano y empezando a masturbarme. -Además mira como me tienes- Terminé contestándole y acercándole mi pene erecto a mi madre para que pudiera contemplarlo en su máximo esplendor. Alargó su brazo y con su suave pero veterana mano agarró bien fuerte mi pene, empezando a moverlo alocadamente de un lado a otro..

-Dios santo!...como la tienes - Me dijo sorprendida mientras su mano descendía por el largo de mi pene llegando a mis huevos...

-Mamá ponte a cuatro patitas porfa.. - Le dije muy excitado con una mano bombeando el coño de mamá con aquel consolador y con la otra sujetando su carnosa pierna para mantener la visión de su espectacular vagina abierta, a lo que ella acto seguido se dio la vuelta para ponerse en posición, parando por unos segundos el placer de ambos, con sus manos abriendo sus glúteos y dejando abierto su ano....

-¿¿Te gusta lo que ves hijo?? - Preguntó con voz picarona y algo salida con su vestido cayendo por su bellísimo culo

Que vistas tenia!!...mi madre a cuatro patas, dejándome ver su coño con un poco de pelos, pero no descuidado, la zona de sus íngles ennegrecidas, por su edad y peso, y su raja con color rosadito. Su rico ano apretadito pero con un pequeño orificio de color marrón clarito, que me entraban ganas de estar día y noche pasando mi lengua de su ano a su clítoris una y otra vez. Simplemente era delicioso...

-Me encanta mamá, me encanta - Le dije emocionado y muy caliente, acercándole mi pene a su rico ano mientras mis manos le abrían el paso agarrando sus glúteos,estuve un ratillo restregando mi puntita por la entrada de su ano. Mi madre, al sentir que su hijo le quería follar su culo hizo un pequeño gesto de echarse hacia delante para intentar escapar, cosa que evite con mis manos cogiendo fuerte sus caderas y acercando su rico ano a mi durísimo pene...

-No la metas hijo, por ahí, así, no la metas - Me replicaba tenebrosa de que su hijo le abriera el culo sin habérselo dilatado.

-Tranquila mamá - Le dije mientras le escupía a su rico ano y con la punta de mi pene se lo restregaba y daba golpecitos, durante unos minutos, por su arrugadito agujero lubricandolo para poco a poco empezar a meterle la puntita...

-Ahhhhh...Ahhhh!! - Exclamaba cada vez que mi pene le abría el ano, mirando al techo de su habitación su cuerpo empezaba a estremecerse al paso de mi pene llegando a chocar mis huevos con su vagina, empecé un suave movimiento de dentro hacia fuera, bombeando el coño de mama, que poco a poco iría aumentando

Mis manos empezaron a darles golpes suaves en su enorme culo, a cada golpecito mi madre se contraía más y acompañado de unas bruscas embestidas, rebentándole y ensanchando el ano de mi madre, la boca de mamá mordía y agonizaba en las sabanas de su cama intentando no gritar...

-No pares, hijo no pares... - Me decía con una voz suave entrecortada producto de cada embestida, con sus brazos y cabeza estirándose por su colchón, sus tetas rebotaban como locas para terminar posándose también en su cama...

-No, mama no.. - Le decía con una mano agarrando fuerte su cintura y con la otra con dos dedos abriendo para ver como mi pene entraba y salía de su ano. No pasó mucho rato hasta que note que me corría.

-Me corro mama,....me corro - No pude terminar la frase cuando mi leche calentita la rellenaba

-Ahhhh...Ahhhh... - Con unos fuertes suspiros mi madre cayó rendida en la cama, con la respiración poco alterada se quedo sin decir nada, ni se giro para encontrar mi mirada la cual se perdía por su cuerpo descendiendo a su hermoso culo abierto por su hijo.

Como si no hubiera pasado nada, me levanté, fui al baño y cogí una toalla para limpiar a mi madre. Una limpieza de culo un poco sobándola, pasando mi mano por su vagina terminé de lavar sus intimidades y posteriormente mi pene. Sin dirigirnos palabra alguna, deje la toalla para lavar, oriné y fui directo a mi cuarto a dormir, por lo menos a intentarlo porque alguna paja que otra cayó en el transcurso de la noche....Continuará

PepeVLC