Una navidad muy especial

De como me lo monte por primera vez con mi sobrinita.

Todo sucedió hace dos navidades. Desde que me case la familia de mi mujer pasan la nochebuena y la navidad todos juntos en casa de mis suegros. Tengo que explicar que tengo una sobrina que ahora tiene 21 añitos muy bien llevados.

Normalmente después de cenar en nochebuena los hombres nos dedicamos a jugar a las cartas hasta altas horas de la madrugada. Serian sobre las 5 y pico de la madrugada cuando acabamos de jugar. Yo ya llevaba varios cubatas encima y me dirigí a mi casa que esta al lado de la de mis suegros.

Normalmente mis sobrinos suelen dormir en mi casa. Y allí, a esas horas de la madrugada sucedió todo. Cuando bebo algo de mas me pongo muy caliente.

Al no tener suficientes camas mi sobrina duerme con mi mujer en nuestra cama. Cuando llegue a la habitación le fui a dar un beso a mi mujer y tocarla un poco a ver si se animaba a hacer algo por mí.

No me di cuenta de lo que hacia y a quien le di un beso y le toque un pecho fue a mi sobrina. Cuando separe mi boca de la suya me di cuenta de que era ella y tenía los ojos abiertos. Le dije susurrando que me perdonara pero que había creído que era su tía ya que ella estaba en el lado de la cama en el que duerme mi mujer

-No pasa nada- me dijo ella- un fallo lo tiene cualquiera

Di la vuelta a la cama y le hice lo mismo a mi mujer. Medio se despertó y le dije que tenía ganas de fiesta y que la esperaba en el sofá del salón.

-Vale- me dijo ella- en unos minutos voy para allí. Vete desnudándote que ya voy yo

Salí de la habitación y me fui para el sofá y me puse en pelotas con mi verga casi tiesa. Allí estaba yo tumbado, esperando por mi mujer cuando me quede medio dormido. Debieron pasar unos quince minutos cuando note que alguien me la agarraba y empezaba a masturbarme

Ya sabia yo que no me ibas a fallar- dije yo aun con los ojos cerrados

No obtuve ninguna contestación así que abrí los ojos para descubrir que quien me estaba tocando era mi sobrina.

¿Qué haces tú aquí? Le pregunte

Nada, es que como me dejaste caliente con el beso de antes y vi que la tía seguía durmiendo y escuche vuestra conversación me decidí a venir yo

Tu estas loca como venga tu tía nos va a montar un buen pollo

Es que sabes que pasa, que a mi me gusta mucho follar y hace varios días que no lo hago

Me quede con los ojos como platos cuando me dijo tal cosa.

Aun eres muy joven para hacer esas cosas- le dije yo

No te creas- me respondió ella con una sonrisa- llevo varios años haciéndolo casi todos los días

Me dejas perplejo- balbucee

Mientras tanto su mano seguía con su movimiento en mi verga. Mientras su otra mano, que había levantado la parte de arriba de su pijamita dejando ver unos preciosos pechos, se acariciaba uno de sus pezones que se estaba poniendo duro.

Instintivamente mi mano de dirigió al pecho libre que empecé a acariciar hasta que note que estaba duro.

Ella estaba sentada en el borde del sofá. Agacho su cabeza para meter mi verga en su boca. En ese momento creí que estallaba. Gire la cabeza y pude ver por encima del pequeño pantaloncito de su pijama que asomaba un tanguita. He de reconocer que mi sobrina, desde que yo la conozco, suele usar tanga. Y muchas veces no muestra reparos en dejar ver por la parte posterior de sus pantalones o minifaldas algo de ellos. Muchas veladas me he pasado ratos solitarios pensando en sus tangas y como se los quitaría. Esa era mi oportunidad para hacerlo.

Pero que bien la chupas- le dije yo

Gracias, es la primera vez que me lo dicen- respondió ella antes de continuar con sus labores de chupar y besar y lamer.

¿La primera vez? Pensé para mí.

Ya tengo echo muchas- me dijo- y me encanta hacerlas y que se vayan en mi boca y tragarlo todo.

Debió de ser esa frase la que me puso más todavía. Deje su pecho y fui bajando por su piel suave hasta llegar a la comisura de su pantaloncito. En ese momento se levanto para que yo pudiera bajarle el pantaloncito. Y dejo a la vista un diminuto tanga rojo. Pase mi mano por encima de el y note la humedad en su almejita. Aparte el tanga para poder observar que solo tenía una línea muy fina de bello pubico. Mis dedos comenzaron a acariciar su clítoris y sentí el escalofrió que recorrió su cuerpo.

Ella seguía chupando mientras yo le hacia un dedo. Cuando estuve a punto de caramelo se lo dije y ella me respondió que quería beberlo todo. La agarre por las caderas y puse su almeja en mi boca. Empecé a pasar mi lengua por su clítoris y a meterle dos dedos en su vagina. Note como estaba a punto de correrse en mi boca y eso me puso mas cachondo y apunto. Nos corrimos los dos a la vez. Yo bebí todos sus flujos y ella toda mi corrida. No dejo ni gota.

Ha sido muy espectacular.- le dije- ahora seria conveniente que te fueras a la cama

Pero es que aun tengo ganas de mas

Yo no salía de mi asombro, era insaciable. Con un par de movimientos de mano me la volvió a poner tiesa y se dispuso a cabalgar. Como una buena amazona subida a un corcel comenzó con su vaivén

Me encanta follar.- dijo

Y a mi que me folles mi putita

Quiero que me hagas tuya por completo.

Estaba de cara a mí tocándose su clítoris con una mano mientras que con la otra se agarraba los pezones y los pellizcaba con fuerza. Su cara era el éxtasis en estado puro. Llegue a contar tres orgasmos que apretaban mi polla dentro de su coñito. En el ultimo la levante y pude observar como se deslizaban sus jugos por mi polla. La puse a cuatro patas y quedo a la altura de mi polla su culito marcado por el moreno de una minúscula marca de un tanguita.

¿Qué vas a hacer?- me pregunto extrañada.- nunca he probado esta postura.

Pues voy a correrme dentro de tu culito

Es que aun no me la han metido por ahí

Siempre hay una primera vez para todo

No me harás daño ¿no?

No, no te preocupes y si sientes dolor o no te gusta me lo dices y paro ¿vale?

Vale

Acto seguido humedecí con dos dedos su entrada trasera. Me enfrente a su entrada trasera y comencé a introducirlo poco a poco.

¿Te duele? -Le pregunte

Un poco, pero es un dolor que degusta, sigue así.

Empecé en ese momento a darle mas fuerte mientras ella mordía un cojín que tenia enfrente para no gritar de placer. Una de mis manos le acariciaba un pecho mientras que con la otra le regalaba placer en su clítoris. Cuando estaba a punto de correrme me quede parado un momento mientras me afanaba más en mis tocamientos para que llegáramos los dos a la vez al clímax. Al poco note que estaba a punto y volví con las embestidas lo que le provoco un orgasmo de órdago y una corrida mas espectacular que la que había tenido unos minutos antes. Tanto fue el placer que sintió que sus esbeltas piernas perdieron toda su fuerza y casi se cae del sofá. Mientras todo esto ocurría yo me estaba corriendo dentro de su culito hasta ese momento virginal. Al acabar le di la vuelta poniéndola boca arriba regalándole unos mordisquitos a sus pezones.

Nunca había sentido nada igual.- dijo ella con la voz aun entre cortada por lo que acababa de experimentar

Pues es de lo mas normal

Al cabo de un rato de estar abrazados y besándonos me di cuenta de que era bastante tarde y le dije que se fuera para cama. Me dijo si podríamos repetirlo otro día. Le dije que si, que otro día lo repetiríamos. Lo que yo ignoraba en ese momento que esa repetición no tardaría muchas horas en suceder y que no seriamos solo dos. Pero esa es otra historia que contare en otra ocasión.