Una muy buena semana (1)
Semana llena de placer...
Hola ya les conté como comencé en el mundo de trasvestirme, ahora les voy a contar los momentos que mas marcaron mi vida para ser la esclava de mi único gran amor.
En mis vacaciones escolares, mis padres me dijeron para ir de paseo a las afueras de la ciudad, a visitar a unos parientes que tenemos. Yo no tuve muchas ganas de ir, ya que realmente me parecía algo aburrido y monótono ir allá con mis padres, además veía la oportunidad de poder estar con Juan Carlos bastante tiempo sin interrupciones así que decidí quedarme en mi casa.
Mis padres se fueron un día domingo y me dijeron que cuidara la casa, yo les pedí que si podía venir Juan Carlos para que se quedara a dormir algunos días cosa que mis padres aceptaron, ya que veían a Juan Carlos como un buen amigo mío y no pensaban nada malo al respecto. El mismo día domingo Juan Carlos pidió permiso en su casa para quedarse a dormir varios días en mi casa cosa que también su madre acepto.
Cuando Juan Carlos llegó, trajo consigo un maletín que yo le pregunte para que era el maletín, el me respondió que ya lo sabría. Fuimos a mi cuarto y al entrar el me dice, como tus padres no están, quiero que seas mi mujer toda esta semana por lo tanto hablarás, vestirás y harás todo como si fueras mujer, así que desde ahora te vestirás como una chica todo el día para mí y por eso te he traído toda esta ropa y abriendo su maletín saco bastantes ropa femenina cosa que a mi me excitó mucho. Me dijo que era ropa de su hermana que ya no usaba porque le quedaba chico y que me la podía quedar si deseaba. El se fue a la sala a ver televisión y me dijo que comenzara a cambiarme para él.
Lo primero que tenía que hacer era ver la ropa que me había traído Juan Carlos, así que comencé a ponerla encima de mi cama, había varias minis, faldas, top, brasiers, trusas, conjuntos, pero había algo que me llamo mucho la atención, era un uniforme escolar que le habían cortado un poco la falda y también había una falda que era bien corta ya que también la había cortado. Me sentía todo una reina al ver toda esa ropa para mí, procedí a vestirme para mi hombre, escogí la falda que Juan Carlos la había cortado, escogí una tanga bien sensual de color negra, un brasier que hacía juego con la tanga, un top bien pegado que dejaba ver mi ombligo y un par de zapatos que eran un poco elevados. Cuando me comienzo a vestir me doy cuenta que la falda que quería usar me llegaba prácticamente hasta donde termina mis nalgas, cosa que pense que Juan Carlos lo había hecho a propósito, igual me la puse ya que me gustaba mostrar mis atributos a mi hombre, después me fui al baño me comencé a maquillar y usar perfume de mi madre.
Cuando salí a la sala, el estaba viendo una película pornográfica y al sentir mis pasos puso pause, al voltear a verme se quedo con la boca abierta y me dijo que me veía realmente hermosa y que le encantaba que me haya puesto esa falda, se acercó a mí y me comenzó a besar apasionadamente, de ahí me abrazo y me llevo a lado suyo en el sofá para ver la película, cuando el se sienta me pide que vaya a recoger algo que estaba en el piso, yo me agache a recogerlo y me dice que lo que mas le gusta de la falda es que me puede ver todo mi trasero cuando me agacho, cuando me dijo esto yo me sonrojé y me dijo que me sentara a lado suyo, cuando me iba a sentar siento que me pasa una mano por mi trasero y eso me hizo saltar (por las cosquillas), pero logré sentarme a lado suyo. Él puso play nuevamente y comenzamos a ver la película, el actor estaba bien guapo y la tenía bien grande, nunca antes me había puesto a ver los penes en lugar de las chicas.
Después de un rato, veo que se le comienza a levantar a Juan Carlos, así que me agacho y se lo comienzo a morder suavemente encima del buzo que traía puesto, cuando lo hago el comienza a suspirar de placer cosa que tome como que quería que siguiera así que le saque el buzo y se lo comencé a chupar, cuanto había extrañado tener esa gran verga dentro de mi boca jugueteando mi lengua con su cabecita, Juan Carlos después de un rato me dice que me levante, yo obedezco y me pongo de pie, el con sus manos me voltea dándole la espalda, con sus manos me quita mi trusa lentamente alabando lo bonita que me veía ese día, termino de sacarme la trusa y me dijo que me sentara encima de su verga ya que la faldita no iba a molestar, yo encantada comencé a sentarme y agarré su verga con mi mano para guiarla a mi huequito que estaba pidiendo que lo penetraran, me comencé a sentar suavemente sobre su verga y él con sus dos manos en mis caderas me hunde de un solo golpe que me hizo doler, me puse a mover de arriba para abajo no subiendo tanto, así que Juan Carlos con sus manos en mis caderas comenzó a subirme mas alto y dejarme caer siendo él quien llevara el ritmo.
Después de unos minutos me dijo que me parara cosa que yo no quería pero igual le hice caso, me agarro de la mano y me llevo a mi cuarto, me hizo echarme boca arriba como en la película, me abrió las piernas y se las puso en los hombros, era un poco incomoda la pose, colocó su pene en mi huequito y de un solo golpe me lo metió todo, ya no me dolió para nada solo sentía mucho placer, me gusto mucho esta pose porque me dejaba verlo y él hacía lo mismo conmigo diciéndome cosas como lo hermosa que estaba, lo bien que lo pasaba conmigo y que yo como Verónica le gustaba mucho, yo al escuchar estas palabra tuve un orgasmo de lo mejor viendo a mi hombre el placer que yo le daba, él seguía bombeando y yo seguía disfrutando ya que me parecía lo mejor del mundo estar así con mi amado Juan Carlos.
Me saco su verga y me dijo que me echara de costado, cosa que hice sin pensarlo dos veces, el se echo detrás de mí y me la metió nuevamente fuerte, ahora lo hacía mas fuerte ya que me sacaba su verga hasta fuera y la volvía a meter con todas sus fuerza, mientras tanto él me daba besos en mi boca haciendo juguetear nuestras lenguas, era tan delicioso el momento que no pude aguantar y exploté en otro orgasmo el cual Juan Carlos si lo noto ya que este fue también maravilloso, el siguió bombeando por un buen rato hasta que me la saco y se arrodillo en la cama cerca de mi cara, yo ya sabía lo que quería así que comencé mamar esa deliciosa verga que me había dado tanto placer, ayudada por mi mano y con una muy buena mamada, no tardo mucho en tirar ese delicioso manjar que me tome una gran parte y la otra parte la tenía esparcida sobre mi cara, después de que había llegado seguí mamándola hasta que no quedara ninguna gota de semen en su verga. Me dijo que le había encantado y que estaba muy satisfecho, después de eso Juan Carlos me abrazo y entre sus brazos me quede dormida.
Así paso mi lindo día domingo, otro día les cuento como la pase el día lunes y los demás días donde ningún día pare de gozar.