Una mujer muy decente

Una lectora de relatos eróticos, toda una dama de día, goza por la noche en secreto el cibersexo con un autor.

Una mujer muy decente

Una lectora de relatos eróticos goza en secreto el cibersexo con un autor.

Llevado por la inercia y sólo por pasar el tiempo mientras llegaba la hora de salir, abrió su correo con la certeza de que una vez más estaría vacío. Sólo él, y los cibernautas que quizá hubieran leído algún texto suyo en

www.relatos.com

, conocían esa cuenta, pero ya sabía que nadie se tomaba la molestia de enviar comentario alguno.

"Esta pinche máquina cada día más lenta; seguro hay algún virus por ahí", dijo en voz alta. Encendió un cigarrillo. Estaba a punto de renunciar, cuando por fin bajó la página: "Tienes un mensaje nuevo", anunciaba.

Con un tímido "Hola" lo había remitido la dueña de la cuenta. Los escasos caracteres estaban coloreados en sepia:

"He leído un relato tuyo, y me encantó. Si me permites, quiero preguntarte tres cosas: 1. ¿Es autobiográfico? 2. De ser así, ¿realmente tu pene es del tamaño que presumes? 3. ¿Sólo relatos eróticos escribes? Dirás que soy una desquiciada, y puedes no contestarme, pero te agradecería si lo hicieras. Rosalba".

Sonrió. Percibía que detrás de aquellas líneas había una mujer poco experta pero interesada en asuntos del sexo. Releyó. Echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos para intentar imaginarse a la autora de las preguntas. Cómo sería físicamente, de qué lugar, cuál su estado civil, realmente se llamaría Rosalba, o al igual que él y tantos utilizaba un nombre ficticio

Desganadamente respondió: "Algo hay eso", y movió el cursor hacia el botón de "enviar"… Se detuvo. La cortesía de su lectora no merecía un desdén. Entonces agregó algunas líneas, en las que le agradecía la lectura y el comentario, y abundaba en las respuestas. Envió el mensaje y cerró el navegador.

Fue el primer intercambio. Decenas de mensajes vendrían luego. Y así se enteró de que Rosalba era una mujer que andaba por los 30s, inteligente, culta, tierna, detallista, con gran sentido del humor, soltera y dueña de una serena belleza que destellaba sensualidad. La mujer perfecta.

Supo también que era lo que se dice "una mujer decente"... al menos durante el día y en público, porque entrados en confianza ella le contó de su afición a los relatos eróticos… "y casi siempre termino masturbándome; no sé si me masturbo porque los leo, o los leo para masturbarme. Igual lo disfruto".

La diferencia de horarios permitía largas conversaciones en el ciberespacio, y de cuando en cuando por teléfono; él desde su estudio y ella desde su departamento —en Europa, donde cursaba una maestría y trabajaba en una embajada—, al que llegaba y se desnudaba por completo, cambiando su traje sastre por un negligé rojo, en el que se sentía relajada luego de comportarse todo el día como la dama que era.

Igual que siempre, una noche Rosalba abrió el programa de mensajes en línea y escribió: "Hola, ¿cómo estás, amigo mío?"

"Con unas ganas enormes de comerte el coño, de que me des una rica chupada de verga y correrme en tus tetas", obtuvo como respuesta.

Ella estaba presta para contestar con el clásico "jajajajajaja", pues la respuesta invariable de él era: "Bien bueno, ¿y tú". Como un relámpago pasó del desconcierto a la excitación, pero recuperó el control. Ella era una mujer decente… ¿quién se creía este patán para hablarle así? ¿Le había dado motivos, acaso? Que escribiera sus relatos y a ella la dejara en paz. ¿Había fingido ser romántico, y no era más que otro macho en busca de

"... imagino mi mano metiéndose entre tu falda hasta alcanzar tu panocha y acariciar tu clítoris… imagino tu olor y tu sabor… besando tus muslos cálidos, mis manos tocan tus nalgas y mis dedos se deslizan hasta alcanzar tu culo… te dedeo por ambos lados, por ambos lados te deseo… chupo tus pezones dulces y duros"

sexo, sexo, sexo ¿pero es que no piensan en otra cosa?...

"…quiero que tomes mi verga, la acaricies, la mires, la mimes; sí, son casi 18 centímetros y todos son para ti, mídela con tus labios, recorre cada centímetro con tu lengua, húndela en tu boca…"

"…anda, chiquita, tócate; acaríciate imaginando que soy yo, que mi verga está en tu boca, que la chupas y la lames, que acaricias mis güevos, que hacemos el 69 o el 96 o el número que quieras, pero no dejes de chupármela porque yo estoy saboreando tu clítoris, la delicia de tus jugos, la tersura de tus nalgas…"

no hablaré más con este tipo… de verdad… me lo prometo

"…pídeme que te abra las piernas y te coma el coño, dime que quieres mi lengua en tu raja, pídele a éste tu macho que te monte…"

"… dime que eres una cachorrita que desea beberse mi leche… que eres una gatita en celo…"

soy una mujer decente, soy una mujer decente, soy… una… mujer… Sí, sí leo relatos eróticos, pero esto es otra cosa… si me masturbo como ahora, pero es otra cosa

"… mi verga está en todo su esplendor, palpitando, bramando, dirigiéndose a tu húmedo coño para penetrarlo; mi verga quiere ir hasta lo más profundo de ti y quedarse ahí el tiempo necesario, mientras yo rodeo tus tetas con mis manos y las masajeo, las aprieto…"

ahhh… porque…. esto… esto de estar leyendo esas cosas en vivo es como… como hacer el sexo en público… mmhhh eso ha de ser rico… en un cine, por ejemplo, o en un estacionamiento, o en una oficina con vista a la calle… ahhh, si este dedo mío fuera su lengua, moviéndose así, suave, fuerte, arriba y abajo, hacia un lado y otro… mhhh ahhh

"¿Sigues ahí?"

yo soy una mujer decente… soy una mujer… una mujer… una mujer… aaaaah… quiero que me diga más cosas, quiero sentirme amada, admirada, deseada, acariciada… y él me ama… me admira, me desea… me acaricia… me coge… ¿me coge? ¡me está cogiendo! ahhhh me está cogiendo… y me gusta… sí, me gusta ahhh… mmmhhhh Me gusta ¿y qué? Quiero que me coja ¿y qué?… aaaahh,,, Pero ¿qué le digo? ahhhh ahhhh mmmh Si le digo que sí, ¿qué pensaráahhhh?... pero quiero que siga

— Ajá!

"Ese ‘ajᒠes sensual, dilo mientras la tranca de tu macho babea de deseo por ti, mientras te doy vuelta para echar mi cuerpo encima de tu piel, para seguirte cogiendo, chocando mis güevos contra tus nalgas, tomándote con fuerza de las caderas para incrustarte mi estaca y dejártela adentro …"

¡Aja!...

"… acaricio tu clítoris… te ciño hacia mí para que no te me escapes, para que te entre el palo hasta su base. Me gusta verte así, abandonada al placer, compartiéndolo, disfrutándolo… Eleva tus nalgas… yo me pondré de pie sin sacártela. Tienes el coño justo para mi polla… eres la cabalgadura que precisan mis deseos…"

—

"… ahora me recuesto sobre mi espalda; mi verga está tensa… es un asta que reclama a tu cuerpo como a una bandera; clávate ahí, cabálgame tú… es fascinante ver el subibaja de tus chiches, la tensión de tu cuelo, la humedad de tu vientre… sentir tus muslos rodeando los míos… mirar tu bello rostro, tu carita sensual… tu cara … ahhhh… tu cara… ahhh, ahhh… tu cara de puta… te tomo por la cintura y te atraigo a mí, fuerte… ven, ven, ven… empálate… así, así, así… una y otra vez…"

—

"… quisiera que lo disfrutaras tanto como yo, que te sintieras desbordada de placer como yo… que te sintieras inundada de mi carne como yo de la tuya…"

Si supieras, si supieras ahhhh cuánto estoy disfrutándolo… Me gusta este juego y quiero chorrearme… sí, chorrearme como una puta… me encanta… ahhhh sí… sí… así…abierta de piernas como estoy ahora… con esta humedad…como tú quieras, papito

"… recuéstate tú ahora… me gusta tu docilidad… rodea mi espalda con tus piernas… mi verga está completamente bañada de tus jugos y se desliza a placer…. me excita el sonido de tus gemidos que acompañan al chasqueo que hace mi verga cuando entra y sale de ti, cuando sale y regresa a ti…"

—

" … deja subirme un poco para que la base de mi tronco roce tu clítoris, lo oprima, lo acaricie apretadamente… déjame besar tu cuello, tus labios, tus párpados… envolver con mis manos tus perfumados pechos, lamer la aureola y chupar los pezones… "

¡ajá… ajá… ajáaa!

¡Qué rico, qué rico, qué rico!… mmmmmhhhhhh con ganas de decirle que me haga su puta… que me diga que soy su puta… también las mujeres decentes tenemos nuestro corazoncito, nuestro coñito… y nuestra calentura ahhhh… ah, sí, estoy caliente… quiero ser una puta, quiero ser su puta al menos esta noche… ahhh ahhh ahhh

"…es duro mi tronco, y grande… y le gusta estar adentro de ti… derramarse adentro de ti… que toda su leche se quede ahí… inundándote…"

Cógeme, cógeme… cógeme que soy tu puta… hazme lo que te imaginas cuando ves páginas porno… házmelo… soy tu puta, tu putahhh ahhh ahhhh ahhhh… ya, ya, ya dame… tu semen… no, tu leche…por dentro y por fuera

"Toma toda mi leche… absórbela toda con tu coño, apriétalo, exprímeme, ordéñame… que no salga ni una gotaaaaaaaahhhhh…"

Sí… sí… sí… así, ajá, ajá, así… así… dale toda tu leche a esta putitahhh tuyaaaaaaa

Ahhhhh… Mmhhh, estuvo rico. Ayyy, cómo me hubiera gustado que fuese real. Bueno, fue real de alguna manera… tengo las piernas mojadas de sudor y de… de sudor.

"Sigues ahí?"

¿Qué le digo? Ni modo de portarme como una chiquilla, escandalizarme… pero tampoco es como para portarme así como una puta

— Jajajajajaja. Te calentaste de más, amigo

"¿Tú no? Yo sí, lo disfruté de verdad y salpiqué todo por aquí

— No, yo no. ¿Cómo crees? Te tuve paciencia y te dejé decir cosas sólo porque somos amigos, pero yo soy una mujer decente