Una mujer del resto de mi vida

Fue en el invierno del año 1997 que Mariana conoció a Luján por un medio por lo demás atípico: un chat de Internet.

Mariana venció muchos miedos al tomar aquel avión de Iberia que la dejaría en España. El primero fue su pánico a las alturas...mismo pánico que en los 35 años que llevaba de vida solo le había permitido subir a un avión una sola vez y por motivos estrictamente profesionales. Luego venía el miedo a un viaje tan largo para alguien que como ella, apenas había salido de su ciudad, mucho menos de su país...ahora se disponía a cruzar todo un océano, desde Uruguay hasta España para concretar un sueño...que después de vivir solo en la ilusión durante cuatro años no admitía mas ser dejado a un lado. Llega un momento en la vida en que hay que concretar los sueños o desecharlos, y Mariana no quería desechar este sueño en particular.

Fue en el invierno del año 1997 que Mariana conoció a Luján por un medio por lo demás atípico: un chat de Internet. Por aquella época la empresa donde Mariana trabajaba estaba empeñada en publicitar sus servicios por este medio, y al estar Mariana a cargo del departamento publicitario, era la única privilegiada con acceso a Internet. En las noches, antes de salir del trabajo, se tomaba una media hora para chatear, como modo de distención. Le aburría al principio tener que entrar a canales mixtos, ya que no faltaba el clásico "galanazo de chat" que intentaba conquistarla...cosa ya de por sí aburrida, y aún mas para una mujer que solo se siente conmovida por otra mujer. Por eso fue todo un descubrimiento para Mariana cuando una amiga le contó que existían los chats para lesbianas y le dio la dirección de un par de lugares....quedó fascinada al comprobar que sí existían.

Pronto descubrió la dinámica de los chats lésbicos: estaban los hombres disfrazados, pretendiendo no se que cosa en un chat para mujeres....las mujeres que se portaban como hombres, queriendo conquistar a cuanta chica nueva entrara o proponiendo cibersexo...y finalmente las que se le asemejaban, que buscaban un rato de conversación agradable con otra mujer que, al ser lesbiana, la comprendiera.

No recordaba con exactitud la primer conversación con Luján, ni quién le habló a quién...durante dos meses las conversaciones entre ellas eran mas bien casuales, sin involucrarse en amistad, pero si se veían se saludaban y conversaban, como suelen hacerlo las personas que concurren al mismo club casi a diario. Las dos se parecía n mucho: eran jóvenes, trabajaban mucho, estaban "casadas" con su profesión, no tenían pareja y había pasado la barrera de los 30 años....tenían cosas en común de que conversar, sin embargo no podía pasar de conversaciones casuales y sin mayor importancia, hasta esa noche en que Luján estaba profundamente triste por una desilusión amorosa, y quebrando su obstinada reserva, se confesó con Mariana y soltó lo que llevaba dentro, diciéndole que sentía el corazón destrozado por un amor no correspondido, que odiaba sentirse así, que muchas veces pensaba que jamás en la vida lograría que alguien la amara, que se sentía muy cansada.

Que tenía ganas de estar enamorada sí, pero también de recordar como era el ser correspondida...que prefería vivir un mes de amor absoluto, solo un mes, y no esa tristeza que le lastimaba el alma. Esa fue la primera vez que Mariana sintió que su corazón se inundaba de una profunda ternura por esa mujer, de la que no conocía mas que la forma de chatear...sintió deseos de estar cerca de ella para poder abrazarla y decirle que todo estaría bien. Esa noche fue también cuando intercambiaron sus direcciones de e-mail, después de compartir mas de dos horas de charla.

Mariana escribió el primer mail, eso sí lo recordaba muy bien...Luján se mostró reticente al principio, respondiendo solo con esquelas, pero poco después tenían una comunicación diaria. En ese tiempo Mariana se sentía profundamente atraída por una amiga, pero no se atrevía a decirle nada por temor a espantarla...habló de eso con Luján en varios mails, Luján alentándola a que lo dijera, hasta que Mariana había tomado coraje y se confesó con su amiga...quien muy cortésmente le dijo que aunque respetaba su opción sexual, no la compartía, por lo que prefería que no hablaran mas de ese tema, pero que seguirían tan amigas como siempre lo habían sido. Los sentimientos de Mariana al oír eso en boca de la mujer que le había gustado durante tanto tiempo fueron mezclados. Sí, sintió desilusión, pero también alivio...alivio porque debía confesarse que la que le estaba quitando el sueño últimamente era Luján, aunque siguiera sin conocer su rostro...le fascinaba su personalidad, el dejo de tristeza que a veces intuía en sus palabras, le gustaba hacerla reír cuando conversaban con alguna de sus bromas, porque intuía que era demasiado seria y necesitaba un poco de risa en su vida...se sentía fascinada por su sentido del humor tan sutil que si no estabas muy atenta perdías la broma...pero si estabas atenta podía ser ampliamente disfrutable, por la forma en que Luján intuía si estaba triste solo por como encabezaba el mail que le enviaba cada mañana. Cuando le contó a Luján que había sido rechazada la respuesta que recibió por parte de la española la dejó aun mas sorprendida...primero Luján se sentía culpable por haberla alentado a hablar de sus sentimientos...cuando Mariana le dijo que en realidad no se sentía tan mal, fue Luján quién dijo:

  • Entonces....¿puedo tener una esperanza?.

  • Mmm.....digamos que puedo considerar la oferta respondió en aquel momento Mariana, haciendo uso del humor para ocultar la turbación que esa pregunta (que intuía no estaba hecha en tono de broma) le provocaban. Luján continuó tipeando, mas rápido de lo que Mariana podía leer.

  • Mañana te enviaré mi foto...espero que no me consideres desagradable....realmente me interesaría tener una chance de conquistarte....ahora tengo que irme, mi jefe esta llegando.

Cuando vio la foto de Luján la sorpresa de Mariana fue muy agradable. Luján tenía unos inmensos ojos negros, de mirada que se adivinaba penetrante...estaba muy seria en la foto, y aún así se veía atractiva, la nariz era pequeña, al igual que las orejas....la boca estaba bien dibujada, le hubiera gustado verla sonriendo en esa foto....se lo imagino, y le gustó a Mariana imaginarlo. Así que en ese momento tomó la decisión de arriesgarse y retribuyó a Luján enviándole una foto suya. Ese día fue de los mas largos para Mariana, no podía esperar a su rato de recreo, a "ver" a Luján en el chat...cuando a fin se conectó y la vio, suspiró de gozo.

  • ¿Ya me viste?.

  • Sí, ya te ví.

  • ¿Qué opinas?.

  • Te ves linda.

  • Mientes muy bien pero de todos modos te lo agradezco.

  • Eres demasiado modesta Luján....eres una hermosa mujer...al menos a mi me lo pareces...me encantaron tus ojos.

  • A mi me encantaron los tuyos...sos una flaca muy linda como dirían en tu país...me gustaste uruguaya.

  • Y vos a mi gallega.

  • ¿Y ahora que hacemos?.

  • Vaya pregunta....creo que tenemos dos opciones...o nos olvidamos de esto que sentimos, y continuamos siendo amigas....o nos atrevemos a vivirlo.

  • ¿Cómo podemos vivirlo, si tenemos un continente que nos separa Mariana?.

  • Yo quiero arriesgarme a amarte....a sentirte mi novia...

  • ¿A pesar del continente?.

  • Sí.

  • Tendremos que hacer un pacto entonces...yo no puedo pedirte que no sigas mirando alrededor....porque es difícil que yo pueda viajar a tu país muy pronto...

  • Sabes que mi situación es la misma Luján.

  • Entonces.....

  • Entonces...vivamos aunque mas no sea un mes de amor absoluto...yo siento que te amo desde hace varias semanas...quiero sentirte mi pareja....mi ciber novia....quiero sentirte mía aunque no pueda tocarte...estoy dispuesta a hacer un pacto contigo.....si alguna de las dos conoce a otra persona que este cerca de nosotras, en nuestro mismo país, tendremos la libertad de cortar esta relación para intentar con la persona que este cercana...¿aceptas?.

Mariana planteo el trato porque intuía que Luján no aceptaría sino el enredarse con ella...había aprendido que Luján tenía mucho miedo al compromiso...mas que al compromiso, tenía miedo a ser lastimada, y si no le daba una puerta de salida, no se metería con ella. Luján tardó un rato en tipear su respuesta....la podía imaginar pensando, muy concentrada frente al monitor.

  • ¿Si eso sucede nos separaremos sin reproches, ni lloros?.

  • Lo prometo...si necesitas tu libertad en cualquier momento te la daré...lo prometo.

  • Acepto entonces....quiero sentirme enamorada de ti...aún mas de lo que ya lo estoy.

Los siguientes tres meses vivieron una intensa ciber relación, con un intercambio de mails, fotos, postales, llamadas telefónicas y sinfín de detalles que las hicieran sentir mas cercanas. Era una relación con mas de magia que de realidad.....¿cómo se podía explicar que Mariana se sintiera tan absolutamente fascinada por una mujer a la que nunca había podido besar?. Soñaba con ella, con su cuerpo, con sus caricias....deseaba ardientemente poder verla algún día...moría de incertidumbre si un día ella se atrasaba al responder. Fueron tres meses hermosos...hasta que el mundo se le vino encima a Mariana.

Luján le pidió verse por ICQ a la hora en que habitualmente lo hacían, pero ese día insistió mucho en que no dejara de entrar, porque tenían que hablar de algo importante. Lo que Mariana no imaginaba fue la mala noticia que Luján le dio....había conocido a alguien de su país....una mujer que estaba en su misma ciudad. Luján había tratado de no involucrarse, pero la mujer en cuestión tenía un hábil método de seducción...y Luján no soportaba mas la lejanía de Mariana, le desesperaba la certeza de que a pesar de amarla, no podía tenerla. Mariana leyó todo eso casi sin responder...sintiendo uno de los mayores dolores que había sentido en la vida. Simplemente al término de las palabras de Luján escribió:

  • Te prometí que no habría lloros ni reclamos...gracias por estos tres hermosos meses...gracias por hacerme sentir viva, enamorada, deseada, sexy....por hacerme recordar lo hermoso que es estar enamorada. Te amo Luján...creo que eso no se terminará por mas que pase el tiempo....pero ahora tengo que desconectarme.

  • Lo siento Mariana....lo siento mucho....si no quieres volver a hablar conmigo lo comprenderé.

  • No quiero perderte...no me apliques el castigo de perderte totalmente....si quiero estar en contacto contigo, pero ahora....sencillamente no puedo continuar aquí.

Los primeros días después de esa ruptura la relación fue extraña, tirante...sin embargo con el tiempo se compuso bastante.

Luján estableció una relación con Amparo, la mujer de su ciudad. Mariana conoció a Paula en una reunión en casa de una amiga y comenzó una nueva relación...sin embargo la magia entre ambas era algo inextinguible, y en muchas ocasiones no podían evitar las frases cariñosas, o el preocuparse, o simplemente el recordarse la una a la otra cuando veían algo que tenían en común. Era un amarse a distancia, sin esperanzas, pero un tipo de amor muy especial...el que todo lo da sin esperar nada a cambio. Y extrañamente, pese a sentirse tan atraídas la una por la otra, también lograban mantener unas aceptables relaciones con otras mujeres en la vida real..

El tiempo transcurrió y las vidas de ambas cambiaron. Luján se cansó de estar casada con su carrera, de las exigencias, de las continuas presiones que terminaron por desbaratar su relación con Amparo, así que cuando tuvo un golpe de suerte en un juego de azar renunció a su empleo, se mudó a Marbella y puso una tienda de regalos. Desde siempre le había fascinado Marbella, y prefirió renunciar a un aparente bienestar económico en pos de una mejor calidad de vida en la ciudad de sus amores. Seguía comunicándose prácticamente a diario con Luján, manteniendo una amistad tranquila, sin sobresaltos, en la que cada tanto asomaba esa magia especial.

Mariana tomó coraje para convertir su pasatiempo de decoradora en una profesión, y estableció un pequeño estudio, abandonando su empleo bancario para dedicarse a decorar las casas de los ricachones de su ciudad, ya que de un modo extraño se había convertido en la decoradora de moda. Comenzó a ganar dinero, y aprovechaba su modesto conocimiento de artes plásticas para comprar alguna pintura cada tanto...hasta que ese modesto conocimiento, y un golpe de fortuna, le permitieron adquirir una pintura por un precio realmente irrisorio en una feria vecinal y venderla meses mas tarde en una elevada cifra en dólares. Cuando tuvo el dinero en sus manos aún seguía incrédula del gran negocio que había hecho. Su relación con Paula había terminado hacía siete meses...desde entonces se había dedicado a trabajar para tapar la ausencia de Paula...y solo contaba con la fiel compañía de Luján. Se dijo entonces que era tiempo de darse la chance de conocer en persona a la mujer que le hacía creer en la magia del amor y que le conmovía el corazón.

Rebuscó entre los mails de Luján que tenía cuidadosamente guardados la dirección de Milagros, la hermana mayor de Luján, que conocía muy bien la opción sexual de su hermana y siempre había actuado como su cómplice en todo. Le escribió un respetuoso mail presentándose, explicándole que pensaba viajar a España para conocer a Luján, pero que quería que fuera una sorpresa....también le hizo una serie de preguntas, la primera de todas si ella sabía si Luján estaba interesada o comenzando alguna relación. De ninguna manera quería que ese viaje sorpresa fuera un dolor de cabeza para Luján en lugar de un motivo de alegría.

Milagros dudó antes de responder...lo hizo porque recordó que Luján solía nombrar bastante seguido a Mariana, y eso no ocurría mucho...su hermana era estrictamente reservada, y si nombraba tanto a una mujer que estaba a miles de kms de distancia sería porque la conmovía demasiado....y no quería verla mas con ese aire triste y melancólico. Además...Luján solía decir que prefería un mes de amor absoluto a una vida en el desamor....quizás esa mujer uruguaya era lo que le hacía falta al atribulado corazón de su hermana. Fue por eso que se prestó a ser la cómplice de Luján. Juntas arreglaron la fecha del viaje, los detalles, Milagros se trasladó de Barcelona a Marbella para poder recibir a Mariana. Solo esperaba poder reconocerla cuando bajara del avión.

Se reconocieron mutuamente...Milagros agitó la mano para que Mariana la viera al salir de la fila de revisación. Mariana fue hasta donde ella estaba y se quedaron viendo. La situación era de lo mas extraña, sin embargo Milagros sonrió y besó la mejilla de Mariana.

  • Bueno, al fin puedo conocerte, después de oír tu nombre tantas veces.

  • ¿Luján habla de mí?.

  • Mas de lo que es usual en ella nombrar a una persona. ¿Son esas tus maletas?.

  • Sí.

  • Vamos entonces...ya te reserve el hotel...así puedes descansar un poco, y en el camino te cuento el plan.

El plan de Milagros era sencillo. Le había dicho a Luján que vendría a visitarla, ya que vivían en ciudades distantes, que estaría a las 9 p.m. en su casa. Claro que en lugar de Milagros sería Mariana quién entraría en la casa. Eran las 3 p.m., así que Mariana tenía tiempo de ducharse y descansar un rato. A las 8 p.m. Milagros pasaría a buscarla para llevarla a la casa.

  • Ojalá que Luján no se enoje por este plan.... murmuró Mariana, pensando de pronto en lo reservado del carácter de Luján. Milagros sonrió levemente y respondió.

  • No creo que se enoje...quizás regañe un poco, para no perder su estilo, pero estoy segura que le encantará que seas tú quién llegue a la casa en lugar mío.

El hotel era un 4 estrellas en el centro de la ciudad. Milagros no se fue hasta que Mariana estuvo instalada en la habitación, se despidió con un beso y reiteró que pasaría de nuevo a las 8 p.m. Una vez a solas en la habitación Mariana se metió directo a la ducha...el viaje en avión desde Uruguay era largo y cansador. Estuvo un buen rato bajo la ducha, luego se secó, se puso crema en el cuerpo y se metió en la cama a descansar un rato.


Cuando Milagros vio nuevamente a Mariana no podía creer la transformación. Mariana había cepillado su cabello, que llevaba hasta los hombros en una melena color castaño oscuro hasta hacerlo brillar, había dado un ligero toque de color a sus labios y llevaba un vestido negro pegado al cuerpo, y un cardigan ligero del mismo color, zapatos de tacón negros, cosa que hizo sonreír un poco a Milagros...ya sin tacón Mariana era mucho mas alta que Luján, ahora sería casi una gigante al lado de su hermana. Se veía muy linda, debió reconocerlo, seguramente Luján disfrutaría mucho mas ese despliegue de encanto de Mariana.

  • Caramba, piensas conquistar a mi hermana ¿verdad?.

  • No sé si conquistarla...pero cuando menos que no se desilusione.

  • No creo que se desilusione mujer. ¿Qué llevas?

  • Vino de Uruguay...hablamos muchas veces del vino uruguayo en nuestros mails.

  • Le gusta el vino a Luján, creo que es buena idea. Vamos...si llegas tarde si que se pondrá impaciente, es muy puntillosa con la puntualidad.

  • Lo sé.

El trayecto desde el hotel a la casa de Luján no era muy largo. Era una casa pequeña, con un jardín cuidado al frente y un espacio para guardar el auto. Milagros abrió la puerta de entrada y entre murmullos le dijo:

  • Seguramente está en la cocina...es aquella puerta donde sale luz...le pedí que preparara algo especial para esta noche, debe estarse esforzando....es buena cocinera.

  • Ajá....

  • Ten...es mi número de teléfono móvil....si algo ocurre me llamas ¿sí?.

  • Esta bien.

  • Suerte.

Milagros se fue y Mariana entró en el living de la casa. El estilo era muy despojado, pero de buen gusto, imperaba el color azul, y las paredes estaban pintadas de blanco. El aire olía a sahumerio y a la comida que Luján estaba preparando en la cocina. Se quito los zapatos de tacón para poder llegar hasta ella sin ser oída. Luján estaba oyendo un cd de Mecano, casualmente en ese momento se oía "Mujer contra mujer".

Casi en puntas de pies Mariana se dirigió a la cocina. Pudo ver por primera vez la espalda de Luján...vaya, sí que era petisa su españolita....llevaba el cabello negro mas corto que en la última foto que le había enviado. Tenía puesta una T-shirt gris y un short azul marino...tenía un cuerpo lindo, armónico para sus cuarenta años, quizás con un ligero sobrepeso. Se acercó a ella muy lentamente...estando mas cerca podía oler el aroma a colonia que emitía su cuerpo, y captar mas sus movimientos....sentía su cuerpo temblar a medida que estaba mas cerca de ella. Estiró las manos y tapó los ojos de Luján, sintiendo al tocar la piel de esa mujer por primera vez que el corazón latía desbocado en su pecho.....


Luján se afanaba preparando el asado de ternera y las papas que Milagros le había pedido...bien sabía que su hermana era negada para la cocina, pero que disfrutaba de un buen platillo si lo tenía enfrente, y ya llevaban tres meses sin verse, lo menos que podía hacer era cumplir con su pedido. Además ahora podía darse ese lujo, de dedicar un par de horas a preparar una comida, cosa que hasta hace unos años, con el ritmo de vida que llevaba era impensable. Suspiró levemente...era mejor olvidar los errores del pasado. Era feliz ahora, con su tienda y siendo su propia jefa. Ojalá se hubiera atrevido a hacer otras cosas del mismo modo en que un día se atrevió a cortar esa dependencia enfermiza con su absorbente empleo, y se hubiera jugado en el plano sentimental...cada vez mas seguido se preguntaba cómo será ahora su vida de no haber cortado a Mariana. Ah, si se hubiera atrevido...pero no tuvo la tolerancia de soportar una relación a distancia...y aunque lo vivido con Amparo no fue malo, en el fondo sabía que algo vivido con Mariana hubiera sido mejor.

Cuando sintió las manos tapando sus ojos se enojo un poquito...no le gustaban los juegos, a esas alturas Milagros debería saberlo.

  • Vamos mujer...déjate de juegos...

Milagros no respondió, y Luján comenzó a molestarse realmente. Tocó las manos que cubrían sus ojos con las suyas, al tiempo que decía:

  • Ya basta...sabes que no me gustan los juegos... y no dijo mas...al tocar esas manos supo que no eran de Milagros, conocía las manos de su hermana aún sin verlas....estas manos tenían los dedos mas largos y mas delgados. En silencio continuo usando sus manos para tratar de adivinar a quién pertenecían...al mismo tiempo que el perfume de mujer le llegó a la nariz, y el corazón empezó a golpear fuertemente en el pecho...no podía ser lo que estaba pensando, sin embargo tímidamente pronunció el nombre que le vino a los labios, con un tono de voz inusualmente dulce:

  • ¿Mariana.....

Mariana destapó los ojos de Luján, la abrazó por la cintura y apoyando la cabeza en su hombro le murmuró al oído.

  • Sí gallega...soy yo.

Luján cerró los ojos, sintiendo que el corazón galopaba enloquecido en su pecho, no queriendo sentir otra cosa que esos brazos rodeando su cintura y la caricia del cabello de Mariana en su mejilla...no quería moverse por temor a que fuera solo un sueño, una ilusión que se desvanecería si ella se atrevía a moverse. Mariana besó la mejilla de la mujer que llevaba tanto tiempo viviendo en su corazón, embriagándose con su perfume, con la suavidad del cabello. Quitó los brazos de la cintura de Luján para tomar su mano y hacer que se diera vuelta....Luján abrió los ojos y por primera vez sus miradas se cruzaron. Luján estiró la mano para acariciar el rostro de Mariana con la punta de los dedos, muy suavemente, sintiendo la piel de Mariana bajo su tacto, sintiéndola estremecer por la caricia. Las lágrimas corrían por las mejillas de ambas, sin que pudieran ni quisieran hacer algo por contenerlas....la mano de Luján seguía recorriendo el rostro de Mariana, luego acarició el cabello con mucha suavidad...claro que era Mariana, era la mujer a la que tantas veces había visto en fotos.

  • No puedo creerlo...

  • Estoy aquí....soy yo Luján...

  • No puedo creerlo...pensé que esto jamás pasaría.

  • Algunos sueños hay que cumplirlos...te prometí que cumpliría este ¿recuerdas?...siempre cumplo lo que prometo.

Luján no decía nada...se veía sorprendida y como desamparada, así que Mariana la abrazó y la estrecho contra su pecho, muy fuerte...los brazos de Luján rodearon su cintura y durante varios minutos no hicieron otra cosa que estar abrazadas muy fuerte, trasmitiéndose mutuamente calor, mientras las lágrimas seguían cayendo por los rostros de ambas, mezclándose...Luján elevó la cabeza y las bocas de ambas quedaron a escasos centímetros. Se miraron a los ojos, profundamente...las bocas se acercaron y se unieron en un beso muy tierno, cariñoso y lento...separaron los labios y sonrieron un poco. Mariana secó las lágrimas de Luján con su mano:

  • Si hubiese sabido que te ibas a poner a llorar no venía....

  • Ah, mira tú...también estas llorando como una Magdalena...

Luján tomó un repasador nuevo de uno de los cajones de la cocina para que ambas pudieran limpiarse el rostro...dejaron ese repasador sobre la mesa y continuaron mirándose, tocándose el rostro, alternando sonrisas con momentos en que sus rostros adquirían una seriedad casi de ceremonia...Mariana disfrutando de la piel de Luján, Luján queriendo convencerse que la otra mujer era real y no producto de su imaginación.

  • ¿Cómo es esto posible?...yo esperando a Milagros, y apareces tú...a menos que... murmuró Luján, pensando por primera vez en la posibilidad de que Milagros estuviera enterada de esto.

  • Milagros me ayudó...no te enojes con ella...era el único modo que tenía para sorprenderte...

  • Pero no comprendo.....

  • ¿Por qué no dejas de pensar en explicaciones y me besas mejor? dijo Mariana. Luján sonrió, se estiró y besó los labios de Mariana...apenas un roce al principio, Mariana entreabrió los labios invitadora y entonces Luján deslizó su lengua dentro de la cavidad bucal de Mariana, atrapando esos labios y jugando con su lengua dentro de la boca de Mariana...una Mariana que le atrapó la cabeza con las manos y respondía al beso con pasión...solo el olor sospechoso de carne quemándose pudo separarlas de ese beso.

  • Creo que se quema la cena....disculpa un segundo...

Abrió la puerta del horno justo a tiempo para evitar el desastre....movió la carne, le agregó un poco de salsa, mientras Mariana la miraba de un modo en que nunca antes le habían mirado...con una mezcla de amor y adoración. Se puso nerviosa y casi vuelca la botellita de salsa...Mariana le tomó la mano para evitar el accidente.

  • No te pongas nerviosa....soy yo mujer...no hay motivos.

  • ¿Crees que no tengo motivos?... Te he querido por cuatro años pensando que jamás te vería...estaba segura de eso...y te apareces vestida para matar en mi casa...y yo con esta facha...

  • ¿No te dije que me encantan las mujeres con t-shirt?... Las t-shirt hacen que los senos se aprecien mucho mas respondió Mariana, mirando los pechos de Luján con una cara de bandida que hizo reír a la española...le acarició el rostro.

  • ¿Te han dicho que eres una loca?.

  • Muchas veces...pero me gusta oírlo en tu boca. respondió Mariana, acariciando con dos dedos los labios de su española. Luján recostó el rostro en la mano de Mariana...sentía las piernas flojas, y una inmensa alegría la embargaba. Se abrazaron de nuevo, con mas calma, disfrutándose.

  • Espero que te guste lo que estoy preparando....

  • Cualquier cosa que me prepares será un manjar, porque lo preparaste tú...

  • ¿Luzco como me imaginabas?.

  • Luces ... no sé si como me imaginabas....lo único que he querido estos años ha sido verte, y poder tenerte en mis brazos....sin importar como lucieras. Conozco de memoria tu rostro....podría haberte reconocido en cualquier parte.

  • También yo te hubiera reconocido en cualquier parte...

  • ¿Qué loco es esto, verdad?.

  • Nada es loco entre nosotras....¿acaso no hemos mantenido con vida dentro nuestro un amor con esperanzas casi nulas de conocernos?. ¿No hemos creado nuestro mundo....pleno de magia y de amor?. Bendita se la locura que me ha permitido vivir esto.

Mariana besaba el cabello de Luján, suave, mientras la mantenía contra su pecho....Luján se dejaba mimar, en parte porque no tenía fuerza para hacer mas, en parte porque temía quebrar algún hechizo si se movía.

  • Esa cena casi esta lista...¿dónde tienes los platos?. preguntó Mariana. Luján le indicó donde estaban las cosas y juntas prepararon la mesa en el comedor. Luego Luján insistió en que Mariana esperar a ser servida...así que mientras Luján trajinaba en la cocina, Mariana descorchó el vino y lo sirvió en las copas.

Comiendo en silencio..demasiado ocupadas en mirarse, coquetas, y sonreírse

  • Eres muy buena cocinera....mejor de lo que confiesas en tus cartas

  • No era así cuando te conocí....era terrible, el estar aquí y disponer de tiempo me ha hecho mejor cocinera.

  • Esta todo delicioso gallega

  • ¿Por qué no pierdes la costumbre de decirme gallega?.

  • Porque a vos te gusta...

Luján sonrió....Mariana tenía razón, le hacía gracia que le dijera gallega pese a saber perfectamente que ella había nacido en Madrid....Mariana le había explicado en el pasado que para los uruguayos todos los españoles eran gallegos, que era una costumbre llamarlos así, aunque supieran que no eran nacidos en Galicia.

Al termino de la cena Luján quería juntar los platos, pero Mariana no la dejó. Puso un cd en el equipo de audio, regresó junto a ella y tomándole la mano le dijo:

  • Tenemos tiempo mañana para hacer eso...ahora quiero que bailemos...he imaginado muchas veces como sería bailar contigo...bueno, pues ahora no tengo que imaginarlo, sino que vivirlo. Srta. Luján...¿me concede el honor de este baile? - pidió, haciendo una graciosa reverencia que arrancó otra sonrisa al rostro serio de Luján, quién tomó la mano que Mariana ofrecía tan graciosamente. Mariana enlazó la cintura de Luján con sus dos brazos e inclinó la cabeza, para que sus rostros quedaran unidos y poder bailar la romántica balada que sonaba en ese momento...."Stay" en la voz de Bonnie Blanco...¿casualidad que su primer baile juntas fuera una balada titulada "Quédate"?. Se movieron al compás, siguiendo un ritmo suave, mientras Mariana apretaba un poquito mas el abrazo...para sentirla mas cerca.

  • Bailas bien.

  • Hmmm...pensé que ya habíamos hablado del baile antes.

  • Sos pícara ¿eh? - murmuró Mariana al oído de Luján. Varias veces habían comentado una vieja teoría sobre que quién baila bien también es bueno haciendo el amor - Si no fuera usted una mujer tan seria, pensaría que está tratando de seducirme.

  • De ninguna manera...no estoy tratando de seducirla.....es algo que estoy totalmente dispuesta a hacer esta noche....y no aceptaré negativas.

  • ¿Crees que me negaría? - susurró Mariana al oído de Luján, para luego besarla suavemente en el cuello. Luján suspiró de gusto...le encantaba que besaran su cuello. Mariana apretó el abrazo y jugueteaba ahora con el lóbulo de la oreja de Luján, mordiéndolo suavemente...recorriendo luego el interior de la oreja con la lengua.

  • Si continuas en ese plan no llegaremos el final de este baile...

  • ¿Quién dijo que yo quería llegar al final del baile?.

Fue demasiado aún para alguien tan reservada como Luján. Se apartó un poco de Mariana, se puso en punta de pies, tomó el rostro que tantas veces había visto solo en fotos y la besó, desesperada y apasionadamente. Mariana se sorprendió un poquito, pero le encanto esa iniciativa de Luján...al fin que era algo que ambas deseaban desde siempre. Pero no quería apuros...no en esa su primera vez juntas...así que abrazó de nuevo a Luján y continuaron besándose, apretados ambos cuerpos, trasmitiéndose calor mutuo. Ardía en deseos de quitarle esa playera gris y verla sin nada...y al tiempo temía que se ofendiera...era muy raro. No debería sentir tantos reparos frente a la mujer que amaba y por la cual ardía de deseo.

Como adivinando sus pensamientos Luján comenzó a bajar el cierre del vestido negro...conociendo un poco a Mariana sabría que ahora mismo estaría envarada y un poquito avergonzada...pero también sabía que bastaba darle un pie para que continuara con el juego amoroso. Deslizo los breteles del vestido hacia abajo, mientras besaba el cuello de Mariana como tantas veces habían ensayado en su imaginación. El vestido cayó al suelo y Mariana quedó de pie frente a ella, con el conjunto interior bordeaux de encaje sobre la piel algo morena....tal como había imaginado verla muchas veces en sus sueños.

  • Te ves tan hermosa mi amor....

  • ¿Te gusto?.

  • Claro que sí...- dijo Luján, recorriendo con dos dedos desde el cuello de Mariana hasta su vientre, acariciando las viejas cicatrices que Mariana tenía Mariana allí, una de apéndice que estaba en el costado derecho y otra mas pequeña abajo del brazo derecho...estaba encantada estaba de ver el cuerpo de su amor por primera vez, con las cosas bellas y aún con las marcas, porque también esas cicatrices formaban parte de la mujer que amaba.

Mariana tomó la remera gris de Luján y la tiró hacia arriba. Luján levantó los brazos para que saliera. Mariana comenzó a besarla desde el cuello hacia abajo, por sobre el soutien, para desprender el short azul marino y dejarlo caer también. Luján traía un conjunto de ropa interior blanca. Mariana la abrazó por la cintura y apoyó la cabeza en su vientre, mientras Luján le acariciaba el cabello. Cerró los ojos..temía que aquello fuera un sueño, otro sueño mas y que en cualquier momento pudiera despertarse....

Sin embargo la boca de Mariana recorriendo su vientre con besos no podía ser un sueño...la boca de Mariana estaba ahora a la altura de la suya, y se fundieron en un apasionado beso, apretando sus cuerpos uno contra el otro, trasmitiéndose mutuamente calor. Luego los labios de Mariana deambularon por el cuello, las mejillas y las orejas de Luján, que no se movía en lo absoluto, demasiado ocupada en sentir lo que esas caricias provocaban en su interior.

Cuando Mariana dejó de besarla, Luján le tomó la mano y fueron hasta el amplio sofá de tres cuerpos que estaba muy cerca de ellas. Se sentaron muy juntas, y Luján rodeo con sus brazos a Mariana volviendo a besarla, lenta e intensamente, recorriendo con su lengua todo el interior de la boca de Mariana. Se separaron, acariciándose mutuamente el rostro, sonriendo....las manos de Mariana, ligeras, fueron hasta la espalda de Luján y liberaron a los senos de la prisión del soutien...dejando aparecer dos pechos morenos coronados por unos pezones oscuros maravillosamente erguidos. Mariana bajó la cabeza y acaricio con su rostro ambos pezones, antes de besarlos amorosamente, para finalmente atrapar primero a uno y luego al otro con su boca y someterlos a una succión lenta y golosa. Luján gemía quedo, a causa de la excitación que las caricias de Mariana le provocaban...la boca de Mariana, que parecía no tener descanso, bajaba ahora por su vientre, en pequeños besos y lametazos, ocupándose ahora sus manos de los senos de Luján.

Por unos segundos las manos de Mariana dejaron de ocuparse de los senos de Luján, para poder proceder a quitar el calzón blanco y dejarlo a un lado...luego se ocuparon de nuevo en tan agradable trabajo, mientras Mariana besaba la cara interna de los muslos de Luján, muy cerca ya de la vagina, pero sin llegar a tocarla...la lengua curiosa recorría la zona muy...muy cerca, pero sin llegar a tocar los labios vaginales. El aroma de mujer excitada de Luján llenaba las fosas nasales de Mariana...dulzón y penetrante al mismo tiempo. Cuando el primer lametazo largo y lento recorrió directamente los labios vaginales, llegando a estimular el clítoris, Luján lanzo un profundo suspiro de gozo....la lengua de Mariana se concentró entonces en ese lugar, jugueteando con el clítoris, entrando un poco en la vagina para luego dar largos lenguetazos por toda la extensión....Luján se movía debajo de Mariana, sus senos atrapados por las manos de dos largos y delgados, su sexo a merced de esa boca que no tenía descanso...sentía su vagina contraerse y gemía quedamente, gozando como loca. La lengua de Mariana se introdujo un poco mas en su vagina, la recorrió lentamente y luego sintió que su clítoris era atrapado por esa boca y succionado de un modo que provocó que el orgasmo le llegara en forma violenta, todo su interior sacudido por espasmódicas contracciones.

Mariana besó el sexo de la mujer que amaba, y subió besando por el vientre, los senos para luego volver a besarla en la boca apasionadamente, aplastándola casi con el peso de su cuerpo, excitada por lo que le había provocado...las manos de Luján encontraron el cierre del soutien de Mariana, que desapareció, seguido poco después por el calzón...Mariana seguía sobre Luján, que atrapó sus glúteos con las manos masajeándolos como desesperada mientras parecía que no podían dejar de besarse en la boca....Luján ardía en deseos de hacer suya a Mariana, como se pudiera...sentía el calor que emanaba de la vagina de Mariana en su muslo, así que comenzó a restregar y apretar el sexo de Mariana con el mismo...Mariana comprendió lo que Luján quería, y comenzó a frotarse en el muslo de la mujer mientras la otra presionaba hacia arriba con moderada fuerza, estimulando directamente su clítoris..que sensible como estaba por causa de la excitación, en pocos minutos le proporciono a Mariana el primer orgasmo de ese encuentro sexual. La mano de Luján se interpuso entre el muslo y el sexo de Mariana, y comenzó a juguetear con el clítoris de modo rápido y continuo...poniendo de nuevo a Mariana ardiente de deseo...

  • Hazme tuya susurró Mariana al oído de Luján, mientras le mordisqueaba la oreja...Luján metió un dedo en la cavidad vaginal de Mariana, que se perdió por causa de la intensa lubricación...metió otro dedo y Mariana comenzó a moverse, marcando el ritmo...Luján entraba y salía dentro de ella, rápidamente, acentuando la entrada con un empujón ligero de su muslo, llegando un poco mas adentro cada vez....hasta que con un grito sofocado Mariana se vino, mojando completamente la mano de Luján con sus abundantes líquidos, la vagina contrayéndose tantas veces que Mariana pensó que no cesaría de moverse.

Agotada quedó sobre el cuerpo de Luján, que le acariciaba ahora el cabello y le besaba tiernamente el rostro, los ojos...recorría su espalda en una lenta caricia, aplicada solo con la punta de sus dedos. Ambas respiraban agitadas, y disfrutaban del aroma de sus cuerpos entremezclándose, de las sensaciones que no tenían fin, del calor que emanaban....sin embargo sabían que aún no era suficiente. Luján murmuró al oído de Mariana.

  • Vamos al dormitorio....

  • ¿Y la ropa?.

  • ¿Quién piensa en la ropa? respondió la española, sonriendo. Se pusieron en pie, Luján tomó la mano de Mariana y la llevó al dormitorio...de pie una frente a la otra, completamente desnudas se observaron mutuamente...se tocaron con lentitud....Luján invitó a Mariana a tenderse en la cama boca arriba, disfrutando de la visión....jamás pensó que algún día podría tener a esa mujer en su cama.

Se tendió junto a ella, acariciando su cuerpo de la cabeza a los pies....luego se puso en posición invertida y sobre Mariana, y la miró volviendo la cabeza...Mariana sonrió y asintió, encantada con la proposición sin palabras que Luján le estaba haciendo....Luján acercó su sexo a la cara de Mariana, mientras con su boca comenzaba a explorar el interior de los muslos de su uruguaya. Desde esa posición descubrió rápidamente al clítoris, y comenzó a lamerlo rápidamente. Sentía al mismo tiempo la lengua de Mariana recorriendo lentamente toda la extensión de su sexo, como si estuviera lamiendo un helado delicioso, y se puso muy excitada...sin embargo no se distrajo de proporcionar placer a Mariana, así que con su lengua entreabrió los labios vaginales para poder llegar mas adentro, mas profundamente, penetrándola con su lengua....sintió a Mariana gemir y atrapar su clítoris con la boca, comenzando a succionar como desperada....imitó la jugada, atrapando el clítoris de Mariana con su propia boca y succionando con fuerza....el orgasmo les llegó a ambas al mismo tiempo, dejándolas sin fuerzas....Luján se acostó sobre el cuerpo de Mariana, tomando un respiro.

Un poco recuperada se volvió, y fue junto a Mariana, refugiándose en sus brazos. Se prodigaron dulces caricias mutuamente, se besaron...finalmente Mariana sintió que el cuerpo de Luján adquiría laxitud, e intuyó que se había dormido. Sonrió levemente...después de la inesperada maratón sexual, era casi lógico...sin embargo ella no podía dormirse....quería disfrutar de sentir el cuerpo de esa mujer en sus brazos, de sentir su perfume, su respiración pausada...quería disfrutar de poder bajar los ojos y verla, desnuda en sus brazos.


En la siguiente semana Luján sólo abrió la tienda de regalos por las tardes....las noches de ternura, pasión y lujuria que compartían a diario con Mariana le impedía levantarse en hora por las mañanas para poder abrir la tienda.

En las tardes, mientras Luján estaba en la tienda, Mariana salía a recorrer las tiendas de antigüedades, preparando una sorpresa que tenía para Luján...solo que conociéndola, esperaba una señal de la española para poder decírselo. Estar con Luján era tocar el cielo con las manos para ella...no quería irse nunca mas de su lado.

La décima noche que pasaban juntas, Luján se atrevió a hablar de lo que no quería preguntar....desde que Mariana llegara jamás le había preguntado cuando se iría, no se atrevía...no quería oírlo. Pero era tiempo...cuando menos quería mentalizarse de que ella partiría de su lado en algún momento.

  • Amor....¿por cuánto es este viaje?.

  • ¿Ya quieres que me vaya?.

  • No, todo lo contrario.....quiero que te quedes conmigo...si te atreves. Ya no puedo concebir el quedarme aquí sin ti, sin el calor de tu cuerpo, sin la ternura de tu amor....no quiero despertar en las mañanas y no verte....pero también sé que has hecho tu vida en Montevideo, y sería demasiado egoísta pedirte que te quedaras aquí y comenzaras todo de nuevo....

Luján reflexionaba en voz alta, acariciando el cabello de Mariana, que tenía una sonrisa de satisfacción que la española no llegaba a ver..era la señal que estaba esperando. Se zafó del abrazo de Luján para poder poner su rostro frente al de su amada española y decirle.

  • No me voy.

  • ¿Qué?.

  • Vos sabes que mi padre era español...y por eso pude tramitar tener ciudadanía española ¿verdad?.

  • Sí, claro que sabía eso amor...sé todo sobre ti...pero no entiendo.

  • Mientras tú trabajabas en tu tienda en las tardes, me contacté con una gente que eran clientes míos de aquí de Marbella, yo compraba cosas para ellos en las casa de remate de Montevideo, y la verdad es que sólo nos conocíamos por e-mail...tienen un importante estudio de decoración, el Deco Art...

  • Claro, lo conozco....

  • Les pedí empleo y me lo dieron....me quedo...eso sí...tendrás que alojarme aquí, porque no tengo donde vivir.

Luján empezó a llorar....lágrimas silenciosas corrían por sus mejillas, sin que las pudiera impedir...no podía creer lo que estaba escuchando...que Mariana se quedaría con ella....la besó apasionada y dulcemente.

  • Te amo mi chiquita, cómo te amo....

  • Tendré que viajar a Uruguay para cerrar mis asuntos allá...pero solo tomaré 15 días, luego regreso y me quedo contigo...todo el tiempo que ambas queramos estar juntas....

  • Toda la vida amor...una vez te dije que lo que mas deseaba es que tú fueras la mujer del resto de mi vida....ahora ya no lo deseo....ahora es real. Serás la mujer del resto de mi vida.....

  • Sí amor....te lo prometo...y tú serás la mujer del resto de mi vida también.....

Sellaron el pacto con un apasionada beso en los labios....hay algunos sueños que sí se hacen realidad....si los soñamos con suficiente fuerza, y si creemos de verdad.

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