Una mujer de carácter.

Nunca había visto a nadie igual con ese carácter que sin duda me gustaba. Me había gustado por su arrogancia su personalidad fuerte y poderosa. Aun cuando era una mujer y yo jamás me había fijado en una.

UNA MUJER DE CARÁCTER.

Conocí a Alexis a mi regreso de  los Estados Unidos, pero para entonces ya sabía con quién me iba a encontrar. Mi abuelo Edouard, cuando me iba a ver a New York, solía contarme del bufete. Me hablaba de que era su mayor orgullo además  de hablarme de Marcos, Luis  y muchos otros. Recuerdo el día que me dijo:

-          No voy a seguir siendo Director del bufete, hija. He nombrado a una nueva directora.

Me quede en shock. Mi abuelo no era muy joven pero tampoco pensé en que se retiraría tan pronto. Él era mi única familia y lo quería muchísimo. Mis padres habían fallecido muy jóvenes en un accidente. Me quede con mi abuelo y el me inculco el deseo de estudiar para un día ser toda una abogada y administradora de empresa es lo que soy en la actualidad, me costó estudiar ambas a la misma vez pero lo logre con estudio y dedicación.  Cuando estaba en mi último curso mi abuelo volvió hablar conmigo y me recordó:

-          Alexis Ortiz es la directora del bufete, querida Verónica.

-          ¿Hasta cuándo, abuelo? Sabes muy bien que cuando termine mis estudios volveré para hacerme cargo del bufete…   y lógicamente, seré la directora, pues tú eres el director.  ¿No es así?

-          Aprecio a Verónica. Es una mujer algo extraña pero sus estudios le ha costado muchísimo todo ha sido esforzándose para conseguir becas y poder seguir adelante. Está muy capacitada para representarnos  en el país y en el mundo entero.

-          Aun sabiendo que está muy capacitada para ser directora, un día tendrá que convertirse en subdirectora.

-          Y lo hará, Verónica, no lo dudes _ dijo mi abuelo con firmeza, aunque en su rostro se veía claramente cierta vacilación.

-          ¿Estás seguro, abuelo?

-          Claro que sí, se lo advertí el día que la nombre directora, es una mujer poderosa e inteligente sabe bien lo que hace. No ha llegado hasta ahí como tú, cómodamente, sino que ha sido con mucho esfuerzo.  Estuvo unos años fuera del país perfeccionando sus conocimientos  y todo con becas. No es ninguna “niña de papi”, querida, no es como tú que has nacido en cuna de oro y siempre has hecho lo que has querido, a ella le han costado sus estudios.  Ella no sabe que conozco su historia pero te puedo hablar de ella como si la conociera desde siempre.

-          No lo hagas. No me interesa. Cuando esté preparada para volver, voy a desear ser la dueña y señora del bufete que la familia ha levantado. Te quiero mucho, abuelo, muchísimo, eres la única persona que me ha dado un gran cariño y una gran ternura.

-          La falta de eso no puedes reprochársela a tus padres,  murieron muy jóvenes, eras una niña.

-          Por eso me aferre a ti y te agradezco infinitamente que hayas mantenido vivo el poder y prestigio del bufete. “MAYORGA S.L” y has sido tu quien lo ha  hecha tan poderoso  y reconocido.

-          Ahora lo que importa hija es que termines tus estudios y te dispongas a volver. Vas a tener 24 años. Los has pasado estudiando y estas muy preparada para ser una buena directora.

-          Entonces le hablaras tú a esa Alexis que no conozco

-          Hablare con ella te lo aseguro hija.

La siguiente semana mi abuelo me llamo por teléfono y me contó lo sucedido.

-          He hablado con Alexis, le he dicho que eres la dueña  mayoritaria que todo este tiempo solo he administrado tus bienes. Y que vas a regresar pronto. Al parecer no acepto la situación con agrado. Lo hizo con elegancia, pero creo que no le gustó. He dejado el tema para cuando tú regreses.

-          Es decir que me dejas el problema a mí.

-          Ya soy algo mayor para enfrentarme a esos problemas, hija. Tú sabrás como solucionar todo. Aunque Alexis tiene un carácter difícil y nunca sabes lo que va decir ni lo que piensa.

-          Ya veremos qué pasa, abuelo.

-          En el fondo es buena persona y quiero que lo tengas presente.

Eso me lo dijo varias veces y entendí que mi abuelo apreciaba a Alexis como si fuese su hija. Aquella noche no pensé en lo que me había dicho mi abuelo al contrario me dormí normal.

Seis meses después di por finalizados mis estudios y me dispuse a regresar a casa con mi abuelo.

En mi casa en León  cerca donde se hallaba la empresa, había un campo hermoso donde solía jugar futbol con mis amigos. Al lado derecho se encontraba mi casa era una mansión ahí nací y seguramente mis padres también habían nacido. Se accedía a la empresa a través de un portón negro que estaba al lado izquierdo de la casa.

Durante años había vivido en esa casa hasta que me fui a los Estados Unidos  y desde entonces no la frecuentaba.  Ahora volvía dispuesta a trabajar y ocuparme de todo lo que me pertenecía.

Me compre un  Ferrari enzo rojo, quedaba bien con mi personalidad. Una mujer joven de cabello cortó hasta los hombros color caoba, alta de muy buen ver  pues pasaba dos horas diarias ejercitándome para mantenerme en forma.

Y en ese auto regrese una tarde de verano. Me recibió mi abuelo, lo veía cansado. Estaba mayor había envejecido muy aprisa. Él era mi adoración, lo amaba como al padre que por desgracia había perdido hace tantos años.

-          Les he anunciado tu regreso a los ejecutivos de la empresa.

-          ¿Y qué le has dicho a Alexis que ocupare su lugar y que será la vicepresidenta?

-          No. Espero que la llames a tu oficina. La tienes preparada. Nadie la ha ocupado nunca, solo yo. Ahora tengo otra más pequeña y he dispuesto esa para ti. Está en la misma planta donde tiene Alexis el suyo. Mañana, si decides empezar a trabajar, lo llamas y le dices que te ponga al tanto de todo. Hay muchos contratos que cumplir. Hasta ahora Alexis nunca ha fallado. Espero querida Verónica, que tampoco falles tú.

-          Si Alexis no me pone obstáculos, no fallare.

-          Tengo la sensación de que no te agrada, ¿me equivoco?

-          No, la verdad no me agrada. El hecho que no haya aceptado que yo vendría a ocupar su lugar, ha provocado mi desagrado hacia ella.

-          Haces mal, ya verás que te agrada.

-          Querido abuelo ya estoy convencida que a quien le agrada demasiado es a ti.

-          Si, la quiero mucho. No es presumida pero su trabajo es impecable y su relación con el exterior es muy importante. Aparte del español domina cuatro idiomas y no me preguntes  cuando los aprendió  ni quien la ayudo a ser lo que es, pero teniendo en cuenta su expediente universitario, está visto que se ayudó a sí misma.

-          Súper increíble, ¿verdad abuelo?

-          No te burles, tú ironía me molesta porque Alexis, si tiene muchos méritos.

-          Basta abuelo, con lo que me has dicho es suficiente para darme cuenta que la quieres demasiado.

En el fondo ya estaba molesta con esa tal Alexis que mi abuelo siempre tenía en la boca y que no se cansaba de decir lo maravillosa que era. Y como era previsto dormí mal esa noche, pues estaba pensando en que al día siguiente conocería a la tal Alexis. Pensé en que yo sería la jefa ya que me había preparado para dirigir un despacho poderoso aunque fuera el de mi familia. En el solo había acciones de mi abuelo y mías.

Me levante temprano y decidí  salir a correr por el campo así continuaba con mi rutina de ejercicios. Al terminar me di un baño con agua tibia y luego me vestí. La verdad no podía negarme a mí misma que estaba nerviosa. Iba a enfrentarme con un mundo desconocido, o más bien que si conocía pero solo en teoría. Pero la verdad es que era algo nuevo para mí.

La casa era cómoda y muy grande. Dominga mi nana la persona que me crio  se encargó de ayudarme en todo. También vi a Martha, la cocinera y a Juan, el jardinero eran un matrimonio que no tuvo hijos y me habían visto crecer. Toda la vida han estado con mi familia.

-          Ahora vendrá la señorita para quedarse, ¿verdad?  - me había dicho Dominga.

-          Claro que sí. Me agrada verte aquí, es lindo ver a todos en el mismo lugar donde los dejé.

Cuando decidí empezar la jornada, atravesé el portón negro que separaba el edificio de la empresa  con  la casa. Me dirigí primero a la oficina de mi abuelo.

-          O sea –me dijo al verme y después de darme un beso y un abrazo-  que empiezas hoy.

-          Si – le dije-. Voy a llamar a mi oficina a Alexis.

-          ¿Por qué no llamas primero a Marcos? Antes de irte eran muy amigos y hasta llegue a pensar que era tu novio.

-          Por Marcos  lo hubiera sido, pero él es un trabajador más y no es mi novio, abuelo.  Además me encanta mi libertad y quiero disfrutarla.

-          Está bien, está bien. Tienes trabajo en tu oficina. Te lo ha  llevado mi secretaria son  casos pendientes y documentos que están sin firmar, de ahora en adelante llevaran tu firma. Ahora ve a estudiarlos no creas que es un trabajo fácil es arduo y a veces difícil, pero así como eres lo dominaras con rapidez.

No dije nada. Solo me retire a mi oficina muy bonita, por cierto. Paredes blancas y como toda oficina un escritorio con su sillón dos sillas al frente y tras de mi estantes con muchos libros.

Pulse el timbre y llego mi secretaria una mujer llamada Claudia, le pedí que buscara a la señora Alexis  y le dijera que la esperaba en mi oficina. Claudia era una mujer de unos 45 años, llevaba mucho tiempo trabajando para la bufete y había sido una  de las secretarias de confianza de mi abuelo, por algo la había puesto a mi disposición.

Me hallaba tras el escritorio, cuando sonaron unos nudillos en la puerta. No me levanté, no quise hacerlo.

-          Pase –dije yo-

Y entro Alexis. Me impresionó, alta y firme, piel blanca de rostro impenetrable, de mirada oscura pero fría  y el cabello negro azabache corto hasta los hombros.   Pero que la hacía ver muy hermosa, tenía un pequeño mechón de cabello en su frente o un fleco como le llaman hoy en día, su físico era mejor que el mío, era una mujer sumamente bella que me había dejado con la boca abierta.

Sabía por mi abuelo que acaba de cumplir 32 años. Vestía impecable un traje azul oscuro. Avanzo y me dijo:

-          ¿La señorita Verónica?

-          Sí, soy Verónica Mayorga. Tome asiento por favor

Ella dudó, pero enseguida se sentó en la silla frente a mi escritorio.

-          Como comprenderá  –inicie la conversación–,   vengo  para quedarme soy la dueña del despacho junto con mi abuelo, y he decidido dirigirlo. Agradezco su labor. Ha sido formidable, pero ahora usted queda nombrada subdirectora.

No se inmutó. Solo movió la cabeza asintiendo y no dijo una sola palabra.  Yo sabía que tenía una voz agradable, muy sensual, un poco ronca.

-          De modo que le voy a pedir que por mediación de su secretaria, me haga llegar todos los casos que tenemos pendientes, los que están resolviendo, los que se van a resolver y los que están atrasados.

-          Me pide usted mi carpeta.

-          Así es.

-          Se la enviare con mi secretaria –dijo levantándose.

La mire y le dije seria:

-          Aun no le he dicho que se retire.

-          ¿Es que aún tiene algo que decirme?

Y me miro de manera indiferente como si yo no fuese nada y no la persona que le estaba comunicando que en un futuro yo sería su superior. Sin duda, no le agradó.

-          No me queda nada por decir, es cierto –le replique alzando la cabeza como si la desafiara– Pero siempre hay detalles que un superior debe conocer.

-          Se lo daré todo por escrito deme una escasa hora.

-          ¿no podría hacerlo de viva voz?

-          Prefiero enviárselo por escrito. En cierto modo  es la forma más correcta y clara de hacerlo.  Con su permiso.

Estuve a punto de decirle que no se lo había dado, pero no me atreví.  Me imponía aquella mujer. Nunca había visto a nadie igual con ese carácter que sin duda me gustaba.  Ni siquiera en los hombres  con los cuales había tenido una relación romántica aunque tampoco eran tantos apenas 3 y con los cuales solo había estado íntimamente con 2. Pero nadie me había impresionado tanto como la poderosa figura de Alexis y eso que era mujer  y yo jamás me había fijado en una mujer.

La vi alejarse a paso largo, sin prisas pero sin pausa con un contonear de caderas muy sexi.

Apenas había mirado lo que tenía en mi mesa cuando recibí a su secretaria. Me traía varias carpetas enormes y me las puso sobre la mesa.

-          Es el trabajo que está pendiente –me dijo-  ¿Desea otra cosa?

Estaba enojada, porque lo lógico era que me explicara todo aquello personalmente. Pero no fue así. Me vi obligada a ir a ver a mi abuelo con todas las carpetas, se las puse sobre el escritorio

-          Ya te dije que tiene un carácter fuerte pero todo irá bien… ojala no me diga que quiere marcharse de la empresa.

-          ¿Cómo?

-          Puede ocurrir hija, no le faltará donde trabajar.

-          ¿Dónde vive? –le pregunte-

-          Hay un condominio cerca de aquí es muy lujoso y es la única que vive ahí el resto de los trabajadores que viven fuera de la ciudad viven en el condominio que queda cerca de acá tu sabes que lo hice para tener al personal del país que vive en otra ciudades. Además es un buen negocio.

-          ¿Y porque ella no vive en nuestro condominio?

-          No lo sé ella y Marcos son los únicos que no viven ahí.  Por cierto Marcos seguramente sigue esperando por ti.  Alexis es indiferente a la soledad a veces la he invitado a comer a la casa y ha aceptado.

Aún estaba impresionada. Me había dejado perpleja, y digo la verdad,  me había gustado… me había gustado por su arrogancia su personalidad fuerte y poderosa. Aun cuando era una mujer y yo jamás me había fijado en una.

Continuara..........

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Regrese amigos….

Se que el relato esta corto pero es solo el comienzo así que pronto se pondrá más bueno jajajaja….

Espero que este nuevo relato les guste y gracias por leer siempre mis relatos. En especial mil gracias a los que siempre me comentan y me motivan a seguir escribiendo.

Lean y Comenten….

Saludos desde mi tierra de lagos y volcanes.

Rossy…...

PD:

Te lo dedico especialmente a ti no digo nombre porque sé que sabes quién eres... quise publicarlo hoy 20 de octubre por ser una fecha especial