Una mujer de carácter 4

Al terminar de escuchar sus palabras me colgué de su cuello y esta vez fui yo quien busco su boca para volver a besarla con deseo y necesidad de sentirla. Me sentó al borde de su cama, se arrodillo y saco mis zapatos, dio besos en mis pies y acaricio mis piernas con sus manos y subió a....

UNA MUJER DE CARÁCTER CUARTA PARTE

ALEXIS.

Mientras conducía rumbo a mi casa empecé a recordar mi vida, mi pasado

Crecí en un orfanato teniendo solo lo necesario, jamás fui adoptada así que empecé a trabajar desde los 15 años  y me propuse estudiar mucho para ser siempre la mejor y llenar de orgullo a María Teresa la monja que me cuidaba desde que tenía memoria. Además ayudaba en lo que podía al orfanato. Fui creciendo sin el cariño de unos padres y me fui volviendo dura y fuerte, sin expresar mis sentimientos y ganándome día a día el pan diario con el sudor de mi frente decidí dedicarme al máximo a mis estudios.

A mis 22 años ya era toda una licenciada había estudiado mucho y había logrado graduarme con honores  así que el director de la universidad me había recomendado en un bufete de gran prestigio.   Pero no por ello deje de estudiar al contrario me propuse estudiar más aun, y opte por estudiar idiomas pero esta vez por las noches.

En cuanto salía de trabajar me iba al orfanato a comer para luego tomar mis cosas y salir para la universidad, el director me apreciaba mucho y era muy amigo de María T, así que esta vez me había regalado una beca completa en la mejor universidad del país, además de tener otra beca en la Academia de Ciencias comerciales donde había metido una carta pidiendo la beca para poder estudiar un curso de computación, el curso era los días domingos de 8 a 12 del mediodía. Después regresaba al orfanato a ayudar a María T en lo que pudiera.

Todo mi dinero se lo daba a ella para las cosas que se necesitara en el orfanato, me quedaba con apenas lo necesario, era su orgullo y eso me hacía feliz porque para mí ella era como la madre que nunca tuve.

En el amor me iba bien tenía muchas chicas interesadas en mi pero yo no ofrecía mas que aventuras ya que no tenía tiempo para dedicarle a una relación. Siempre me dije que  más adelante habría tiempo para el amor y si este aún no había llegado a mi vida era porque aún no me correspondía vivirlo.

Todo hasta que la conocí a ella Raquel Mendieta una mujer mayor de 35 años casada con un importante empresario del cual pensaba divorciarse, ahí es donde entro yo pues era la abogada que se encargaría de su divorcio para no hacer el cuento largo termine enredándome con ella y por años mantuvimos una relación a escondidas porque no quería que nadie se diera cuenta y todo estaba bien hasta que la encontré engañándome con su secretaria en su consultorio. Si, era una doctora muy reconocida en el país y no quería manchar su reputación, según ella por eso no hacia formal lo nuestro. De eso ya hace 3 años en los cuales me dedique a tener aventuras para tratar de olvidarla y no volví a saber de ella ya que me aleje completamente y la amenace con armarle un escándalo si me volvía a buscar. Pero justo tenía que volver aparecer hoy que por fin me volvía a sentir feliz como nunca me había sentido


La llegada de Verónica a mi vida ya la tenía prevista pasaba horas hablando con Don Edouard y como era obvio siempre la sacaba en cada tema y yo lo escuchaba sin decir nada. Pero el día que me informo que volvía no me hizo mucha gracia y me dio un profundo dolor de estómago cuando me dijo que venía a ocupar mi lugar y eso me molestaba demasiado aun cuando yo sabía que ella estaba en todo su derecho. Seguía enojada y deseando que no regresara. Aun cuando ni siquiera la conocía y don Edouard no hacía más que hablarme maravillas de ella.

El día que volvió él estaba radiante y feliz lo vi en la oficina muy temprano anunciándome que era el gran día, forzosamente sonreí para no opacar su felicidad.

Al siguiente día me sorprendió diciéndome que ella se incorporaría a trabajar ese mismo día, me pedía que me pusiera a su disposición, que la ayudara en todo lo que estuviera a mi alcance. Obviamente eso no paso, no me daba la gana de hacerle de niñera de nadie, yo aprendí sola y ella podía hacer lo mismo.  Cuando me mandó llamar a su oficina entre con prepotencia.

Estaba demasiado linda nunca había visto mujer más bella que esa Diosa que tenía en frente, pero aun así me comporte fría y lejana no tenía la más mínima intención de hacer amistad con ella.

Eso fue en aquel momento ya que mientras más la trataba más me gustaba pero yo siempre me mantenía firme en mi actitud. Y ella no se quedaba atrás y eso me gustaba, me desafiaba como ninguna otra mujer  y ese fue mi error porque empecé a ceder y a pensar en conquistarla.

Trate de sacarla de mis pensamientos y empecé a salir más, tenía suficientes amigas que estaban a mi disposición el problema es que no eran ella. Pero la última vez que me había enamorado no me había ido bien, así que no quería cometer el mismo error y sufrir nuevamente.

Por un tiempo funciono hasta que me vi tratando de  seducirla. Me encantaba molestarla verla enojada se veía sexy, sin duda cada día se ponía más guapa.

El día que probé sus labios fue maravilloso un beso dulce y único sentí lo que nunca había sentido, por unos segundos pude verme en esos ojos tan hermosos que me hipnotizaban.

Después de ese problema ella estaba más evasiva conmigo y yo cada vez más enamorada ya no podía seguir negándomelo y si quería tener algo con ella tenía que hacer las cosas bien.

Al siguiente día a primera hora me dirigí al despacho de Don Edouard.

-          Disculpe que lo moleste tan temprano pero me gustaría hablar con usted de algo muy importante.

-          Tranquila hija pasa, pasa que tú nunca molestas –dijo viniendo a mi saludándome con un abrazo.

-          Gracias Don Edouard.

-          Siéntate y dime de que quieres hablar.

-          Vera Don Edouard yo jamás me he andado con rodeos y menos lo hare con usted que sabe a la perfecciónde mi homosexualidad y jamás me ha juzgado al contrario me siempre me ha aconsejado y bueno quiero hablarle de…. –y ahí la voz me tembló un poco así que fue el quien termino la frase-

-          Quieres hablarme de mi nieta ¿no es así?

-          Si, de Verónica y le suplico que me escuche, que me deje hablar y que espere a que termine para que me diga lo que usted desee. Usted me ha hablado de ella todos estos años que siento que ya la quería desde antes solo que no lo sabía, reconozco que cuando me dijo que volvería no me hizo gracia que me quitara mi puesto por el cual trabaje durante todos estos años, aquí empecé de cero y aquí yo quería triunfar y su regreso significaba dar un paso atrás l menos así lo veía antes. Pero fue verla y derrumbo todos los muros que tarde años en construir, me gusto desde el instante en que la vi y que sea así orgullosa y decidida solo hacía que me gustara cada día mas. Por primera vez alguien me enfrentaba y no andaba detrás de mí como todas las mujeres que se interesan en mí. Usted sabe lo orgullosa que soy y me costó muchísimo aceptar que estoy perdidamente enamorada de Verónica. Aun cuando ella siempre ha pensado que estoy detrás de su dinero, no es así y usted lo sabe.

Mientras hablaba el solo me veía sin interrumpirme, estaba serio y con las manos entrelazadas y una vez termine se tomó su tiempo como ubicando sus ideas y empezar a decirme:

-          Sabía que sentías algo por mi princesa, pero jamás pensé que te habías enamorado de ella.

-          Pues ya ve, ella logra lo inesperado.

-          Espero que si ella te corresponde tengas algo serio con ella porque si te burlas de ella te las veras conmigo, no tendría piedad por mucho que te quiera.

-          Claro que quiero algo serio con ella de lo contrario no estaría aquí contándole todo. Además quiero pedirle permiso de cortejarla, quiero que todo sea diferente y sé que con usted todo tiene que ser derecho.

-          Así me gusta que seas directa, sin duda mi nieta será muy feliz contigo. Quiero que lo sea, así que tienes mi permiso pero no me la hagas pasar muchos corajes ni me la presiones mucho que conociéndola es capaz de salir corriendo jajajaja –dijo Don Edouard sonriendo-

-          La conversación estaba más relajada y yo me había quitado un peso de encima.

Después de eso me retire a  mi oficina mientras pensaba en como acercarme a Verónica.


Los días pasaban y  mis intentos por acercarme eran nulos ella me evadía  pero a veces me hacía sentir que era correspondida, sin embargo no permitía ningún acercamiento entre nosotras  eso me frustraba y no hacíamás que ir de mi casa a la oficina y así sucesivamente.

Raquel no dejaba de buscarme, si al único lugar que no había llegado era a mi oficina cosa que haría en cualquier momento, ella no es una mujer que se rinda tan fácilmente, es muy caprichosa y no sabe entender un no. Al igual que ella me habían buscado otras amigas con las cuales solía pasar un buen rato pero no quería estar con ellas quería a Verónica pero a pesar de sentir que me correspondíaella siempre huía de mí.

Uno de esos días después de llegar a casa me puse a pensar que esto no podía seguir así tenía que saber porque huía de mí? Porque me estaba tratando así?

Tome una decisión, al día siguiente  la enfrentaría. Hablaría con ella y no le daría la másmínima posibilidad de escapar sin escucharme

No pude dormir nada daba vueltas y vueltas en la cama pensando que le diría, era la primera vez que alguien me ponía tan nerviosa ella me gustaba demasiado, cuando la tenía cerca no pensaba en nada más que robarle un beso y poder probar sus labios.

Me bañe con agua fría eso me reanimaba mucho, se me erizaba la piel al contacto con el agua fría  olvidándome por segundos de ella para luego desear que estuviera ahí acariciándome, calmando el frio de mis erectos pezones con su caliente boquita.  Moví mi cabeza para despejarme de tales ideas y salí del baño directo a vestirme. Quería llegar  temprano para hablar de inmediato con ella.

VERONICA

A la mañana siguiente, la vi en el umbral de mi despacho. Acababa de sentarme.

-          ¿Puedo hablarte? –me pregunto.  Y avanzo sin que yo le respondiera. Se sentó en la butaca del visitador y me miro.

-          Quiero que me digas Verónica,  que es lo que tienes en mi contra porque si bien tuve algo contra ti cuando llegaste, hoy no es así. Y te diré las razones. Llevaba mucho tiempo de directora y me había hecho a la idea de que aquí me haría vieja de repente llegaste tú; sabía que existías, pero ignoraba que estudiabas para convertirte en directora del bufete. Hoy no me importa. Estimo lo suficiente a Don Edouardy a ti también, para que me importe. No podría a estas alturas guardarte rencor por el hecho de ser tu subordinada. Lo soy con gusto. Pero lo que no me gustaría es que me guardaras rencor porque tu abuelo me haya hecho su socia o porque realizo operaciones que no son fáciles de llevar a cabo

-          ¿Has terminado? –le pregunte.

-          No. Si no fuera quien eres –me dijo como si mascara las palabras-, te diría otras cosas, pero no te las voy a decir.

Y se fue.

Una mujer tiene un sexto sentido para adivinar lo que no se dice…  Por eso, después de pensar y reflexionar me fui de la oficina. Sabía que ella se había ido. Y fue cuando decidí hacer aquella locura.

Atravesé el césped me subí a mi auto y fui a su casa. Toque en la puerta y salió ella misma.

-          Verónica, ¿qué haces aquí a estas horas? Si, ya es de noche

-          Vengo –le dije vacilante- a que me digas las cosas que callaste en el despacho.

Fue inesperado. Me asió de la mano, tiro de mí y allí mismo, en el vestíbulo, con la luz apagada me beso en la boca. Por mucho tiempo, tanto que apunto estuve de escapar corriendo, pero me quede muda, recibiendo su beso.

-          ¿Te basta eso? –me pregunto soltándome- Sino te basta ya me lo dirás tú. No voy a humillarme diciendo lo que tú ya sabes, Andrea.

Me dio vergüenza y me fui. Cuando llegue a casa mi abuelo me estaba esperando.

Me miro con cierta burla.

-          ¿Cómo te fue?

-          ¡Abuelo!

-          Te pregunto tan solo… El amor querida nieta no entiende de orgullos. El amor se apodera de ellos y los anula. Estas enamorada, ya sé que no quieres estarlo pero lo estas. Tal vez por eso retuve a Alexis en el bufete. Considero que es la persona indicada para ti. Además Alexis está loca por ti pero respeta tu situación, sabe quién eres. Eres una mujer rica, Alexis es una profesional que gana mucho dinero pero no es rica.

Me había quedado impactada mi abuelo me hablaba como si le pareciese normal que me hubiera enamorado de una mujer, al parecer sabía todo de Alexis y la aceptaba como era y no solo eso sino que al parecer le encantaba la idea de que hubiera algo entre nosotras, eso me dejo con la boca abierta. Y después de unos minutos en silencio me salió una única pregunta de mi boca más que todo impulsada por mi corazón:

-          ¿Crees que Alexis me ama?

-          Claro que sí. Nada más verte se enamoró de ti. Pensé que se pondría furiosa y no aceptaría la situación, que renunciaría pero me equivoque. Nada más verte, Alexis cambio de parecer… Verónica hija no te dejes dominar por el orgullo.

Y se fue así, sin decirme nada más y dejándome en una guerra interna en lo que decía mi cabeza y lo que decía mi corazón.

No me acosté, salí a la terraza. Di un paso y luego otro y otro y otro…. Sin darme cuenta caminaba en círculos pensando en lo que iba hacer, o mejor dicho pensando en lo que quería hacer. No lo pensé más tome mis llaves y salí corriendo a mi auto.

Cuando toque en la puerta de Alexis, estuve a punto de echarme a correr, pero no lo hice. Me abrió ella.  Al verme, sonrió y sin decir más volvió a apretarme contra su cuerpo.

-          Dilo de una vez, Verónica necesito que me lo digas. Necesito escucharlo. Me siento pequeña por cómo me tratas a veces, pero el ansia que siento por ti es tan grande, que apenas y me deja respirar. –sonreí nerviosa porque esa era su manera de decir que sentía lo mismo por mí, así que del mismo modo evasivo se lo dije yo-

-          Dice el abuelo que estoy enamorada de ti –le dije entre dientes

No espero más de inmediato busco mi boca y me beso con pasión esta vez le correspondí de la misma manera con mucho deseo, fue un largo beso que no queríamos terminar pero después de un tiempo nuestras respiraciones estaban agitadas y necesitábamos un poco de aire así que nos separamos y con la respiración entre cortada me dijo:

-          Y lo digo yo. Pero lo que tal vez no te dijo tu abuelo es que estoy loca por ti.

Al terminar de escuchar sus palabras me colgué de su cuello y esta vez fui yo quien busco su boca para volver a besarla con deseo y necesidad de sentirla.

Ella era más alta y en un determinado momento me tomo de mi trasero y me levanto en vilo, yo enrolle mis piernas en su cadera y ella me pego contra la pared, dejo mi boca para empezar a besar mi cuello y de vez en cuando mordía muy suavemente mis orejas. Volvía mi boca y acariciaba mis labios con su lengua húmeda y tibia.

No podía másasí que con la voz ronca de deseo y la respiración agitada le dije:

-          Bájame amor

Me soltó y una sonrisa le ilumino su rostro, tomo mi cara entre sus manos y me dio pequeños besos en todo mi rostro para terminar con besos en mis labios dando pequeñas mordiditas a mi labio inferior. Me acariciaba las mejillas con sus pulgares me miro a los ojos y con una hermosa sonrisa me pregunto:

-          ¿soy tu amor?

Sonreí ante aquella pregunta, era increíble ver ese lado tan romántico y dulce en mi Alex,  parecía una niña que le habían comprado una nueva muñeca y le preguntaba a sus padres ¿es para mí?, esperando con ansias la respuesta que quería escuchar.

-          Si, eres mi amor, mi vida, mi todo.

-          Es hermoso escucharte decir que soy tu amor

-          Es más hermoso estar entre tus brazos y sentir en cada caricia cuanto me quieres y deseas.

Nos volvimos a besar esta vez era un beso con ternura con amor pero me separe y le dije:

-          Llévame a tu cuarto

No dijo nada solo tomo mi mano y me llevo a su habitación  era grande y hermosa, tenía el tv encendido, tomo el control y lo apago. Me sentó al borde de su cama, se arrodillo y saco mis zapatos, dio besos en mis pies y acaricio mis piernas con sus manos,subió a buscar mi boca para fundirnos en un beso suave y  lento mientras me iba recostando poco a poco en la cama

Continuara…….

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Sé que es un capitulo corto y que he tardado mucho. Tratare de no tardar tanto. Mil disculpas por la espera.

Feliz día de san Valentín para todos

Los amo….

Les mando besos y abrazos desde Nicaragua, tierra de lagos y volcanes….

Atte.: Rossy.