Una modista caliente

Naty una modista que le gusta cazar a sus amantes...

UNA MODISTA CALIENTE

Naty barre la vereda con profunda seriedad, luego trae el balde y lo arroja, siempre le gustó limpiar con baldes no con la manguera. En eso está de forma muy concentrada cuando por el otro extremo de la vereda viene caminando Sole, la amiga de su hija.

Se acerca lentamente la chica aquella sonriendo y aún vestida con el uniforme. Se le ven sus hermosas piernas blancas.

__¡Hola Naty!¿Como estas?__ saludo la chica sonriendo

__¡Bien !¿Y tu?__ contestó la mujer madura apoyada en la escoba.

__¿Quería saber si faltara mucho de mi vestido?__ preguntó interesada

__¿Cuando era la fiesta?

__¡Este sábado!

__¿Y hoy es?

__¡Miércoles Naty!__ respondió la chica con los cachetes colorados haciendo notar un poco de furia. Que estaba haciendo aquella mujer. Tendría su vestido de fiesta listo. Eran interrogantes que se planteaba la muchachita y hacía fuerzas para no insultar a la bella mujer que la miraba socarronamente.

__¡Sabes que te pones muy linda, cuando estas enojada…mucho mas linda!__ la chica roja de furia abrió los ojos grandemente. Sorprendida por la declaración, tal vez en sorna, o no, de la mujer modista, con el pañuelo en la cabeza, como una de las viejas amas de casa de antaño. Hoy en día no se veían.

__¿Me estas piropeando Naty?

__¡Estoy diciéndote la verdad, te pones mucho mas linda!__ seguía afirmando la mujer apoyada en el palo de escoba, no pasaba nadie por la vereda, en aquel instante. El sol apretaba cada vez mas.

__¡Ven, entra que nos vamos a achicharrar aquí con este sol, hermosa!__ volvió a hacer ruborizar a la jovencita

Entraron y Naty invitó a sentarse a Sole. La chica se sentó en el sofá en que tantas veces se sentaba con su amiga, la hija de Naty, la modista.

Cuando regresó la mujer traía un vestido suelto y floreado. Unos vasos con refresco.

__¡Toma bebe cariño!__ le ofreció el vaso con unos hielos que se chocaban entre si. Bebieron silenciosamente. Solo se escuchaban el ruido de las tenues respiraciones, aunque algo tensas.

__¡Chiquita no sabía que no te gustaba que te dijeran cosas bonitas!__ dijo la mujer adulta

__¡No, no es eso!

__¡Que vendría a hacer entonces!

__¡Me sorprendes, Naty!__ dijo nuevamente sonrosada la joven

__¡Porque, no puedo decir si una jovencita es linda!

__¡Ohh si claro…no quise decir eso!

__¿Acaso te parezco tan aborrecible?

__¡Oh nooo Naty, no pienses eso, por favor…eres una bella mujer!

__¡Ahh bueno…entonces por eso, te mereces un `premio y te diré, que tu vestido está casi listo!!

__¡Oh Naty, porque me haces esas bromas!

__¡Me gusta bromear de vez en cuando…sobretodo con gente especial y muy linda como tu!!__ volvió a decir la brava mujer de ojos grises y grandes, muy luminosos.

__¡Ven sígueme vamos al probador, a ver como te queda!__ se levantaron del sofá y se dirigieron adonde generalmente trabajaba Naty todos los días con sus vestidos.

Entraron. La habitación era de dimensiones cómodas. Naty hasta se había hecho colocar una cama no muy grande pero que entraban dos personas tranquilamente.

Sole había estado ahí muchas veces, pero esta vez se sentía distinto, al menos eso le ocurría a ella y parecía que los poros de la joven piel se abrían para dar paso a un sudor extraño. Un sudor de excitación. Un extraño vaho de seducción entraba por su piel y sus deseos, ella aun no lo comprendía bien, pero era esa sensación. Tal vez confusos, pero ya había tenido ese extraño deseo, sobre todo cuando estaba con mujeres adultas.

__¡Aquí estamos!__ dijo a su espalda Naty mostrándole el hermoso vestido.

__¡Ohh Naty, es bellísimo!

__¡Tiene que estar acorde con quien lo lleva cariño!__ dijo la mujer rozándole las arreboladas mejillas. Acariciando sin resquemores las dulces mejillas de Sole que sentía un tremendo hormigueo entre sus piernas.

__¡Vamos chiquita, quítate la ropa de una vez!!__ dijo como un embrujo sagrado.

Sole se fue quitando la ropa y quedó con una mínima tanguita y un sostén de colores blancos. Naty recorrió con sus dedos la piel de los hombros de la chica. Sole se estremeció. Sintió oleadas de fuego correr por sus venas. Aquella mujer le gustaba, ahora se daba cuenta de que le gustaba la madre de su amiga. No podía contenerse. Se notaba mucho. Naty lo notaba, las pieles eran fuego.

Acercó  la nariz a la piel blanca de la jovencita. Tiritaba de calentura. Sole no se movía, dejaba que la modista caliente la sometiera dulcemente a ese estado de pasión y calentura.

Toco el contorno de los brazos, todo a lo largo. Llegó a la cintura. Paseó por las nalgas paradas y firmes, las pellizcó tiernamente y beso suave el cuello de Sole que gimió por primera vez.

__¿Te gusta bebe?__ preguntó la volcánica mujer

__¡Siii, Naty, siii!!__ los dedos de l mujer madura se colaron por los elásticos de la tanguita de Sole que se apoyaba sensual sobre los pechos generosos de Naty. La mujer fue quitando la tanguita hasta que cayó al piso. Los veloces dedos de Naty llegaron prontamente a la cuevita de la jovencita que bufaba de deseos.

Las caricias de la mujer prontamente la llevarían a su primer orgasmo. Naty acarició la depilada conchita que pronto empezó a  manar jugos, humedeciéndose de manera salvaje.

El bello cuello de Sole ahora era marcado por los dientes y los labios de Naty que chupaba cual vampiro de aquel cuello a su entera disposición.

__¡Sabía que te gustaban las mujeres como yo!__ afirmó susurrando Naty

__¡Ohh si me encantan, tu me gustas desde siempre!__ dijo retorciéndose cual serpiente aquella voraz mujercita. Naty desprendió el sostén que también cayó al piso.

Acarició el borde de los pechos, siempre desde atrás y Sole tiró la cabeza hacia atrás y la madura mujer besó las orejas de la chica. Una primero, lamiendo, besando, mordiendo y luego la otra, indistintamente, bajando al cuello.

En tanto con una mano Naty se apoderó de los botones erguidos de las tetas prominentes y redondas de Sole que gruñó de forma fatal, vibró y su cueva largo mas líquidos de calentura.

La otra mano de la mujer, en realidad, los dedos, entraron en la vagina. Se apoderaron de ella. Comenzaron a ir y venir. A penetrar a  la chica que se retorcía.

La chica se giró y de forma sabrosa comió la boca de Naty. Las lenguas se cruzaron con toda la fuerza de la calentura. Con toda la fuerza de la pasión. Sole busco por sobre las prendas las soberbias tetas de la mujer. Las apretó. Revolviendo la ropa de la mujer.

Los dedos de Naty iban y venían dentro de la cueva de la joven que gemía ya de manera incontenible.

Ella se separó en un momento. Se fue quitando la ropa. Las prendas cayeron por todas partes sin orden y le mostraron a Sole a la mujer adulta desnuda frente a ella. Los ojos de la joven se extasiaron y le pareció ver a una persona hermosa. Suspiro y fue al encuentro de la mujer. Se abrazaron y besándose cayeron en la cama. Ardientes. Volando de deseos y calentura. De lujuria y pasión. Incontenible. Se mordieron las bocas, se chuparon y lamieron las tetas, metiendo los dedos en las conchas mojadas, alcanzando orgasmos eléctricos, desquiciados.

Montándose una sobre otra, chocando las vaginas cuidadosamente depiladas y rosadas, frescas, degustándose una  a la otra, sin remordimientos, sin pesares, solo siendo ellas. Libres.

La boca de Naty hundida en la cola de Sole. Abriendo su anillo, escarbando hasta que la lengua se abrió paso y se metió casi entera en el ojete. La chica gimoteó y tuvo unos de los orgasmos mas violentos que tendría en toda su vida, jamás se olvidaría de la chupada de culo que le dio ese día Naty y muchos otros días más.

Naty abrió las nalgas y jugó con el oscuro arito sin cansarse durante minutos interminables, en los que Sole pedía más y más.

Al rato Naty buscó un dildo adecuado para aquel primer encuentro y luego de chupar las tetas de la joven le fue metiendo el sádico objeto en la cola hasta hacerla clamar que no saliera nunca de allí.

La madura mujer fue y vino, se hundió, salió y volvió a hundir el dildo en el ojete dilatado y abierto, iba y venía dentro de la chica que gemía pidiendo que la cogieran sin piedad.

__¡Ahhhh rómpeme el culo Naty siii, ohhh, ay, ay!!

__¿Te gusta putita?¿Quieres que mami te rompa la cola?¿Ahora es mía esa colita preciosa? ahhh, mmmhhh, que ricura eres, me gustas.__ los orgasmos de Sole se sucedían uno tras otro.

Un gran orgasmo hizo temblar a Naty, se corrió casi tanto como la primera vez que tuvo sexo con una mujer, y eso había sido hacía mucho tiempo atrás. Recién casada. Con aquella vecina madura que la inició en el sexo lésbico y ya nunca lo pudo dejar, aunque siempre a escondidas hasta que enviudó hacia dos años.

Cayó derrumbada sobre los pechos de Sole, quedaron besándose e intercambiando salivas durante un buen tiempo.

Al rato buscaron el vestido, y cuando lo encontraron volvieron a comenzar. Volvieron a amarse sin tapujos, se revolcaron hasta que no pudieron más.

Así se sucedió durante días y días y ya no se separaron más. Alguna vez sumaron a otras chicas, pero siempre fueron encuentros casuales. Ellas serían amantes por siempre.-