Una misteriosa atracción

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Hola no sé si me recuerdan, pero ahora que estoy de vacaciones me eh puesto escribir unas cuantas historias que estado desarrollando a lo largo de estos días y quise publicar esta “Una misteriosa atracción” que es ficticia quiero que sepan que a mí me gustan mucho las historias de vampiros y mujeres misteriosas y todo lo demás, por eso quise escribir una, Solo espero que sea de su agrado y les guste

En una noche fría y oscura  se encontraban dos almas luchando en una vieja y abandonada mansión ubicada al oeste de la ciudad de san Felipe.

-Será mejor que te rindas Bárbara y regreses con vuestro padre Damián – Decía a gritos un hombre alto de piel muy blanca de cabello rojizo y mirada desafiante.

-Vamos sal de tu escondite o me obligaras a matarte –volvió a gritar el hombre con una cadena empuñada en su mano.

¡Creo que  mi padre no me quiere muerte me quiere viva! Idiota – Dijo la mujer de pelo negro y ojos azules de piel muy blanca como la del hombre, ya propinándole un fuerte golpe en la espalda a su  amenazador lanzándolo contra los cristales de un grande y viejo espejo.

Se escuchó el fuerte sonido de los cristales rotos conque el hombre se golpeó pero este parecía no sufrir ningún daño, lo cual se levantó enseguida y lanzo su cadena en dirección de la mujer envolviéndole  la pierna  para luego hacerla caer.

-Crees que eres más lista que yo – decía el hombre acercándose a la chica que se encontraba en el suelo tratando de desatar la cadena de su pierna.

El hombre tomo por el cuello a la mujer llamada bárbara mirándola fijamente mientras ejercía más presión en sus manos para estrangularla.

-No puedes huir de tu destino bárbara – dijo el hombre mientras se enfurecía mas

-De mi destino no pero de ti sii!! – Dijo la chica haciendo un ágil movimiento para luego golpearlo fuertemente en el estómago.

La chica logro zafarse de las duras manos de aquel hombre, el cual ya corría tras de ella por los pasillos de aquella vieja  mansión.

Estos Se detuvieron en una sala llena de armas y armaduras antiguas de esas que usaban los guerreros romanos para defender su imperio de los germanos.

-Mmm pero que belleza – Decía el hombre tomando una espada que tenía una estatua empuñada en su mano derecha, mientras le dedicaba una mirada maliciosa a la chica.

Solo que esta no sé quedo atrás y tomo una espada  un poco más pequeña que se encontraba sujetada a la pared.

-Vas a morirrrr – alcanzo decir el hombre corriendo con su espada ya empuñada e inclinada así la chica.

La chica logro esquivar aquel ataque, pero el hombre volvió a lanza varios ataques más, que por mala suerte no tuvieron resultados!!

-No te quiero matar George – Dijo la chica con cara de suplica

-Lamento no poder decir lo mismo – Dijo el hombre atacando y propinándole una cortada en el abdomen a la joven con su espada.

La chica muy enfurecida miro su sangrienta herida debajo de su camisa blanca y sin compasión empezó a atacar con su espada al hombre que casi ya no podía esquivar los ataques, siguieron así hasta llegar al final de un balcón que se encontraba en deterioro.

George ya tenía varias heridas en su cuerpo provocadas por los ataques de la chica que ahora lo apuntaba en la frente con la espada, este arrodillado ya no le quedaba ninguna otra idea o ataque para poder zafarse de aquella filosa espada que le apuntaba

-Te dejare vivir si desiste de la idea de llevarme con mi padre y te marcas – Dijo la chica con mirada desafiante.

-Jajajaja –Se empieza a burlar el hombre

-Que te causa risa, crees que estoy bromeando – afincando más su espada en la frente de aquel hombre la cual hizo salir unas cuantas gotas de sangre.

-Entonces matarme porque yo nunca traicionare a vuestro padre y amo – Dijo el hombre con una mirada retadora

-Entonces no me dejas opción – Dice la mujer alzando su espada para terminar con la vida de aquel hombre.

Pero este fue astuto y saco un cuchillo de su bolsillo  y con un ágil movimiento lo empuño y se lo clavó a un costado del abdomen provocándole un fuerte quejido de dolor a la mujer.

-Es imposible  que me mates Bárbara soy más fuerte y ágil que tu – Se reía el hombre de la mujer que ahora se encontraba arrodillada sosteniendo el cuchillo clavado en su costado.

-No puedes escapar de tu destino Bárbara – Volvió a repetir el hombre  sabiendo que esas palabras le molestaban a bárbara la cual estaba a punto de sacar el cuchillo de su herida cuando de pronto siente el fuerte golpe de la patada que le lanza aquel hombre haciéndola estrellarse con una estatua que se encontraba frente a un espejo.

-Aaaahh –Se empieza aquejar aquella chica de ojos azules

-Que pasa bárbara ya no tenéis fuerza para seguir peleando – decía George mientras se acercaba dónde estaba bárbara tirada.

-Mírame –Le ordenó en hombre a la chica

-Vas avenir conmigo viva o muerta!! Sacando otro cuchillo de su pantalón de cuero negro.

-Lo siento pero aun no te pudo acompañar..!!! –Dijo la chica tomando rápidamente al hombre por el cuello y clavándole sus filosos colmillos para succionar su sangre

El hombre llamado George trato de zafarse de aquel inmenso dolor que le causaba su muerte pero ya era tarde bárbara lo había matado.

La chica salió con desesperación de aquella vieja antigua y horrible mansión antes de que llegaran los demonios de la oscuridad a buscar aquel cuerpo que contenía el alma oscura y malvada de aquel hombre que trato de matarla por no querer entregarse a su padre Damián.

Pocos minutos después de que la chica ya se encontrara lo suficientemente lejos de aquella mansión comenzó a tener convulsiones como si algo le repugnara lo que luego de unos cuantos minutos empezó a vomitar toda aquella sangre que había consumido de aquel hombre.

Ella siguió su camino sin rumbo atormentada por aquellas voces que llegaban a su mente diciéndole –No podrás escapar de tu destino. Se sentía verdaderamente frustrada y cansada de siempre huir de los cazadores que enviaba su padre para capturarle quien la había convertido en lo que ella más odiaba un mostro chupasangre sin embargo se había jurado así misma vengarse de él.

Ya sin ánimos de seguir bárbara llego a una plaza de un lugar que no conocía miro unas escalera amplías que la guiaban a unas casas que se veían inmensas, luego a lo lejos observo una vieja y abandonada iglesia católica, bárbara camino tres escalones mas pero antes de que pudiera seguir se desmaya quedándose tirada en la mitad de las escaleras que pretendía subir.

Al día siguiente camina por la plaza Una chica alta de ojos verdes, cabello rubio de tez blanca y de cuerpo esbelto  junto a su criado que le llevaba su lindo y blanco caballo tomado de las riendas. El criado observo a lo lejos y creyó ver a una chica tirada en las escaleras de aquella plaza llamada Somoza. Pero al fijar bien su vista comprobó que era verdad y no dudo en avisarle a la señorita de ojos verdes.

-Señorita victoria ay una joven muerta en las escaleras de la plaza –le decía  el criado con horror a la señorita

  • Dios mío no puede ser tenemos que ayudarla – Se alarmo la muchacha del caballo

-Pero señorita creo que está muerta –Repico el criado

Pero la joven de ojos verdes no hizo caso de su criado y se acercó a ver a la chica de pelo negro y piel muy blanca que se encontraba tirada en las escaleras con dos grandes manchas de sangre en su camisa cerca del abdomen.

-Ven juan ayúdame a cargarla para subirla al caballo – Le ordeno la joven a su criado

-Pero mi señora esto puede ser una mala idea se puede meterse en problemas –Decía el criado con completa cara de preocupación.

-Juan no seas inhumano esta chica está viva si la dejamos aquí morirá, crees que delante de los ojos de dios eso este bien – le dijo la joven con mirada  interrogante al criado

-Lo siento señorita!! –Se disculpó el criado con cara de vergüenza, ya acercándose a la muchacha de pelo negro para ayudarla a montar en el caballo.

Luego de 1hora de camino la joven llamada victoria llega a su morada con la chica de pelo negro montada en su caballo sostenida por su criado.

A ella se acercan a recibirla dos criados más y una sirvienta a la cual la joven les pide de que lleven a la chica que se encuentra en el caballo aun desmayada a una recamara de su  inmensa casa. A lo que los criados no duraron en obedecer.

-Señorita victoria ya la joven se encuentra en la recamara de huésped, desea que le cure las heridas? – Pregunto con curiosidad la sirvienta

-No gracias yo misma lo are!! –respondió victoria

La joven victoria se encontraba actualmente estudiando medicina ya le faltaba poco para culminar su carrera, debido a su carrera y su pronta profesión fue el motivo por el cual decidió ayudar a esa chica misteriosa de pelo negro.

Victoria entro en la habitación donde se encontraba la joven de pelo negro que aún no despertaba, coloco en alcohol y el algodón en repisa que tenía al lado mientras se sentaba con cuidado en la cama para observar con determinación las heridas de aquella joven.

Victoria alzo con cuidado la camisa blanca de aquella chica que no dejaba ver bien sus heridas, ya luego de subir un poco su camisa victoria se sorprende un poco al ver aquellas heridas tan profundas que a cualquiera persona podría verle causado la muerte sin embargo esta chica seguía con vida aunque su pulso y respiración casi ya no se sentía. Victoria paso sus dedos con delicadeza por el abdomen de la joven luego toco una de sus heridas la cual limpio con alcohol.

-Temo que tendré que cocerte esas heridas –Se dijo a sí misma la joven de ojos verdes la cual miraba con mucha atención la cara de Bárbara quien de un momento a otro hizo una mueca en su cara como de dolor pero sin abrir los ojos

Tal expresión a victoria le causo curiosidad la cual la hizo acercarse más al rostro de bárbara como esperando otra reacción, en ese acercamiento  no pudo evitar mirar los hermosos carnosos y rojos labios de esa chica  pelo negro, sin darse cuenta victoria comenzó a acariciar el rostro y el cabello de esa misteriosa mujer, mientras de pronto sintió deseos de besarla, acercándose más a sus labios, hasta que el razonamiento, el sentido y la lógica llegaron a su cerebro haciéndola levantarse y salir de la habitación.

Pero en que estaba pensando por poco beso a esa chica, me estaré volviendo loca, se decía mentalmente victoria mientras sus pensamientos fueron interrumpidos por unos de los criados.

-señorita se le ofrece algo más estos momentos –Decía el criado

-No – aun pensando victoria

-Entonces me retiro señorita

Ya a lo lejos victoria alcanza a decir –Juan espere, si necesito que me traiga unas cosas!!

-Dígame mi señorita!!

-Búscame por favor mis pinzas de cocer, el hilo y la inyectadora con anestesia

-Enseguida se lo traigo señorita…

Ya eran las 6pm de la tarde Bárbara aun no despertaba, por lo que decidió victoria entrar a la habitación y cocer las heridas de Bárbara, ya victoria tenia las pinzas preparadas así que tomo la inyectadora y pincho a Bárbara para anestesiarla.

Solo que esta al sentir la aguja automáticamente abrió los ojos y sin preámbulos tomo a victoria  de los brazos dándole la vuelta y tumbándola en la cama. Victoria se asustó mucho al ver que esa chica  de pelo negro se encontraba encima de ella tomándola con fuerza de sus brazos y mirándola con mucha enojo.

-Quién eres? Te ha enviado mi padre verdad? Te ha enviado a matarme –Decía Bárbara ya furiosa encima de victoria tomándole fuertemente.

-Noo. no sé de qué me hablas yo solo quería ayudarte – dijo victoria muy asustada y con mirada de terror.

-Ayudarme di la verdad tu solo quieres matarme así como George – las mirada de Bárbara aún era de furia.

-No claro que no escúchame solo iba a sanar tus heridas – decía victoria muy asusta y nerviosa.

Entonces Bárbara miro asía su abdomen donde observo su heridas luego echo un vistazo hacia el alcohol y el algodón que se encontraban en la repisa. Bárbara miro de nuevo a victoria y comprendió que lo que decía era cierto.

Esta con cara de vergüenza  suelta a victoria y se levanta enseguida.

-Lo Lamento mucho espero que usted pueda perdonarme – dijo barbaba  avergonzada

-Está bien, creo que has pasado por una situación muy difícil – dijo victoria levantándose con temor de la cama..

-Siento mucho a verle acelerado su corazón con mi reacción –dijo Bárbara mirando con preocupación a victoria.

-Está bien, creo que yo también hubiera reaccionado de tal manera –dijo victoria más tranquila pero ahora tratando de analizar la mirada de aquella chica.

-Donde estoy y como eh llegado aquí? –pregunto barbaba dándole un vistazo a la habitación

-Pues ahora mismo está en mi casa en una habitación de huésped, mi criado y yo la encontramos tirada en las escaleras de la plaza de Somoza casi muriendo!! Yo me ofrecí ayudarla y por eso la traje a mi casa. –dijo victoria con la mirada algo perdida en aquellos ojos azules

-Asido usted muy amable señorita, pero no  quiero causarle molestias!! Será mejor que me marche –dijo Bárbara mirando la hora en el reloj de pared que estaba frente de ella.

-Pero no se puede irse todavía aun no eh curado y cosido sus heridas –dijo victoria mientras se acercaba a Bárbara con deseo de detener su marca

Entonces Bárbara observo a victoria con mucha precisión y se dio cuenta lo muy hermosa que era la joven que quería sanarles las heridas (como si eso fuera posible pensó Bárbara en sus adentros)

Es usted doctora – pregunto Bárbara con curiosidad

Si, bueno no!! pero estoy estudiando medicina y ya me falta poco para graduarme –contesto victoria en tono de convencimiento!!

-Interesante –Dijo Bárbara con una ceja arqueada –Mi nombre es Bárbara Bianchi, y me gustaría saber el suyo? – dijo Bárbara

  • Mi nombre es Victoria cervantes!! Ahora me gustaría que dejara curarle sus heridas?

-Claro aunque creo que no es necesario! –dijo Bárbara sentándose de nuevo en la cama

-Claro que es necesario señorita Bárbara si sus heridas no se curan pueden infectarse y podría morir –decía victoria mientras toma de nuevo la inyectadora con anestesia

Necesito que te acueste y te relajes voy a anestesiarte para que no sientas dolor mientras te cosa –dijo calmadamente victoria

-No quiero que me anestesies señorita victoria – decía Bárbara mientras veía la inyectadora

-Pero si no lo hago vas a sentir dolor cuando te cosa –Dijo victoria mirándola sorprendida

-El dolor es bueno señorita victoria es lo único que nos hace sentir vivos cuando no lo sabemos – clavando fijamente la mirada en victoria

-Está bien, se lo hare sin anestesia –Tomando las pinzas para empezar a coser

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