Una medico rural en tiempos de covid-19
Una doctora entregada a los demás se convierte en la puta del centro de salud y en el entretenimiento de los pueblos que atiende.
Somos Antonio y Loli, un matrimonio de 47 y 45 años. Nos cuidamos bastante y podemos decir que tenemos un aspecto agradable. Loli en los últimos años venía cuidándose bastante con ejercicio, arreglos de estética, etc., vamos que se había puesto buenorra con un culo duro y una buenas tetas, de pago, pero bien tiesas.
Nuestra vida discurre tranquila y en la cama somos una pareja normal, follamos con cierta frecuencia, variando las posiciones, me la chupa y deja que me corra en su boca sin tragárselo y también se deja dar por el culo.
Lo más lanzado que habíamos hecho fue apuntarnos a Wyylde por el morbo que nos daba hacer una intercambio de parejas o un trio pero al final a Loli le entraron dudas porque le daba reparo y además decía que conmigo tenía de sobra.
Loli trabaja en un centro médico con otros compañeros: médicos, enfermeras, etc. Tenía un horario de mañana y un día a la semana realizaba guardias de 24 h.
Nuestra vida se desarrollaba de forma tranquila hasta que empecé a notar que sus horarios estaban cambiando, se arreglaba más para ir al trabajo, estaba distante, pasaba muchas horas con el móvil, etc., vamos que me olía que algo estaba pasando. Hace 7 años viví una situación similar con ella y al final acabe descubriendo que estaba tonteando con un paciente que la sacaba más de 25 años….increíble pero cierto. Para entender esto último, es necesario saber que Loli es una persona que sólo saca el carácter en casa y con el resto es sumisa y dócil, vamos que no sabe decir que no.
Visto lo visto, decidí monitorizar su actividad con una micro-cámara diminuta que coloqué en su bolso y un GPS que coloque en su coche. Estos aparatos me permitirían saber dónde ha estado en todo momento, controlar sus desplazamientos, además de ver y oír lo que pasaba a su alrededor en tiempo real o en diferido ya que tenía función de grabación.
Durante varios días no pasó nada que se saliese de lo normal pero al poco tiempo me llamo un día por la mañana para decirme que llegaría tarde a comer porque le habían puesto una reunión fuera de su horario de trabajo y la verdad me sonó raro. Por eso ese día, me conecte a las 3, que es la hora de salida del trabajo para ver si era cierto lo que me contaba.
Como me temía a las 3:05 su coche dejo el centro médico y capte la siguiente conversación desde el coche:
Loli.- Luis ya voy de camino a tu casa, acabo de salir hace 5 minutos.
Luis.- Yo salí antes, tal y como quedamos. Necesito hablar contigo, ya sabes que me hace mucho bien…con todo el estrés que tengo encima en los últimos tiempos por el COVID-19, necesito desahogarme.
Loli.- En 10 minutos llego
Después de la conversación que acababa de escuchar me temía lo peor, me parecía una excusa de lo más pobre para tirarse a una compañera.
Poco después el coche de Loli se paró en un pueblo cercano al Centro médico y vi a través de la cámara que estaba en su bolso que se dirigía a una casa de pueblo donde la estaba esperando el tal Luis.
Cuando entraron en la casa se dirigieron a un salón. La casa, era la típica casa de pueblo que han heredado a sus padres o abuelos y por las que apenas nadie pasa por ella. Estaba muy desangelada y parecía que nadie se ocupaba de ella….claro que también era ideal para utilizarla como picadero.
Cuando llegaron al salón, Loli dejo su bolso en la típica mesa de comedor junto con su abrigo y se dirigieron al sofá pero no llegaron a sentarse porque empezó la conversación. Loli ese día llevaba un vestido ajustado que le marcaba sus curvas.
Luis.- Necesitaba hablar contigo en la intimidad porque estoy un poco confuso después de lo que paso el otro día en mi despacho cuando estábamos de guardia.
Loli.- Sabes que estoy casada y lo del otro día simplemente nos dejamos llevar, nos abrazamos y nos besamos pero no debemos darle importancia, fue algo que ocurrió y ya está.
Luis.- Desde ese día no paro de pensar en ti y estoy muy tenso.
Según decía esto, abrazo a Loli y empezó a besarla y a tocarla el culo por encima del vestido. Loli inicialmente se resistió pero cuando Luis le metió la mano por debajo del vestido y llego a su coño, la resistencia se fue haciendo más débil y termino dejándose hacer. Mientras estaban abrazados se dejaron caer en el sofá. Luis en un rápido movimiento le quito el tanga y metió la cabeza entre sus piernas comenzando a comerla el coño con ansias. Loli le sujetaba la cabeza y con los ojos en blanco se dejaba hacer. Mientras Luis le lamía el coño empezó a bajarse los pantalones e hizo amago de colocarse para penetrarla.
Loli.- Para Luis para, no tenemos preservativo….es una locura.
Luis.- Mira como la tengo no puedo más.
Luis se había levantado y le enseñaba su polla palpitando, que era más bien pequeña y colorada como un pimiento rojo. Loli le miro a los ojos y viendo la cara de pena que ponía se puso de rodilla delante suya preparada para comerle la polla.
Loli.- Te la voy a comer pero avísame cuando te vayas a correr no me gusta el sabor del semen y no quiero que me manches que luego voy directa a casa.
Luis.- ¡Empieza ya, por favor!
Loli se acomodó entre sus piernas y empezó a tragarse la ridícula polla de Luis. Inicialmente empezó tragándose hasta la mitad y paulatinamente empezó acelerar la mamada. Se podía oír de forma clara el chapotear de la mamada y como conseguía llegar con sus labios hasta la base de la polla. La imagen de ver a mi mujer de rodillas chupándosela a su compañero y ver las caras que ponían me puso a cachondo.
Loli a la vez que le chupaba la polla a Luis se masturbaba, metiéndose varios dedos en el coño. Después de varios minutos de este tratamiento infernal, Luis empezó a dar signos que no aguantaría mucho más y Loli empezaba a agitarse anunciando que estaba a punto de correrse. Cuando Loli empezó a convulsionar con la polla de Luis en la boca supe que estaba teniendo un orgasmo bestial pero lo mejor estaba a punto de venir. Loli estaba terminando de tener su orgasmo cuando Luis empezó a correrse con grandes gritos en su boca.
Loli cuando recibió el primer lingotazo de leche en su boca intento apartarse pero ya era tarde porque Luis la tenía cogida por la nuca y la sujetaba fuertemente para que se tragase hasta la última gota. Loli intento aguantar la corrida sin tragársela pero en pocos segundos empezó a rebosar por la comisura de sus labios. Era tal la cantidad de leche que no le quedó más remedio que empezar a tragar la corrida a riesgo de atragantarse. Cuando vio que Loli se había tragado la leche la soltó del cuello y dejo que se separará.
Loli.- Joder Luis, te dije que no quería que te corrieses en mi boca y fíjate, ¡me has manchado la blusa y parte del pelo!
Luis.- Lo siento, no sé qué me ha pasado….estaba tan excitado que se me ha nublado la vista y me he dejado llevar.
Loli.- Ya me he dado cuenta…
Loli se hacía la ofendida pero se veía que estaba cachonda y tragar la leche tampoco le había disgustado tanto. Se arregló un poco y salió disparada camino de casa, se le hacía tarde.
CONTINUARA....