Una mazmorra mu espesial (Epílogo)

Después de la ceremonia......viene el viaje de bodas, pero aquí veréis un viaje muy especial. Espero que os guste este final y sobre todo, que os guste el conjunto de los 16 episodios. Un beso y gracias, por leerme y seguirme. Sandra Raquel.

Una Mazmorra mu espesial (Epílogo)

Hell y Pepe, se quedaron en la barra para tomar una dósis más de etílicas sensaciones.

Las desposadas, lo pensaron mejor y se fueron a otro lugar más tranquilo y seductor.

Nefer, se sentía contenta, al igual que Brisa, Amanecer, Zana y Martha.

Era ya muy avanzada la noche y el amanecer estaba próximo, cuando Morgana apareció ante las cinco desposadas.

  • No me temáis, porque yo no soy nada sin vosotras. Sólamente he realizado lo que creía mejor para vosotras. Ese viaje que haréis en pocas horas, os lo demostrará. Reconozco que Hell me conoce algo, pero mucho menos de lo que él se imagina. Brisa me conoce algo más, pero también está muy lejos de saber lo que soy y cómo soy. Sin embargo, ahora, todas lo sabréis. Soy tan simple y compleja cómo cada una de vosotras independiente y conjuntamente. Soy simplemente vosotras. Lo entenderéis en el regreso del viaje. Quizás, para entonces ya no volváis a verme, pero estoy segura de que sí me sentiréis. Ahora, cerrad los ojos para que os pueda dar mi regalo. Y sólo lo recibirán, quienes realmente cierren los ojos y tengan fé en el amor y en ellas mismas.

Todas cerraron los ojos. No sintieron ningún efecto especial, aunque sí se sintieron livianas, descansadas y felices. Pero cuando abrieron los ojos, aquella mujer ya no estaba en la estancia.

La puerta estaba cerrada y no habían escuchado sonido alguno.

Nefer, miró a Brisa. Y ambas sonrieron, al cruzar sus miradas. Las otras tres, al ver las miradas recíprocas de Brisa y Nefer, comprendieron una parte de ese todo y sonrieron, agradecidas, también.

Ninguna comentó sobre lo acontecido, pero todas se sentían pletóricas y con ganas de vivir. Esperando a sus hombres respectivos, para amarles y hacerles felices.

Zana, la más inquieta de todas, desde que se la conocía en la Mazmorra, estaba tranquila y sosegada y miraba por la ventana con una curiosidad desconocida para ella y las demás, hasta aquel instante.

Cuando aparecieron Hell y Pepe, ninguna se arrojó a los brazos de ellos. Por contra, ellos si se lanzaron hacia ellas, con devoción y ansiedad desconocida.

Nefer miró a Brisa y con su parpadeo y sonrisa la envió lo que sentía, al igual que hiciera Brisa hacia ella.

Unas horas más tarde, los 7 componentes, se aseaban y preparaban para el viaje especial.

Sólamente Hell, conocía el lugar indicado de embarque a aquel viaje y los llevó a una sala, que siempre estaba libre y vacía, en el sótano de la Mazmorra.

Se mascaba la tensión reinante entre todas y todos, pero nadie se sintió mal.

Hell, anunció que se mantuvieran todos unidos por las manos, porque les tocaba viajar ya.

Al unirse las dos últimas manos, un chasquido les llevó a otro universo y mundo.

...................

La luz se hizo.

Era una luz distinta a la conocida.

Los colores eran los mismos, pero de mayor intensidad y pureza.

Lo mejor de todo, era respirar, mirar y sentir.

Era cómo si lo mejor de todo el universo, se encontrara ante sus ojos.

Cuando al final sus miradas fueron cruzándose, se sintieron mejor aún.

Todas las miradas eran extrañas y a la vez, sosegadas.

Nefer, fué la primera en reaccionar, diciendo :

  • Esto, parece el Paraíso ese de marras, verdad?.

Pepe y Hell, al escuchar aquellas palabras, fueron a reirse, pero algo interior les contuvo la risa.

Brisa, se sintió invadida de unas sensaciones extrañas, aunque nada desagradables.

Martha, se dejó abrazar por Amanecer y Zana, en cuyas miradas se leía la incertidumbre de no saber en donde estaban, pero al mismo tiempo sintiéndose muy agradablemente.

Hell, se adelantó al grupo e indicó un camino que parecía prometer.

Todas y Pepe, le siguieron en silencio, sólo roto por breves murmullos de algunas de ellas.

Hell que iba más adelantado, se detuvo y observó el basto y maravilloso paisaje que tenía ante sus ojos.

Al volverse para animar a los demás, se quedó perplejo, al verlos avanzar desnudos completamente, aunque a ellos no parecía importarles lo más mínimo.

Sus ojos se quedaron fijos y parecían como si estuviese flipando.

Brisa se acercó hasta él y le pasó una mano por delante de los ojos, para ver si reaccionaba, pues se le había quedado un gesto como de ido de placer.

  • Hell, que te sucede?.

  • Ummmm.......bueno, nada.............no sé.........pero cuándo lo decidísteis?.

  • Decidir el qué, Hell?.

  • Quedaros desnudos en un mundo nuevo.

  • Hell, creo que te ha sentado mal el viaje. Llevamos poca ropa, pero no estamos desnudos, salvo que te refieras a otras cosas.

  • Coño!!!, que no estoy ciego, Brisa.........venís todas desnudas, hasta Pepe con su manguera y tan campantes.

  • Hell, procura relajarte amor. Mira, tiéndete en el suelo y descansa. Yo te cuidaré.

  • Déjate de tontadas Brisa. La verdad es que me encanta como os veo.

Cuando Brisa, se volvió para decir algo a los demás, soltó un grito que aterrorizó a los demás, incluída ella misma y el pobre Hell, que no sabía ya que estaba sucediendo.

  • Ostris, es verdad Hell, ellos están desnudos. Y no me había dado cuenta.

  • Y tú, también lo estás Brisa.

Brisa se miró y remiró. Se pasó las manos por los ojos, se restregó y sólo sintió irritación en los mismos. Por más que se miraba, seguía viendo sus ropas.

Hell, se separó de Brisa y se dirigió hacia los demás y entonces Brisa lo descubrió.

  • Hell, vas desnudo........jajajajajajaja.

Hell, se volvió hacia Brisa y se cubrió con las manos sus ropas, que ocultaban sus partes íntimas, mientras enrojecía, ante las risotadas de los demás.

Nefer, habló a Brisa, diciéndola.....:

  • Anda, Brisita, no seas tan malvada con el pobre Hell, que casi le da un pasmo.

  • Vale, Nefer, pero ven tu sola un momento hasta aquí. Los demás quedaros ahí, vale?.

Nefer, movió la cabeza restando importancia a los caprichos de Brisa. Pero Brisa era mucho para ella, desde siempre. Y se acercó hasta ella.

  • Bueno, ya estoy aquí. Y ahora qué?.

  • Mira a los demás.

Nefer, se volvió y gritó, cómo si la hubiesen cortado una pierna.

Los que estaban al otro lado, volvieron a sorprenderse y hasta sentir un terror profundo.

  • La madre que lo parió, estáis todos despelotaos ......... jajajajajaja.

Hell, terminó por reir también, al darse cuenta de que él estaba vestido igual que los demás.

Pero Brisa ya sabía lo que sucedía. Les indicó que se acercasen uno a uno hasta ellas dos y que mirasen después a los que quedaban en los rezagados.

Ya no hubo más gritos, pero sí miradas de sorpresa total.

Cuando todos y todas, estuvieron reunidos, Brisa lo explicó a su modo.

  • Creo que esto sucede, cuando miramos de espaldas al sol, pero sólo lo perciben los distantes, porque los visionados entre ellos, se ven normales.

Nefer y Hell, sonrieron y éste dijo :

  • Vaya forma de expresarte, Brisa. La idea es buena y creo que sucede así, pero sólo veremos desnudos a alguien, cuando el sol esté a nuestra espalda. Anda Brisa, colócate allí, para que la pobrecita Martha se entere de algo, que fué la última en llegar y está a 2 velas.

Brisa obedeció y cuando Martha la contempló, se llevó las manos a la boca para ahogar un grito de sorpresa.

  • Muy bien Brisa, ya puedes venir, está entendido. Sin embargo, si estamos todos más o menos juntos, ese efecto no lo apreciaremos, cómo podréis comprobar ahora. Sigamos pues camino hacia ese valle, que tiene un ambiente prometedor. Por cierto, alguien ha traído algo de comer?.

Todas miraron a Pepe, qué simplemente separó las palmas de las manos en señal, de que nadie le había encargado nada.

Pero de pronto un aroma de asado llegó a cada uno de ellos. Un aroma delicioso, que se mezclaba con una música desconocida y sugerente.

Hell, indicó la dirección por su olfato y todos caminaron a la par, trás los pasos de Hell, porque era como el guía maestro.

Pasaron una vegetación tupida y cada vez la sensación del olor a asado era más y más apetecible.

Y en cuánto salieron de la vegetación, se encontraron con un hombre desnudo. Lo asimilaron al efecto del sol. Pero Hell recapacitó, al tiempo que lo hacían los demás y se dieron cuenta que el sol estaba ante ellos.

El hombre al verlos, mostró una grata sonrisa y se dirigió hacia ellos.

  • Hola, amigos del mundo, sed bienvenidos a nuestra tierra ideal. Me llamo Adán. Perdón, que llamo a mi esposa. Lilit......Liliiiit.........que ya están aquí los invitados, ven a toda pastilla!.

  • Perdón por los gritos.

Nefer, la menos afectada por los sucesos, dijo :

  • Coño, te llamas como nuestro Padre Ancestral.

  • Ay, pequeña Nefertitis, que alegría que al fin hayas llegado con Papi. Bueno vosotros y vosotras, también con vuestro papá que os ha esperado siglos y siglos.

Todos y todas, alucinaban en colores.

Cuando apareció Lilit, un silencio profundo se hizo entre todos y todas. Era la mujer más bella deliciosa, voluptuosa, agradable y sencilla que jamás vieran ellos y ellas.

  • Les presento a mi esposa Lilit.

Nadie supo articular palabra, pero asintieron y sonrieron, sin saber que hacer o decir.

  • Bien, han llegado hasta aquí, porque están con apetito, es falso?.

Todos negaron con movimientos laterales de sus cabezas, como si fueran pequeños zombies.

  • Cómo en vuestra tierra se come así, pues así comeremos hoy también. Además, tendremos frutas maravillosas y apetitosas.

Se dejaron llevar por las palabras y el olor cálido y apetecible del asado.

Cuando llegaron al lugar, no había nadie más, aunque sí algunos animales, que parecían domésticos.

Se sentaron y comieron lo que les ofrecían.

Y siguieron comiendo y comiendo y bebiendo.

La bebida era un líquido rojo, que sabía a vino o frutas, según el deseo de cada uno en cada instante.

La comida nunca se terminaba y tampoco se sentían hartos de comer y menos de hablar, porque sus anfitriones se comportaban como los mejores del universo.

Hablaban e invitaban a hablar, hasta que todas y todos se enzarzaron indistinta o conjuntamente, con las conversaciones que aparecían.

Una vez terminaron de comer y degustar cantidad de frutas, que ni siquiera conocían, Adán les propuso un baño termal.

Nadie puso reparo alguno. Y contra lo que sus mentes les decían que sus estómagos estarían hinchados de tanta comida asimilada, sus cuerpos se sentían jóvenes y fuertes.

El baño fue otro de los placeres, jamás antes experimentados.

En la fuente termal, el agua estaba deliciosamente cálida y refrescante a la vez. Era tan limpia como una mañana de primavera y tan transparente como un cristal recién limpio.

Nadar era una gozada, pero bucear bajo el agua era sublime.

Después del baño, Adán se disculpó junto a Lilit, para que pudiesen estar solos.

Pepe y Nefer se aislaron un poco del grupo de Hell y sus chicas.

Tanto ellos, como ellas, sentían una fuerza dentro que no sabían explicar, pero dejaron que la sabia naturaleza guiase los actos de cada uno y una.

Retozaron, una vez y otra.......y otras más. Hell se sentía perfecto, después de haber copulado con sus cuatro esposas, varias veces.

Pepe, estaba encantado con el placer y las sensaciones recibidas con Nefer.

Cuándo el día se iba apagando, volvieron a aparecer Lilit y Adán, para invitarles a la cena.

La cena consistió en múltiples pescados, de exquisitos sabores, mezclados con verduras de variadas tonalidades y a cada cual más exquisita.

Lilit estaba espléndida a la luz de la luna, pero ella decía lo mismo de sus invitados.

Después de la cena y trás muchas horas de conversaciones y relatos inimaginables, llegó la hora de dormir.

Al amanecer del siguiente día, un buen baño y un desayuno de frutos especiales, les dejó como nuevos.

Luego viajaron por varios lugares contemplando saltos de agua maravillosos, valles frondosos, ríos repletos de peces y muchas plantas aromáticas, que hacían dar vida especial a cada sentido.

Hacia el medio día, era llegada la hora de volver a almorzar, por lo que entre todos prepararon las hogueras, para asar nuevas carnes que suministraba Adán.

La comida fue una repetición del día anterior.

Después de horas y horas hablando y hasta riendo, Lilit y Adán, se despidieron porque ya debían irse.

Se quedaron sólos y al unir sus manos, para sentirse agradablemente confortados, un chasquido seco, los devolvió a la estancia de la Mazmorra.

Se miraron aturdidos. Sonrieron y al final, supieron que lo que habían sentido, realmente lo habían vivido.

Las chicas, entonces recordaron aquellas palabras de Morgana. Y se sintieron llenas de paz y con ganas de vivir la vida que el destino las había deparado.

------ FINAL ------ "Una Mazmorra mu espesial"------

Un beso con todo mi amor..........................Brisa.