Una mazmorra mu espesial (10)

Una Mazmorra mu espesial (10)

La noche transcurría como todas las noches, para todos lo integrantes de nuestra historia.

Todos dormían en sus camas, agotados de un día muy agitado, que las risas de los reunidos habían incrementado más aún.

Martha, salió de un sueño profundo y maravilloso, para encontrarse con la oscuridad y silencio reinante. Y fue recordando todo cuánto había acontecido en las últimas horas.

Pensaba en Brisa y en Hell. Imaginaba cómo se lo habrían pasado de bien. No sentía celos de ellos, pero una envidia sana la carcomía ligeramente.

Martha sabía que Hell se había fijado también en ella y que él era consciente de que ella estaba enamorada de él. Incluso Brisa, en los últimos días se sentía más cerca de ella y hablaban a veces de Hell.

Brisa ya sabía del amor que carcomía el espíritu de Martha hacia Hell, pero Martha también conocía ya cómo era Brisa y éso la hacía seguir soñando, pensando y tener esperanzas.

El sueño venció una vez más a Martha, que se quedó atrapada en un pensamiento maravilloso y que la hizo viajar a territorios inimaginables.

Cuando su despertador, sonó...se despertó sobresaltada pero feliz. Y supo que sería un buen día.

Se desperezó en la cama, desnuda, cómo siempre solía dormir. Y se sintió muy bien. Recordó todo el sueño, mientras se iba aseando y preparando después el desayuno.

Al estar alojada ya en la Mazmorra, la permitía un mayor control de su tiempo.

Todo ésto era obra de Alex, que había preparado apartamentos para todos y todas, en aquella casa enorme.

Una vez desayunada y vestida, bajó hasta la Sala, llamada "La Mazmorra", para juntarse con las más madrugadoras y preparar un poco el nuevo día, de cara a los clientes y amigos.

Se encontró con Ani, que ya trasegaba cajas y mesas. La saludó con un beso, cómo era ya habitual entre ellas y entre las dos organizaron un poco aquella enorme estancia, que era la sede de tantas veladas.

Poco después apareció Nefer, aun sonnolienta pero con un gesto especial de humor.

• Hola Jefa.......digo Nefer......que tál la noche?.

Ani se rió, ante las palabras de Martha y la cara de espanto de Nefer, que contestó............:

• Muy bien, chicas............mmmmmmm, bueno mejor que bien.

• Anda.....y éso?....cuéntanos a Martha y a mí, anda......por fa.................

• Chicas, que no es para tanto.............bueno sí lo es. He pasado la noche con Van........ufffffffffff........aún no sé si lo he soñado.

• Jajajajajajaja.............eso está bien........jajajajajajaja, verdad Martha?.

• Pues sí, la verdad es que ya me gustaría soñar así a mí.

• Y tanto que sí, Martha..............Asi que nuestra Jefa no sabe si lo ha soñado o lo ha vivido. Bueno, yo creo que lo ha vivido y ahora es cuando está soñando, verdad Martha?.

• Jajajajajajajaja, si,............jajajajaja, eso me parece también a mí.

• Bueno chicas, vale....que sí que sé que he estado con él, dejaros ya de reiros de mí.

• Nefer, anda.......cuéntanos a Ani y a mí, cómo ha sido todo.......ésto ya está todo colocao.

• Mira que sois morbosas y cotillonas, eh?.........vale os contaré algo, pero por encima........vale?.

Las dos asintieron y la miraron con ojos en forma de plato, mientras pestañeaban cómo dos tontas.

Nefer, les relataba algunos pasajes de su sesión de la noche, cuando apareció el repartidor de la Pepsi.

Era nuevo en el reparto y los 3 pares de ojos se dirigieron hacia el recién llegado.

No fue violado físicamente, pero principalmente, porque ni se había dado cuenta aún de la presencia de ellas tres, dado el tránsito de la luz del día con la penumbra, aún, del local.

• Hola, me llamo Macho, soy el nuevo repartidor de Pepsi.........dónde debo poner las cajas?.

Macho, se restregó los ojos y se aclaró la garganta. Primero pensó que había hablado a sombras, después de comprobar que no lo eran, pensó que su voz no se había escapado de su garganta. Carraspeó y dijo......de nuevo......:

• Buenos días, soy el nuevo repartidor de Pepsi, dónde van las cajas?.

Ellas seguían como petrificadas, cuyas miradas parecían láseres en dirección a semejante ser.

Macho, se sintió nervioso. No sabía que hacer, pero al final se acercó hasta lo que parecían ser mujeres.

Se sentía confuso y un poco nervioso.

Cuando iba a repetir de nuevo su saludo, Nefer se levantó embobada y le saludó. Las demás la imitaron y también le saludaron, hasta quedar rodeado en breves segundos por las tres y las nuevas que acababan de aperecer.

Al final se rompió el silencio y el hielo y después de colaborar las 6 chicas y él mismo en la distribución de las cajas, fué invitado a un café.

Después de unos minutos de conversaciones superfluas, anunció que debía seguir con su reparto y se despidió de ellas, que le acompañaron hasta la misma puerta del local.

Cuando Brisa, apareció, vió a todas juntitas en la puerta en acceso de carga.

• Anda, sucede algo?.

Ni caso la hicieron, por lo que Brisa llegó hasta ellas, justo a tiempo de ver al repartidor, que subía ya a su camión. Y exclamó :

• Dios, cómo está de bueno ese tío ......... mmmmmmmmmmmm.

Entonces las demás la miraron y en un instante, rieron todas al unísono.

Nefer, fue la primera en poner orden en aquel grupo de mujeres excitadas y saludó a Brisa, mientras una tras otra, iba disgregándose de aquella comitiva de despedida.

Entre las siete mujeres, terminaron de poner todo en orden y lo dejaron preparado para la tarde/noche en donde se volverían a concentrar los asiduos.

Durante el día había poco ambiente, ya que todo el mundo trabajaba en sus cosas, pero sí solían dejarse caer por allí, Pepe y Xerlock algunas veces.

En ese instante aparecía este último, que saludó a todas y pidió un café.

A Xerlock le gustaba ir de mañana, porque siempre estaban solas.

Además estaba detrás de una de las chicas, con quien ya había entablado cierta amistad y trato, fuera de las horas de trabajo de los dos.

• Nefer, he citado aquí al nuevo Juez, podrías prepararnos una mesita aislada?.

• Andá!!!! .........un Juez? ..........que semos inocentes de tó ...........jajajajajaja, claro que sí, Xerlock, ahora mismo os preparamos una mesa apartada y discreta, aunque ya ves que el ambiente es cero.

• Gracias, será poco tiempo, pero le cité aquí para poder estar a medio camino de nuestros destinos del día de hoy.

• No hay problema alguno. Además, nos sentiremos encantadas de poder ver gente por la mañana.

Nefer, miró a Brisa y Martha, que asintieron y se pusieron a preparar una mesa en condiciones, para dos personas importantes. A Xerlock ya le conocían y a pesar de ser el Inspector Jefe de la Policía Judicial, era muy apuesto, guapo y respetuoso.

Ahora, todas pensaban en ese juez.........se le imaginaban, rechoncho, calvete y un poco tirando a serio o peor.

Por éso, cuando minutos después un ser especialmente bello, alto, fuerte y agraciado, preguntaba por el Inspector Holmes, todas le miraron con la misma mirada que al repartidor de la Pepsi.

Cuando se identificó, todas se quedaron extasiadas, menos Nefer, que ya no se sorprendía de nada.

Pero hasta Brisa, se quedó alhelada con la presencia del Juez Breo.

Nefer, fué quien le acompañó hasta donde Xerlock estaba ya ubicado y que revolvía algunos papeles y garabateaba en otros.

Cuando Nefer los dejó a solas y volvió junto a las demás, los comentarios y miradas eran de lo más efusivas hacia el recién llegado.

Claudia, una de las chicas preguntaba a Brisa...........:

• Estará casado?.......porque es que está pa mojar pancito.

• No lo sé Claudia, pero pa mojar sí que está.

Se rieron las dos cómplicemente, mientras las demás las miraban, suponiendo sus conversaciones.

En esos instantes llegaba Alex y Mani, al que pusieron al corriente de los dos reunidos en un apartado del local.

Ambos asistieron y pidieron una mesa, para poder jugar un poco al ajedrez y así pasar la mañana.

Hell, esa mañana ni había pasado por el local, ya que estaba con Pepe en su despacho de Hacienda, repasando unos datos.

Cuando las chicas, volvieron a quedarse sólas, apareció Van. Su mirada era encantadora y no disimulaba su buen estado de ánimo. Miró a todas y las saludó, pero sus ojos pasaron varias veces por los de Nefer, que se ponía a cada instante mas crispada de excitación.

Ani, al darse cuenta la dió un empujoncito para que se fuera con él y estuviesen más tranquilos, entre las sonrisas cómplices de las demás.

Martha y Brisa, comentaban en voz baja algunas cosas de la segunda y las demás asumieron que eran cosas íntimas, por lo que se alejaron un poco, para no parecer molestas.

Mientras Martha y Brisa susurraban entre sí, apareció Bene. Y fué atendido por Ani, Claudia, Anetha y María.

Aquella mañana parecía ir todo bien, demasiado bien, la verdad.

Pero es que ese día sería muy especial para todo el grupo de amigos, conocidos y allegados.

....continuará........Un beso muy muy especial..........Brisa.