Una mazmorra mu espesial (02)

En este capítulo, se trata de la huída de las 3 monjitas de su convento....... Es curiosa la forma de escapar de la ratonera, mediante una genialidad de las huídas. Espero que os guste, también....... Un beso.....Brisa........Sandra Raquel.

Una mazmorra mu espesial (02)

Pos continuaremos con esta curiosa historia.

Claro qué, si no se dice como consiguieron salir, lo mismo alguien ni se lo cree..........jajajajajaja.

Más en serio, dentro de lo que quepa.....................

Las tres monjitas, se mantenían unidas y confabulando la forma de poder largarse de aquel antro horrible.

Las posibilidades no eran muy grandes y ellas, tampoco eran unas superdotadas en fugas, así que imploraron a la gracia divina, pa poder escapar de aquel lugar.

La primera idea se le ocurrió a Ani, aunque fue Nefer, la que al final la depuró y que fué todo un éxito.

Yo me sentía un poco como en un partido de tenis, al principio.......pero a medida que se iban concretando más y más ideas, parecía la espectadora de un partido de pingpong.

Vamos que entre Ani y Nefer, ya tenían todo pa largarnos de allí las tres y cómo yo no había participado mucho, me eligieron democráticamente (a dedo), para que fuera la protagonista de la fuga.

La verdad, es que Sor Málaga, ya mu ancianica la pobre, aunque todas la llamábamos Sor Mala, aunque entre la mayor parte era conocida cómo Sor Mala Leche...........bueno cómo decía al comienzo, ella se fiaba bastante de mí, aunque putas me las había hecho pasar en más de una ocasión, dicho quede de pasada.

Pues bien, el plan sólo podría funcionar en si conseguía dar credibilidad a mis palabras, cuando nos fuéramos a ir.

La verdad es que fué de lo más sencillo.

Elegimos un día en que la Madre Superiora estaba ausente (seguramente follando con algún pendejo, con perdón). Digo ésto, porque cuando regresaba, se la veía más resplandeciente y con los ojos un poco extasiados aún.

El día elegido, pues, era el ideal para la fuga, porque Sor Mala, se quedaba de máxima autoridad en el convento, aunque siempre muy a sus cosas y no se preocupaba para nada de las demás hermanas y menos aún de las novicias (pocas, pero alguna había aún).

Después de la cena, que cuando no estaba la Madre Superiora, eran un poco más especiales y gratificantes, nos tocaba ir a hacer los rezos, antes de retirarnos a nuestras correspondientes celdas de aislamiento y descanso.

Era el momento oportuno para liar el follón (en el buen sentido, claro).

Así que Sor Nebulosa, Sor Angustias y yo misma (Sor Castidad) salimos del comedor y nos fuimos al patio, por la puerta trasera, mientras las demás hermanas se iban a la capilla a echar sus rezos.

Sabíamos que Sor Mala Leche....uysssssss...perdón, que Sor Málaga estaría en sus aposentos, muy retirados de la capilla y al otro lado del patio.

Así que las tres nos acercamos acechantes hasta la ventana que daba acceso al aposento de Sor Málaga.......y esperamos a que se pusiera cómoda y se satisfaciera a medias, entre licor y algunas caricias no confesables.

Y en cuanto la vimos a punto de llegar a uno de sus clímax, zásssssss allá que la guerreamos, con una escandalera que nadie podía más escuchar...............

  • Madre!.........Sor Málaga........Madre........Madreee!!............

  • Sé puede saber que sucede, Sor Castidad?.

  • Sí....Madre, uyyyy........es que el convento echa humo...........

  • Claro, por la chimenea.......como siempre a estas horas.............y pa eso vienes a aturdirme, pécora?.

  • No Madre, es que es mucho humo ....................... muxo .....muxooooooooo.........uyyyyyy.........mu grande Madre.

  • Veamos, esa cantidad de humo, pero no te librarás de un castigo, si me alarmas por nada Sor Castidad, entendido?.

  • Sí Madre, lo sé.....pero es que creo que está ardiendo el convento.

  • Yo no veo humo por lugar alguno. Te estás burlando de mí?.

  • No Madre, es que no es por este lado..........es en la capilla............uyyyyy......lo mismo se nos abrasan las hermanas, Madre.

  • Hostias..........mmmmmmmm, perdón..........dios santo, que me cuentas..........es verdad eso?.

  • Si Madre, es verdad...es mucho humo......

  • Bien iré a ver.

  • Madre, la sujeto la túnica?.........pa que no vaya a tropezar, claro.

  • Déjate de tonterías mocosa, yo soy muy capaz de moverme solita. Acaso me ves como una vieja estúpida?.

  • No, claro que no, Madre.....líbreme dios de pensar cosa semejante.......uyyssssss.

  • Bueno quédate aquí hasta que vuelva y no fisgues nada........pero nada de nada, entendido?.

  • Sí, claro que sí, Madre amantísima.............si.....sí.

  • Que pelotillera eres Sor Castidad, pero me caes bien...................no tardaré y estate alerta, para si te necesito.

  • Sí madre, estaré atenta y alerta, Madre.

Sor Málaga, salió de su pequeño recinto expoliada por la situación tan terrible que parecía tomar aquel asunto y máxime el día que la Madre Superiora estaba ausente.

En cuanto se hubo alejado lo suficiente de su recinto, 2 figuras fantasmales se tornaron visibles y con unas sonrisas, que parecía que se les iba a caer la mitad superior de la cabeza hacia atrás, cual si de una capucha se tratase.

  • Hermana has estado genial!.

  • Es verdad, Casti.........has estado superior.

  • Gracias hermanas, pensé que iba a ser más complicado............pero salió bien, verdad?.

  • Bueno dejaros de tonterías, que la Sor Mala Leche, corre a toa leche y no tardará un minuto en descubrir el engaño.........y pobre de nosotras si nos pilla aquí.

Las tres salieron a escape de aquella estancia, portando las llaves que abrían todas las puertas.

Una vez en el exterior, se sintieron libres, felices y hasta llenas de una nueva vida, a pesar de la llovizna que caía por entonces.

No se arredraron y caminaron hasta los árboles, en donde cambiaron sus hábitos por ropas más mundanas, confeccionadas artesanalmente por ellas.

Y después de haber caminado unos cuantos kilómetros, alejándose de aquella estancia de paz, se dirigieron hacia el único punto de luz, que encontraron.

Se trataba de una aldea pequeña, pero cuyas gentes estaban acostumbradas a los excursionistas perdidos entre sus montes.

Y así fué, como aquellas tres monjitas, comenzaron a vivir una nueva vida, su nuevo mundo.

..........

Es verdad, que aún falta por saber de esos tres frailes, también huídos en el mismo día y de un lugar totamente distante y distinto.

Pero éso......será otra historia......................

Continuará.............