Una manera de comenzar a hacer intercambios

Cuando una pareja está decidida a comenzar a hacer intercambios, lo mas importante es la imaginación. Este es tan solo un ejemplo.

UNA (DE TANTAS) MANERAS DE COMENZAR A HACER INTERCAMBIOS

Lucia y yo llevamos juntos mas de diecisiete años juntos y más de cuatro haciendo intercambios pero (o tal vez debido a eso), muchas veces gente nos pregunta como fue que comenzamos. El modo como nosotros comenzamos es EL MISMO como todos deben comenzar: el modo que le sea MAS COMODO a cada uno en la pareja. Es decir, no existe un "libro de instrucciones" y lo que decida la pareja, es lo que se debe hacer.

Uno de los puntos que hemos percibido en otros es que no siempre (de hecho, casi nunca) están los dos miembros de la pareja en el mismo nivel de aprehensión o seguridad en cuanto a lo que van a hacer.

Cuando uno habla de "swing", uno se refiere a la CAIDA DE LOS MURROS DE CONTENCION de un esquema moral inculcado y que se refiere a la fidelidad. Por supuesto que cada pareja fija sus parámetros y cualquier esquema es bueno, siempre y cuando la pareja lo sepa manejar y  estén los dos de acuerdo con lo que pasa.

Se los digo porque algunas de las opciones son: el soft-swing en donde el intercambio, como tal, NO SE DA y en donde se VEN las parejas, una a la otra y una variante es el de poder besarse, tocarse, etc. pero no penetración. Por supuesto está el intercambio total, que puede ser en el mismo ambiente (lo más común en nosotros y en muchas parejas) pero también existe el intercambio en cuartos separados (cada uno se va con la pareja del otro a otra habitación, al mismo comienzo o luego de iniciadas "las acciones").

Hace un tiempo me contaba una mujer sobre como fue que ellos comenzaron y en el caso de ellos, fue él el que estaba menos seguro o decidido, mas en relación al "como hacerlo" que en cuanto al "que hacer".

Lo que me contaba esta amiga fue la manera como ellos comenzaron: lo habían hablado, lo habían discutido, estaban de acuerdo pero no sabían como hacerlo y UNO de los problemas fue como conseguir esa otra pareja. UNO de los placeres es VER y compartir el disfrute de la otra pareja: pues bien, ellos habían conversado muchas veces sobre la atracción que le generaba un hombre, de como le gustaría a ella que ese hombre la besara, la tocara, la acariciara, la desnudara. Sentir y ver como su pene iba creciendo mientras ella lo acariciaba y se lo chupaba para después sentir como ese pene, desconocido aun para ella, iba penetrándola suavemente.

Todo esto generaba EN AMBOS  un morbo y una excitación inmensos así que una vez decidieron hacerlo.

El dormitorio era bastante grande y dentro de él, había un armario muy amplio, casi como un pequeño cuartico y de antemano, prepararon una especie de apertura desde donde se podía ver lo que pasaba en la habitación.

El día planeado, ella se citó con el hombre, le coqueteo mientras bebían algunas copas y casi como en secreto, le comentó que su marido no estaba en la ciudad  ese día (esa noche!!!!) y este amigo, se sintió en libertad de ser mas ...... atrevido con ella. Ella estaba super excitada de solo pensar lo que estaban por hacer y eso la hizo sentirse mas atrevida a ella también.

Mientras tanto, el esposo estaba, también, a la expectativa de lo que iba a pasar tratando de distraerse en casa, sintiendo las erecciones subiendo y bajando mientras fantaseaba que otro YA estaba tocándola y sintiendo en ella lugares que solo él había tocado y sentido antes.

Ella le dice al amigo que ya debía irse a la casa y él, lógico, se ofrece a llevarla. Ella pulsa el teléfono de su marido en el celular (la señal acordada) y por supuesto, en el carro, el otro tiene mas confianza para tocarle las piernas y hasta subir entre los muslos en la falda que llevaba.

Manteniendo aun las apariencias, ella le da las gracias al llegar a la casa y el otro, viendo que tiene la oportunidad, se ofrece a acompañarla hasta la casa misma. En ese momento hay una mezcla de calor, picardía, excitación que le da a ella cuando se da cuenta que el "pez se tragó todo el anzuelo".

Guardan las apariencias ante la posible mirada de los vecinos y al llegar a la puerta, él "se recuerda" de unos documentos que ella tiene para él (eran compañeros de trabajo) y con gusto, ella accede. Entran y el esposo ya está en su lugar. El amigo se queda en la sala en donde "revisa" los documentos mientras ella va a cambiarse. Entra a la habitación, entra al cuartico donde esta el esposo, se quita el sostén y libera sus senos, se quita las pantaletas (bragas) y se las da al esposo, se desnuda y se pone una dormilona larga, algo abierta arriba y no demasiado transparente. Se besa con el marido que está también, casi desnudo, siente como tiene hinchado y crecido su miembro.

Su excitación, su sonrisa pícara, adivinada en la oscuridad, el beso intenso que se dan y una que otra palabra susurrada al oído, MAS la excitación del otro y un poco de alcohol que lleva, le dan la "luz verde". El hecho que ya con la dormilona puesta, el marido se agacha, se le mete adentro y lame su humedad, son los que terminan de darle la señal de seguir.

Cuando ella sale a la sala, llevando puestas tan solo la dormilona y las sandalias, el otro ya sabe que la cosa va en serio. El la ve saliendo del cuarto y se levanta del sofá en donde estaba, se le acerca y la besa. Por fin, después de tanto esperar, de estar limitado por la presencia de otros en el bar, al fin están en libertad los dos de hacer lo que desean, ya que al fin, están ............ "solos".

El alcanza a tocarla por todos lados pero ella le urge que se vayan a la habitación donde estarán mas cómodos. La luz tenue va a quedar toda la noche y cuando entran ya nada los detiene. De antemano ella se encarga de prender un equipo de sonido para enmascarar los sonidos que puedan venir de su esposo.

Ella le lleva "cierta ventaja" (por la poca ropa que lleva puesta) y además, hasta ese momento, ella había sido mas "receptiva/pasiva" que activa y es cuando comienza a desvestirlo, y disculpen las veces que lo vaya a repetir, pero todo el tiempo, todo el tiempo, el "bonus" de excitación lo da le hecho de que ella sabe que desde ahora, el marido la está viendo.

Le abre los botones de la camisa mientras sus manos están inquietas disfrutando de su cuerpo a través, por arriba y por dentro de la dormilona que lleva puesta. Cuando ella se aleja un poco para abrirle el cinturón, el puede meter las manos desde arriba y sentir, POR FIN, la suavidad de sus senos y ella lo disfruta y cual gato, se demora lo suficiente abriéndole los pantalones mientras el juega y juega con sus senos (y el marido aguantando la respiración, aguantando los suspiros mientras ve y disfruta de cómo se están jugando con los senos de su mujer y de cómo su mujer disfruta esas atenciones que otro le está dando).

Si antes hubo un "por fin" cuando les mencioné de sus senos, ahora ella es la que tiene su "por fin" cuando él queda con solo el interior puesto y esa protuberancia que se percibe. Ya nada la detiene y, primero mete la mano para sentir el calor y la dureza de lo que tiene allí escondido. Sabe cual es la "línea de visión" que tiene su marido y se coloca de tal manera que cuando se lo termine de sacar, aun antes de bajarle por completo los interiores, el esposo pueda ver como ella le saca esa "pieza" a ese otro hombre.

Ella se sienta en la cama y comienza a jugarse con "el". Lo toma en sus manos, lo besa, lo chupa y lo acaricia. Sabe que tanto hacerlo, para placer de los tres y para prolongar el placer de los tres.

Igual que antes, cuando se para para que el la termine de desvestir, lo hace de manera que el esposo tenga la mejor visión de esas manos y esa boca recorriéndole todo su cuerpo.

Desnudos los dos, parados los dos, ella se le para de espaldas (y de frente al marido) mientras el amigo "se aloja" entre sus nalgas, sube una mano a sus senos y la otra entre sus piernas, desde atrás. Se juega con sus pezones, de un seno primero y del otro después, la otra mano entra (ya con libertad) dentro de su cueva húmeda, ella menea y mueve, contornea sus caderas para estimular ese miembro que tiene aprisionado entre sus nalgas y le pica el ojo al marido que esta a pocos centímetros, detrás de eso hueco en la puerta que tiene al frente.

Muy suavemente, ella se tira ahora sobre la cama, sus piernas en el piso y es ahora el amigo, el que se agacha para comenzar a lamerla.

Ella piensa lo interesante que es el que cada hombre lame y chupa distinto. Aunque no hace comparaciones, no puede evitar pensar que ella le gusta (o tal vez ya se acostumbró ) al modo como su esposo la lame, como sabe, mucho mejor que este, conseguirle ese punto y ese equilibrio entre fuerza y delicadeza, entre girar la lengua y solo moverla arriba – abajo.

El amigo la eleva en la cama y ella se extiende sobre esa cama placentera y conocida, en donde tanto placer ha recibido de su esposo y abre sus piernas para que el amigo de y reciba placer. El amigo sube a la cama y de rodillas va subiendo en ella, lamiéndola entre las piernas (un último cariño), va subiendo hacia su pecho y ella ya siente su pene arrastrándose sobre sus piernas, sus rodillas y sus muslos y quiere ya tenerlo dentro.

A pesar de lo que ha bebido (que tampoco ha sido mucho) ella no puede evitar pensar que eso, ESO, es lo mas atrevido que ha hecho en su vida y lo está disfrutando. Ella esta pendiente de ese hombre apasionado, excitado que ella ha deseado por meses y que dentro de poco sentirá como está dentro de ella pero al mismo tiempo, no puede, NO QUIERE, dejar de pensar en lo que ha de estar viendo y sintiendo su marido. Testigo de cómo su mujer está a punto de ser penetrada por otro, a punto de llegar a un climax que otro le está proporcionando y que él ha sido cómplice y promotor.

Sin duda que a él le pasan también por la cabeza sentimientos y sensaciones en conflicto. Por un lado, "como es posible que él sea capaz de permitir que otro esté haciendo con SU mujer lo que el otro está, efectivamente haciendo" pero por otro lado, no puede evitar reconocer que él, no!!!, que ellos DOS están materializando una fantasía tan vívida y tan repetida. Una fantasía que se está dando EXACTAMENTE como la habían imaginado y tanto de las expresiones que logra captar de su mujer como de lo que él mismo está sintiendo, es un apex de placer, una cúspide que hasta ese momento nunca habían sentido.

Ella está suficientemente húmeda como para que el amigo se deslice dentro de ella. Se sonríe de pensar que el amigo es mas largo pero menos grueso que el de su marido y ella los prefiere mas gruesos pero sabe también que DESPUÉS de la satisfacción y el placer que el amigo le está dando, ella TAMBIEN disfrutará del placer y la satisfacción MAS el cariño y la proximidad que le ha de dar su marido.

Todo eso la hacer sentir como si se mareara de la intensidad, del hecho de saber que OTRO está dentro de ella MAS la sensación que el otro, en efecto le está dando. Pues esto es lo lindo del swing; no es solo lo que EN REALIDAD sucede sino que es también LA IDEA de lo que sucede.

La excitación es tal que, a pesar de reconocer que el otro ha sido delicado y considerado, ella PREFIERE a su marido y comienza a sentir ese orgasmo que estaba esperando, que durante meses estuvo madurando, que LOS DOS estuvieron imaginando y planificando.

Poco después el también acaba y siente la intensidad y la fuerza del orgasmo que ella le generó y solo piensa en que pueda estar pasando en ese momento con su esposo oculto.

Ella se quedó en la cama, impresionada aun de su osadía, sonreída por dentro como la "niña mala" que hizo su travesura y sabiendo que aun la noche no ha terminado. Pocas veces (tal vez ninguna) en su vida le había sucedido lo que le estaba sucediendo: cada vez que, en le pasado, había hecho el amor (o había tenido sesiones de sexo pues no es lo mismo) sabía que la intensidad de la acción, del deseo, habían sido saciados. Máximo, al cabo de un rato, volvería a hacerlo, pero ya con menos intensidad.

No esta vez. Esta vez aun le esperaba repetir los pasos, relatar y compartir con su marido lo que ella YA había vivido y pasado y que él había visto.

A pesar de su deseo de poder estar a la brevedad con su esposo, y no solo por cortesía, prolongo el placer de compartir con el amigo el post-sexo. Estaba segura que su esposo se había masturbado en su cuartico (lógico!!!) y sin duda debía darle un pequeño descanso pero tampoco era eso.

Quería poder seguir deleitándose con al compañía del "otro", quería prolongar su travesura y tal vez, en un pequeño arrebato de sadismo refinado, prolongar la agonía de su marido (Y DE ELLA!!!) haciéndolos esperar.

Sin duda que "el amigo" no era su esposo. Fue muy rico poder estar con él en la cama. El se jugaba con ella, haciéndole círculos con sus dedos en todo su cuerpo, acariciándole muy suavemente sus pezones pero no había ese algo tan y tan especial como lo que hay entre ella y su esposo después de haber hecho el amor.

Y cuando el amigo sintió que ya debía (ya podía??) irse, se levantó, pleno, satisfecho, calmado pero para ella era tan solo el intermedio antes de El Segundo Acto. Sin duda los falsos bostezos de ella, sus comentarios sobre lo mucho que debía hacer al día siguiente ayudaron a que el amigo se terminase de vestir, y lo menciono de nuevo, satisfecho y tranquilo, habiéndose desahogado.

Solo bastó oir cerrándose la puerta de salida para que el esposo saliera como fiera enjaulada de su guarida y retomar el abrazo y el beso que habían cortado cuando ellos habían llegado a la casa. El no pudo, no quiso evitar, el llevar sus manos y sus dedos para sentir la humedad dentro de ella. La humedad que hacía poco había dejado otro hombre dentro de ella, mezclado con los jugos que ella había dejado correr antes y que ahora generaba otra vez.

Sintió su boca y su lengua y creyó poder percibir el sabor de ese otro hombre y por segunda vez esa noche, sentía como su libido y su deseo volvían a alcanzar niveles que no había conocido antes.

Y cuando por fin pudieron hablar, los dos se preguntaron, uno al otro lo mismo: "cuéntame!!!!!!".

Se sonrieron ya que los dos habían estado allí. Ella como participe y protagonista, él como espectador y los dos sabían que fue lo que había pasado pero los dos querían saber que es lo que el otro había percibido y sentido.

Y mientras los dos se contaban, el uno al otro, lo que habían hecho, visto y sentido, los dos repetían y mejoraban lo que hasta hacía pocos minutos ella había hecho con otro.

Dos grandes diferencias: la humedad de ella era ahora, distinta a la humedad con la que el otro la había poseído y esta vez, el hombre, era SU HOMBRE, su pareja, su cariño y su amor.

El apasionamiento con que el la besaba y la lamía, la acariciaba y la comía eran distintos a los que el otro había besado y lamido y su respuesta era, también, distinta a la que había sido su actitud con el otro. No por lo que hacía sino por lo que iba sintiendo mientras hacía LO MISMO que había hecho antes.

Una sola se abstuvo el de hacerle y no la mamó entre las piernas pues quería que su penetración fuese sobre los jugos originales que ella tenía y que el amigo le había dejado.

El juego previo estaba demorando mucho menos que lo que ellos acostumbraban y cuando la penetró, sintieron los dos la misma picardía, la misma excitación de estar donde otro había estado hacía tan poco (y sintiendo en sus humedades y jugos su presencia), él y el hecho de sentir, en tan poco lapso de tiempo transcurrido, otro hombre dentro de ella, ella.

Ambos trataron de prolongarlo lo mas que pudieron pero no fue mucho. La excitación almacenada, A PESAR DE LOS SENDOS ORGASMOS, era demasiada y cuando él sintió que la respiración de ella se entrecortaba y buscaba el aire, cuando sintió como se arqueaba su espalda y como comenzaba a temblar de éxtasis, dejó salir él también, toda su lujuria y su deseo.

Un solo beso, húmedo, profundo, prolongado y no se habló mas esa noche. Con las piernas entrelazadas y con un abrazo intenso quedaron dormidos los dos.

Esto fue lo que ellos hicieron. Cada uno debe decidir su propia manera de hacerlo.