Una mañana perfecta

Un olvido lleva a una situación del todo inesperada

Todas las mañanas Lazlo se levantaba, duchaba e iba a trabajar. Pero aquel día fue diferente. No se acordaba que ya no tenía donde ir, la empresa había cerrado. Se hizo un café, leyó un poco de prensa digital y cuando se encendía el primer cigarro de la mañana oyó abrirse la cerradura de la puerta.

Era Valentina, su asistenta de hogar, con la que nunca había coincidido por cuestiones horarias. Sin poder evitarlo la radiografió de arriba abajo, un gesto de aprobación surgió en su cabeza…cuánto le gustaría conocerla más a fondo, ya que, con Fedra, su mujer, casi no tenía relaciones y su libido iba algo desbordada.

Volvió a su ordenador para terminar de leer una noticia que había dejado a mitad, cuando Valentina entró en su habitación.

-Disculpe, dijo, a lo que Lazlo respondió preguntándole si molestaba en su mesa mientras ella hacia su faena.No me molesta para nada, siga con lo suyo, dijo Valentina.

Ella se agachó para estirar las sábanas, y su camiseta suficientemente ancha dejo entrever unos pechos que colgaban y balanceaban al ritmo de sus movimientos. No llevaba sujetador.

Distinguió unos pezones no muy grandes, de color marrón suave, como a él le gustaban, su pene empezó a excitarse.Como si una ráfaga de viento le hubiera trasladado, de repente se encontraba junto a ella. Valentina seguía en la misma posición...él justo detrás.Lazlo estiró su mano derecha, empezó a acariciarle el muslo. Valentina dio un pequeño gemido, pero no hizo nada por evitar la situación. Él empezó a bajar lentamente esos leggins tan ajustados, mientras su pene se ponía duro como una piedra…estaba muy excitado al no verse rechazado.

Unas braguitas blancas resaltaban en ese cuerpo moreno de Valentina, Lazlo parecía que iba a explotar.Suavemente, sin prisas, sin violencia, empezó a bajarlas, hasta que resbalaron sobre sus tobillos. Ella seguía con pequeños gemidos de placer que excitaban sobremanera a Lazlo.Sus manos acariciaron el sexo de Valentina…estaba húmedo, muy húmedo…incluso mojado. Se arrodillo empezando a saborear ese manjar tan delicioso...su lengua recorrió toda la zona con leves masajes circulares mientras los gemidos iban en aumento.Ella lo levantó, se agachó y metió en su boca el pene, duro como una piedra. Con suaves caricias, la lengua también haciendo su papel, puso a Lazlo a tope de excitación.

Con mucha suavidad se  puso encima de la cama, a cuatro patas, con todo el sexo a la vista......él introdujo su pene, sin prisas, sin dolor, hasta llegar al fondo. Sus manos mientras, empezaron a acariciar esos pezones q tanto le habían excitado en un principio.Con leves movimientos hacia dentro, hacia fuera mientras acariciaba sus pechos,Lazlo se dejó llevar...un borbotón de semen inundó el sexo de Valentina que se corrió al notarlo.Totalmente excitada se dio la vuelta, agarró el pene  y se lo metió en la boca. Quería saciar su sed con esa mezcla de sabores de ambos flujos.

Cada uno siguió a su faena, sabiendo que el jueves siguiente volvería a pasar, pues los dos lo deseaban.

Fin.