Una mañana inolvidable

Follamos como locos

Nos fuimos a la casa de campo de mi novio un día en el que los dos estábamos con muchas ganas el uno del otro, ya que hacia días que no lo hacíamos, y allá que nos fuimos, sabiendo a lo que íbamos.

Me fui a la habitación donde él ya me estaba esperando acostado en la cama. Yo llevaba un corsé que me había comprado con anterioridad para el, solo para el. Cuando me vio con mi indumentaria vi como un bulto asomaba por debajo de su pantalón, así que supe que le gustaba. El se vino para mí y empezamos a besarnos suavemente mordiéndonos los labios y entrelazando nuestras lenguas. Después empezamos a besarnos con tanta fuerza que no parábamos ni un momento, nos mirábamos fijamente y con mucho deseo, estábamos muy excitados.

Él empezó a tocarme las tetas con fuerza, cosa que me gustaba y a lo que mis pezones reaccionaron poniéndose muy duros como le gustaba a el, siguió bajando con sus manos a la vez que me besaba hasta que llego a mi tanga empezando a tocarme el coño por encima del mismo y notando mi creciente humedad, después me metió la mano por dentro de mi tanga y encontró mi clítoris, que estaba hinchado y duro, esperando ser acariciado por esos dedos que tanto me gustan t que tanto placer me dan cuando lo necesito. Con unos movimientos circulares me hizo tener dos orgasmos. A continuación bajo su mano y encontró mi rajita muy húmeda y mis labios muy hinchados, cosa que le excito muchísimo porque restregaba su pene contra mi muslo con crecientes ganas. Empezó metiéndome un dedo para a continuación meter otro mas que me hizo retorcerme de placer y tener otro orgasmo que me encanto, al ver que me gustaba siguió con ese mete saca de los dedos y cuando no me lo esperaba me metió un tercer dedo haciéndome gemir y gritar de placer, me chupaba el cuello de una forma que hacia tiempo que no lo hacia, me lamió los pezones y me los mordió con mucha ansia, un placer increíble que no había sentido antes. Cuando llegue a otra vez al orgasmo fue bajando poco a poco y empezó a chuparme entre mis grandes tetas y alrededor de mi ombligo para acabar en mi coño, los labios exteriores y las ingles, lo hacia despacio y con mucha delicadeza por encima del tanga que estaba empapado con mis jugos después de los orgasmos que me había hecho tener con sus experimentadas manos. Después me quito el tanguita y me chupó y mordió el clítoris y los labios que estaban hinchados a causa de mi gran excitación haciéndome llegar al orgasmo de nuevo. El seguía jugando con su lengua hasta chapármelo todo metiéndola dentro de mi coño y tragándose todos los jugos que salían de el no parando hasta que tuve otro orgasmo, me encantó. Nos besamos con muchísimo deseo y nos mirábamos igual, como diciéndonos que queríamos mas el uno del otro.

Entonces yo baje para lamerle a él su polla y sus testículos, cosa q le gustó mucho, es verdad que lo hice como no lo había hecho antes, ya que estaba muy excitada y sentía que chorreaba por él y su polla estaba tan erecta y deseable que no me pude resistir. Se la chupé y meneé a la vez, él me decía que no parara que siguiera que se iba a correr, lo hice hasta que su leche caliente entró dentro de mi boca y me la trague toda dejando un gusto a el que me encantaba.

Los dos nos miramos y sabíamos que queríamos que me la metiera, empezó poco a poco haciéndome tener el enésimo orgasmo de la mañana, yo estaba exhausta pero el seguía y seguía cada vez mas fuerte, yo no paraba de gemir y clavarle las uñas en la espalda y el me preguntaba que si me gustaba a lo que respondía casi en susurros y sin aliento que si , que me encantaba que no parase que me llegaba otro orgasmo, este fue el mejor ya que nos corrimos a la vez, el me lleno con su leche todo el coño y cuando la saco me chorreaba por mi culo, nos miramos a los ojos sabiendo que estábamos mas que satisfechos. Después volvimos a follar un par de veces mas, para terminar de desfogarnos, en verdad fue una mañana muy intensa y con muchas ganas de repetir.