Una mañana cualquiera lloviendo
Tire de su pantalón hasta sus tobillos descalce uno sus pies, echando su botín a un lado y me dispuse a quitarle un solo pernil, dejándola con esas coquetas braguitas rosas de ositos.
Una mañana cualquiera lloviendo
Muy buenas a todos, desde este medio os hago saber de mis experiencias algunos los llamara confesiones, yo las hare llamar… experiencias autobiográficas. Me ocurrió el pasado enero… un día como cualquiera de lluvia, siendo las 8:45 horas de la mañana y de camino hacia mi oficina, me encontraba detenido en medio de la avenida por causa de un atasco. Pues como bien sabemos todos no hay nada peor para el trafico que encima se ponga a llover, sumándole a esto los autobuses escolares, las bicicletas que van por el asfalto en vez de su carril bici y decenas de obstáculos más.
Como os he dicho estaba lloviendo mucho… estaba dentro de mí coche en pleno atolladero, detenido frente a una parada de bus… me dio por mirar y ahí la vi, una chica de no más de 22 años… morena de largas melenas, delgada, muy hermosa de rostro y delgada. Vestía vaqueros, camiseta de tirante negra, una camisola encima de color beige, chaqueta de cuero y deportivas blancas, estaba pensativa mientras sujetaba contra su cuerpo una carpeta, colgándole de su hombro derecho un bolso negro y de su mano un cigarro.
Creo recordar que fue ella misma quien me saludo… al levantar su mano izquierda y con varios de sus dedos moverlo, callado me quede… mirándola. Esta dio un par de pasos hasta llegar a mi ventanilla… mientras se mojaba, haciéndome señas a modo de que la bajara… la baje, preguntándome…
- “Perdona que te asalte de esta manera, se que no nos conocemos de nada, si pasa cerca de la Facultad “Tal”… me harías el grandísimo favor de acercarme”, me dijo.
Cosa que acepte… lo de “Tal” era que no es preciso deciros la facultad de la chica, no nos interesa a ambos poner más datos de los que me ha permitido. Nada más sentarse y antes de ponerse el cinturón de seguridad… opto por quitarse la chaqueta de cuero, quedándose en con el resto como es habitual, una mirada mía recorrió su figura… asentando el pedazo de hembra que es, cosa que creo que se dio cuenta pues soltó una breve sonrisa.
Durante el trayecto que en verdad no se tarda más de veinte minutos… tirando a más, tardamos cerca de media hora o un poco más debido a la lluvia, cosa que ella agradeció más al hacerme saber que en el bus… se pondría en una hora u hora y medía. Comenzamos a hablar sobre el tiempo… luego continuo por la música, pues se extrañaba el tipo de música que escuchaba, ya que ella creía que por mi edad escucharía algo relacionado no algo moderno.
De la música pasamos a la moda… haciéndole cumplidos por su vestimenta, pero confesándole que mis gustos van más hacia las faldas y prendas sencillas, llegándole a dejar caer que incluso era fetichista de las medias y ropa sexy. Las risas impregnaban el buen ambiente y sobre todo su linda sonrisa, luego pasamos a hablar de la familia. Le hice saber que soy un hombre felizmente casado y padre, confesándome ella que tiene novio desde los 17 años y que es una mujer de principios, refiriéndose a ser le fiel y no precisamente al sexo. Pues aunque me reconocía que eso de llegar virgen al matrimonio hubiera estado bien en mi tiempo, pensaba que ahora es algo pasado de vida. Bueno como habéis visto… el tema fue cogiendo una vía hacia el sexo… quizás fue cosa de ambos, me pregunto por mi punto de vista y le hice saber que yo soy liberal, considerándome muy ardiente o al menos eso dice mi mujer, necesitando de echar uno al menos diario sí ella me lo permite y si aguanta hasta dos.
Recuerdo su rostro perplejo… no creyéndome y acusándome de fantasma, pues dada mi edad estaba seguramente ya en picado o con ayuda de alguna sustancia. Por sus palabras le hice ver que posiblemente su novio no le daba lo esperado dado la edad y juventud, pero tranquilizándola a modo que le diera tiempo pues con amor e incluso juguetes podría solapar las necesidades, soltándole una risa burlona. Tuvimos un silencio casi sepulcral de no más de minutos… tiempo que llegamos a su facultad, deteniendo mi coche a varios metros de su facultad como me indico ella pues no deseaba que la vieran quien la había traído, sugiriéndole dejar mejor en el aparcamiento subterráneo que hay bajo el edificio de enfrente.
Tras entrar en este y estacionando mi coche en un extremó, llego la hora de la despedida y cuando nos fuimos a dar un beso. No entiendo aun su comportamiento… pues ese beso fue un pikito, me separe mirándola y sus ojos eran de deseos… creo recordar que fue en el momento en que en que se iba a disculpar. Cuando le estampe un beso… pegue mis labios a los suyos, abriendo esta la boca y nuestras lenguas se unieron, estuvimos un rato que dio para algo más.
Dio tiempo para caricias y no me refiero las que das cuando besas por su rostro o cuello, sino aquellas que impartes cuando estas a mil… mis manos comenzaron por acariciar sus senos, mientras ellas comenzaba a gemir y sollozar... al tiempo que me pedía que me detuviera, cosa que ella no me separaba y menos tenía intención para hacerlo también.
Mientras que mi mano derecha se había metido por dentro de su camiseta de tiranta… tocando la suavidad de su piel al tiempo que ella se estremecía. Puse mi mano izquierda sobre sus muslos… acariciándolos, subiendo cada vez más hacia su entrepierna… cosa que ella deseaba pues fue separando sus muslos. No retardando mas los deseos… pegue mi mano a su ingle y restregar mis dedos por encima de su pantalón sobre su clítoris, soltando ella un gemido entre insultos. Le quite la camisola… al tiempo que ella desabrochaba el botón de mi pantalón, bajaba la bragueta e introducía su mano dentro de mi bóxer al tiempo que soltaba…
- “Ostia la leche, con semejante pollon no me extraña que tu mujer este contenta, pues solo faltaría que lo supieras utilizar como Dios manda”, me dijo.
Recuerdo que quise ponerla encima… cosa que ella me lo impido, pues según me hizo saber que deseaba catarla antes de hacer cualquier cosa, pues teníamos tiempo para un rapidito. Antes de dejarla inclinarse… desabroche también el botón de su pantalón, baje su cremallera y al tiempo que ella se inclinaba, baje un poco su pantalón.
Tomo ella mi polla por mi tronco con su mano derecha al tiempo que con la izquierda se apoyaba en mi asiento, puse mi móvil colgado en el volante a modo de no perderme ningún detalle suyo (obviamente se que obre mal, pero deseaba tener constancia de lo bien lo hacía). Sigo, condujo mi glande a su boca y observe como la restregó por sus labios… separándolos y dejándolo entrar un par de centímetros, volviéndola a sacar para comenzar a pajearmela al tiempo que la besaba y lamia… mmm. Continuando por dejar caer una saliva y volvérsela a introducir dentro de su boca, saboreando y disfrutando de esta hermosa chiquilla.
Yo estaba acariciando sus cabellos con mi mano izquierda al tiempo que con la derecha acariciaba su espada, no antes de no haberle subido la camisola y camiseta de tiranta… acariciándole su esbelta espalda, solté su sujetador e incluso deslice mi mano entre su cuerpo y brazo… rozando la aureola de su seno, soltando como si fuera un maullido de gusto. Continuando por retirarla y descendiendo hasta sus nalgas… acariciándolas con suavidad e ir poco a poco magreando con fuerza, tirando de su pantalón hacia abajo para continuar por introducir mi mano entre sus muslos. Llegándola a escuchar a ella misma decirme, una vez saco mi polla de su boca…
- “Sácame el pantalón… quítamelo, por favor… ooohhh!!!”, soltándome.
Tire de su pantalón hasta sus tobillos… descalce uno sus pies, echando su botín abajo y me dispuse a quitarle un solo pernil del pantalón, dejándola con esas coquetas braguitas rosas de “ositos”. Introduje mi mano por dentro de sus braguitas desde sus nalgas… me adentre entre sus muslos, separándola esta y con mi dedo corazón deslice la yema de mi dedo por sus labios vaginales hasta su vulva… mientras soltó un gemido… ooohhh!!!. Comenzando a juguetear con su clítoris… restregando la yema de mí dedo de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha… no dejando esta de suspirar entre convulsiones, alternando con su vulva que dando su apariencia estaba como ella… a mil. Rogándome…
- “Más rápido… por favor, ahí… si hay, sigue… ahora”, me soltaba entre gemidos.
Levantándose como un resorte pero eso si con un polla en mano, miro hacia donde tiene el reloj mi coche y soltó…
- “Tenemos tiempo… podemos rapidito”, dijo y continuo.
- “Tienes preservativo”, me pregunto.
- “No… no suelo llevarlos, no suelo usarlos porque estoy operado y la verdad es que este tipo de cosas no suelen pasarme”, conteste.
- “Vale”, me contesto.
Acto seguido se puso sobre mí… colocando una pierna a cada lado al tempo que tomaba mi polla y ella misma la conducía, tras dejar mi glande presionando su orificio vaginal al tiempo que yo la tenia sujeta por sus caderas. Sus ojos eran de deseo y al tiempo que ella ambas manos sobre mis hombros, me soltó…
- “Ve despacio... por favor”, me dijo.
Comencé muy despacio… dejándola caer lentamente, sujetándola en todo momento… marcando las embestidas, mientras ella gemía y suspiraba… pidiéndome que más, cosa que fui acelerando pero siempre marcando yo el ritmo. Nos besamos y echando hacia arriba sus prendas… pude por fin besar sus senos, dejándome que los mordisqueara pues me lo había ganado, succionaba sus pezones… mientras acariciaba sus nalgas y envalentonado penetraba con uno de mis dedos su orificio anal.
No dejábamos de mirar hacia nuestro alrededor no vaya ser que fuéramos sorprendidos, pero tampoco dejábamos de follar… pues ninguno de los dos deseaba pararnos… ooohhh!!!. Entre gemidos logro su primer orgasmo y más lejos de dejarme de tal manera pues le propuse dejarlo, me hizo saber que continuaría hasta lograr que me corriera… aunque tuviéramos que estar toda la mañana. Creo recordar que fue en ese momento en que le propuse sentarnos en el asiento trasero, dudosa al principio pero acepto mas ante mis palabras de estar más a gusto, continúe por sugerirle cambiar de posición… haciéndole nuevamente saber si deseaba que me viniera.
Senté a ella en el asiento trasero… separe sus muslos y me adentre hasta comenzar a saborear ese tesoro que tenía, lamí cada milímetro de su ingle… chupe tanto su vulva como su clítoris, me ayude con uno de mis dedos mientras jugueteaba con sus labios vaginales, continuando con dos por penetrarlas y lograr un nuevo orgasmo. Mientras se estremecía presionaba mi nuca a modo de que no la apartara, haciéndome saber que entre por su parte y gemidos había vuelto a obtener un nuevo orgasmo.
Deseando ella que la penetrara de la forma tradicional… cosa que hice, pero la verdad no gozaba nada más al verla tan sumisa y obediente, acatando cada una de mis propuesta ya sea penetrarla de lado o por detrás… gozando ella. Note que ya demostraba síntomas de cansancio y ante la hora, acabe por sentarla sobre mí y de espalda… penetrándola desde atrás, comencé a moverla con fuerza… aprovechándome la postura para magrear sus senos e incluso para hacerle un dedo
Tome sus cabellos y cerrando mi mano… tire de ellos mientras la penetraba… me encontraba fuera de sí, mordí sus labios mientras nos besábamos… golpee sus senos, aceptando ella a todo lo que le estaba haciendo, asentía con gran placer hasta que por fin me vine, rogándome ella que me viniera afuera… cosa que hice, viniéndome sobre sus nalgas y espalda.
Descansamos unos minutos, le ayude a limpiarse y vestirse más tranquilos, dándonos cuenta del tiempo que hemos estado follando, haciéndome saber que llega tarde a clase una hora… pero lo que hemos hecho a merecido la pena, pues con su novio no hubiera llegado al segundo orgasmo y menos aun haber pasado del cuarto de hora. Tras la despedida que intercambiamos los móviles, acabo por decirme…
- “Mañana a la misma hora en la parada”.
- “Claro que sí… cielo”, le conteste.
Sugiriéndole que viniera en falda más por hacerlo más rápido, prometiéndole que no por ese motivo no iba a ser menos gratificante. Desde el pasado enero hasta junio hemos mantenido el contacto, viéndonos luego de forma ocasional más cuando ella lo desea y claro… un poco a conveniencia de ambos, actualmente aun continua con ese novio que comenzó el noviazgo a los 17 años, continua siendo una novia convencional… pero con mucha experiencia.
Mientras que a mí me da igual el sitio mientras gocemos ambos, pues para el momento que vamos a disfrutar el lugar es lo de menos.
Bueno espero que os haya gustado tanto como me gusto a mí, vale os dejo y espero que no seáis muy crueles conmigo, aunque sea un pervertido como tanto dicen que soy, mi email es Jhosua 1970 @ gmail . com, besitos y hasta pronto.