Una mañana contigo, completo
El encuentro que esperábamos.
Estaba conduciendo hoy hacia mi trabajo. Me sentía malhumorada y al mismo tiempo con ganas de sexo. Haciendo cuentas me percaté de que estaba ovulando y ahí el porqué de mi malhumor y de mis ganas imperiosas de sexo. Entonces empecé a pensar en nuestra conversación de anoche, en cómo de repente desapareciste y en que me gustó tu voz y la forma en que pronunciabas mi nombre...
Imaginé entonces un encuentro entre tú y yo, el encuentro que queremos y que probablemente nunca llegará. Imaginé que un día me esperarías en ese hotel rural del que ya hemos hablado. Quedaríamos a las 9 de la mañana y tú ya me estarías esperando en la cafetería del hotel, puntual, deseoso de conocerme y de comprobar a qué huele mi piel. Llego 5 minutos tarde, me acerco a tu mesa y observo cómo me miras... Me señalas tu reloj reprochándome que te hiciera esperar, pero estás sonriendo y en tus ojos noto cómo asoma el deseo.
Me preguntas si me apetece tomar algo, me acerco a tí y susurrándote te digo que no, que sólo quiero subir a la habitación y descubrir a qué sabe tu boca. En el ascensor te acercas despacio a mí y me besas en el cuello desde atrás, hueles mi perfume, y cuando te acercas más ya noto que estás excitado. Eso hace que yo desee llegar ya a la habitación, que mi sangre corra alborotada hacia mis sienes sintiendo un deseo que ya no puedo parar.
Mientras recorremos el pasillo hacia la habitación noto mi excitación y la tuya. Abres la puerta, la cierras despacio y allí mismo apoyada contra la puerta, empiezas a besarme. Me das la vuelta y desde atrás me acaricias el cuello, bajas hasta la espalda y me agarras el culo. Metes tu mano por mi pantalón y me acaricias la ropa interior. Abres la cremallera y metes la mano por mis braguitas. Cierro los ojos y noto cómo me acaricias...notas lo húmeda que estoy... por fin tengo tu mano donde quería tenerla todo este tiempo, por fin estás en el sitio que te ha esperado con ganas durante estos días, y me acaricias despacio, tomando tu tiempo, y muy pegado a mí noto cómo tus ganas crecen y ya no hay nada que nos pare.
Me bajas la ropa interior y el pantalón y sin decirnos ni una palabra entras en mí despacio pero con ganas, y te oigo susurrar mi nombre y me dices cuántas ganas tenías de hacer esto, de sentirte dentro de mí, de saber cómo sería estar así conmigo...y me agarras de las tetas, todavía tengo la camisa y el sujetador puestos, pero no importa, notas mis pezones erectos y eso te gusta... empiezas a follarme con todas tus ganas, con las mismas ganas que has tenido todo este tiempo, y siento un gran placer, gimo y me apoyo con las manos abiertas contra la puerta mientras tú te mueves sin parar haciéndome sentir un placer inmenso...subes mis brazos y los sujetas con los tuyos y ahí tu placer es frenético... me gusta, me gusta y te lo digo...te pido que sigas, que no pares, que sigas aún mas...bajas tu mano hacia mi coño y empiezas a acariciarme... mi placer ya es enorme y sé que me correré pronto, que me estás llevando a un límite de goce que pronto culminará en un orgasmo delicioso y te digo que te corras dentro de mí, que quiero sentir tu placer inmenso en lo más profundo de mí, ese deseo que has estado sintiendo estos meses, quiero que estalle dentro de mí....me llevas a un orgasmo sin fin y tú te corres también con desesperación, con las ganas acumuladas de días y días de deseo...tu polla ha estallado dentro de mí derramando todo un caudal caliente que busca los recovecos de mi cuerpo. Me giras hacia tí y me besas en los labios suave y mirándome a los ojos.
Nuestro deseo no ha hecho más que empezar. Vamos a la ducha juntos... ahora me quitas la ropa que aún me queda despacito. Me observas. Me miras y yo te quito la camisa, te desabrocho los botones despacio. Noto tu perfume. Me gusta. Te beso el cuello, los hombros, bajo hasta el pecho, tus pezones, los lamo despacio y sé que te pone y que estás disfrutando. Bajo con mi lengua hasta tu ombligo, y desabrocho tu cinturón. Te quito el pantalón y los boxers. Me agacho y paso tu lengua por tu polla. Me gusta. Entramos en la ducha. Me enjabonas y me lavas bien, me pones la mano en el coño y notas cómo el clítoris está completamente hinchado, esperándote...el agua cae sobre nosotros... y no queremos que el tiempo pase... salimos de la ducha, nos secamos lo justo y me tumbas en la cama...me abres bien las piernas y quieres comerme el coño, quieres saborearlo, quieres hacer todo lo que tantas noches has imaginado...Yo deseo que lo hagas, que tu lengua me haga sentir un placer intenso y frenético como hacía tiempo no sentía y que note que te gusta, que te produce placer sentir mi coño en tu boca y te deleitas con su sabor...Siento tanto gusto que tengo que agarrarme a las sábanas... te separo de mi coño y te beso, quiero saber a qué sabe mi coño, quiero mezclar sabores, olores y fluidos, quiero mezclarme contigo. Quiero comerte ahora yo a ti, quiero comerte la polla, chuparte los huevos, mojarlos con mi saliva y despacito meterlos en mi boca, quiero lamerte, saborearte y sentir todo tu poder en mi boca.
Estás de pie y yo agachada. Me agarras del pelo y me dices cuánto te gusta todo lo que yo te hago. Te como la polla, primero despacio, aprendiendo cómo disfrutas más, oyendo cómo gimes y después con más fuerza, con pasión, con deseo, te miro y me doy cuenta de tu cara de placer, de cómo me miras mientras te lamo y de cómo me deseas... te llevo a la cama y te pido que me folles, que quiero ser solo para tí y que quiero ser tu perra...que quiero que me folles fuerte sin parar hasta que yo te diga que ya no puedo con tanto placer, quiero que me dejes exhausta, que me quede temblando de tanto gozar, quiero que no se me olvide nunca esta mañana contigo...