Una mañana con Mamá

Mi primera vez con mamá fué una mañana en que nos encontramos solos en casa...

Hace mucho tiempo que necesito comentar esto con alguien, tengo 24 años y lo que relataré sucedió cuando tenía 21. La verdad es que siempre tuve miedo de acercarme a mi madre de una forma sexual, para ser sincero todavía siento lo mismo, pero el placer que se siente al tener relaciones con ella es incomparable, debo reconocer que por ella conocí el verdadero amor por una mujer.

Desde los 15 años aproximadamente que empecé a sentir atracción física por mamá, debió ser por el despertar de las hormonas. La cosa es que actualmente ella tiene 50 años y a la fecha que tuvimos nuestro primer encuentro tenía 47. Debo señalar que el rostro de mi madre no se parece en nada al mío (lo que sin duda facilitó las cosas), mide 1.65 aprox. Y la verdad es que no tiene un cuerpo privilegiado, tiene el pelo corto y castaño, sus tetas son relativamente grandes pero bien formadas, con pezones bien definidos y de un color café claro. Su culo es pequeño pero también bien definido, su tez es blanca, y su vagina cubierta de un bello púbico bastante tupido. Su contextura es mediana, tiene un poco de panza pero supongo que esta bien luego de haber tenido 4 hijos, de los cuales yo soy el mayor.

Con mi madre siempre hemos tenido una excelente relación sin pasar a una confianza desmedida, si bien el trato que tenía con ella no era de "amigos" nos manejábamos con respeto y cariño. Era muy común eso sí que nos abrazaramos o nos besáramos como muestra de afecto, incluso nos acostábamos juntos a ver televisión o simplemente para masajearle la espalda. En general todos mis hermanos se conducen de la misma forma lo que facilita que mi actual relación parezca normal.

La cosa es que ella no se lleva mal con mi padre, es mas, mantienen una relación ejemplar. En lo sexual creo que también, pues de pasada he escuchado conversaciones de mi madre con mis tías en las que afirma que nunca ha tenido que quejarse por el desempeño de papá. De esto deduzco que se relaciona conmigo solo por el amor que me tiene y por que obviamente también disfruta de mis juegos.

Mi mamá es una excelente mujer como persona, es tierna, preocupada, atenta, seria y muy señora. Esto que a simple vista no me producía ninguna excitación, cambió un día en que me encontraba ordenando su dormitorio y encontré una ropa interior sumamente provocativa, eran varios calzones como hilo dental con adornos provocativos. No pude evitar imaginar a mamá colocándoselos para calentar a papá para luego cambiar a este último por mi imagen. Mamá sin duda disfrutaba del sexo aunque no lo demostraba. Con la sola imagen de mi madre cogiendo con papá me calentaba sobremanera, y ya de imaginarla conmigo las pajas eran eternas.

Todos los días mi papá partía temprano a dejar a mis hermanos menores al colegio, yo como estaba en la universidad tenía horarios mas flexibles lo que me permitía salir mas tarde.

Un día estando en mi dormitorio y siendo las 8 am. Aprox. Tenía como todos los días una tremenda erección, mi pene mide casi 20 cm. Lo que no lo hace despreciable. Mi madre estaba en la cocina ordenando los trastes del desayuno cuando de repente sentí que iba a pasar por fuera de mi pieza. Tenía la puerta abierta y en la calentura rápidamente me saqué los calzoncillos y me destapé, quedando solo en camiseta con mi verga descubierta y haciéndome el dormido. Mi idea era solamente que me viera para así excitarme y poder echarme una paja al levantarme.

Pero me sorprendió pues entró a mi dormitorio, sentí que me miro, luego me tapó y se fué. Pensé que consideraba normal la erección de mi miembro, con mi padre le debe haber pasado, pero esto luego descubrí que solo era para disimular su intención pues ella también se había calentado. Digo esto por que a continuación volvió a entrar y me dijo que ya se iba al trabajo, con los ojos entreabiertos pude notar que todavía estaba en pijama, el cual solo es un camisón que le llega un poco mas abajo del culo. Yo sabía que mamá acostumbra a dormir sin calzones y lo mas probable es que ese día todavía no se los había puesto. Entre dormido le dije con voz tierna:

Antes de irte acuéstate un ratito conmigo...

Que regalón eres...está bien.- respondió con su gentil tono.

Ya lo había hecho otras veces pero nunca en la mañana y menos en pijama, sin embargo accedió a mi petición y se metió en mi cama de espaldas a mí. De inmediato me aproveche de la situación y la abrace, me pegue a su cuerpo y para tantear la situación rocé mi pene con el final de su espalda de lo cual no noté reacción. A los pocos minutos mamá parecía haberse vuelto a dormir. Entonces dirigí mi miembro un poco mas abajo tocando sus nalgas y luego su culo. Tampoco tuve respuestas y mamá dormía. Aproveche de llevar una de mis manos a su pecho para tocar aquellas tetas que me habían amamantado y hoy tanto me calientan.

Fu entonces cuando noté que no estaba dormida y que con su mano se acariciaba su vagina, no nos dijimos nada y continué en mi aventura. Presioné mi cuerpo con el de ella de modo que francamente mi verga estaba por entrar a su ano. En ese preciso momento, y estando de lado levantó su pierna cogiendo mi pene por debajo de su vulva y se lo acomodó entre sus piernas.

Yo solo me dejé llevar. A esas alturas los dos transpirábamos de calientes y asumíamos lo que iba a pasar, con un poco de fuerza la penetré silenciosamente y escuche:

Ahí cariño,ahí...-

Estaba en el cielo, comenzé a bombear suavemente, por detrás,y sentí como de a poco sus líquidos corría por mi falo. Solo había penetrado a una mujer una vez anteriormente por lo que todo ese ejercicio era aún mas dulce.

Mamá respiraba fuerte y mi verga entraba y salía por su vagina lentamente pues todavía no lo podía creer, conjuntamente noté que ella se masturbaba. La posición era incomoda pero no importaba.Su respiración cada vez era mas fuerte, parecía que no quería gemir. De pronto me detuve y turbada me pregunto:

Que pasó...-

Nada, estoy incomodo y esto no está bien- yo decía esto rezando por que continuar con nuestro juego.

A lo mejor no esta bien- Me dijo suave y dulcemente – pero ya estamos en esto-

A continuación me dio un beso rozando mi lengua con la suya. Tomo mi mano y la puso en su concha.

vez que estoy caliente igual que tú, terminemos y después vemos-

Sus palabras cayeron del cielo, giramos y no pusimos frente a frente yo encima de ella, le saque el camisón quedando sus pechos descubiertos y me puse a mamarlos y morderlos descaradamente. Seguíamos en silencio. Bese todo su cuerpo hasta acercarme a su monte de venus, mis manos recorrían sus nalgas hasta que de pronto, mientras la besaba introduje con furia tres dedos en su ano.

No¡¡¡, por ahí de a poco, trata con un solo dedo, pero te advierto que no me he duchado...

Yo no decía nada, hice caso retiré un par de dos y seguí masajeando su ano con uno. Sumergí mi cabeza en su entrepierna y comenzé a lamer toda su zorra, al principio sus capas internas, luego trasladé mi mano desde sus tetas hasta abajo y abrí su vagina, parece que demasiado, debido a la excitación, por que exclamó:

No tanto, no tanto... ahora sigue...

Sus interiores estaban rojos y húmedos, olían maravilloso, busqué hasta encontrar su clítoris y me quedé ahí, era primera vez que lo veía, era grande y estaba duro, lo que me motivó morderlo suavemente mientras introducía mis dedos en el resto de su vagina.

Mi madre quería revolcarse del silencioso placer que le estaba dando, dio un manotazo y botó la lámpara y los objetos que tenía en el velador, se conotorsionaba, sujetando fuertemente uno de mis cojines. Le lamía su concha, le metía un dedo por el culo y dos por su zorra, todo en silencio. Sentía como progresivamente se mojaba, los dos transpirábamos mucho y gemíamos, sentí que mi verga iba a explotar.

Con esfuerzo me detuve y me paré para prender la luz ya que estábamos casi a oscuras.

que haces....

nada, es que quiero mirar- ella se masturbaba.

Apurate...

Mamá...

Que?

Puedo darte por el culo...

Hijo, soy virgen por ahí, pero nada perdemos con intentar, sigamos y después vemos.

Me acerqué a la cama pero esta vez con decisión abrí sus piernas, su coño era muy peludo, digo era por que se lo afeité, pero eso es motivo de otra historia. Como decía era muy peludo y negro azabache, los pelos casi llegaban a sus muslos. Tome sus pies y se los levante, puse sus piernas en mis hombros y me acerque para besarla.

por favor no sigas...solo penétrame para acabar luego

espera, quiero que sea inolvidable- respondí y la seguí besando.

Entonces sin gran esfuerzo volví a introducir mi estaca en su concha de una sola vez, fuerte y hasta el fondo.

mas despacio hijo- eso era lo maravilloso, mamá me guió todo el tiempo.

Mi miembro entraba y salía al igual que sus jugos, lentamente, de pronto se salió del lugar y ella sin esperar lo cogió y se lo volvió a introducir. Yo no podía creer lo que sucedía, hasta hoy no lo creo. Con fuerza me afirmaba el culo y lo empujaba para coordinar la penetración, nos besábamos.

Puse mis manos en sus labios para que sintiera sus propios sabores, sus jugos, su ano y empezó a chupar los dedos con muchas ganas. Yo seguía bombeando, estaba por terminar, ella ya había tenido varios espasmos que me permitieron saber de sus orgasmos, le advertí que me venía.

No espere hijo, aguante....- sacó mi pene de su vagina y se dio vuelta acostándose de espaldas a mí, no lo podía creer quería que la culiara.

Hijito, nunca lo he hecho por aquí, supongo que tú tampoco así que tengamos cuidado, empieza con dos dedos- se puso de rodillas sobre mi cama, tenía a mi mamá en cuatro patas.

Con cuidado y lentamente introduje los dos dedos, pero su orificio, quizás por el miedo estaba muy cerrado.

Mamita, relájese...

Asegurémonos, ve a buscar la vaselina que está en la gaveta del baño...

Con toda mi ansiedad por ver lo que me venía y con mi órgano mas erecto que nunca corrí al baño y rápidamente volví. Mamá estaba en la misma posición, en cuatro, pensativa, parecía que se quería arrepentir, pero continuó.

Ahora sí, con dos dedos...

Lentamente metía y sacaba, con mas facilidad por la vaselina, ya no quería más y me detenía a tantear si mi glande cabía en su orificio, pero no, tenía que volver a los dedos.

De pronto la cabeza de mi miembro entro.

Lo sentí... Ahora sigue- dijo mi madre.

Su ano era mas apretado que los labios de su vagina, la penetración producía en ella una contracción en su esfínter que presionaba mi miembro otorgándome incalculable placer.

Mis manos recorrían sus pechos y con mis dedos apretaba sus pezone erectos.

Te duele?- le pregunté

Un poco pero está bien, dale, dale...

Seguía bombeando lentamente para no lastimarla, pero ya estaba por irme nuevamente, se lo advertí.

te puedes correr en mi interior, me da lo mismo, pero no pares- mi madre movía su culo en forma de ocho, para adelante y para atrás. Yo estaba loco. Saqué mi verga mis bolas a esas alturas me dolían. Se dio vuelta, me miró, cogió mi miembro y me dijo:

que pasó?

No se si está bien pero quiero correrme en tu boca, puedo?

Para eso tengo que mamártela....OK-

Tomo mi pene todo venoso y lo llevó hasta el fondo de su boca, sentía su garganta y el roce en mi glande me iba a ser estallar. Hasta que no aguanté más y derramé toda mi leche en su boca, cubriendo sus dientes, la retiré y bañé sus pechos, mi mamá sostenía mi verga en sus manos, la besaba ya estaba lacia, terminaba de saborear mi semen.

  • Está rico-

Yo tenía espasmos y tiritaba de placer, mi madre toda transpirada secaba en mis sábanas su cuerpo cubierto de leche.

Nos tenemos que duchar, amor...

Casi no podía sostenerme en pié y veía que teníamos para mucho rato. En ese instante decidí no ir a clases...

Continuará.