Una mami bien atendida 1a parte (corto)

Un striper decide saciar a su mami

Desde que comencé con esto de ser stripper me han pasado muchas cosas, tal vez algunas muy excitantes pero ninguna como la de aquella noche, antes de nada tengo que presentarme, me llamo Sebastián y si quieren conocer algo de mi es que estoy muy nalgón, desde que era muy chico me di cuenta que las chicas se vuelven locas con un buen culo, en la secundaria muchas me lo agarraban, bueno casi me lo exprimían, incluso una maestra, la de ingles una tarde al salir me pidió que me quedara a borrar el pizarrón, se acerco y me agarro las nalgas, y me susurro “que rico ha de estar lo demás” para que decirles que me la cogí una semana después en el baño, desde entonces supe que a las mujeres les vuelve loca un buen cuerpo.

Comencé desde muy chico con el gim y ya en el último año de prepa mi instructor me invito a ser parte de un club de strippers, me dijo que tenía el cuerpo y que podría ganar un buen dinero, así que acepte, me divertía mucho bailando y poniendo calientes a un montón de viejas, la historia que les voy a contar empezó así.

Una tarde al salir de la ducha entre a mi cuarto todavía con una toalla, cuando entre me di cuenta que mi madre me miraba desde la puerta, me miraba como una de las clientas, le hable por su nombre y reacciono, me dijo que esa noche sarria con sus amigas y que llegaría tarde, le dije que no habría problema que y iría a trabajar, ella pensaba que trabajaba de mesero.

Esa noche me acorde que era noche de old ladies, pues solo iban señoras mayores de cuarenta, sin más comenzamos, la primera hora estuvo tranquila, pero después de terminar, una señora se me acerco y me dijo, debes tener muy bien atendida a mami, esa palabra me turbo, debo de admitir que un buen cuerpo de cuarentona me pone a mil y mi madre no está nada mal, pero no me había imaginado eso, será que mi madre me deseaba como esas clientas, sin más me dispuse a mi siguiente actuación, he de decir aquí que mi show tiene algo especial, pues subimos a una clienta y nos desnudamos frente a ella luego, mientras las otras gritan, detrás de la toalla que nos esconde invitamos a que nos hagan una mamada, por lo regular no aceptan y luego al final, fingimos estar penetrándolas ya completamente desnudos, las clientas por lo regular simplemente nos agarran las nalgas, algo que me pone a mil, pero he de decir que algunas veces algunos de mis compañeros si se han cogido a las clientas, una vez por ejemplo uno se la tiro frente a todas sus amigas de una despedida de soltera.

Así que esa noche después de comprobar que todo estaba en su lugar, salí y me encontré con el mismo montón de viejas cuarentonas, empecé a contorsionarme y a desnudarme mientras sentía que me daban nalgadas, me ponía cada vez más caliente cuando lo hacían, y pasamos a la otra parte del show, invitamos a subir a una clienta, entonces note que la que mi compañero había elegido era…mi madre, se veía muy hermosa y no pude menos que quedarme un rato congelado, en un segundo, le hice una señal a mi compañero e intercambiamos, me quede viendo como mi madre, me veía con lujuria, bailarle casi desnudo y cuando mi amigo y yo nos fuimos detrás del escenario a desnudarnos y ponernos la toalla, me dijo.

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Esta rica la vieja ¿verdad? Por eso te la cedí, te toca una buena mamada, de seguro te la dará, la muy puta se me agarro del brazo para subir, esa quiere verga.

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Sí esta buena, gracias.

Cuando salimos me encontré con mi madre que me miraba atentamente, empecé a bailar y cuando abrí la toalla sin esperar si quiera mi madre se la metió a la boca, mi compañero me miro e inmediatamente se empalmo y es que la imagen no daba para más, mi madre se estaba atragantando con mi verga metida hasta la garganta, entonces cuando llego el turno de acomodarse para el coito fingido mi madre, se abrió de piernas y enseño que no llevaba ropa interior, mi compañero lo vio y su toalla se alzo aún más, estaba delirando sería realmente real, entonces me acomode, tratando de evitar el contacto, estaba muy excitado pero a la vez asustado, pero mi sorpresa aumento cuando mi madre se acomodo mi verga, entonces al retirarme la toalla y escuchar los vítores de las viejas, y mientras evitaba empalmarme, mi madre me dio una buena nalgada que saco muchos gritos de euforía y mientras todos gritaban me dijo, esas pinches nalgas tuyas ya me tenían bien caliente, no necesite de más, me puse a mil y se la metí hasta el fondo, entonces todos se quedaron callados, hasta mi compañero que estaba en lo suyo con una mojigata, se le desorbitaron los ojos y se quedo petrificado viendo como se la metía y como gemíamos los dos, como animales, entonces todas gritaron justo cuando sentí como se derretía mi madre llevada por un orgasmo.

Después de esa noche, mi jefa me suspendió por un mes, pero no perdí la práctica, pues ahora entreno, muy agusto y rico en casa, y ahora sí que tengo a mi mami bien atendida.

¿desean una segunda parte ampliada?