Una madura me sometió

Un fin de semana en carpa termino en sexo y lujuria a causa de una señora muy caliente.

Una madura me sometió

Esta historia sucedió hace ya un tiempo para mi cumpleaños número 28 en el cual a manera de festejo decidí en conjunto con unos amigos pasar un fin de semana en carpa cerca de un balneario de moda en la provincia de Córdoba al que llegué una mañana lluviosa del mes de Febrero en compañía de dos amigos, una carpa para cinco personas y pocos víveres, pero si con el ferviente deseo de pasarla lo mejor que uno pueda con mas intenciones que dinero en efectivo.

El día no invitaba a nada y parecía no tener intenciones de mejorar por lo que la primera noche salimos a pasear cerca del balneario sin encontrar nada especial y para ser honesto los tres teníamos una ganas muy grandes de tener sexo con cualquier mujer sin importar la edad ni su apariencia por lo que esa noche terminamos durmiendo en la carpa emborrachados con vodka barato que habíamos comprado en la proveeduría del balneario por unos pocos pesos.

En el sector de carpas compartíamos el lugar con otras personas de diferentes lugares del país llamándome la atención una pareja madura (calculo unos cincuenta años) que acampaban a un costado de nosotros. Habían llegado el mismo día que lo hicimos nosotros en un auto antiguo que fue el motivo de charla de nosotros para con ellos ya que los días no permitían hacer nada, si hay algo que destacar son dos cosas una la manera que bebía el hombre terminando al mediodía y a la noche durmiendo la mona en un estado de ebriedad notable y la otra las tetas y lo bien que estaba conservada su mujer que era una cincuentona de pelo enrulado y portadora de un culo que hacía desviar mas de una mirada sin poder pasar por alto esos dos globos que tenía en sus pechos.

El segundo día fuimos invitados a almorzar por lo que compartimos una improvisada mesa con mis dos amigos sorprendiéndome que pese a la edad tuvimos una charla coloquial y sobre diversos temas siendo el sexo por sorpresa de todos mis compañeros y del que escribe el tema redundante en la charla dando cuenta que esta madura pareja tenía una vida sexual intensa.

Para no desentonar con los otros días el hombre termino borracho y acostándose a dormir en su carpa al igual que mis compañeros en la nuestra quedándome solo con la mujer acomodando las cosas, la conversación no se hizo esperar empezamos hablando de lo malo del tiempo y terminamos discutiendo temas de su pareja. Sin mucho problema me confesó que si bien lo quería no soportaba el alcoholismo de su marido y que últimamente no podía ni mantener una erección digna lo que le preocupaba por ser muy exigente en lo referido al sexo, al ser honesto esta conversación me dejo caliente y comencé aconsejándola en lo referente al sexo comentándole lo bien que estaba para su edad a lo que ella respondía que le parecía un muy lindo muchacho y que si tuviera unos años menos me hubiera hecho saber lo que era bueno, yo ni lerdo ni perezoso le dije que estaba en lo mejor de la edad y que estaba a su disposición para cualquier inquietud en lo referido al sexo, ella me hizo callar diciendo que ni lo sueñe ya que su marido era un enfermo de los celos y había lastimado a muchos que quisieron insinuarse con ella lo que me desalentó de una manera bastante brusca cortando la charla con eso y acostándome a dormir con mis compañeros hasta entrada la tarde.

Con las últimas gotas de luz del día no levantamos y preparamos para salir a una disco de la ciudad dejando encargado a la pareja nuestras cosas, una vez en el local bailable nos fuimos de copas y mis compañeros desaparecieron con sendas nuevas compañeras que estaban aun mas borrachas que ellos, yo que no tuve suerte seguí bebiendo hasta que decidí cortar y regresar al balneario ya que el alcohol y la soledad no son buenos compañeros.

Solo y triste emprendí la retirada llegando a los golpes a la carpa notando que nuestros vecinos brillaban por su ausencia observando que el hombre estaba tirado en la carpa con los pies fuera de la misma denotando que esa noche no había roto la racha de acostarse embebido en vino barato y su mujer no se veía por ningún sitio.

Abrí la carpa y me deje caer como un costal de tierra, tenía la vista nublada y por el cierre se colaban destellos de luz provenientes de las lámparas que alumbraban el sector de carpas, por un momento me pareció distinguir una figura que parada en la entrada tapaba la poca claridad que ingresaba pero las copas que había tomado hicieron su efecto y por un lapso de tiempo que no pude determinar quede en un estado de inconciencia al cual retorne con un poco de incomodidad al sentir unas manos que para mi sorpresa rodeaban mi cuerpo desnudo abrí los ojos y descubrí la cara de la esposa de nuestro vecino sumergida en mi pelvis con mi pija aun flácida en su boca chupando como si fuera a morirse mañana, traté de despertarme y sentarme pero ella con una mano en mi pecho me obligo a quedarme acostado y a decir verdad no tenía la fuerza para sobreponerme por lo que estaba a merced de esa señora que por lo visto tenía intenciones de saciar sus instintos con mi persona. Por mi cabeza solo cruzaba la idea de que el marido que estaba durmiendo a 10 metros entrara y me golpeara salvajemente por algo yo no ni siquiera había buscado.

Ella siguió con su tarea hasta que estuve con mi pija parada como para un desfile en ese momento se incorporo y lentamente se desnudo sacándose primero la remera y luego el corpiño dejando al descubierto unas tetas como melones que provocaron que la borrachera se disipara, siguió sacándose el pantalón corto junto a su bombachita quedando desnuda y al descubierto un cuerpo que haría inspirar a mas de un escultor.

Aprovechó que seguía en el suelo y se monto sobre mi cara apoyando su concha en mi boca a lo que respondí lamiendo como si se tratará de un dulce sabroso, ella apretaba su peluda concha y refregaba de una manera que parecía estar en el cielo empapando toda mi cara y pelo con sus jugos, de pronto paró de moverse temblando en un terrible orgasmo que la hizo apretar a un mas dejándome por breves instantes sin respiración, se incorporo para sentarse sobre mi pija y se la clavó hasta el fondo metiendo y sacando de una manera furiosa aproveche para masajearle las tetas que dicho sea de paso con las dos manos no podía abarcar la totalidad de una de ellas jamás había tenido la posibilidad de tocar semejantes ubres, comencé a chupar y morderle los pezones a lo que ella me respondió clavándome las uñas en la espalda mordiéndome una oreja haciéndome gritar de dolor, de repente volvió a descargarse temblando y yo sin poder contenerme la inunde con mi leche caliente que recibió gustosa arriba mío, cuando creía que eso sería el final siguió moviéndose lentamente con mi pija dentro suyo la que ya estaba blanda y desarticulada no obstante esta siguió por no menos de 10 minutos con este masaje lo que provocó que se me vuelva a parar aun sin haberla sacado de la ves anterior esto la enloqueció y empezó a cabalgar nuevamente cuando se cercioró que estaba en el ruedo nuevamente se bajo y se colocó en cuatro patas ofreciéndome su culo a la máxima expresión a lo que de un salto la ensarte por atrás tomándola de sus grandes tetas que colgaban hamacándose como globos endemoniados, ella misma se tapaba sus gritos mordiendo una media usada que se encontraba tirada en el piso de la carpa eso me calentó de sobremanera, le entraba y sacaba mi verga enrojecida y apunto de explotar cuando se dio vuelta quedando boca arriba, traté de penetrarla nuevamente pero con una voz sensual y de viciosa me dijo despacio para no levantar la voz – lo quiero en mis tetas- a lo que accedí presuroso de la demanda y puse la pija entre sus tetas en una escena que recuerdo muy claramente con mi verga perdida entre sus enormes tetas pajendo y apretando sus pechos lo mas fuerte que podía hasta que me vine con una segunda oleada de semen hirviendo quemando sus pezones y salpicando su cara.

Me deje caer sobre mi espalda como desfallecido, ella como si nada hubiera pasado se seco con la misma media usada que tapaba sus gritos se cambio presurosa y salió rumbo a su carpa yo todavía con temor la observe rumbo a su marido llego hasta el lo tapo con una sabana y se acostó a su lado.

Quedé medio muerto acostado y con la mirada perdida hasta que llegaron mis compañeros y me exigieron que me cambiará para poder acostarse ellos.

Por supuesto después de contarles ninguno me hizo caso, al otro día nos despertamos tarde y nuestros vecinos ya no estaban, ese mismo día emprendimos la vuelta, yo por mi parte muy complacido.

LOBO.