Una madre, un hijo y una pandemia I

Esta es la historia de un hijo y una madre que Por la pandemia hacen que pasen tiempo encerrados en la misma casa.

Hola, a tod@s.

Me gusta escribir, historias que mi imaginación, recrea. Espero que esta última historia que voy a escribir os guste y la disfrutéis.

Yo no soy escritor por lo que puede ser no te guste mi manera de narrar las cosas, pero lo hago con una intención. Y no es otra que te reglajes, pongas a funcionar tú imaginación y que por un rato, te olvides de tus problemas y disfrutes.

Un saludo y recuerda todo esta en tu imaginación.

Si buscásemos la definición de  follar en un diccionario, sería esta.

" Poseer sexualmente a una persona, realizar acto sexual con ella".

Al igual que si buscásemos Relación sexual, esta seria su definición.

" Conjunto de comportamientos, que realizan dos personas, para dar o recibir placer".

Así fue como le planteé a mi madre las gana que tenia de follarmela.. Si estáis interesado en saber como fue, ahora os lo cuento.

Me voy a presentar. Mi nombre es Luis Javier, aunque todo el mundo me conoce como Luisja. Tengo 35 años. Soy hijo solo, nunca conocí a mi padre, de hecho llevo los apellidos de mi madre.

Estoy divorciado. Trabajado como ingeniero en una empresa de maquinaria industrial. Vivo en San Sebastian. Y ahora estoy viviendo con mi madre.

En casa vivíamos, mi madre, mi abuela y yo. Mi madre ha tenido que trabajar mucho, para poder sacarme adelante, y poder darme unos estudios. Mi abuela ha sido siempre la que me ha cuidado, mientras que mi madre trabajaba.

Pero cuando yo tenía 20 años, mi abuela murió. Nos quedamos mi madre y yo. Terminé mis estudios y con 23 años encontré un trabajo. Mi madre pudo dejar de trabajar en dos sitios.

A los 25 años me fui de casa de mi madre, me independicé.

Yo siempre he sido una persona normal, un poco fuerte, y con una polla no muy grande. Por lo que me daba vergüenza tener novia. Pensaba que me iba a desnudar delante de ella, y al ver mi polla, se reiría de mi. Salía por ahí con mis amigos, pero nunca quería ligar. Me daba vergüenza que las mujeres se riesen de mí por mi polla. La verdad que tenia complejo. Por lo que no fue hasta que no empecé a salir con Ana a los 26 años cuando perdí mi virginidad.

Estábamos enamorados la verdad, y ella decía que el tamaño no importaba. Luego con el tiempo empecé a perder mis miedos, y cogí confianza en mis relaciones, e incluso vi como lo del tamaño no era tan importante.

Teníamos relaciones sexuales muy placenteras.

Pero para empezar a contar la historia, vamos a volver a Enero de 2020, para contar cuando comenzó todo.

En enero de 2020, fue cuando Ana y yo decidimos separarnos. No fue porque la tuviese pequeña, ni cosas de esas raras. Ni me dejó por uno que la tenia más grande...

Ana llevaba tres años fuera de casa como directora de una empresa en Chile. Ella no quería regresar a España a buscar trabajo aquí, y yo no estaba dispuesto a dejar a mi madre sola en España. Así que arreglamos los papeles, yo me quedé con la casa. Y a otra cosa mariposa. Nos llevamos bien. Quedamos como amigos. Al ser el divorcio de mutuo acuerdo no lo pasé mal. Al contrario casi sentí un alivio. La distancia destroza todo..

Suelo pasar por casa de mi madre un par de veces entre semana y a comer los fines de semana.

Mi madre es una mujer muy guapa. La cual ya lleva 5 años jubilada y ahora tiene 67 años. Se llama Pilar. Tiene muy buen físico para la edad que tiene. Le gusta mucho hacer deporte. Le gusta nadar, pasear e incluso correr, todos los días hace deporte..

Mi madre siempre ha sido delgada y muy presumida, siempre se arregla cuando sale con sus amigas. Y siempre ha tenido mucho gusto para la ropa.

Sale todos los fines de semana con las amigas a cenar y tomar algo. Se va de vacaciones con ellas. La mujer es feliz.

Me imaginó que tendrá  relaciones sexuales, pero yo nunca he visto un hombre en casa.

En casa siempre hemos sido muy pudorosos. Siempre he cerrado la puerta del baño cuando me he duchado, y la de mi habitación para cambiarme de ropa. Nunca he estado desnudo en casa. Mi madre igual. Si alguna vez la vi desnuda fue de refilón.

Alguna vez en ropa interior, pero poca cosa la verdad.

El caso que yo estaba muy agusto en mi casa, cuando el 5 de marzo de 2020, me llamó, mi madre diciéndome que estaba

parada en un Stop, y un camión se la llevo por delante.

A ella no le había pasado nada, pero el coche no valía para nada. Por lo que fui al hospital.

Tras hacerle miles de pruebas, dejarla dos días en observación, no encontraron nada raro. Pero mi madre estaba molida del golpe. Le dolía todo, hasta las uñas...

Por lo que cuando salimos del hospital, fuimos a casa de mi madre.

  • Ma, así no te puedes quedar sola en casa. No te puedes ni mover. Cómo vas hacer la comida?

  • Que si hijo, que yo puedo que esto no es nada. Mañana estaré como nueva.

  • Deja de decir tonterías mamá, mañana estarás aun peor. Vamos a pasar por mi casa cogeré algo de ropa y comida que tengo en el frigorífico y me voy a pasar unos días a tú casa para poder ayudarte. Le dije a mi madre muy convencido.

A mi madre le costó mucho, aceptar mi decisión pero al final, vio que era la mejor para ella.

La mujer estaba muy dolorida. La tenía que acompañar al baño, pero ella luego podía ducharse y limpiarse. Eso si podía hacerlo.

La tenia que ayudar a levantar de la cama aunque ella se vestía sola. Hacia la comida y la cena yo, porque ella no podía estar mucho rato de pie..

Lo días pasaban y poco a poco iba mejorando.

Yo en la empresa, les explique el caso y me puse a teletrabajar, para poder ayudar a mi madre.

Pero la cosa en las noticias no paraba de salír.

El covid la maldita enfermedad de la que poco sabíamos, estaba comiendo terreno en el mundo..

  • Ma, que opinas tú del virus éste?

  • No sé hijo, pero no paran de hablar de ello en todo el día. Al final verás...

  • No creo que sea para tanto ma.

Pero me equivoca y el día 15 de marzo, a la hora de comer salió el presidente del  gobierno, decretando el estado de alarma, obligandonos a quedarnos 15 días en casa....

  • Mira ma, nos vamos a tener que quedar 15 días en casa. Joder esto se esta empezando a poner mal.

  • Hijo, igual es mejor que te vallas a tú casa. Tú tienes tu vida.

  • Mamá no digas tonterías, que voy hacer yo sólo en casa 15 días. Aquí nos haremos compañía. Y tú todavía no te vales del todo, para hacer las cosas sola.

  • En eso tienes razón, nos haremos compañía.

Y así fue como empezó la pandemia, Encerrado en casa de mi madre.

Yo seguí teletrabajando, mi trabajo no es necesario para nada que sea presencial.

La verdad que yo nunca había tenido el menor deseo sexual por mi madre. Nunca me sentí atraído por ella...

Pero no sé sin fue la faltan de sexo, o que el roce hace el cariño, pero a las dos semanas de estar viviendo con mi madre la empezaba a mirar de otra manera.

Yo pensaba, bueno Luisja no te preocupes es normal. Llevas 15 días encerrado y solo la ves a ella. Llevas 15 días sin ver a una mujer, que no sea ella.

Además  llevas 3 meses sin untar el churro, así que una escoba con faldas, también te atraería....

Quería engañar mi mente.

Pero seguía  el estado de alarma y no podíamos salir de casa, esto iba para largo.

Mi madre ya se había recuperado de su accidente y las ganas de hacer deporte, y de moverse, empezaron a llegar.

  • Joder hijo, que mierda. Así no puedo ir a la piscina, ni a la calle a caminar. Ni a correr.. No se que voy hacer yo necesito moverme. Dijo mi madre.

  • Bueno no te preocupes,  esta tarde cuando acabe de trabajar subo al trastero y te bajo la cinta que tenia yo cuando vivía aquí.

  • Pero si eso lleva 10 años en el trastero, seguro que no funciona.

  • Mamá te recuerdo, que soy ingeniero la podre arreglar. Le dije en tono burlón.

Al acabar mi jornada laboral, subí al trastero y allí estaba mi antigua cinta de correr tapada con una sabana. La baje a casa y la saque a la terraza.

La limpie, y la engrase un poco. Ajuste el rodillo y la probé. Cuál fue mi sorpresa? Que funcionaba perfectamente..

  • Mamá ven mira. Le chille desde la terraza.

  • Qué pasa hijo?

  • Mira funciona y va de lujo. Pruebala. Le dije.

Mi madre se subió y la probó. Quedó encantada de como funcionaba.

Me dio un beso y un abrazo.

  • Hijo, eres un sol. No sabe lo que se pierde Ana. Algún día se arrepentirá por haberte dejado..

  • Mamá no empieces. Protesté.

La metimos al salón, dijo mi madre que mientras veía la tele podía andar o correr.

Estaba muy contenta con su cinta.

A la mañana siguiente, yo estaba en mi cuarto trabajando, con la puesta entre abierta, era uno de esos días improductivos, que tienes la cabeza en otro lado.

Mi madre se levantó y me llamó.

  • Luisja hijo buenos días, quieres un café? haz un descanso, te vendrá bien.

Puede tener razón mi madre, un café y un poco se charla hará que vuelva a mis labores con la mente despejada.

  • Uhmm que café mas bueno, mamá. Que vas hacer ahora? Le pregunte por entablar conversación.

  • Pues hijo, lo primero que voy hacer es, darle un par de horas a la cinta. Tengo ganas de volver a poder hacer deporte.

  • Muy bien mamá. Pues dale duro. Yo vuelvo a mis labores.

La verdad que tenía razón, mi madre el café, me había despejado la mente. Ya estaba listo para empezar a currar a tope.

Dejé la puerta entre abierta de nuevo, me sacó de mis pensamientos laborales, el ruido de la cinta y la tele.

Desde la puerta de mi habitación, tenia una visón del salón entera. Miré hacia el salón y allí estaba mi madre sobre la cinta mirando la televisión.

Mi madre se había puesto, unas mallas negras ajustadas, y una camiseta ajustada sin mangas. No sé que pasó en mi interior, pero me levanté de mi mesa y fui al salón, con la escusa de preguntar que tal funcionaba la cinta.

  • Ma, qué tal va la cinta? funciona bien?

  • Uh hijo, que susto no te he oído entrar.

Mi madre estaba de espaldas a la puerta del salón, viendo la tele.

  • Te molesto con el ruido hijo? si eso cierro la puerta o espero a la tarde que termines de trabajar.

  • No mamá, tranquila. Era solo para asegurarme si funcionaba bien.. Mentí.

La verdad que no había ido a ver que tal la cinta. Había ido a ver a mi madre de cerca. A ver ese cuerpo que nunca me había llamado la antencion, y que desde hace unos días, empezaba a gustarme verlo.

Volví a mi mesa, pero no podía dejar de mirar el culo de mi madre, con esas mallas tan ajustadas.

Empecé a pensar. Si hace tanto deporte, tendrá el culo durito... pero lo que se me empezó a poner duro, fue mi polla.

Joder Luisja, estas enfermo no ves que es tu madre. Como te has podido empalmar mirándola. Eres un cerdo. Pensé.

Pero era superior a mi. Por más que quería centrarme en mi trabajo, se me iba la vista al culo de mi madre.

Bufff pero que me estaba pasando? Como me podía estar excitando mi madre?..

Decidí que como mi madre, estaba de espaldas a mi, me haría una paja. Eso me aliviaría, y haría que se me fuese la tontería de la cabeza.

Eso era lo que me pasaba, llevaba casi 4 meses sin follar, y mas de 20 días sin hacerme una paja.

Así, que cerré lo máximo la puerta, y saqué mi polla del pijama. No me parecía bien hacerme una paja mirando a mi madre. Como estaba frente al ordenador, busqué vídeos x, y ante mí salieron mil paginas.

Puse un vídeo de una joven en mallas haciendo ejercicio, pero por mas que la miraba, me parecía que mi madre estaba mas buena que ella..

Al final cerré la puerta de mi habitación. Cogí mi polla, con mi mano derecha y comencé a subir y bajar, mientras que en la pantalla a la joven se le marcaba el tanga debajo de las mallas.

No sé que me pasó, pero sentí una excitación muy grande y a los dos minutos, me corrí como un loco...

Se notaba que llevaba 20 días sin hacerme una paja. Que cantidad de semen. Me limpié con unas toallitas húmedas, cerré internet y me puse a trabajar.

Estaba claro esa era, la solución. Llevaba muchos días, sin sexo y eso había nublado mi mente. Ya no pensaba en mi madre como un objeto sexual.

La mañana, pasó rápido. Fue muy productiva.

Mi madre tras su hora, de gimnasia, y la limpieza de la casa, hizo la comida. Comimos, y yo volví a mis tareas laborales.

Una vez acabada la jornada laboral, me tumbe en el sofá a ver una peli.

  • Ma, te apetece ver una peli? Le grite desde el salón.

  • Vale hijo, espera que me tome el café, y voy. Te llevó una cerveza y unos pistachos?

-Vale ma.

Y mi madre, apareció en el salón con una cerveza y unos pistachos.

  • Oye hijo, te molestaría mucho, si mientras veo la peli, me pondría a andar en la cinta? tengo mucho mono...

  • Joder mamá, estas enferma con el deporte. Pero bueno como tú quieras. A mi me da igual.

  • Pues voy a cambiarme, vete poniendo la peli, ahora vuelvo. Dijo mi madre saliendo del salón hacia su habitación.

Estaba tirado en el sofa, cuando mi madre apareció, otra vez con unas mallas, ahora las cuales por los laterales eran  transparentes hasta el muslo. Y una especie de top fosforito.

  • Venga hijo, dale al play. Dijo mi madre subiendo en la cinta.

No pasa nada. No me gusta mi madre. Con la paja, que me hecho antes, estoy más que satisfecho. Pensé.

Joder si estoy satisfecho? que hago mirándole el culo a una mujer de 67 años y encima es mi madre? No podía remediarlo, la vista se me iba al culo de mi madre.

No podía dejar de mirar como se movía su culo, joder que durito tenía que estar... Pero joder a la del vídeo de esta mañana, se le marcaba el tanga, a mi madre no se le marca ni tanga ni braga. Joder igual va sin nada... Esos pensamientos hicieron que se me volvería a poner la polla como una piedra. Tapé mi erección con una manta.

No me estaba enterando nada de la película. No sabia ni de que iba. Espero que mi madre no la comente después, sino no se que le diré.

La película se acabo, y como mi madre no me veía, me hice el dormido. Cuando acabo y se bajó de la cinta fue a darse una ducha. Joder con mi madre. Estoy perdiendo la cabeza, esto no esta bien. Pensé mientras esperaba que se bajase mi polla.

Mi madre salio de baño y fue a la cocina hacer la cena. Fui hacia allí.

  • Hola ma, qué tal la peli? me he quedado dormido. Le mentí.

  • Ya he visto hijo, bueno estuvo bien. Voy hacer la cena.

  • Vale ma, voy a darme una ducha. Dije mientras iba al baño.

Cerré la puerta del baño y di el agua de la ducha. Me desnude.

Cuando fui a echar la ropa sucia al cesto, vi las mallas de mi madre. No sé que pasó por mi mente, pero me moría de ganas de saber que tipo de ropa interior llevaba, mientras hacia deporte. Pero por más que busque, solo encontré un sujetador deportivo, las mallas y el top. Estaba claro que no llevaba nada bajo las mallas. Joder eso hizo que me volvería a empalmar.

Me metí en la ducha, bajo el agua caliente. Cogí mi dura polla y mientras que el agua recorría mi cuerpo, empecé a hacerme una buena, paja...

Subía y bajaba, mi polla a toda velocidad. Esta vez venía a mi mente la imagen del culo de mi madre. Joder que paja mas buena. Volvió a darle el máximo ritmo a mi paja, hasta que un pinchazo en mis huevos, aviso de mi inminente corrida..

Joder que gusto me dio.

Jabone mi cabeza y el cuerpo, me seque y me puse un pijama. Salí a la cocina, la cena estaba en la mesa.

Joder la verdad que me sentía mal. Mi madre se preocupaba por mi, me quería con locura y yo le pagaba, haciéndome pajas  a su costa. La conciencia me remordía. Terminamos de cenar y fuimos a ver la tele.

  • Ma, yo me voy a la cama. En la tele sólo ponen cosas del covid. Además mañana madrugo.

  • Vale, que descanses cielo, dijo mi madre.

Me fui a la habitación, pero no podía dormir. Mi conciencia estaba sucia. Cogí el móvil y me puse a ver las redes sociales, quería quitar de mi cabeza a mi madre. Tras un rato, deje el móvil en la mesilla e intenté dormir.

No podía. Lo encendí de nuevo, busque Incesto madre e hijo, pensando que saldría alguna opción, algún truco para sacar de la cabeza esa idea. Pero no fue así. Ante mi aparecieron miles de paginas porno del tema. Miles de vídeos, miles de historias escritas de hijos y madres que follaban... En fin una gran variedad de porno. Lo que menos necesitaba yo.

Entré en un página de vídeos. Llamo mi atención uno, donde un hijo iba con su madre al gimnasio y le ayudaba con las pesas y las máquinas a su madre. El hijo no paraba de mirarle el culo y la madre se da cuenta. Acaban follando como locos en la ducha de los vestuarios.

Madre mía mi polla, iba a explotar, sería esto una señal? que casualidad el primer vídeo de incesto que veo, y parece mi situación.

Joder esta puta pandemia me va a matar. Todo el día encerrado en casa con mi madre, me estaba volviendo loco.

No pude por menos que volver a poner el vídeo, y comenzar a hacer una buena paja. Joder pensé la tercera en un día. Esto no lo hacia desde que tenia 14 años.

Tras un rato, jugando con la piel de mi polla, y sin perder detalle del vídeo me corrí de nuevo. No sé que pasaba, pero no recordaba sacar tanta lefa nunca.

Al final, y después de la paja me dormí.

Ala mañana siguiente, empecé a trabajar. Estaba muy concentrado en mi trabajo, hasta que mi madre salió de la habitación.

  • Buenos días tesoro. Ya estas trabajando?

  • Si mamá, a ver si término unas cosas que tengo que enviar. Hoy es viernes y no quiero acabar muy tarde.

Esa mañana no me dio tiempo de pensar en mi madre. Acabé mi trabajo y lo envié. Salí a comer eran las 15, mi madre ya había comido.

Calenté la comida y comí.

Volví a mi ordenador. La cosa estaba tranquila. El trabajo ya estaba hecho, así así que mientras mi madre descansaba en el sofa, me puse a investigar sobre el incesto.

Encontré esta pagina de relatos. Comencé a leer alguno. Joder al final la madre caía en la garras del hijo y los dos disfrutaban como locos...

Leí unos cuantos. Había descubierto un nuevo gusto. El gusto hacia las  mujeres maduras y el incesto. Empecé a buscar vídeos de mujeres mayores, llegue a la conclusión que a mi me gustaban los de G.I.L.F (en español."abuela que me gustaría follar"). o los de granny,( abuela en ingles). no recordaba estar tan cachondo viendo porno.

Ya eran las 17 y mi jornada laboral ya había acabado, pero yo no apagaba el ordenador. Estaba disfrutando y mucho de lo que veía. Tan concentrado estaba en ello que no me di cuenta de que mi madre ya estaba en la cinta corriendo. No me di cuenta de nada, hasta que no vino a mi cuarto toda sudada.

Llamó a la puerta. Cerré rápidamente la pestaña de internet.

  • Luisja hijo te molesto? dijo mi madre al otro lado de la puerta.

  • No mamá, pasa.

Venía sudando, el sudor caía por su canalillo, Caía entres sus tetas, entre su piel con alguna arruga.

  • Ma, ya has hecho tu rato de ejercicio? No sé ni que hora es.

  • Si hijo, son las 19, no te he querido molestar. Voy a darme una ducha. Bajaré a comprar algo.

  • No bajes mamá, voy yo. Ya sabes que a las personas mayores afecta más el virus  que a los jóvenes.

Mi madre contesto como un rayo

  • Que me estas llamando vieja? Dijo enfadada.

  • No mamá, no es eso. Joder no quiero decir eso. Yo quiero protegerte.

  • Si quieres protegerme no me llames vieja. Voy a la ducha y a comprar algo rápido.

  • Mamá podemos hacer la compra como otras veces por internet.

  • No hoy es viernes y casi no nos queda comida. Con el trabajo que tienen no nos la traerán hasta el lunes.

Y diciendo esto, cerro la puerta de mi habitación y salió al baño. Joder me sentía mal. Mi madre me había mal interpretado. Empezamos bien el fin de semana. Encerrado con mi madre y encima esta enfadada.

Me senté en el salón a ver la tele, mi madre se había vestido, se había puesto una mascarilla, y unos guantes de látex.

  • Me voy, ahora enseguida vuelvo.

Estaba claro que mi madre se había enfado y mucho. Joder la había cagado.

Cambiaba de canal, sin ver nada todo era que se alargaba el estado de alarma otros  15 días. Espero que se le pase antes el cabreo a mi madre....

Fui al baño mear. Volví a ver otra vez la ropa deportiva de mi madre. Busque pero no encontré ni Braga ni tanga, estaba claro que no llevaba nada.

Me vino a la mente. Cómo tendrá mi madre la ropa interior? sera coqueta? Como todavía tardaría un poco fui a ver que secretos escondía en su alcoba.

Comencé por su armario, había vestidos, pantalones, faldas... joder mi madre tenía ropa para no repetir la misma en un año. Joder. Tenia zapatos de tacón, altos bajos planos, zapatillas. Mi madre escondía una fortuna en ropa...

Fui a su mesilla, en una guardaba sujetadores deportivos, había por lo menos, 15. Luego en el de abajo, había bragas, grandes de muchos colores toda de algodón. Volví a la otra mesilla de noche. En el cajón de arriba había, miles de medias de liguero, de medio muslo, pantis, de rodilla de calcetín.....

En el de abajo, sujetadores negros, blancos transparentes, de encaje.. habían de todo tipo. En el de abajo tangas, bragas a conjunto con el sujetador, ligueros.. Joder con mi madre, sabia que era coqueta pero no tanto.

Pero al cerrar el cajón vi debajo de sus Bragas y tangas una forma extraña. Quité la ropa interior y vi lo que era.

Había un consolador de unos 20cm y un subcionador de clítoris. Joder con mi madre estaba a la última en complacerse sexualmente. Cerré todo y lo deje como estaba. Volví al salón.

No paraba de darle vueltas en mi cabeza a lo de la polla de plástico y el subcionador de clítoris. Estaba claro que mi madre le daba alegría a su cuerpo.

Mi madre subió de la compra. Fui corriendo para ayudarla.

  • No espera no toques nada, hay que desinfectar todo. Tengo que quitarme la ropa lo primero.

  • Espera mamá, primero desinfecta todo y luego pon la ropa en la lavadora.

Con un trapo y lejía fue desisfectando todo. Mi sorpresa fue que había comprado un par de botellas de vino blanco y marisco.

  • Y este vino y el marisco mamá? vas a dar una fiesta? Le pregunté para hacerle un poco la pelota.

  • No hijo, que más  quisiera yo que dar una fiesta.. Hijo es para darnos un capricho. En el súper no quedaba de casi nada. La gente cree que nos vamos a quedar sin comida. Así que he comprado lo que había. Además creo que te debo una disculpa. Antes te hable mal. No me tenía que haber puesto así. Lo siento hijo.

  • No pasa nada mamá, yo no quería ofenderte. De sobra sabes que no aparentas la edad que tienes. En ningún momento he querido decirte vieja.

  • Dejalo hijo, tema olvidado. Vamos a preparar la cena y disfrutemos de ella.

Continuará..