Una madre como ninguna
Historia real de un torrido incesto maduro.
UNA MADRE COMO NINGUNA
Todo data de aproximadamente hace tres años, empezó con mi enfermedad crónica de cálculos renales, que tienen un proceso muy doloroso, resulta que uno de los médicos que me vio me aconsejo una terapia de masajes en la región del ingle con una pomada para atenuar el dolor. Lamentablemente cuando las crisis se dan virtualmente soy inútil para proporcionarme el ¨masaje¨ por mi mismo, por lo que en algún momento mi madre me sugirió hacerme ella el masaje, inicialmente tuve algunas reticencias pero en mi desesperación acepte.
Ella se puso casi de cuclillas a un lado mi cama e introdujo su mano por debajo de a cubierta de la cama, bajándome inicialmente el calzoncillo y con cuidado comenzó a masajearme, las primeras veces resultaron experiencias incómodas aun cuando el dolor ciertamente se aliviara sin embargo al hacerse mas habituales fuimos superando esa actitud de vergüenza. Lo cierto es que esos masajes muchas veces eran demasiado cerca de mi miembro y algún momento ella acomodaba con su mano para evitar un contacto permanente, sin embargo algún momento mi mama determino que el masaje debiera incluir mi pené, lo que me causaba una erección involuntaria.
Yo creo que ella se daba cuenta de esa reacción, sin embargo parecía no hacerse problema, incluso llegue a pensar que esperaba esa reacción, por que su masaje era muchas veces únicamente concentrado en mi miembro, muchas yo la advertía observando mi miembro con atención y no se hacia problema en empárese con mis líquidos preseminales, pues algún momento como efecto de un masaje muy efusivo se produjo una eyaculación que mancho su ropa y sus manos, esta situación me genero una consternación y entiendo que también a ella que se retiro muy rápidamente de mi habitación.
Yo me sentí muy mal y CREI que era momento de evitar estas situaciones complicadas y me propuse hablar con ella, sin embargo para sorpresa mía al día siguiente ella se apareció en mi cuarto, muy normalmente y me pregunto si me dolía yo le respondí que un poco, comenzando sin mayor preámbulo otro masaje, empero esta vez absolutamente centrado a mi pené, sin poder evitarlo también eyacule, pero ella reacciono muy normalmente, me dijo que me comprendía que no me hiciera problema por que era mi madre y si eyaculando mi calmaba el dolor estaba bien, me limpio cuidadosamente con una toalla y se marcho.
Esta situación se repitió constantemente y casi únicamente su propósito era masturbarme, sin inmutarse, alguna vez me comentaba que era una reacción natural, lo cierto es que se volvió experta, pues sabia cuando me venia y cuando eyaculaba (a veces en su cara) muchas veces me hablaba diciéndome palabras que no parecían apropiadas para mi madre. Algo que cambio notoriamente era que sus ya habituales visitas cada vez venia mas provocadoramente vestida, a veces se notaba por ejemplo que no tenia sostén y hacia francas maniobras para que repare en sus senos o en su trasero muchas veces con tangas o calzones provocadores, la verdad es que esta situación se volvió diaria, a veces hasta dos veces por día, en la mañana y tarde en la noche.
A todo esto llego año nuevo del año 2001, esa noche yo bebí con mis hermanos y cuñado desde muy temprano y al amanecer estaba muy borracho, así llegue a mi casa como a las cinco de la mañana intentamos seguir bebiendo pero mi mama nos hizo un escándalo, obligándome a entrar a mi cuarto exigiéndome que duerma y ya no beba, así me llevo a mi cuarto me ayudo a desvestirme y ya en la cama sin que yo lo pida, tal vez pensando que así me tranquilizaría, empezó a frotarme mi pené, debió ser la borrachera pero como nunca yo asumí cierto protagonismo en la situación, casi siempre la masturbación la hacia mirando de muy cerca mi miembro, así que algún momento cuando ya estaba bastante excitado empuje con mi mano su cabeza introduciendo mi pené en su boca, para mi sorpresa no reacciono negativamente sino empezó voluntariamente a chuparlo con gran maestría y como si fuera natural. Sin embargo de sus esfuerzos seguramente por mi borrachera no había cuando termine y algún momento cansada dejo de chupar y frotarme, yo entonces le pedí que eche un momento en la cama conmigo mientras me duerma, acepto solo condicionándome que iba a ser solo un momento. Se echo al rincón hacia la pared y yo a lado en mi cama que es muy estrecha.
Me daba la espalda y yo excitado y borracho empecé a tocarla, comenzando con su pechos subiéndole el camisón, no oponía mayor resistencia hasta me facilitaba un poco la tarea, algún rato le deslice el calzón y acaricie su sexo, era evidente que le gustaba pues emitía pequeños gemidos lo que me animaba a ser mas osado, así yo acerque mi miembro a sus piernas y ella rehuyo entonces yo le pedí que solo quería acercarlo y no se hizo problemas cuando puse mi pené entre sus piernas muy cerca de su vagina, empecé a moverme y ella parecía seguirme algún momento se produjo una incipiente penetración, entonces ella sin decirme nada se puso de espaldas abrió su piernas y me puso en situación de penetrarla lo que ocurrió con facilidad absoluta pues estaba sumamente mojada, inmediatamente parecía tener múltiples orgasmos y sus gemidos se volvieron gritos exigiéndome mas, parecía explotar y para evitar que escuchen sus gemidos tuve que taparle la boca parecía no terminar nunca y su cuerpo se estremecía en una experiencia que nunca había conocido. Cuando yo termine se vistió y sin decirme nada se fue.
Ya al día siguiente yo reacciono con mucho arrepentimiento, pero mi mama parecía no estar muy afectada, a los dos días vino a mi cuarto como si nada, preguntándome si me dolía yo reaccione negándome y pidiéndole que habláramos, quedando en hacerlo en mi oficina, esta reunión se fue postergando mas por miedo mío, pero un día me ubico en mi oficina a las 7 de la noche y se quedo hasta que se fueron todos, entonces empezó a llorar a decirme que yo había abusado de ella yo le dije que estaba arrepentido y que no iba suceder nunca mas nada parecido a esto reacciono peor me dijo que ahora la despreciaba después de haberla usado yole dije que no era así pero que podía volver a pasar y se puso a llorar peor diciéndome que ella era una vieja y que por eso yo la despreciaba yo trate de calmarla pero ella empezó a abrirme mi bragueta negándome lo que respondía con mas llanto casi obligándome a aceptar, saco mi miembro y empezó a chuparlo preguntándome si me gustaba yo le respondía que estaba mal pero ella insistía mas, algún momento ya erecto ello se abrió la blusa ofreciéndome sus pechos, yo los acaricie casi obligado después puso mi miembro entre sus senos y empezó a masajearlo mientras lo alcanzaba con su boca, la diferencia mas notable con otras veces es que en todo momento gemía y parecía desesperada que yo tome parte de lo que estaba haciendo, algunos momentos yo intente parar la situación pero repetía su llanto haciéndose a la victima doblegando mi negativa, siguió con la chupada hasta que casi apunto yo de terminar, se paro se levanto la falda y se bajo las medias y calzón que era una tanga hilo dental, yo me negué pero se sentó encima mío e hizo que la penetre y continuo moviéndose, yo note que era muy experta pues manejaba los músculos de su vagina casi a voluntad, así cuando estaba a punto de terminar siempre me apretaba internamente evitando que eyacule, me enseño muchas posiciones que yo ni siquiera sospechaba, ella terminaba una y otra vez con gemidos y estremecimientos, algún momento puso mi miembro en su ano hizo que la penetrara, lo que realice muy incómodamente pues era muy estrecho, terminando finalmente mientras mi mama virtualmente gritaba de placer, estuvimos como tres horas.
A partir de ese día todas la madrugadas acaba en mi cuarto, casi siempre con el mismo discurso de victima, aunque siempre muy atrevida enseñándome posiciones y cosas que yo ignoraba por completo, seria alas dos semanas que vino y solo se limito a chuparme y sobarme informándome que estaba en esos días lo que me sorprendió por su edad entonces tenia 49 años, pero pasado eso volvía lo mismo.
Muchas veces yo intentaba hablarle decía que había que parar la situación pero acaba llorando, sintiéndose victima y rechazada lo que conducía a lo mismo, cuando yo me negaba estaba todo el día enojada peleaba con todos y estaba furia conmigo, paralelamente cambio su modo de ser, se bestia con ropa interior terriblemente corta y provocadora, muchas veces por debajo de la mesa, o cuando estábamos solos o no lo notaban me acariciaba por encima de mi bragueta o se acercaba provocadoramente.
Así estuvimos mucho tiempo peleando y manteniendo una relación que yo la consideraba casi forzada, hasta que una vez cuando me negué me dijo que probablemente estaba embarazada pues no le venia su regla dos meses yo me preocupe me enoje pero ella me dijo que nadie iba a enterarse de quien era, que no me pedía nada, que ella iba hacerse cargo de todo y que ese era su sueño para no tener una vejez sola.
CONTINUARA