Una lluviosa tarde de noviembre (Final)

Nuestro antiheroe particular descubre la respuesta a la pregunta que le atormentaba, y de paso descubre que siempre hay un pez mas grande en la pecera. Narrado en esta ocasion desde el punto de vista del protagonista.

VIOLACION EN LA OSCURIDAD

CONTINUACION DEL DEBUT DE ARTURO COMO DEPREDADOR SEXUAL, Y UN RECORDATORIO DE QUE POR MUY MACHOS QUE NOS CREAMOS...SIEMPRE HAY UN PEZ MAS GRANDE QUE NOSOTROS. Y QUE EL PEZ GRANDE... SE COME AL CHICO. CONTINUEMOS PUES, EN ESTA OCASION DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LOS OBSCENOS PENSAMIENTOS QUE ASALTAN LA MENTE DE NUESTRO ANTIHEROE

El alero me proteje de lo peor de la lluvia, que lejos de amainar, arrecia. Nuevos relampagos... pasa la primera persona que veo en diez minutos, intentando en vano taparse bajo un carton. Pronto desaparece de mi vista, y la soledad vuelve a la calle. Entonces la veo, solo la reconozco gracias a que conozco la gabardina amarilla que viste, asi como su gracioso gorrito verde.

La he visto anteriormente, un bomboncito de cuerpo apretado y esbelto, con el tipo menudo de una bailarina nata, pero no desprovista ni mucho menos de unas apetecibles curvitas, y un culito prieto que haria las delicias de cualquier pornografo.Se protege tras un paraguas, una mochila en la espalda, dando pasos medidos y la atencion fija en los charcos de la calle. Pronto pasa ante mi callejon, y yo espero a que se aleje unos metros antes de salir, con el corazon latiendome de modo apresurado.

La hora de la verdad... giro la cabeza en todas direcciones, asegurandome de que nadie nos ve bajo la cortina de agua. Apresuro el paso, sin que mis suelas de goma antideslizante hagan el menor ruido. Deslizo hasta mi mano la navaja automatica que llevo oculta en la manga del chubasquero, mientras fijo mi vista en la nuca de mi victima. aun con toda la ropa que lleva se adivinan sus suaves curvas bajo las telas, la elegancia y coordinacion de sus movimientos. un trueno estalla ruidosamente, y aprovechando su cobertura enmascaradora de los sonidos me lanzo sobre la chica.

Caigo sobre ella con fuerza, por sorpresa, con un brazo aprisiono su cuerpo y sus brazos, y con la otra aprieto la hoja de la navaja contra su cuello. La llevo hacia un costado, hasta la entrada a un sotano industrial que he forzado minutos atras, esta tan sorprendida que no puede ejercer ninguna resistencia...ni siquiera es consciente de lo que ocurre, o de que algo ocurra siquiera... estas jovencitas soñadoras, siempre en babia.

Con una patada hacia atras cierro la puerta, y tomandola en vilo descendemos las escaleras hacia el oscuro interior, solo iluminado por la debil luz de las farolas que se filtra por entre los rotos y sucios cristales de los tragaluces del sotano, cubiertos por rejas oxidadas e incompletas. Un marco verdaderamente sordido. Comienza a reaccionar, asi q aprieto mas la hoja de la navaja contra su cuello de cisne... que bien huele su champu. No vas a chillar, verdad bonita, no querras que tenga que darte una buena tunda y luego amordazarte, ¿verdad?. Eres una chiquita muy bonita y seguro que muy lista, asi que seguro que ya te vas imaginando de que va esto. Si te portas bien y te dejas hacer, lo unico que va a pasar es que te voy a echar un par de polvos que no vas a olvidar con facilidad. Si te da por hacer el tontito, aparte de las folladas, de las que no te salva ni Dios, te marco la cara y te saco un ojo.

¿Estamos?. La pobre esta aterrorizada por completo, tiembla como el animalito que es en mis manos, y comienza a sollozar en bajito. No se mueve apenas, y he de repetir tres veces si me ha entendido antes de obtener una respuesta, que no es mas que un debil asentimiento de cabeza, tras lo que la muevo unos metros hasta el lugar que he selecionado previamente, un rincon con unas tuberias en el techo. Le levanto los bracitos, y esposo sus muñecas a ambos lados de una solida tuberia que aguantara sin problemas.

Comienza a decir algo, parece, asi que acerco mi oido a su cabecita. Por favor, señor, no me haga daño, no aguantaria algo asi. Si quiere tengo algo de dinero en mi cartera, en la bolsa, asi como un telefono movil. Lleveselo y dire que lo he perdido, no dire nada de usted, por favor... Su miedo me la pone mas tiesa, y como respuesta acerco mi entrepierna a su trasero, para que note mi ereccion. La palidez que se apodera de su rostro deja claro que ya no tiene esperanzas de que se trate tan solo de un atraco sin mas. Espere, no estoy preparada para eso... Por piedad, soy virgen... Si lo necesita le masturbare, pero por favor no me haga daño, no me deshonre... si quiere toqueme los pechos y yo le tocare a usted... pero eso no...

El tiempo corre y lo necesitare todo si quiero hacerle un doblete, asi que sin mas ni mas le tapo la boca con conta adhesiva... me hubiese encantado hacer que me la mamase, pero para poner una boquita forzada al alcance de mi rabo me gusta tener primero un tiempo para aterrorizarlas como se debe... ya que algunos castrados olvidaron que donde hay labios y lengua.. hay dien-

tes. Me aseguro de que puede respirar por la nariz, y voy a lo mio.

Le subo el chubasquero y lo engancho sobre nuestras cabezas en la tuberia a la que se encuentra amarrada, tras lo cual le subo el grueso sueter de lana que lana que viste por encima de sus turgentes pechos, que acaricio sobre el sujetador.... son tan frescos y calidos. Los sobo y estrujo, estimulando sus pezones, antes de cortar las tiras del mismo con la navaja, y pasar a sobarlos directamente.

Acerco mis labios a uno, y lo chupo y lamo hasta que la urgencia de descargar hace que tenga que dedicarme al resto de su ropa. Mientras, se mueve debilmente y emite soniditos apagados por la mordaza, llenandose sus ojos de lagrimas. Lamo una de ellas, lo que hace que se estremezca intensamente. Guarra, vas a saber lo que pasa cuando andas por ahi provocando... Que no estas lista, como puedes tener el valor de decir semejantes mentiras.

Le saco con movimientos bruscos y nerviosos las botas, ya ciego por el deseo de copular, a las que siguen los pantalones, de un tiron violento. Lleva unas pequeñas braguitas blancas, que arranco sin perder el tiempo en quitarselas. Le apoyo la espalda en la pared, algunas gotas de lluvia nos caen encima, el ruido atronador de la precipitacion sobre la acera, muy cerca de nuestras cabezas. Me saco la polla, ya mojada de liquido preseminal, echandole mano al chichi... con el pelito cortito y suave. Esta seca por completo, no es que me importe hacerle daño... pero esa sequedad puede lastimarme el miembro. Asi que me escupo en la palma de la mano, y mientras la miro con ojos avidos le aplico ese improvisado lubricante. Sus ojos estan desorbitados por el terror, su mirada foja en la mia mientras froto mi mano contra sus labios vaginales.

Ahora vas a saber lo que es un buen rabo, puta, no los de esos amiguitos tuyos que son tan bobos que ni te han follado todavia . Le separo bien las piernas, pese a que intenta resistirse. Simplemente, mi fuerza no tiene comparacion con la suya. Le cojo cada pierna con una mano, por detras de las rodillas, levantando y abriendole las piernas, sus tetas bamboleandose con la operacion. Apunto, y sin andarme con tonterias le clavo la polla hasta la mitad de una embestida de toro, notando como se desgarra el himen, y algo de sangre se desliza por mi nabo. Su rostro delata un dolor intenso, pero no por ello me controlo, la saco un poco y vuelvo a empujar, violentando las tiernas y apretadas carnes de su vagina. Tras media docena de embestidas ya entra mi polla por completo, enterrada hasta los huevos en su hasta ahora virginal coñito. La sangre que aparece facilita la tarea, y me dejo llevar por el frenesi del mete saca.

Voy muy caliente, asi que tras un par de gloriosos minutos descargo algo asi como medio litro de semen en su interior, con el nabo metido hasta el fondo. Dejo la polla metida hasta que comienza a ablandarse, y solo entonces la saco y suelto sus piernas. Mas que tenerse en pie cuelga de las esposas, exhanime por la experiencia sufrida, mientras un debil hilillo de sangre baja por sus piernas. Durante un buen rato me dedico a sobar su cuerpo, de nuevo sus tetas, su culo, sus muslos... de vez en cuando me masajeo la polla para que vuelva a ponerse tiesa, lo que no requiere demasiado esfuerzo.

Como me gustaria que me la mamase, pero para eso tendria que soltarla y convencerla de que la iba a dejar en paz si asi lo hacia... mejor atenerse al plan. Cuando ya la tengo adecuadamente morcilllona le suelto sin previo aviso las esposas, y por un segundo piensa que la voy a soltar, que todo ha acabado... ilusion que dura el tiempo necesario en esposarla a otra tuberia, esta vez sobre la pared. La dejo asi unos segundos , mientras empujo una mesa llena de polvo y basura entre ella y la pared. Parece que aun no sabe lo que planeo... La inclino hacia delante, el chubasquero cae y lo vuelvo a a segurar sobre nuestras cabezas. Me acerco de nuevo a su oido...

Espero que hayas disfrutado al menos la mitad que yo el polvo que te acabo de echar, hija de puta, pero las zorritas teneis otro agujero que desvirgar ademas de vuestro delicioso coñito... asi que preparate para ser enculada... y sin muchos miramientos. Sera mejor que hagas todos lo que puedas por abrirte, porque como no sea asi te veo llevando pañales el resto de tu triste vida. Su miedo es atroz, es todo lo que puede necesitar un depredador como yo para volver a experimentar una ereccion de primera categoria.

Tiembla y se estremece, y noto como un sudor helado comienza a brotar de su espalda... necesito oir como se queja, aunque no puedo permitirme el lujo de que chille, asi que primeramente recojo sus barguitas del suelo y hago una bola con ellas, tras lo que preparo otra tira de cinta adhesiva. Dedico unos segundos a grabar en mi mente la imagen que ofrece, indefensa y con el culo expuesto, moviendose inquieta, la sangre y el semen entre sus muslos, deslizandose piernas abajo.

De subito le doy un puñetazo en un costado que la deja sin respiracion, momento que aprovecho para arrancar brutalmente la cinta que tapa su boca, en esos momentos en que apenas puede respirar por el dolor y su rostro se crispa por el impacto. La tomo del pelo y estiro de su cabecita, que se estira hacia atras. Abre la boca para chillar, pero segun toma aire le meto la bola hecha con sus bragas en su virginal boquita, que aseguro con una generosa racion de cinta en el labio superior. Asi no puede chillar, aunque asi notare sus quejidos y gemidos cuando la sodomice a continuacion. Que tiesa se me esta poniendo de nuevo.

Me inclino sobre su cuerpecito, tomando sus pechos desde atras y jugando con ellos como me place, apretando y estrujando. Sera mejor que cuando te mete el rabo hagas fuerza como si quisieras cagar, porque como intentes cerrar tu culito lo unico que conseguiras sera mas dolor y lesiones irreversibles... pero no te engañes... no es que no te vaya a dejar de doler o que no te reviente el culo aunque te dejes hacer. Le giro la cabeza, para ver su expresion asustada y disfrutar laminendo los gruesos lagrimones que caen por sus mejillas.

El tiempo pasa volando... asi que habra que darle sin mas preambulos. Primero tanteo sus nalgas con la mano y paso los deditos por su raja, explorando el cerrado anito con la yema del dedo anular. Prieto y sin usar, parece. Una virgencita por delante y por detras. Asi que la dejo gemir e intentar suplicar piedad, hasta que mi mano baja hasta su entrepierna, y tomo parte de los fluidos que salen de su vagina para lubricarle un poco el anito, en el que antes me condedo el placer de escupir. tampoco mucha cantidad, solo el minimo necesario para hacer posible la hazaña de meter mi grueso calibre en una vaina tan chiquitita.

Apoyo el capullo de mi bien erecto pene en su entrada trasera, y disfruto con la sensacion, sus temblores se transmiten a traves de mi polla hasta mi estomago... que agradable sensacion. Empujo hasta conseguir vencer la resistencia inicial y meter la punta del nardo en su orificio, para despues a base de empujones, pequeños movimientos, mete-saca y demas maniobras para lograr la penetracion lograr introducir las dos terceras partes del misil. Se nota que sufre horrores, le duele aunque intenta abrir su ano voluntariamente... lo que no consigue mas que en parte. Esta estrechisima, la sensacion deencontrarse dentro de sus intestinos es sobrecojedora, tan calentito se esta aqui dentro en comparacion con la humedad del sotano.

Me la trabajo sin demasiados miramientos, notando como poco a poco su resistencia cede, sin dejar de sentir por ello lo prieto de sus carnes. Ya noto como mis pelotas van enviando el semen hacia su destino, asi que, tras sacar buena parte de la polla de su culito, se la clavo con la mas feroz de las embesti-

das que soy capaz de propinarle, logrando clavarsela hasta los huevos. El placer me llena y soy incapaz de ver u oir nada, excepto el pulso en mis oidos y sus pateticos quejidos. Estoy seguro de haber desgarrado algo en su interior, pero me la suda en este momento... solo existe el placer de mi orgasmo... toma maldita zorra calientapollas .

Caigo sobre su espalda bien agustito, mientras mi rabo escupe las ultimas gotas de la descarga con una serie interminable de sacudidas en su interior. La vuelvo a tomar de los cabe-

llos, y la beso en el cuello y la mejilla, ademas de mirarla fijamente a los ojos. Noto su sangre caliente en la polla, mas abundante que cuendo le rompi el himen, aunque no parece nada demasiado alarmante... claro que tendra que usar un tampax en el culo durante una temporada. Me rio tontamente con esta idea, mientras me retiro de su interior, mirando mi manchada polla mientras va saliendo. Entonces se produce una explosion de dolor en mi cabeza, paso a verlo todo blanco, y pierdo el sentido. Mientras caigo huelo un olor nauseabundo, y me llevo un buen golpe en la frente contra una pieza de antigua maquinaria industrial. Por fortuna la oscuridad de la inconsciencia anula el intenso dolor.

Cuando despierto no se cuanto tiempo ha pasado, aunque la nuca y la frente me duelen horrores, me cae sangre fresca por la cara y el diluvio universal continua en la calle... asi que no han podido pasar mas de unos minutos. Intento moverme pero no puedo, descubro que... estoy atado en la misma postura en que sodomice a mi niñita!!. Me alarmo sobremanera e intento moverme, pero mis manos estan trabadas por mis esposas. y la alarma llega a su punto mas alto cuando me doy cuenta de que estoy desnudo. Oigo voces de varias personas cerca, y lo que parece ser una nana o algo asi. Mi niñita esta llorando en voz bajita y gimiendo, mientras parece que alguien la acuna. Giro la cabeza y ... Dios, que asco.

Hay un grupo de asquerosos vagabundos, apestosos y de diversa edad y sexo, vestidos con la habitual variedad de harapos. Parecen palidos y macilentos, como si no hubiesen visto la luz del sol en mucho tiempo. Una vieja esta acunando a mi bomboncito, con el mismo amor que podria mostrar una abuela por su nietecita favorita, sabiendo que necesita cariño tanto o mas que cuidados medicos. Habia oido, al igual que todo el mundo, rumores de que los mas parias entre los parias se reunian en las profundidades de la tierra para vivir lejos de los pandilleros, grupos de Skinheads, la policia y demas amenazas. Pero tenia ese rumor en la misma categoria que los que hablan de platillos volantes que se esconden bajo el mar durante el dia, que el concejal de hacienda era Satanas con forma humana, o que al fin el año que viene el impuesto de circulacion iba a reducirse. Parece que, al menos en este caso, habia sido demasiado exceptico.

Y asi, en esa postura, era muy consciente de que la enormidad del crimen que habia cometido. Por motivos mas que obvios, no iban a acudir a la policia. Emplearian su propia forma de justicia... lo que en ese momento me parecia de la mas razonable. Imaginaba mi querida pistola en manos del jefe de esa panda de parias, pero que a su manera constituirian una familia, o algo similar a un clan.

Pero lo que me daba miedo de verdad era que, si habia vivido lo suficiente como para despertar y darme cuenta de lo que ocurria, era porque no iban a darme matarile con algo tan humano como una bala. No, atado sobre la mesa, no tuve que esperar a escuchar la respiracion a mi espalda y el sonido de la cremallera al bajarse para saber que iba a tener un buen rato para lamentarme por haber hecho... lo que habia hecho.