Una linda secretaria

Como logre tener para mi una secretaria personal y muy atenta.

Esto ocurrió hace aproximadamente 3 años, en mi anterior trabajo, el director general cambio de secretaria y obviamente tuve que ir a presentarme y a ponerme a sus ordenes, ella es muy bajita, 1.50 por mucho, cabello largo, ondulado y negro, una carita de muñeca, una cinturita muy rica y unas nalgas deliciosas, sus pechos no son abundantes y aunque no están tan firmes como quisiera, pues ya amamanto a una bebe, si están deliciosos, pero bueno, déjenme contarles como y donde pude saciar mi deseo y probar sus dulces mieles. Poco tiempo después de que ella entró a trabajar, su jefe le encargo algo urgente, lo tenia que terminar para la mañana siguiente, pero debido a los problemas que tenia con su computadora, me pidió ayuda, yo con gusto estuve con ella, mas o menos desde el medio día, todo mundo salió a comer y fue cuando deje lista su maquina, sin embargo ya estaba atrasada, por lo que le dije que me quedaría a ayudarla para que terminara a tiempo, ese día nos quedamos hasta tarde, eran como las 9 de la noche, le ofrecí llevarla a su casa y acepto, nos fuimos platicando y de ahí en adelante, empezamos a comer juntos. Al siguiente mes, su jefe volvió a pedirle un trabajo parecido y volvimos a quedarnos hasta tarde, solo que esta vez, eran como las 8 de la noche, ya solo estábamos los dos en la oficina, la puerta principal estaba cerrada así es que comencé a juguetear con ella, ese día traía una minifalda negra y medias negras que me dejaban ver sus deliciosas piernas y una blusa con un escote al frente que me permitía deleitarme con sus pechos, pues además estaba muy entalladita. Como ya habíamos terminado, se levanto y entro a la oficina de su jefe a dejar el trabajo en su escritorio, fue entonces que la seguí y la abrace por detrás, comenzando a besar su cuello, haciendo a un lado su cabello, ella lo disfruto, pero siguiendo el juego se safo de mi y comenzó a correr alrededor del escritorio, la seguí y ella me esquivaba, brincando inclusive por los sillones de la pequeña sala de la oficina, salimos de ahí y seguí correteándola por toda la oficina. La alcance en la sala de espera y ella se dejo caer sobre el sillón, luego cuando me acerque ella quiso escapar, por encima del sillón, por lo que su falda se le subió hasta sus nalgas, algo que admire y disfrute, pues eran unas nalgas perfectamente formaditas. Aproveche para acariciarlas fingiendo que quería detenerla, ella siguió pero no se bajo la falda, me levante y volví detrás de ella, ahora la alcance en su escritorio y tomando la por su cadera, fingí tropezar, por lo que rasgue sus medias, acariciando sus piernas. Ella me dijo, me vas a tener que comprar otras, y yo le respondí, pues no solo medias, porque, en ese momento la abrace y la bese, al principio se resistió, pero solo fue para disimular, después de un largo beso, me dijo que teníamos que irnos, pues tenia que llegar a su casa, le pedí que esperáramos, pero ella no quería, aunque tampoco quería irse. Así es que rápidamente baje sus medias, termine de subir su falda y la senté sobre su escritorio, separe sus piernas y como traía una tanguita negra, solo la hice a un lado, baje mis pantalones y saque mi verga, mientras la besaba y acariciaba. Acerque mi verga a su vagina, acaricie su panocha con mis dedos y me di cuenta que estaba mojadísima, así es que frote su clítoris, sin dejar de besarla y saborear sus labios, primero mis dedos excitaron su clítoris, después de un rato, tome mi verga con la mano y con la punta estuve frotando su clítoris, eso la excitó muchísimo. Tanto que ella misma tomo mi verga con su mano y la frotaba fuertemente contra su clítoris, mientras yo saque su blusa y libere sus pechos, sus pezones estaban completamente erguidos. Así es que comencé a besarlos, me costo un poco de trabajo, pues tenia que inclinarme un poco mas, pero mi verga ya estaba durísima, ardiendo y extendida a todo lo que da. Mientras ella seguía frotándola contra su clítoris y pelando mas y mas mi verga, sentía como mis jugos lubricaban su clítoris y cuando bajaba mi verga se mojaba mas con los jugos tan dulces de ella. Hasta que no aguante mas y al sentir como se estremecía, fue fácil safar mi verga de su mano, pues estaba totalmente mojada, lo que aproveche para clavarla en su vagina y de un golpe le clave la mitad de mi verga. Ella salto en ese momento y al caer, termine de hundir mi verga en su vagina, fue delicioso sentir como entraba, cubriéndose con el calor de su sexo. Así comencé a bombear, a entrar y salir de aquel paraíso, cálido y húmedo, solo sentía como aprisionaba mi verga dentro de ella, como queriendo devorarla y no dejarla salir, eso hacia que frotara mas mi verga contra los labios y paredes de su vagina, en ese momento se movió el escritorio, lo que provoco que nos distrajéramos un momento. Pero después de eso, la baje y la voltee, dejando sus nalgas al aire, las separe y coloque mi verga entre sus nalgas, comencé a empujar, buscando ese rico y delicioso culito, hasta que por fin, lo encontré, e inmediatamente la punta de mi verga se coloco a la entrada, apretadita. Deje caer saliva sobre la punta de mi verga y trate de entrar en ese culito paradito, logre meter la punta y entonces la abrace tomando cada uno de sus pechos con mis manos y de pronto di un gran empujón, mi verga se sintió prisionera de tan apretado culito y ella dio un grito que tuve que tapar con mis manos, había entrado la mitad de mi verga. Ya una vez así, seguí empujando hasta que entro por completo en su culo, una vez ahí, comencé a bombear, cada vez más rápido, atrapada contra el escritorio, ella no podía hacer mas que moverse de un lado para otro, mientras yo entraba y salía de ella, hasta que ninguno de los dos aguantamos mas y sentí como sus contracciones apretaban mas y mas mi verga. Hasta que al estremecerse tanto, no pude mas y estalle dentro de su delicioso culo, sentí como mi semen ardiendo llenaba ese culito, y como ella apretaba aun más mi verga, tratando de exprimirle hasta la ultima gota. Después de eso, la ayude a vestirse, me vestí rápidamente y salimos hacia su casa, pues ya era bastante tarde, llegamos y la deje en la puerta, a pesar de que ella no quería, pues le dije que así podría decir que la lleve por haberse quedado a trabajar hasta tarde. Después de ese día, surgió una relación muy cálida, que les contare en otra ocasión.