Una lamida de ano a mi hija por un día completo

La obsesión por el trasero de mi hija es cada vez más fuerte. y tenerlo bajo mi control por un día es el sueño más hermoso.

Hola a todos los lectores. Buen día. Espero que se encuentren bien. Esto que a continuacion les contaré fue un día extremadamente excitante y muy intimo que tuve con mi linda hija. Y aunque fue en un solo día, fue muy excitante tanto para mí y como para ella. Para los que me conocen ya sabrán que mi relación con mi hija a mejorado y para los que aun no saben sobre mi, los invito a visitar mis relatos. A claro que algunos pueden ser muy fetichistas y ofensivos, si te sientes así o incomodo, te pido me disculpes.

Me llamo Isabel. Soy una madre de dos increibles chicos. Carolina y Jorge. Carolina de 21años y mi hijo de 24. Tengo 46 años y a pesar de eso, mantengo un cuaerpo saludable y atracivo. Comlexión delgada, pechos firmes, y gluteos levantados. En cuanto a mi apariencia, soy de cabello negro ondulado, tez blanca, y mido 1.70.

Y bueno, esto sucedió en la casa y en la casa de mi madre. Dada la situación no eh podido ir a visitarla y este fin de semana me di esa oportunidad en compañia de mi hija. Esto fue este domingo 31 de enero y creo que fue una linda y rica despedida del mes. Mi domingo empezó desde las 8 am. Mis hijos como de costumbre a veces salen a correr y mi hija a pasear a su perro. Yo por mi parte me hice mi desayuno y acomodé la casa. Al igual que tirar unas cuentas cosas. Al ser medio día, mis hijos ya estaban en casa. Fui a ver a mi hija a comentarle sobre mi visita de su abuela. Toqué su puerta.

  • adelante!!

Al entrar a su cuarto, la vi checando el suelo de su closet en una posicion muy llamativa. En cuatro. Al verla en esa pose, mis ojos fueron directamente a su trasero y a su entrepierna.

Mi hija al ser una chica joven, y con un cuerpo atractivo ya que durante su niñez practicó danza y gimnasia, logró conseguir un hermoso cuerpo. Rico para hombres y lebianas. Y para mujeres heterosexuales, envidiable. Y me incluyo. Como lo había mencionado al principio, mi relación con ella en el aspecto sexual a mejorado ya que al ser una chica tranquila, amorosa, y pasiva, cosas sexuales suelen ponerla tensa pero afortunadamente se ah dado la oportunidad y sin duda ah sido perfecta. Por si tienen duda sobre su aparencia, es de complexión delgada, tez palida, cabello negro lacio, nariz recta, trasero redondo y levantado y pechos de tamaño mediano. Sin duda para mi es perfecta. Las cosas que eh hecho con ella han sido increibles, y aunque no soy lesbiana, disfruto mucho de su rico cuerpo, sobretodo de su hermoso trasero. Redondo, blanco con unos esfinteres color marron de la tanta mierda que sale.

Al tener un short su entrepierna se marcaba demasiado. La tela de su calzón y del short de metian entre esas ricas nalgas. Estaba en una posición lista para que yo simplemente enterrara mi cara.

  • ¿que haces?, le pegunté.

  • Sacudiendo mis zapatos.

  • si, eso veo.

Verla así era inevitable quedarme sin hacer nada. Me acerqué estiré mi brazo derecho y planté mis cuatro dedos sobre su entrepierna.

  • ¿que haces?, mamá.

  • no te muevas

Estaba caliente, esponjoso. Dios, se sentía bien tocar su parte intima. Acaricié su zona rosando de arriba hacia abajo. Ella solo se quedó quieta. Parecía gustarle.

  • no te levantes, le ordené

Me detuve y caminé a la puerta para cerrar y poner seguro. Volví y me agaché detras de ella. Apoyé mis manos sobre sus dos gluteos y los froté. Era tan linda la vista que no esperé más y enterré mi carota en su lindo culo. Una vez teniendo mi nariz metida entre esas nalgas, respiré lento y profundo. Dios, olía de maravilla.

  • hueles tan bien

Ella no decía nada. Absolutamente nada. Me aparté, tomé el resorte de su short junto con su panty y los jalé lentamente desnudando su culo poco a poco. Conformé fui jalando, el resorte rosaba sobre ese culo blanco dejando ver esa linea que separa ambos gluteos. Jalé más logrando que se asomara ese lindo y apretado ano. Santo dios, mis ojos se agrandaron ante esa imagen de su agujero. Mordí mis labios y tragué saliva conteniendo las ganas de lamer ese lugar. Continue jalando hasta bajar sus trapos a sus rodillas dobladas.

  • que linda estás, caro

  • ¿porque me lo quitaste?

  • para admirar tu lindo culo.

No podía contener más así que solo, me agaché un poco acercando mi nariz a ese ano y sin tocarlo, lo olfateé. Dios, olía tan mal. A mierda, pero me gustaba. Y sobretodo comenzó a excitarme.

  • ¿que haces?, me preguntó nerviosa.

  • oliendote.

  • ¿que? no, espera.

  • hueles muy rico.

  • no hagas eso, mamá. No me eh bañado.

  • no importa. Deja que mi lengua lo haga, dije, dando una suave y lenta lamida justo en su hermoso ano.

  • ...mamá!!

  • que rico sabe. Amargo pero muy rico.

  • está sucio, no hagas esto.

  • creo que aun no lo entiendes, ¿verdad?

  • ¿que cosa?

  • que me gustas mucho. Sobretodo tu trasero.

  • pero lo tengo sucio.

  • no me importa, lo lamería aun así.

Separé sus gluetos un poco y comencé a lenguetar ese sucio y sabroso agujero.

  • aaahhh!!! mamá!!

Aunque ella estaba un poco apenada, no se resisitió, incluso decidió disfrutar de mi lengua. Lamer ese apestoso ano era de lo más rico. Su amargo sabor me generaba más ganas de seguir ahí. Me detuve, dije.

  • sabe super bien. Una puta lesbiana te lo lamería todos los días, sin duda. Y los hombres sucios, te lo penetrarian con su lengua.

  • para, no digas eso.

  • ¿porque? ¿no te gustaría?

  • ¿que cosa?

  • ¿que te penetraran el ano?

  • ...no lo se.

  • creo que si sabes, te haces pendeja que es otra cosa.

Miré su agujero humedo de mi saliva y sin decirle nada la penetré con mi indicé derecho.

  • aaahh!!! espera!! sacalo!!

Continué adentrandome por su tubo anal. Mi dedo era apretado por sus paredes. Entraba de lo más facil.

  • no me digas que hacer, callate.

  • lo tienes tan limpio, que rico. Está totalmente listo para cogerte.

  • no.

  • tranquila, nadíe lo hará.

Una vez que mi dedo estaba completamente dentro de su hermoso culo, comencé a rascar su interior.

  • ¿te gusta?

  • ...eh

  • ¿que si te gusta?

  • ...si.

  • parece que no tienes nada que pueda ensucierme.

  • sacalo.

Me detuvé y lo retiré lentamente. Al sacarlo, apretó sus enfinteres. Mi dedo salió humedo. Limpio pero húmedo. Lo observé detenidamente por unso tres segundos y me atreví a probarlo.

  • mmmm que rico sabe.

  • ¿lo chupaste?

  • claro, mi amor. Y sabe riquisimo.

  • ¿porque eres así?

  • no lo se....pero...me encanta.

Agarré sus gluteos, los sepraré y enterré descaradamente mi lengua en su hoyo sucio.

  • aaahhh!!!

Era tan increible el sabor de su culo. Me volvía loca tener ese trasero en mis manos pero sobretodo en mi boca y mi lengua. Penetrar a mi hija con mi lengua era tan sucio ya que aun no se habia bañado pero era extremadamente excitante.

  • mamá!!! está metiendola mucho!!

  • si, mi amor!! ¿te gusta?

  • ajá!!!

  • que bueno!!! porque...seguiré...haciendolo!!

Mi lengua entraba y salía de ese maloliente agujero. Cada vez que me adentraba sus lindos y arrugados esfinteres se abrian y su tubo anal apretaba mi lengua. Aunque no era mucho lo que metía, era suficiente para disfrutar de su trasero.

  • tienes un hermoso trasero. Blanco, redondo. Y un ano super exquisito.

  • ¿porque te gusta?, me preguntó excitada.

  • porque se ve muy bien. Tus enfinteres cerrados...se ven de maravilla, su color igual, y tu aroma es increible. Paro me gusta más....cuando está muy abierto. Ver el interior de tu trasero me excita mucho.

Me detuve.

  • levantate, le pedí.

Al hacerlo, se dio la vuelta quedando frente a mi. La miré y la besé cariñosamente. Dejé de besarla y me agaché sin dejar de ver sus ojos. Al agacharme, bajé la mirada y la enfoqué justo en su entrepierna. Su vagina. Me hipnotizaba. Su apariencia era como de una chica totalmente virgen, cerrada, rasurada. Perfecta. Me incliné y abrí la boca y saque la elngua para comenzar a lamerla.

  • aaahhh!!!, jadeó ligeramente.

Sus manos se recargaron en mi cabeza. Vagaron en mi cabello. Con mi lengua, separé sus pliegues buscando su lindo clitois. Al encontrarlo, comencé a lenguetarlo con ganas.

  • dios!!! aaahhh!!! mamá!!!

  • que rica vaigna tienes!! me encanta!!!

La acides de su vagina inundaba mi lengua. Era fenomenal. Comer la vagina de mi hija fue de lo más hermoso. Naufragar en ella era un lindo sueño húmedo. Mi lengua conforme pasaron los sgundos aumentó la velocidad.

  • aaahhh!!! sii!!! más!! más!!!

  • ¿te gusta, mi amor?

  • ajá!!

Al notar su excitación, decidí usar mi indice derecho y dedo medio para penetrar su linda vagina. Al entrar en ella, comencé a rascar la parte de su pelvis. Rasqué como si jalara algo.

  • ...mamá!!! mierda!!

Con la combinación de mis lamidas y de mis dedos parecía volverse loca de placer. Gemía una y otra vez. Aumenté el ritmo de mis dedos logrando que se escuchara ese peculiar sonido de un charco.

  • aaahhh!!! sii!!

  • ¿te..gusta?

  • ..ajá!! siii!!! se siente bien!!!

No me detuve ahí, al contrario sacudí mis dedos con más fuerza.

  • sii!! dios!!!

Aparté mi boca y miré hacia su rostro. Dios, reflejaba tanto placer. ojos entrecerrados, rostro arrugado como si quiera llorar. Y su linda boca entreabierta.

  • sigue!! sigue!! me gusta!!

  • ¿si, corazón? ¿se siente muy rico?

  • sii!! mucho!!

Mi mano casi a punto de entumirse, la moví con todas mis fuerzas logrando que tuviera un rico orgasmo.

  • mamá!! dios, dios!! sii!! sii!! aaaaahhhhhhh!!!!

Su vagina explotó en un tremendo chorro. Parecía orinarse. Dios, gruñia de lo excitada y de lo bien ue sentía. Sus piernas temblaban.

  • baja la voz!! le pedí para que su dichoso hermano no escuchara.

Su respiración era agitada, cansada. Me puse de pie tomandola de la cadera.

  • tuviste un squirt, ¿te gustó?

  • ...si, contestó con voz entrecortada.

La besé.

  • eres hermosa, la alagué viendola a los ojos.

Ella simplemente sonrió. Mientras se recuperaba, le avisaba de mi visita a su abuela.

-iré a ver a tu abuela, ¿vienes conmigo?

  • ...ajá

...bueno. Bañate, ponte más hermosa y me avisas. Tal vez comamos allá.

  • ok

  • y hay que secar. Veré que más me faltó por arreglar.

Salí de su cuarto. Una vez ue termié de limpiar y sacudir, me bañé. Despues de salir del baño, busqué mi ropa, me vestí y por último, me maquillé. Vi la hora. Eran las 3:17. Al ver que ya era algo tarde y ver que ella aún seguía en su cuarto, la fui a buscar. Al llegar a su puerta, toqué.

  • ¿quien?

  • yo

  • pasa.

Al entrar, mis ojos la buscaron en seguida. Al verla, vi que estaba aún maquillandose. De pie. Estando de espaldas, mis ojos bajaron a su trasero. Lo admiré unos segundos. Tenía puesto un mallón negro muy ajsutado a esos muslos y a ese culo hermoso. Dios, se veía tan rica, tan antojable. Mi obsesión por su trasero no podía negarla. Estaba enamoradosima de él.

  • ¿te falta mucho?

  • no, ya solo es retocarme.

No fueron más que cinco minutos lo que tardó. Tomamos nuestras bolsas y salimos. Mi hijo por otra parte, decidió quedarse por motivos de un asunto. Durante el camino no hubo gran cosa, solo escuchamos musica. Al llegar a la casa de mi mamá, saludamos. Pasamos a la sala y charlamos sobre la situación actual y noticias sobre conocidos y familiares. Mientras todos y cada uno comentaba las miradas no podían faltar. Carolina sentada enfrenre mío, hacía que mis ojos fueran directamente hacia ella. Mirar su belleza era inevitable. Sus finos labios, sus ojos, se mentón, su cuello. Me tenía imnotizada pero no lo suficiente como lo hace con su trasero. Aún estando sentada sus curvas se marcaban. Su cuerpo es como una escultura para mis ojos. Sus muslos, sus pechos. Dios, queria comermela en ese momento. Mi mamá en un momento le pidió si le daba una revista apra mostar algunos platillos que ah preparado durante el mes pasado. Al levantarse, se me dio la oportunidad de admirar su trasero. Gluteos levantados y redondos. Sin duda llamaba la atención de cualquier hombre.

Pasaron unos 20 minutos y todos nos levantamos para ir al comedor. Al estar ahí, nos sentamos. Ella a mi derecha y mis padres frente a nostras. Durante la comida, continuamos la platica hasta ser interrumpida por una llamada. Se levantó mi madre y contestó. Al ver que era alguien con quien tardaría un poco, mi padre, se levantó.

  • ahora regreso, olvidé mi celular en el cuarto.

  • claro, papá, con cuidado.

Carolina y yo nos quedamos absolutamente solas. Y sin duda era mi oportunidad para ahcer algo interesante. Giré mi cabeza para verla. Al ellos irse, ella aprovecho para distraerse en el celular.

  • ¿que vez?

  • facebook.

Sin decir nada más, recargué mi mano derecha sobre su espalda. La sobé, rosando de arriba a abajo.

  • Sientate un poco hacia adelante e inclinate, le pedí

  • ¿que cosa?

  • haz lo que te dije. Sientate un poco hacia adelante e inclinate hacia el frente.

Dudosamente lo hizo. Y desconfianda ni se diga, pero lo hizo. Miré sus ojos y vi que vagaban de un lado a otro, de izquierda a derecha. Miré hacia la puerta por donde mis padres entrarían al comedor y volví a verla. Su rostro estaba viendo hacia mí, ahora. Bajé mi mano rosando su espalda hasta llegar su mallón negro.

  • ¿que haces?, me preguntó muy nerviosa

  • ya verás, le contesté tranquila.

Seguí bajando atravesandolo y encontrandome con su panty. Metí mis dedos y continué bajando. Usando solo la yema de mi dedo medio, me centré en esa linea que separa sus redondos gluteos y proseguí decendiendo hasta llegar a su lindo y apretado ano.

  • ...sacalo, me pidió dando un respiro profundo y lento.

Sin decirle nada, mantuve mi mirada fija a su rostro y comencé a frotar su agujero formando circulos sobre sus apretados esfinteres.

  • ...mamá...

  • ¿que? ¿acaso no te gusta?

  • saca...la..puta mano

  • ¿que lo meta?, pregunté bromenado metiendo mi dedo en ese culito.

Dio un respiro muy fuerte. Y aunque solo fue la uña de mi dedo, se que sintió algo agradable aunque lo negara.

  • no lo tienes muy apretado.

  • sacalo...por favor.

No quería incomodarla y mucho menos hacerla enojar, así que retiré mi dedo lentamente y saqué mi mano de su calzón. Mis padres aún no llegaban. Subí mi mano a mi cara y coloqué la punta de mi dedo jsuto en mis fosas nasales. Dios, olía a culo sucio. Su agujero no olía muy bien y se lo hice saber con una pregunta.

  • ¿fuiste al baño antes de venir?

  • ...no...¿porque?

  • pues huele como si hubieses ido a cagar.

  • perdón.

Sonreí mirandola y metí la punta a mi boca para probar de su sucia intimidad.

  • ...oye..no, dijo pero la ignoré

No sabía nada mal a mi parecer. Y conociendome, me agradaba que tuviera ese olor y ese sabor semiamargo. Aunque parecian minutos largos en que llegaran, no fue más que cuatro mintuos aproximadamente lo que necesité para jugr con ella. Escuché a mi mamá despedirse. Al llegar nos platicó que era una vieja amistad. Luego llegó mi papá. Terminamos de comer y luego pasamos a la sala donde tenían su televisor donde vimos lo que nos entretuviera. Pasaron treinta minutos masomenos. Y ella se levantó.

  • abuela, ¿tienes algo como galletas?

  • si, corazón, en la cocina, busca, le contestó, mi mamá

Esperé a que caminara y me levanté, aregando:

  • mamá, te voy a tomar un poco de café, dije.

  • claro, claro. Tomen lo que quieran. Traeme por ahí tambien unas galletas "X". ( omito la marca).

  • claro. no me tardo.

Dejando a mis padres solos, me apresuré a alcanzar a Carolina. Al verla caminar por el pasillo que dirigía a la cacina, caminé rapidamente hasta alcanzarla. Al llegar a ella, la tomé de la cintura cambiando de rumbo a una de las puertas que daba al baño de visitas.

  • ven, ven, ven. Sigue caminando.

  • espera, ¿que haces?, preguntó.

Guiandola al baño, entramos. Cerré con seguro con la mano izquierda sin soltarla dejando mi mano derecha en su cintura.

Ella simplemente se quedó intacta.

  • no te muevas, le ordené con un susurro al oido derecho mientras bajaba su mallón junto con su calzón.

  • ¿que harás?

  • tu ya sabes.

Me arrodillé que dando frente a su hermoso trasero.

  • separa tus nalgas, le pedí.

Ella sin problemas lo hizo.

  • dios santo, que rico.

Mis ojos se granadaron al ver semejante vista de su culito bien abierto. Dios, al boca se me hacía agua a pesar de ya haber comido.

  • No se pero me encanta tu ano. Es hermoso y sabe rico.

  • ¿pero dijiste que olía mal?

  • si y eso me gustó. Me encanta tu aroma. Tienes un agujero que enamoraria los ojos de cualquier hombre o cualquier lesbiana. ¿quieres que lo pruebe?

  • ...ajá, respondió como si lo deseara.

  • solo dejame olerlo un poco, agregué.

Pusé mis manos sobre las suya para seprar más sus blancos y lindos gluteos, y enterré mi nariz en su agujero apestoso. Al presionar, di un fuerte respiro llevando ese aroma anal hasta mis pulmones.

  • dios, que rico huele. Me excita que huela mal.

  • ¿si?

  • si, mi amor. Huele muy rico tu anito. Me vuelve loca.

  • ¿me huele siempre mal?

  • las veces que lo eh olido, si. Pero tranquila porque a mi me gusta mucho.

Aparté mi nariz y me detuve a observar detenidamente tu lindo ano.

  • Me encanta. Es perfecto.

  • ¿tu crees?

  • si, corazón. Tu piel blanca hacen que resalte muy bien tu hermoso agujero color marroncito.

No podía esperar demasiado. Me incliné sacando la lengua y la enterré.

  • aaahhh!!!, gimió.

Sumergir la punta de mi lengua en ese antojable agujero fue una delicia. La amargura de su ano cubría esa pequeña parte de mi lengua. La saqué y a volví a enterrar con más fuerza de modo que entrara aún más.

  • mamá!!!

  • ¿que pasa?, pregunté sacando nuevamente la lengua.

  • nada, sigue, concluyó maravillosamente

  • ¿te gusta?

  • si!!

Continué comiendole el culo con cada penetración. Ella sin duda lo disfrutaba cada segundo y yo sin la menor duda. Naufragaba en un hermosisimo momento. Probar su trasero era increible.

  • inclinate un pcoo hacia adelante y puja, le pedí.

Ella sin la menor duda, me complació. Cuando cumplió con mi petición, su agujero se abrió un poco abriendole las puertas a mi lengua. Y así lo hice. Enterré con fuerza mi lengua logrando meterla más.

  • aaahhh!!! que rico!!!, dijo mi linda hija.

  • ¿si te gusta? ¿te gusta como mamá te come el culo?

  • sii!! me gusta!!!

Seguí alimentandome de su agujero hasta lograr que se estrechara ligeramente. Me detuve. Observé y sin pedirle permiso y mucho anunciarle, la penetré con mi indice derecho llevandolo hasta lo más profundo que pude.

  • aaahhh!!!! dios!!!

  • ¿esto te gusta?

  • ...si!!

  • parece que no tienes nada. Está limpio pero aun así huele a todo lo contrario. Me gusta eso.

Con mi dedo en su interior navegué por todos lados embarrando mi dedo por sus paredes. Una vez acariciando todo lo que pude, lo saqué y lo probé. Lamí todo mi dedo saboreando cada centimetro de él.

  • no sabe nada mal.

  • ¿a que sabe?, me preguntó.

  • entre amargó y un poco salado, no lo se. Pero sabe bien.

Al terminar de saborear todo mi dedo, volví a meter mi legnua en su ano por unos cuantos segunos, la aparté, introduje mi dedo nuevamente vagando por todo su sucio culo y lo retiré. Me puse de pie. La giré y la besé metiendole mi lengua para darle a probar del sabor de su culo. Ella aceptó con todo gusto. No creí que lo fuera a ahcer pero lo hizo. Tomó mi lengua con sus labios y la chupó. Soltamos nuestras bocas y aproveché para meter mi dedo y siguiera probando más de ella. Me miró fijamente mientras lamía y succionaba mi dedo. Por otro lado, la acaricié con mi mano izquierda. Dios, se veía tan linda haciendo semejante porquería. La adoré. Soltó mi dedo y rió.

  • Iré por café, ¿quieres?

  • ajá.

  • apuraté, limpiate y te espero en la cocina.

Terminé haciendo mi café y el de ella, y regresé con mis padres junto con las galletas que me había pedido mi mamá. Toda la tarde seguimos con ellos hasta ver una pelicula. Volvimos a la casa y mi hijo aún no llegaba. Cada una fue a su recama como si nada hubiese ocurrido. Me puse mi pijama, me lavé la cara y me acosté. De la nada sonó mi celular. "Carolina". Abrí whatsapp y leí su mensaje.

  • gracias por lo doy. Me encantó, escribió acompañada de una carita con ojos de corazón y junto una lengua.

  • A mi tambien me encanto, respondí con un beso.

  • Te amo, hasta mañana.

Contesté de igual manjera junto con un corazón.