Una jefa perversa (6)

Raquel se propone gozar a la vez de erick y paloma y para ello traza un excitante plan que no puede fallar y en el que erick terminará rompiendo el culo de su deliciosa mujer.

Una Jefa Perversa VI

Raquel se propone gozar a la vez de Erick y Paloma y para ello traza un excitante plan que no puede fallar y en el que Erick terminará rompiendo el culo de su deliciosa mujer.

Otra de las etapas del plan de Raquel se había cumplido. Ahora que había conseguido que Erick se destapara como una bestia sexual era el momento de dar un nuevo paso. Al día siguiente, en la oficina, Raquel le confesó que se había acostado con Paloma. El plan era que la mujer de Erick se enterara que su amante era la jefa de su marido y que más tarde este les pillara en plena faena.

Aquella tarde Paloma y Erick salieron a dar un paseo y por casualidades de la vida se encontraron con Raquel. Naturalmente ella y Paloma fingieron no conocerse, aunque la sorpresa se reflejaba en el rostro de esta última... El día siguiente era sábado y Erick había quedado con sus amigos para jugar al golf. Paloma estaba sola en casa ya que Patricia, su hija, estaba de fin de semana con unas amigas. Ante este cúmulo de circunstancias Raquel se presentó en casa de su amiga para explicarle todo el malentendido.

Se sientan juntas en el sofá y pronto empiezan a darse pequeños besitos en los labios, entonces Paloma se levanta y le pide a Raquel que la acompañe a la habitación. Allí le enseña una revista Triple X. Le explica que se la ha encontrado a su marido y empiezan a ojearla juntas. Raquel nota el calor de su cuerpo, sus pechos están tan cerca de los de ella que se los chuparía, sus blancas pierna rozan las de Paloma y le pone la piel de gallina. Entonces llegan a una foto espectacular, una impresionante morena de enormes tetas tiene metido en su ano un colosal pene artificial.

-Tía, ¿y esto? Esto es imposible!!!, A mi me sería imposible meterme todo eso en el culo. Que pasada!!!!. No es posible, ¿no?- pregunta Paloma alucinada.

  • Bueno, la verdad es que si que es posible, sabes, tú con entrenamiento, algo de dolor y muchísimo placer podrías llegar a conseguirlo.- Responde Raquel

  • No, yo no podría, mira - entonces Paloma se pone de pie y ante su sorpresa se levanta la falda y se quita las bragas. Raquel puede contemplar todo su culito, terso y blanco. Aquello la humedece al momento, su mano va directamente a satisfacer su mojado coño, mientras que la otra roza y acaricia el culito de Paloma.

  • Es precioso, pero ya te digo que podrías conseguirlo.

  • Si, de verdad, y tu me enseñarías? - le pregunta.

  • Por supuesto, si quieres empezamos ahora mismo- dicho esto la tumba en la cama, levanta su falda y hunde su cabeza en su entrepierna. Paloma empieza a gemir de placer. Raquel usa su lengua y juega con el húmedo coño de ella, sus dedos hoyan todos sus agujeros, la tiene como si fuese una bola de bolos, ella aulla de gozo, Raquel se aplica con más fuerza y velocidad, se ayuda de su lengua para chupar y lamer toda la superficie que sus dedos abren a su paso.

Levanta la vista, Paloma se ha quitado la camisa y se frota los pechos, el sujetador queda prieto en la base de estos y los mantiene muy elevados. Raquel se levanta, con una mano la imita, abre su camisa y sacándose un pecho se lo frota, intenta chupárselo y con la otra mano da gusto a su caliente coño. Paloma la imita, también se da placer y obtiene todo el placer de verla gozando, Raquel siente lo mismo, las dos se contonean, una tumbada en la cama y la otra de pie. Raquel cada vez está más excitada. Al final acaba quitándose la camisa y el sujetador, Paloma hace lo mismo, pero las dos se quedan con sus faldas sin bragas.

Raquel se tumba encima de Paloma, sus pechos chocan como dos colosos y eso les causa gran excitación y los humedece más. Sus bocas se unen lentamente, sus lenguas se funden mientras sus manos recorren cada centímetro de sus cuerpos, sus coños se frotan, el de Raquel esta casi depilado el de Paloma no tiene ni un pelo, así que es como frotar dos melocotones maduros. Raquel nota lo duro del sexo y de los pechos de la mujer de Erick. Nota que está muy húmeda, aquel movimiento se hace más oscilante, al final se dobla sobre su espalda, su sexo casi se hunde sobre el de Paloma, es como un cuchillo untando mantequilla, mientras sus manos están como locas estrujando los pechos de la otra, son de tamaños parecidos, preciosos los dos, toda su mano los abarca de una vez, atrapa sus pezones entre dos de sus dedos, lo estira, los lleva de un sitio a otro. Paloma hace lo mismo con los de Raquel, mientras ésta aumenta sus fricciones, el calor que se desprende entre sus coños es elevadisimo, parecen salir chispas, además a cada movimiento sus faldas lo acompañan con un vuelo que da una belleza sobrenatural a la escena.

Cuando están a punto de estallar, deciden practicar un 69, Paloma está debajo, Raquel encima, vuelve a abrir su sexo, ahora ya lo conoce mucho mejor, no se pierde, llega directa al centro de su placer. Paloma a pesar de ser inexperta también lo ha alcanzado a la primera, insertan la una en la otra varios de sus dedos y recorren todas sus vaginas, sus lenguas recogen el húmedo rastro que dejan los dedos, como fregonas, entonces ya no pueden más, gritan de placer y se corren a la vez.

En ese estado de extrema excitación aparece Erick. Acaba de llegar y ha podido ver la fiesta que se ha montado su mujercita con su jefa ninfómana ya que la puerta se encontraba mal cerrada. La sorpresa de las dos es enorme. Raquel reacciona haciéndose un ovillo encima de la cama, baja su falda y se cubre los pechos con los brazos, está súper excitada tal y como se desarrollan los acontecimientos.

  • Pero Paloma, que haces. Eres una tortillera, pero bueno. Como puedes ser tan zorra, acostarte con mi jefa en mi propia cama!!! Que disgusto cuando se lo cuente a tus amigos y amigas, que disgusto.

Ella se levanta, se dirige hacia Erick, las lágrimas afloran a sus ojos.

  • Por favor cariño, eso no es cierto, te quiero mucho, de verdad, que podría hacer para demostrártelo - sigue llorando ella.

  • Pues no se - piensa Erick en voz alta. Está tan excitado que su mano se dirige hacia su polla cada vez más abultada - No se que podrías hacer para demostrarme que me quieres y que te gustan también los hombres-

Paloma le mira con cara picarona, ha comprendido. Entonces aproxima su cara a su polla, se frota las mejillas en la entrepierna de su querido marido y nota como su pene crece y crece, entonces le desabrocha los pantalones, saca su ya empalmado y descomunal miembro y comienza a chuparlo.

Erick nota su lengua y su caliente boca, se le doblan las piernas de la excitación. Lo cierto es que su mujer la chupa de maravilla. Toda afuera, toda adentro, así una y otra vez. Sus manos acarician su pelo, a veces la acompañan en sus movimientos. Aquello es la gloria.

Mientras Raquel se ha recuperado de la sorpresa, aquella escena familiar ha hecho dispararse toda su lujuria, de repente se encuentra gateando hacia los esposos. Paloma la ve y le hace un hueco, ella sigue chupándosela y Raquel comienza a tocarle los huevos, se los lame poco a poco, Al tiempo la encantadora rubia también reclama aquel dulce caramelo, la polla cambia de boca, ahora Paloma le chupa los huevos y Raquel le come la polla. Su boca es todavía más suave, y su lengua más experta y caliente, Erick tiene que apoyarse en la puerta para no caer de excitación. Tras bajar del paraíso, les avisa para que cambien de ejercicio.

  • Bien zorras, ahora voy a comprobar que es lo que os gusta de verdad.-

Les ordena que se pongan encima de la cama, a cuatro patas, una al lado de la otra, con el culo mirándole a él. Erick se termina de desnudar, se pone en mitad de las dos, de rodillas encima de la cama. cada una de sus manos en el coño de una de ellas. Los acaricia, los abre como conchas y sus dedos recorren sus chochos. Mientras ellas, cada una con una mano, mantienen firme su polla, algún lametazo también se escapa. Cada vez están más húmedas, así que aumenta sus caricias. Cuando ve que están muy humedecidas, sus manos ascienden hasta sus anos, allí repite las mismas operaciones, ahora ambas gimen al unísono, el placer es grande, cada vez que se ven la una a la otra gozar, aumenta su placer.

Es el momento en que a Erick le gustaría tener dos pollas, una para cada una. Raquel parece leerle el pensamiento, le hace una seña.

  • Busca en mi bolso, busca en mi bolso - le dice entre gemidos con la voz entrecortada. Abre su bolso y ve allí dos consoladores, son del mismo tamaño, casi podrían confundirse con lápices de labios, aunque más grandes, son negros y con la punta plateada y un poco redondeada. No son demasiado grandes, pero servirán. Entonces se pone detrás de ellas, siguen igual, pero ahora se han llevado las manos a las nalgas y enseñan el camino de sus coños completamente abiertos y chorreantes. Erick les va metiendo el consolador a cada una poco a poco. Lo notan cada vez más dentro, sollozan de placer, ahora sus manos se enredan la una en la otra, sus bocas se unen, Erick ve como intercambian lengua y saliva, chorrean por todos sus agujeros. Los consoladores están totalmente dentro ya, el los mueve en círculos, hace figuras, los saca un poco para volver a meterlos, cada vez están más y más excitadas, se mueven como juguetes a los movimientos del consolador que es como la palanca que las mueve, que mueve su gozo.

Cuando ve que están a punto de correrse, les quita el juguete. Las dos gritan de rabia, separan sus lenguas y le increpan.

  • Tranquilas, ahora tumbaos totalmente y abríos bien el culo, vamos con la segunda parte - Ellas obedecen como corderitos, se tumban abriendo bien los culos. Erick primero humedece un poco el de Raquel, y luego el de su mujercita para que el consolador entre con más facilidad. Los va metiendo poquito a poquito, centímetro a centímetro, gozando con sus aullidos, esos grititos de dolor y placer que hacen crecer su excitación a tope. Al final todo el consolador está dentro de sus culos, aúllan de placer, mueven la cabeza como posesas, se agarran al colchón, deshacen la cama. El repite los movimientos, en círculo, el consolador recorre mucho espacio y eso las excita más todavía, lo saca un poquito y lo mete de golpe, gritan de lujuria. Al final lo deja solo, ellas mueven los culos para sentirlo más fuerte. Erick está en el borde de la cama superexcitado, viendo allí a las dos tumbadas, con aquello en el culo, son como muñequitas.

Cuando la escena termina de complacer a Erick, les vuelve a quitar los consoladores y les dice:

  • Bueno, ahora vamos a ver a quien se la meto primero- Las dos mujeres se ponen de rodillas suplicando que sea a ella.- Bueno Paloma, veo que eres más zorra de lo que pensaba, pero hay que tener un respeto a los jefes, además tenemos otros sustitutivos.

Raquel se tumba mientras la dulce mujercita se pone de rodillas, con el coño en su cara,. La rubia coge uno de los consoladores y se lo mete por el coño, Paloma tiene el otro y se lo pasea por entre los pechos, lo lame como si fuese un tesoro. Erick le abre las piernas a Raquel, se las levanta casi hasta que sus rodillas tocan sus pechos, sus manos abarcan sus piernas, su coño es como una diana, y él se lanza como un kamikaze. Ella nota toda su embestida penetrar en su coño, grita de dolor y placer, cada vez más placer, más, le mete más el consolador a Paloma, que también aulla. Ahora es como un juguete esos de los niños, como un balancín, Erick se la mete con fuerza, sus manos alrededor de sus piernas aprietan sus pechos, ella grita de placer, y cuanto más goza más fuerza a Paloma que más se excita. Raquel siente toda la polla en su coño. Goza como nunca, cada vez la embiste con más fuerza, sus cuerpos se empiezan a cubrir de sudor, el olor a cuerpo desnudo, excitado, a jugos lujuriosos, llena toda la habitación.

Erick se quedaría allí el resto de la eternidad, pero su mujer reclama su ración de polla, la pone a cuatro patas mientras Raquel sigue tumbada, pero se gira, enseña su coño a Paloma y se coloca debajo de los esposos. Erick le abre las nalgas, le pasa su mano chupada por el ano y se la enchufa de un solo golpe, nota su delicado cuerpo temblar ante la terrible penetración... estaba chupando el coño de Raquel, pero al sentir toda la polla en su culo se ha estirado como un perro de caza, lanzando el más lujurioso de los gritos. Su marido la posee con fuerza animal, no puede volver al coño de Raquel porque se está metiendo el consolador por su chocho, mientras que se lo acaricia todo alrededor.

Paloma es como una muñeca de trapo, con su consolador en la mano, pero está casi como inerte, solo grita, solloza de placer, reclama más goce, más, y él se lo da con más fuerza. Es la primera vez que goza del culito de su mujer y no va a desaprovechar la ocasión Ahora Raquel aprovecha y le chupa los huevos, al sentir su lengua se la mete con más fuerza, jadea como un poseso, está a punto de correrse pero se detiene un momento, se le ocurre una manera de culminar menor la faena. Se la saca, Paloma casi se desmaya, entonces coge a Raquel de la cintura, le da la vuelta, se sienta encima de su vientre, pone la polla entre sus duras redondas y enormes tetas que aprieta y cierra como si fuesen un coño y allí la restriega, pasea su polla entre el canal de sus pechos. Paloma parece recuperarse y se une, se pone a chuparle la polla y sus pechos, a lametones, Raquel siente su caliente lengua y la ardiente polla... Erick ya no puede más, se corre allí entre sus tetas, Paloma lame toda la corrida y lo lleva a la boca de su amiga donde lo deleitan con placer...entonces ellas también se corren.

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erick-66@hotmail.com

En los siguientes relatos podré introducir las variantes que me indiquéis.