Una jefa perversa (5)

Raquel quiere probar a Erick y para ello le provoca hasta que éste la folla ante su oposicion, haciéndola gozar como nunca antes lo había hecho.

Una Jefa Perversa V

Raquel quiere probar a Erick y para ello le provoca hasta que éste la folla ante su oposicion, haciéndola gozar como nunca antes lo había hecho.

Cuando Paloma se fue, Raquel se sentía como la mujer más maravillosa del mundo. Tenía a un hombre y a su mujer en su poder y ninguno de ellos conocía su otra relación. Era el momento de coincidir los tres. Por ahora su plan estaba funcionando a la perfección, pero tenía que saber hasta donde era capaz de llegar Erick.

Aquel día había quedado con él en su casa a las 20 h. para resolver algunos problemas. Como siempre, Erick puntualmente llamó al timbre. Raquel le abrió casi de inmediato. Llevaba uno de esos top que se quedan un poco por debajo del pecho, pero no de los que quedan pegados, sino que caen a la misma altura que los pezones, así que por debajo casi podían verse la parte baja de sus senos ya que no tenía sujetador, y luego una minifalda de esas muy tableadas de cuadraditos, tremendamente corta, casi de colegiala, unos calcetines blancos y unas playeras.

Erick se quedó embobado mirándola y se le acercó con el ánimo de estrecharla entre sus brazos, pero ella se apartó diciéndole que ese día no tenía ganas y que la dejara en paz. Raquel le acompañó al salón donde días antes había disfrutado del cuerpazo de su mujer. La mesa estaba llena de papeles...Raquel se agachó para enseñarle algo en especial, pero lo que le enseñó fueron sus pechos que se veían perfectamente por la parte baja del top, y su culito. Llevaba unas braguitas minúsculas de esas que más que ocultar insinúan.

Entonces Raquel se agachó todavía más para recoger un bolígrafo que se le había caído al suelo, la faldita se le levantó completamente, incluso cayó hacia su cintura. Todo su culo quedaba al alcance de Erick que ya no podía contenerse, sus manos se posaron en las nalgas de Raquel. Tenía la piel muy caliente y suave, y un culito de lo más duro, fueron apenas un par de segundos, ella reaccionó, quizás no muy rápido, pero se levantó de golpe, le miró sonrojada y le dio una bofetada "Pero que haces tío, estás tonto? ya te he dicho que hoy no quiero nada".

Erick estaba fuera de si. Le cogió la cabeza con ambas manos, la acercó a la suya, y la besó con toda la pasión acumulada de tanto deseo.

Raquel luchaba un poco, pero aquello no era más que un paripé, se notaba que ella también lo deseaba. Después de besarla empezó a pasear su boca por toda su cara, por las orejas, el cuello... Mientras Raquel le decía "Hijo de puta que haces, quieres follarme, cabrón de mierda, pues no lo vas a conseguir", pero sus manos ardientes se paseaban por la espalda de Erick , le rasgaba la camisa con la uñas, su cuerpo también le deseaba.

"Eres un cabrón" le dijo Raquel mientras le cogía la cabeza y se besaban de nuevo con un fuego capaz de derretir el polo. Ahora las manos de Erick subían por la cintura de su jefa, estaban justo debajo de su camisetita, sus duros y redondos pechos en las manos de aquel hombre, al sentir su tersura estuvo a punto de correrse, los apretó con fuerza mientras seguía besándola, entonces le quitó ese top, y se agachó para meterse uno de sus pechos en la boca, mientras que magreaba el otro.

"Cabrón, a ver si te comportas como una bestia conmigo, te he estado calentado todo este tiempo para que me folles como un animal, para que la lujuria se escape de ti con toda la fuerza de los infiernos", aquellas palabras le excitaban más. Entonces la cogió, la llevó hasta la habitación y la arrojó en la cama. Allí Raquel rebotó, se retorcía como una serpiente. Empezó a quitarse las playeras, muy despacio y mientras se mojaba el labio con la lengua, Erick se desvestía a toda prisa, al final estaba en pelotas delante de la cama, y ella sólo se había quitado las playeras. tenía esos calcetinitos de ganchillo, que zorra, como sabía como excitarle. Raquel se tumbó y empezó a tocase los pechos, se mojó un dedo y se lo llevó debajo de la faldita, allí lo paseó por debajo de las braguitas y Erick pudo ver de cerca el vello de su pubis.

El se puso de rodillas encima de la cama, su polla era como la lanza de las películas antiguas, dispuesta a atacar, la cogió del pelo y le acercó la cabeza a su enorme polla "Chúpamela puta, chúpale la polla a tu amo y señor", Erick estaba fuera de sí y eso le encantaba a Raquel ya que su plan estaba saliendo a las mil maravillas. Había convertido al esposo ideal en una maquina sexual que cuando quería algo lo cogía y punto.

Ella empezó a chupársela, su lengua se paseaba por todo el pene para luego introducirlo en su viciosa boca, hasta la garganta y luego de camino hacia afuera sus labios lo succionaban, Erick estaba en el cielo, la seguía agarrando del pelo, y a veces la forzaba a llevar un ritmo más rápido o más lento, y cuando vio que aquello podía acabar en una corrida, se la sacó. "Cabrón de mierda, por que no me dejas que me coma tu leche", "Espera zorra, esa te la tengo reservada para otro agujerito", Raquel le sonrió con mirada cómplice.

Se volvió a tumbar, abriéndose de piernas, y señalándose el coño con un dedo, poniendo un gesto infantil que estuvo a punto de hacer enloquecer al pobre Erick. Se puso entre sus piernas y empezó a hurgar en su coñito rasurado, apartaba las braguitas que le molestaban en todo momento, pero eso le excitaba más, además estiraba de ellas y se metían en la raja de su culo o en su sexo, y eso le parecía que la excitaba más. Al final acabó arrancándolas. Entonces su lengua se metió dentro de su chorreante coño, más y más y más, hasta que la sintió explotar en su boca, allí succionó todos sus jugos mientras ella gemía en los estertores del orgasmo. Erick ya no podía más, se la tenía que meter, así que se tiró sobre Raquel, y apuntando la polla en su coño se la enchufó de golpe. Ella dio un gritito de dolor, que se transformó poco a poco en un grito de placer. Al principio todo iba despacio, pero él empezó a acelerar el ritmo poco a poco.

"Fóllame, cabrón, fóllame como a una perra, fóllame!!!!" le gritaba Raquel. Erick cada vez estaba más frenético, entonces ya no pudo resistir más la lujuria y se corrió en su coño en el mismo instante que ella se corría de nuevo. Unieron sus bocas en ese momento, fue algo increíble. Allí se la dejó un rato, entonces la rubia le pidió que se la sacara, quería chupársela. La enorme polla estaba empapada de los líquidos de Raquel y la lefa de Erick, y ella empezó a chupársela. Erick estaba tumbado y ella encima, chupándole toda la polla de nuevo, y los huevos, " Dame tu coño mientras yo te doy mi polla" le dijo. Y ella se dio la vuelta.

Vaya sesenta y nueve más brutal, tenía todo su coñito delante, durante un buen rato fue el blanco de sus dedos y de su lengua. Se aplicó tanto en darle placer que se volvió a correr otra vez. Mientras Raquel seguía entretenida reanimando ese enorme pedazo de carne que volvía a la vida presta de nuevo a la lucha. Entonces, Erick descubrió allí el agujerito de su culito, era como una estrella en el horizonte, y pronto acaparó toda su atención, empezó recorriéndolo con un dedo, que previamente había humedecido, lo recorría en circulo, y al final acabó introduciéndose dentro, como si de agua se tratase. Ella dio un respingo, tenía su polla en la boca y le miró con un gesto de placer. Al momento Erick notó como ella también empezaba a juguetear con su ano. Cada vez el dedo del hombre se metía más y más dentro de su culito, ella hacia lo mismo, estaba más y más excitado, se estiró un poco más y cambió la lengua por el dedo, lo humedecía todo. Ella notó su lengua caliente y comenzó a emitir gemidos de placer. Ahora él usaba dos dedos, y Raquel hizo lo mismo, pero no dejaba de chupársela y masturbarle con la otra mano. En poco tiempo su polla estaba de nuevo cien. "Bueno puta, ahora te voy a sodomizar, como a una zorra", le dijo "No, no no lo hagas por favor" contestó ella como implorándole con una falsedad tan grande que no pudo resistir mucho tiempo "eso, dame placer por el culo, dame placer".

La cogió y la echó medio cuerpo fuera de la cama, le abrió completamente las piernas y sin más se la enchufó en su culito. "AAARRRRGGGGG cabrón, me estás partiendo." Erick también tenía medio cuerpo fuera, se apoyaba en el suelo, y usaba todo el peso de su cuerpo para encularla. Ella notaba su enorme polla muy dentro de sus entrañas. Jadeaban de placer, cada vez la enculaba más y más rápido, aquella posición le excitaba, pero quería poseerla más, así que se sentó en la cama, apoyado en la pared "Empálate", le dijo. Raquel saltó encima, puso los pies apoyando los calcetinitos en sus muslos y se dejó caer empitonando su culo en aquel inmenso trozo de carne, mientras iba gritando de placer. Erick entonces la cogió de los pechos y la apretó contra él, mientras que la hacia saltar. Apretaba los pechos con fuerza, retorciéndole los pezones. "Cerdo, AARRRGGGGGG para, me estás matando.... AAARRRGGGGGGGG....como siento tu polla en mi culo".

Ahora una de las manos de Erick se fue hacia su coño, casi podía tocar su polla, pero sus dedos se metieron en su empapado sexo, estaba derretida, su chocho chorreaba, le metió varios dedos, y volvió a correrse en su mano, entonces giro la cabeza y sus bocas se unieron, allí con la mano en su coño y en sus pecho, su polla en su culo y las dos bocas unidas en un apasionado y lujurioso beso, Erick no pudo resistir más, y se corrió en su culito. Al final el semen caía por su ano cuando se la sacó.

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erick-66@hotmail.com

En los siguientes relatos podré introducir las variantes que me indiquéis.