Una inversion riesgosa de amor XXIII

Girando por la esquina del restaurante Chris se congeló en su lugar. Su corazón dio un brinco, y sus ojos se encontraron con la vista más hermosa que había visto nunca, Lynn.

Capítulo 23

  • ¡Bueno, esto es todo! - Matt soltó un suspiro de alivio mientras caminaban por el vestíbulo y hacia el restaurante.

  • La cena de esta noche, la despedida en el aeropuerto mañana, y todo habrá terminado. - Chris también suspiró, pero no de alivio. El suyo era un suspiro un tanto nervioso. Ella no estaba muy segura de cómo volver a su vieja vida, ahora que una nueva parte de ella había sido despertada. Girando por la esquina del restaurante Chris se congeló en su lugar. Su corazón dio un brinco, y sus ojos se encontraron con la vista más hermosa que había visto nunca, Lynn.

Su cara se puso roja y su cuerpo caliente, cuando la cosa más sexy que habían visto sus ojos capturaron su mirada, suavemente sonrió, luego volvió a la conversación. De repente todo pareció tan claro. Ni siquiera una pequeña duda permaneció en su mente. Ella sentía como si se hubiera levantado un enorme peso de encima. Chris se giró para mirar a Matt, que estaba esperando detrás de ella.

  • No sabía que ella iba a estar aquí. - Explicó, luego le preguntó con impaciencia.

  • ¿Qué pasa? –

  • De repente todo está tan claro para mí, Matt. -dijo Chris, casi en un trance luego de su repentina realización. Matt parecía confundido.

  • ¿Qué está claro? -Chris lo miró con lágrimas de alegría en sus ojos, agarró el frente de su camisa, y lo sacó de la vista de sus padres.

  • Todo el mundo me ha dicho que no puedes evitar de quien te enamoras. – Chris, todavía consciente de que Matt no tenía ni idea de lo que estaba hablando, continuó.

  • Es la verdad, Matt, ya no puedo pelear contra esto. Estoy completamente, irremediablemente, enamorada de Lynn. - Matt la miró a los ojos, sabiendo que finalmente había descubierto su verdad.

  • Eso es genial, Chris, realmente genial. - Entonces, dándose cuenta de que sus padres estaban esperando, dijo.

  • Sabes, podrías haber escogido un mejor momento para darte cuenta de esto. –

  • Gracias por tu abrumador apoyo Matt. -dijo Chris, golpeando ligeramente su pecho. Luego mirándolo a los ojos, dijo con un tono serio:

  • Tengo que hablar con ella. –

  • De acuerdo, puedes hablar con ella después de la cena -sugirió Matt. Chris sacudió la cabeza.

  • No, realmente necesito hablar con ella ahora. –

  • Chris... - Matt se quejó.

  • Matt... - Chris se quejó de vuelta. Matt suspiró, y sabiendo que no iba a ganar la pelea, se rindió.

  • De acuerdo, la haré ir al baño. - Chris asintió y le apretó la mano antes de regresar al restaurante.

  • Gracias. - Matt caminó hacia la mesa, donde el grupo estaba conversando. Marie dirigió su mirada a Matt.

  • Matt, cariño, ¿dónde está Chris? - Matt le dio la respuesta que había preparado en el camino hacia la mesa.

  • Tuvimos un pequeño altercado. - Luego, mirando a Lynn, preguntó:

  • Lynn, ¿podrías ir al baño y ver qué puedes hacer? - Lynn lo miró con recelo. Matt insistió.

  • Por favor, Lynn... ella te escuchará. - Lynn le lanzó una mirada de enojo, se levantó y se excusó. Matt miró a sus padres, se encogió de hombros y sacó una silla.

  • ¿De qué se trataba, querido? -preguntó Marie. Matt se sentó y contesto.

  • Mamá... -respondió con tono irritado.

  • Marie, quizás no es asunto nuestro -dijo Charles, poniendo su mano sobre su esposa. Luego miró a Matt.

  • Bueno, hijo, pensé que traerías el tema a conversación, pero no lo has hecho. Ya que estamos solos, vamos a discutir sobre el préstamo. Han pasado cinco años, Matt. Sé que has hecho algunos pagos, pero ¿eres capaz de pagar el resto? ¿Recuerdas nuestro trato? - Matt asintió y jugueteó con su servilleta.

  • Sí papá. Quería hablar contigo sobre eso. -

-Habla. -contestó Charles.

  • Bueno, ya sabes, no estoy exactamente en la posición de pagar el préstamo, al menos no ahora. Y yo estaba pensando, ya que voy a estar casado, y Chris tiene una vida y su carrera aquí, bueno, yo estaba pensando en extender la fecha de pago. - dijo Matt, inseguro de cómo su padre iba a reaccionar. Charles rio entre dientes.

  • Sabes, tenía un presentimiento sobre esto, Matt. - Tomando su servilleta de su regazo, la puso sobre la mesa y comenzó a retorcer el material.

  • Teníamos un trato, Matt. Yo entiendo lo de Chris y todo, pero un trato es un trato. – Tomando una pausa, él miró a su esposa. –

-Perdonen. -dijo Marie mientras se levantaba-.

  • No quiero estar en medio de esto. - Colocando su servilleta sobre la mesa, salió de allí. Matt se encogió en su silla mientras su padre empezaba a trazar su futuro.

  • ¿Qué tardará? ¿un mes para cerrar tu negocio aquí? -preguntó Charles. Al no obtener respuesta de su hijo, continuó.

  • Vamos a conseguir solucionar todo aquí, entonces te mudaremos de nuevo con nosotros, donde podrás aprender todo lo del negocio de la familia. Incluso dejaremos que vueles acá todos los fines de semana para que visites a Chris. Después de que termine con la escuela, vendrá con nosotros. Estoy seguro de que no le resultará difícil encontrar una posición, donde quiera que esté. - Matt se pasó los dedos por el cabello exasperado.

  • Papá, nada personal, pero yo no quiero estar en el negocio familiar. Estoy contento con lo que estoy haciendo ahora. –

  • Por supuesto que eres feliz. Yo también sería feliz si pudiera aprovecharme del dinero de alguien más, realmente no teniendo que preocuparme de ponerme al día con mis deudas. - Charles terminó con la conversación y eso significó poner su servilleta de vuelta en su regazo. Los dos permanecieron en silencio.

Lynn se paró frente a la puerta del baño, intentando reunir suficiente coraje para encarar a Chris. Lentamente, abrió la puerta y entró. Chris estaba en el espejo limpiando las líneas de lágrimas en su rostro. Al ver el reflejo de Lynn en el espejo, el corazón de Chris volvió a dar un brinco.

  • Hola -Sonrió tímidamente. Lynn, tratando de ignorar el brillo de los ojos de Chris, dijo estoicamente:

  • ¿Estás bien? ¿Tú y Matt realmente tuvieron una pelea? ¿O era sólo un truco? –

  • En realidad necesito hablar contigo, Lynn... - Chris se acercó lentamente y, extendiendo su mano, la colocó en el brazo de Lynn. Lynn intento mantenerse controlada.

  • ¿Entonces fue sólo un truco? - Se giró hacia la puerta. Chris corrió y bloqueó el camino. De pie a pocos centímetros de distancia, sus ojos se encontraron.

Chris se esforzó por pensar en una manera de hacer que Lynn se quedara y escuchara. Esta vez ella dejo que su corazón le mostrara el camino.

Chris levantó las manos y colocó sus palmas en las mejillas de Lynn. Mirándola profundamente a los ojos, Chris susurró:

  • Te amo, Lynn. No me di cuenta hasta que te vi justo ahora, pero te amo. – Con su corazón acelerado, ella lentamente acerco sus labios a los de Lynn. Pero justo antes de que sus labios estuvieran conectados, la puerta se abrió.

  • Oh mi... disculpen. – se escuchó la voz de una mujer.

Las dos miraron en dirección a la voz, luego volvieron a ver a la mujer, y por la puerta. Ambas se miraron en shock. Entonces, al mismo tiempo, exclamaron:

  • ¡Oh, dios mío, Marie! - Se quedaron paralizadas, pero sólo por un momento.

  • ¿Qué vamos a hacer? -preguntó Chris nerviosa.

  • No lo sé, no lo sé -respondió Lynn-. Agarrando la mano de Chris, ella la arrastro por la puerta del baño. Pensaré en algo, solo sígueme la corriente.

Prácticamente corriendo, las dos volvieron a la mesa, pero no antes de Marie. Marie se acercó rápidamente a la mesa, con el rostro blanco de shock.

  • Marie, ¿estás bien? - Preguntó Charles preocupado.

  • Matt, Charles, tenemos un problema -dijo ella, llevándose la mano a la frente-. Luego, volviéndose hacia Matt, dijo:

  • Matty, no sé cómo decirte esto, pero creo que ¡Lynn acaba de insinuársele a tu prometida! –

  • Marie, ¿de qué estás hablando? - Charles dijo severamente. Marie, tratando de decir esto con suavidad, respondió:

  • Charles, fui al baño, pensando que tal vez podría ayudar... luego las vi. Las vi... en un romántico abrazo. –

  • Marie, ¿estás segura de que no estás exagerando? -preguntó Charles.

  • ¡Charles, ellas, ellas estaban, se estaban besando! - Marie finalmente soltó.

  • Me temo que tiene razón, Charles. -admitió Lynn mientras se acercaba a la mesa.

  • Lynn, ¿Te le insinuaste a la novia de Matt? - Preguntó Charles incrédulo.

  • Sí, yo... - Lynn miró a Matt y, dispuesta a tomar el peso de todo, comenzó a explicar.

  • ¡No! - Dijo Matt mientras se ponía de pie y colocaba sus manos en el respaldo de su silla. La farsa había terminado. No estaba obteniendo su extensión en el préstamo. No era necesario continuar. Miró a Lynn, luego a Chris, luego a Marie. Luego, finalmente, mirando a su padre directo a los ojos, admitió.

  • Lynn no se le insinuó a mi prometida, porque... Chris no es mi prometida. –

  • ¿Qué? -preguntaron sus padres al unísono.

-Mamá, papá, Chris no es mi prometida. La verdad es que... - Matt hizo una pausa, tragó fuerte, y luego soltó.

  • La verdad es que, yo soy gay. – La reacción de sus padres no fue la que esperaba. Marie se acercó y puso las manos sobre los hombros de Charles. Charles miró a su esposa, luego los dos sonrieron.

  • Bueno, sin duda esto explica algunas cosas. -Marie suspiró. Matt no lo entendía.

  • ¿Mamá? ¿Papá? - Dijo, queriendo una explicación.

  • Por favor, vamos a sentarnos todos y discutir esto. -Charles tranquilamente hizo un gesto para que todos tomaran sus asientos.

Sentado, Charles tomó la mano de su mujer y la apretó.

  • Matt, hemos sabido acerca de tu estilo de vida desde hace bastante tiempo. Los rumores corren, ¿sabes? -Marie se unió a la conversación.

  • Cuando nos contaste sobre Chris, pensamos que tal vez te habías convertido, en, cómo lo llaman… bisexual. - Matt no podía creer lo que estaba oyendo. Todos estos años paso escondiéndose, ¿para qué?

  • Entonces, Chris, ¿eres realmente la novia de Lynn? - Marie preguntó. Matt respondió antes de que Chris pudiera responder:

  • Bueno, no al principio, simplemente termino de esa manera. - Chris miró a Lynn. Luego, poniendo su mano sobre la de Lynn, ella dijo:

  • Creo que el veredicto todavía no está dicho. ¿Qué dices, Lynn? – Lynn levantó su mano de su regazo y la colocó sobre la de Chris.

  • Creo que nosotros todavía tenemos un poco de que hablar... –

  • ¿Hablar de qué? -preguntó Marie.

Charles rodó los ojos. Su esposa siempre estaba metiendo su nariz donde no debía.

  • Marie, creo que eso es entre ella y Chris, cariño. –

  • No te preocupes Charles -respondió Lynn-.

Luego se dirigió a la mujer que le había hecho la pregunta y agregó.

  • Bueno, Marie, yo diría que lo más importante es que... Chris no es lesbiana.

  • Oh. - Marie estaba confundida.

  • No me hubiera enterado. He visto la forma en que te mira. Hasta lo había discutido con Charles, ¿verdad? - Charles asintió con la cabeza.

  • ¿Quieres decir que Chris no era lesbiana cuando te conoció? ¡Lynn, tú debes de tener otros talentos además de dar buenos consejos de inversión! - Bromeó, y luego guiñó un ojo a Lynn. Lynn se sonrojó y puso fin a la discusión.

  • Tal vez esto debería ser entre nosotras dos. –

  • ¿Entonces no me van a decir lo decepcionados que están de mí? -preguntó Matt todavía en estado de shock

  • La verdad es que nos tomó algo acostumbrarnos. -admitió Charles.

  • Pero, con el tiempo, lo hemos aceptado. Así que no, hijo, no estamos decepcionados por tu estilo de vida. Sin embargo, estoy un poco decepcionado en lo que respecta a esta pequeña farsa que ha estado pasando ¿Qué creías que lograrías? –

  • Lo siento, papá, mamá... solo pensé que si ustedes veían que yo tenía una vida aquí... que no cumplirían con el trato de mudarme con ustedes. -Matt puso los ojos en blanco y miró a Lynn.

  • No voy a obtener una extensión del préstamo. –

  • Mi oferta sigue abierta. - sugirió Lynn.

  • Un préstamo de negocios, puro y simple. ¿Pagos mensuales, cuotas atrasadas, las obras? - Matt declaró sus condiciones.

  • Lo que quieras - convino Lynn.

  • Bueno, papá, supongo que recibirás ese pago en su totalidad -dijo Matt. Charles asintió y sonrió.

  • Sé que Lynn no haría una mala inversión. -Luego, mirando a Lynn, él continuó.

  • Supongo que te uniste a esta farsa porque Matt te lo pidió. Yo estaría enojado contigo si no me hubieras ahorrado miles de dólares. Digamos que uno cosa tapa la otra. - Lynn sonrió nerviosamente. Se alegró de que la farsa hubiera terminado, pero seguía inquieta por la forma en que el resto de la noche iba a terminar.

En el estacionamiento, Chris tomó el brazo de Lynn y le preguntó:

  • Vas a venir a casa esta noche, ¿verdad? - Lynn, sintiéndose todavía insegura, hizo una pausa.

  • Mis cosas todavía están en el hotel. –

  • Bueno, si no te importa, iré contigo al hotel para recogerlas. Entonces podemos irnos a casa. - sugirió Chris. Lynn miró a Matt en busca de ayuda. Estaba confundida y cansada de todo.

Matt le devolvió la mirada y se encogió de hombros. No era de ninguna ayuda.

  • Espero que no te importe el BMW. No he tenido la oportunidad de recoger la camioneta. -dijo Lynn mientras abría la puerta del pasajero. En su camino alrededor del coche, sacó su teléfono y llamó. Quería estar preparada por cualquier cosa. Lynn se detuvo en la carretera.

  • Me he estado quedando en la ciudad, así que nos tomará unos minutos llegar allí. – Chris asintió y miró por la ventana. Ahora que estaban solas, ella estaba encontrando difícil decidir qué decir. Fue salvada por el sonido del teléfono de Lynn timbrando. Lynn miró el número y suspiró.

  • Tengo que tomar esto. - explicó mientras presionaba el botón del altavoz.

  • Habla Lynn Gregory. -dijo en voz alta. Chris estaba un poco nerviosa al escuchar el otro lado de la conversación.

  • Srta. Gregory, éste es Carlos Zaldívar.

  • Sí, Carlos, ¿qué puedo hacer por usted? –

  • Srta. Gregory, ¿ha visto el mercado? ¡Mis acciones han caído significativamente! –

  • Carlos - respondió Lynn con voz suave.

  • ¿No confía en mí? –

  • Por supuesto, pero... –

  • Carlos, le haré la misma oferta que siempre hago. Si desea vender esas acciones, enviaré un cheque el lunes por la mañana por la cantidad exacta que originalmente a pagado por ellas. Pero no venga a mí el martes llorando cuando las acciones estén por el techo, porque entonces no podré hacer nada por usted. –

Hubo un silencio en el otro extremo de la línea. Entonces, Carlos, tomo una decisión y respondió:

  • No, no, ha hecho un montón de dinero para mí, creo que voy a confiar en sus instintos. –

  • Eso es por lo que me paga, Carlos. Nunca lo he dirigido mal, ¿verdad? –

  • No... perdón por haberla molestado. Que tenga una buena velada, Srta. Gregory. - Lynn se agachó para apagar el altavoz, luego extendió la mano y corrió los dedos a través de su cabello.

  • ¿Ves la mierda con la que tengo que lidiar? - Dijo, mirando el camino adelante.

Chris la miró.

  • Entonces, ¿por qué lidias con eso? –

  • Porque ese hombre me trae diez mil dólares al mes. - Lynn Respondió, mirándola.

  • ¿Diez mil al mes para la firma? -preguntó Chris inocentemente. Lynn rio entre dientes y sacudió la cabeza.

  • No, diez mil dólares para mí. – Chris se sorprendió.

  • ¿Haces diez mil dólares al mes? -Lynn suspiró y admitió.

  • No, hago mucho más que eso. Ni siquiera puedes comprender la cantidad de dinero que obtengo. - Chris se echó hacia atrás y miró el camino. Ella tenía razón. Ella había leído el artículo. Vio el despacho. Vio el fabuloso BMW en el que estaba montada. Pero ella nunca lo puso todo en conjunto.

De alguna manera, todo eso la abrumaba. El resto de la noche se fue en silencio. Lynn se dirigió hasta el hotel y entró en la zona de valet parking. Salió un joven del edificio e inmediatamente abrió la puerta de Chris. Para el momento en que Chris había sido ayudada a salir del coche y cerró la puerta, Lynn ya estaba a su lado y había arrojado las llaves al valet. Lynn guio a Chris por la enorme puerta de cristal.

Chris se detuvo a la derecha dentro de la entrada. Sus ojos examinaron los pilares de cristal del vestíbulo, el suelo de baldosas de mármol y tantas plantas verdes, podría haber sido una selva. No se sorprendería si el metal decorativo, utilizado como reja de la silla alrededor de las paredes, era de oro real.

  • ¿Algún mensaje, John? -preguntó Lynn al recepcionista. El recepcionista le entregó unos papeles y un paquete.

  • Oh, y Srta. Gregory, el taxi que pidió está esperando afuera. –

  • Gracias, John. - comentó Lynn al revisar sus mensajes, luego fijo su vista en Chris y le ofreció.

  • Aquí está tu oportunidad, Chris. Hay un taxi afuera esperando por ti. – Chris cruzó los brazos sobre su pecho desafiante.

  • No voy a ninguna parte. - Lynn se volvió al recepcionista y tomó cinco billetes de cien dólares de su cartera.

  • John, por favor, pídale al conductor que espere aquí toda la noche. - Luego, entregándole cuatro de los billetes, ella continuó:

  • Dele la mitad ahora, y la mitad en la mañana, cerca de las nueve. O antes si esta mujer pide un viaje a casa. - Entregándole el último billete, ella suavemente dijo:

  • Y esto es para ti. - El hombre tomó el dinero y asintió.

  • Gracias. - Lynn empezó a alejarse y luego se volvió.

  • Por cierto, ¿cómo está Miguel? –

  • Está bien. ¿Puede creer que otra organización acaba de pagar cinco mil más de las facturas del hospital? - Respondió.

  • Eso es genial, John. Mantenme informada, ¿de acuerdo? -Lynn pidió. John asintió y se dirigió hacia el taxista que esperaba.

Lynn condujo a Chris al ascensor.

  • Miguel es la pareja de John. Él tiene cáncer. - Después de detenerse, Lynn se volvió hacia Chris.

  • Mira, algunas personas aprecian mi dinero. -

  • Bueno, a veces no lo desperdicias en cosas estúpidas. -respondió Chris bruscamente y sarcásticamente.

  • No considero que tu universidad sea una estupidez -Dijo Lynn, ligeramente molesta.

  • No estaba hablando de mi universidad. Estaba hablando de ese dinero que acabas de dejar para ese taxi. -replicó Chris.

Lynn bajó del ascensor al décimo piso y sostuvo la puerta para Chris. Ella condujo el camino por el pasillo largo a un par de puertas dobles que ella abrió. Luego, haciendo señas para que Chris entrara, dejó caer sus llaves sobre una mesa, se acercó a las puertas de estilo francesas y las abrió.

Una brisa suave entró en la habitación y Chris caminó hacia afuera a disfrutar de la vista. Regresando hacia la habitación, ella examinó su entorno. Alfombra blanca de felpa, sofá de cuero de borgoña, pintado. La habitación era hermosa. Miró cómo Lynn se ponía las gafas y procedía a abrir el paquete que acababa de recibir.

Lynn se sentó en el sofá examinando el contenido. Mirando por encima de sus gafas, preguntó fríamente:

  • ¿Ya estas teniendo un ataque de pánico? – Chris la miró como si hubiera perdido algo.

  • ¿Si recuerdas que te dije que te amaba? - Lynn se ajustó las gafas y siguió mirando los papeles que tenía frente a ella.

  • Yo no sé si realmente te creo. - Chris estaba herida.

  • ¿Qué quieres decir? - Lynn, sin encontrar los ojos de Chris, se puso de pie, se acercó a las puertas abiertas y respondió:

  • Bueno, pensé que tal vez habrías reconsiderado tu decisión ahora. Ambas sabemos que te gusta huir cuando se trata de nuestra relación. –

  • Wow. Realmente puedes ser una perra fría. - Chris retrocedió.

  • ¿Es esto lo que realmente eres? Porque esta no es la mujer de la que me enamoré. – Le agarró la barbilla y obligó a Lynn a mirarla a los ojos.

  • ¿Donde esta aquella mujer dulce y compasiva? - Lynn la miró con una expresión fría. Ella no se rendiría, ella no cedería, no lo haría.

Moviendo su cabeza, Lynn salió al balcón y se apoyó en la repisa.

Chris permaneció allí un momento, luego se apoyó en la puerta y preguntó:

  • ¿De verdad quieres que me vaya? -No recibiendo una respuesta, dijo tranquilamente.

  • Bueno, ¡No voy a huir! No esta vez. - Chris se volvió y examinó la habitación:

Tenía que haber un minibar en alguna parte, y necesitaba un trago de algo ya. Finalmente, después de mirar a través de varios gabinetes, ella se encontró con las botellas. Hizo una pausa, sabiendo lo caras que eran estas cosas.

Hoteles. “Oh, bueno, si es rica, se lo puede permitir” pensó para sí misma.

Chris sirvió dos vasos y regresó al balcón. Ella puso una copa en la cornisa frente a Lynn, tomó el otro y comenzó.

  • Dijiste que teníamos mucho de qué hablar, así que empezare. –

  • Lynn, toda mi vida he sentido que no era parte de algo realmente. Pase por todos los lugares viajando con mi familia. Nunca tuve novios serios. Sí, he dormido con muchos hombres, pero nunca sentí ese apego emocional. Supongo que la verdad es que yo nunca estuve interesada por ellos. -Chris hizo una pausa, otra vez tratando de calmar el latido de su corazón.

  • Pero esa primera noche que te conocí, sentí una conexión, una conexión que nunca sentí con nadie antes. Y me sentí bien, muy bien. - Chris respiró hondo y continuó.

  • Y entonces esa conexión comenzó a convertirse en algo más, algo... sexual. Y ese sábado por la noche, cuando estábamos solas, mirándote a los ojos ... Nunca antes había sentido algo así. Esa proximidad, ese calor, simplemente nunca existió en mi vida hasta ese momento y eso me asustó muchísimo. Así que te empuje lejos junto con mis sentimientos por ti. Pero mis sentimientos seguían tirándome hacia ti. Probablemente pensaste que yo solo buscaba provocarte, pero no pude evitarlo. –

Chris se detuvo. Lynn no estaba respondiendo en absoluto. Sintiendo que las lágrimas se formaban en sus ojos, ella luchó por continuar.

  • Lynn, realmente no pensé que estabas tratando de comprarme, o que era sólo un juego para ti, era sólo otra manera para mí de intentar de convencerme de alejarme. Y ahora, creo que te he alejado tanto... que te he perdido. - Las lágrimas fluían libremente ahora. Chris no podía volver a luchar contra ellas.

  • Por favor, Lynn, por favor, dime que todo está bien. Dime que todavía te importo, porque estoy loca por ti. - Lynn sintió que la pared que había construido se desmoronaba.

“Es sólo otra estrategia. Me acercare y ella volverá a alejarse otra vez. No caigas, no caigas, no caigas.”

  • ¡No puedo hacerlo, Chris! - Gritó.

  • ¡Ya no puedo con esto! -

  • ¿Es este tu mal genio? Porque no me gusta. - dijo Chris.

  • Sí, bueno, así es como trato con las cosas, ¡así que es mejor que te acostumbres a ello si vamos a tener una relación! -

  • ¿Entonces, vamos a tener una relación? - Dijo Chris con frustración.

  • ¡Sí! ¡No! ¡Solo duele demasiado! -Gritó Lynn. Luego tratando de calmarse, ella explicó:

  • ¿No entiendes? Te quiero tanto que duele. Chris, no podría soportar que te alejaras de nuevo. -

  • No voy a alejarme, Lynn. ¡Dame otra oportunidad, por favor! –

“No la mires, no la mires, no la mires, Lynn se repetía.

Pero ella se volvió cuando Chris exclamo.

  • ¡Al diablo con todo! -

Lynn se movió lentamente hacia Chris y secó las lágrimas de sus mejillas. Poniéndose las palmas de las manos en su cara, acerco los labios que estaban delante de ella.

Lynn rozó sus labios suavemente, luego se retiró, dándole a Chris una oportunidad para salir de la situación.

  • Todavía estoy aquí, Lynn. - Chris puso su mano detrás del cuello de Lynn.

  • No me iré a ninguna parte. -dijo ella mientras atraía los labios de Lynn hacia los suyos.

Lynn trató de mantener la calma, pero cuando sintió que la lengua de Chris se deslizaba en su boca, ella perdió todo control. Ella deslizó sus manos por la pequeña espalda de Chris y la apretó en un abrazo. Lynn sintió las manos de Chris agarrar el cinturón de sus jeans, acercándola aún más, y luego los dedos de Chris mientras se deslizaban por su espalda y su cabello. Las manos de Lynn se deslizaron hacia abajo para agarrar las nalgas de Chris.

Los movimientos le recordaron la noche que habían bailado... ya la imagen en el espejo que había causado la retirada de Chris no estaba.

Chris nunca se había sentido así antes, un ardor creciente en varias áreas de su cuerpo que habían ardido antes. Ella había sido encendida antes, pero esto era una necesidad abrumadora, una necesidad que ella creía que no podía controlar. El cuerpo de Lynn a su lado sólo estaba propagando el ardor. Quería estar más cerca. Cuando sus lenguas se encontraron, era como una chispa de un fósforo.

De repente sintió sus manos moviéndose hacia arriba y abajo de la espalda de Lynn y sus dedos tomando sus tensos músculos.

De repente, Lynn se separó del beso, agarró la mano de Chris y tiró de ella hacia dentro. Deteniéndose delante del gran espejo decorativo en la pared, ella giro a Chris para que enfrentaran su reflejo. Lynn abrazó a Chris.

  • Esta vista te había asustado mucho antes. ¿Qué piensas ahora? - Chris sonrió y atrajo los brazos de Lynn alrededor de su cuerpo.

  • Creo que hacemos una pareja muy linda. - El corazón de Lynn dio un brinco por la palabra "pareja". Ella se volvió para mirar a Chris de nuevo a la cara.

  • ¿Estás segura de que esto es lo que realmente quieres? - Chris colocó la palma de Lynn contra su mejilla y cerró los ojos, disfrutando de la sensación del tacto de Lynn. Lentamente, abrió los ojos y se encontró con su intensa mirada.

  • Lo que quiero es sentir tu cuerpo junto al mío, sentir tus caricias, tu aliento en mi piel... Lynn, quiero hacer el amor contigo. -

Lynn no pudo resistirse. Toda su gentileza se había ido, Chris hambrienta abrió su boca, tomando la lengua de Lynn con urgencia. Entonces los labios de Lynn tocaron la barbilla de Chris, sus mejillas, sus párpados, y la suave piel en su cuello. Chris se estremeció de la sensación.

Lynn lentamente empezó a desabotonar la camisa de Chris mientras sus labios seguían besándola. Sus labios se encontraron y las lenguas bailaron cuando Lynn tiró de la camisa de Chris hasta que fue lanzado en algún lugar de la habitación.

Cuando sus ojos se encontraron, Lynn acarició la piel de Chris desde su cuello hasta el final de la línea de su sujetador. Ella pasó suavemente los dedos por los pezones que ahora empujaban contra el material.

Chris jadeó en voz baja, el tacto de un hombre nunca se había sentido así. Ella tiro de los labios de Lynn con urgencia. Lynn llevo sus manos detrás de la espalda de Chris y buscó con dificultad los cierres de su sujetador. Los cierres se soltaron y Lynn suavemente quito su sujetador, y usando sus pulgares acaricio suavemente los duros pezones. Lynn se sentía como si estuviera en una película de cámara lenta, como si el tiempo se había detenido y sólo existieran ellas dos.

Miró a los ojos a Chris, tratando de entender lo que estaba sintiendo Chris. Lo que vio fue fuego, pasión y anhelo. Lo que ella vio alimentado sus llamas dentro.

Chris sintió las suaves palmas de Lynn en su piel, sintió los ojos de Lynn en los de ella, sintió su fuego abajo. Se sentía mareada de pasión. Quiso sentir la piel desnuda de Lynn contra la suya, tiró de su camisa para levantarla sobre su cabeza. Ella sintió su piel, se atrevió a extender la mano sobre los pechos expuestos de Lynn.

Sintiendo que el calor subía entre sus piernas, ardiendo cada vez más caliente y deseándolo. Tiró de la mano de Lynn para acariciarla. Lynn amasó la humedad entre los muslos de Chris. Y oyó el gemido escapar de sus labios. Ella podía sentir la necesidad de la espera, podía sentir su propia necesidad e intentaba desesperadamente permanecer en control de sí misma, ya que sabía que esto no era algo a prisa.

Llevando a Chris a la cama, Lynn bajó su cuerpo sobre el suave edredón.

Ella desabrochó los pantalones de Chris y tiró suavemente, quito los pantalones y la ropa interior del cuerpo retorciéndose debajo de ella. Revisó el cuerpo ante ella, ese cuerpo con el que ella había fantaseado y encontró que era aún más hermoso de lo que había imaginado

“Dios mío, ¿qué está mirando?” Chris pensó, ella ha estado con tantas mujeres, “¿está decepcionada?” Ella recibió su respuesta tan rápido que se preguntó si ella lo había dicho en voz alta.

  • ¡Eres tan hermosa! -susurró Lynn mientras llevaba sus labios hacia el abdomen expuesto y besó la zona desnuda. Chris vio como los labios de Lynn y la lengua se dirigían más allá de su abdomen. Ella jadeó cuando las puntas de los dedos de Lynn sintieron su humedad por primera vez.

¿Debería sentirse avergonzada de que esta humedad fluyera así fuera de ella? No podía recordar haber estado tan mojada antes. Lynn no parecía pensar que era algo inusual cuando ella sintió los dedos acariciándole suavemente la ardiente carne. Chris se sintió flotando, subiendo más y más alto, la fiebre de la emoción en su cuerpo cada vez más caliente y más caliente, casi insoportable.

Lynn acarició los pliegues húmedos y calientes de Chris con los dedos, lentamente al principio, luego dando vueltas suavemente más y más rápido. Sus labios y lengua se movieron de los muslos de Chris hasta sus pechos, tirando, chupando.

Lynn sintió el calor creciente entre sus propias piernas. Trató de calmarlo frotándose suavemente contra el muslo de Chris. Justo cuando Lynn estaba a punto de desmayarse de pasión, gritó Chris, su cuerpo convulsionando de placer.

Enviando a Lynn a la locura, ella se vino con la misma intensidad que su pareja.

Chris sintió que su cuerpo se movía incontrolablemente, sintió que su voz gemía con placer extremo. Se sentía como nunca antes se había sentido. Y más aún cuando ella sentía que los dedos de Lynn entraban en y salían. Sintió como su cuerpo se arqueaba. Su cuerpo nunca había reaccionado así con un hombre.

Lynn se acercó a ella y la agarró por la espalda, por un momento se movieron juntas, Chris manteniéndose cada vez más apretada, hasta que una corriente de emoción fluyó sobre ella, y se vino otra vez.

Lynn sacudió los dedos dentro y fuera de Chris. Cuando Chris la atrajo hacia arriba de ella, Lynn pensó que tal vez le estaba haciendo daño, pero cuando se sintió sostenida cada vez más fuerte, ella supo que no era verdad. Sintió que Chris le soltaba el brazo y luego la ola de la fiebre que envolvía todo el cuerpo de Chris se desato. Lynn quitó suavemente sus dedos y los deslizó sobre los ahora doblados pliegues de carne de Chris, acariciando suavemente nuevamente, llevándola al éxtasis una vez más. Chris gritó una y otra vez, subiendo a nuevas alturas cada vez. Finalmente, su cuerpo débil, atrajo los labios de Lynn a los suyos. Alejándose, Chris susurró.

  • Quiero tocarte. - Ella movió su mano hacia abajo a los pantalones ya húmedos de Lynn, frotando donde Lynn irradiaba el calor a través de la tela.

Ella soltó todos los botones de un tirón. Lynn sonrió.

  • Veo que eres una profesional en eso. –

  • Los hombres también usan jeans sabes. - Chris se burló y ayudó a Lynn a sacarse sus jeans, y luego sus bragas. Chris volvió a Lynn sobre su espalda, se deslizó en la parte superior, y dejo que su pasión tomara control. Recordando lo que Lynn había hecho, y también algunos de los detalles del libro escondido en la mesa de noche de Lynn, ella trajo a Lynn al mismo éxtasis que ella misma había experimentado.

  • ¿Seguro que nunca has estado con una mujer antes? - Lynn preguntó, acunando Chris en sus brazos.

  • ¿Qué? -dijo Chris.

  • Parecía que sabías lo que estabas haciendo. - Lynn se río entre dientes. Chris sonrió y admitió:

  • Tuve algo de ayuda de ese libro en tu mesa de noche. – Lynn sonrió.

  • Creo que lo recuerdo... - Lynn dijo mientras se hacía camino por el cuerpo de Chris con su lengua.

Chris se recostó y sintió que el calor se elevaba una vez más. Ella jadeó cuando la lengua de Lynn se deslizó a través de su centro y luego se sumergió en la humedad.

  • ¡Oh, Dios mío! -gritó Chris mientras la llevaban a una nueva altura. La sensación estaba tan cerca del cielo como podía imaginar. Unas lágrimas llenaron los ojos de Chris. Lynn la besó de regreso por el cuerpo debajo de ella, pero se detuvo cuando vio lágrimas humedeciendo el rostro de Chris.

  • ¿Por qué lloras? -preguntó Lynn suavemente mientras besaba las lágrimas. Chris sonrió y mantuvo a Lynn cerca.

  • Acabo de romper la barrera del sonido. - Lynn estaba confundida.

  • Fue algo que un amigo me dijo. Comparó la sensación de hacer el amor con romper la barrera del sonido. –

  • ¿El? -preguntó Lynn con celos. –

  • No te preocupes, cariño -dijo Chris mientras pasaba los dedos por el cabello de Lynn-.

  • Después de la experiencia que acabo de tener, estoy segura de que eres a la única que quiero. - Ambas satisfechas por el momento, yacían con las piernas y los brazos entrelazados. Chris trazó círculos en el estómago de Lynn y preguntó vacilante:

  • Entonces, ¿vas a ir mañana a la casa? - Lynn, muy relajada, contestó con los ojos cerrados.

  • ¿No te refieres a nosotros? ¿Volveremos mañana a la casa? -Lynn sintió que Chris asentía con la cabeza y sus labios sonreían contra su piel.

  • Sí, podemos ir mañana a la casa. –

  • Entonces, ¿a qué hora tenemos que hacer la salida? -Suspiró Chris.

  • Bueno... yo realmente no pido la salida. -contestó Lynn, todavía con los ojos cerrados. Chris levantó la cabeza para mirar a Lynn.

  • ¡No me digas que este es tu hotel, también! - Lynn sonrió.

  • No, pero tengo un acuerdo con el dueño. - Las dos permanecieron en silencio por un momento. Chris todavía tenía preguntas.

  • ¿Entonces es donde viniste el lunes por la noche cuando no dormiste con Terri? -

Lynn abrió los ojos, recordando aquella terrible noche, y respondió:

  • No, yo no estaba realmente en ninguna condición para conducir esa noche. En realidad, dormí en mi camioneta. –

  • Bebiste demasiado, ¿no? - Bromeó Chris.

  • Eso, y el hecho de que estaba un poco frustrada para estar hacerlo. – Lynn hizo una pausa y luego decidió explicar más.

  • Terri era una mujer hermosa, hizo todo lo que pudo para que me quedara con ella... pero a la única persona que quería era a ti

Entonces, con un poco de risa añadió:

  • ¡Incluso me dijo que podía llamarla por tu nombre! -

  • Así que por eso ella sabía quién era yo en el bar esa noche - Masculló Chris.

Chris se levantó un poco para poder mirar a los ojos a Lynn. Entonces, acariciando el cabello de Lynn dijo seductoramente.

  • Bueno, estás aquí conmigo ahora. ¿Todavía me quieres? - Lynn empujó a Chris sobre su espalda y se aseguró de que ella supiera la respuesta.