Una inversión riesgosa de amor VII
-¿Quieres decir que soy tu primer encuentro con una lesbiana?-
Capitulo VII
-¿Chris estas despierta?- Se escuchó la voz de Matt a través de la puerta.
-Pensé que talvez podríamos salir a desayunar antes de iniciar nuestra aventura.- Chris se removió en la cama tratando de recordad como había llegado a la cama de Lynn.
Al fin regresando a la realidad recordó que la suave voz de Lynn en la oscuridad la había despertado para llevarla a su cuarto. Y luego las vio, allí al lado de su cama unas margaritas en una vasija. Chris sonrió.
Dándose cuenta de que no había respondido a la pregunta de Matt dijo rápido.
-Claro dame una media hora para ducharme y vestirme. ¡Muero de hambre!-
Una media hora después Chris salió del cuarto vestida con unos shorts blancos y una blusa sin mangas color lavanda.
-¿Qué tal me veo? No estaba segura de lo que querías que usara.- Le dijo Chris a Matt quien ya la esperaba en la sala.
-Te ves bien. Todo va a salir bien, ¿no crees?- Matt pregunto buscando consuelo en Chris.
-Sí, creo que todo va a salir bien. Voy a dar lo mejor de mi Matt.-
-Sé que sí. Solo me preocupa cometer un error.- Chris tomo su cartera y abrió la puerta.
-Bueno, talvez te sientas mejor con el estómago lleno.-
Matt la siguió por la puerta y se subió al coche.
-Uhm-hum- Chris aclaro su garganta.
-¡Si vamos a hacer que esto se vea real, más te vale abrirme la puerta!-
Matt fue rápidamente a abrirle la puerta a Chris.
-Ves, creo que necesitamos solo un poco más de tiempo…- Chris sonrió, entro y se sentó.
-¡Tratare de recordarte las pequeñas cosas, ahora entra!- Matt entro al coche y lo arranco.
-¡Aquí vamos!- Dijo tratando de sonar calmado mientras su estómago daba vueltas en todo el camino.
Matt y Chris ingresaron al restaurante y buscaron una mesa donde sentarse.
-¡Hola, Buenos días!- Chris levanto su mirada del menú para encontrarse con la sonrisa de Lynn.
-¿Buenos? No creo que lo sean, este podría ser el principio del fin…- Comenzó a decir Matt.
Lynn miro a Matt y luego a Chris.
-Puedo ver que él ya está nervioso. ¿Quieren café?-
-¿Un poco? ¡Creo que lo estas subestimando!- Rio Chris.
-Sí, café por favor, y definitivamente descafeinado para Matt. ¡Ya me está volviendo loca!-
-Solo tengo descafeinado de todos modos, ya me tome el resto tratando de mantener mis ojos abiertos- Lynn rio y fue por el café.
-Ah, por cierto gracias por las margaritas, realmente calmaron mis nervios esta mañana.- Dijo Chris a Matt. Matt se veía confundido.
-¿Margaritas?- Chris examino la cara de Matt.
-Ya no importa.- Murmuro dándose cuenta de que aquello no era obra de Matt. Talvez eran de Lynn. Eso había sido muy dulce de su parte pensó.
Chris comenzó a chequear el menú de nuevo solo para ser interrumpida por segunda vez.
-¡Hey ustedes dos no se ven como una pareja enamorada!- Comento otra mesera de pie frente a su mesa.
-¡Hey Betty! Supongo que Lynn te conto, ¿eh?- Respondió Matt.
-Si le preocupaba el que te aparecieras por acá con tus padres y dijéramos algo inapropiado.- Betty sonrió.
-En serio creo que deberían sentarse más juntos chicos, tomarse de la mano o algo, o no podrán engañar a tus padres.-
-Gracias Betty, buen consejo.- Dijo Lynn mientras servía el café.
-Realmente no practicaron nada de eso.-
-¿Tratan de ponerme mas nervioso? Porque lo están logrando.- Dijo Matt sarcásticamente mientras dejaba su menú sobre la mesa.
-Lo siento, ¿Qué van a ordenar chicos? ¿Lo de siempre Matt?- Matt asintió y se giró para mirar a Chris.
-Todo es muy bueno aquí. ¿Qué quieres huevos?- Lynn negó con su cabeza.
-¿No has puesto atención a nada de lo que ella ha dicho? No le gustan los huevos. ¿Qué tal unos waffles?-
-Eso suena bien, y algo de tocino por favor.- Respondió Chris sintiéndose incomoda por tratar a Lynn como a una simple mesera.
Lynn regreso en pocos minutos con sus desayunos.
-Dios me alegra que hayas regresado. ¡Estaba cansada de ver a Matt envolviendo pedazos de servilletas!- Dijo Chris.
-Ese es solo uno de sus peculiares hábitos que hacen que te enamores de él, cierto?- Lynn rio. Matt puso sus ojos en blanco y comenzó a comer.
-¿Les importa si paso mi descanso acá con ustedes?- Pregunto Lynn mientras se sentaba al lado de Matt con su taza de café.
-Para nada. Gracias por dejarme dormir en tu cama anoche, dormí muy bien.- Lynn se giró para mirar a Matt y lo golpeo en su brazo.
-¡No puedo creer que no le hayas ofrecido tu cama! Yo no sé si me casaría con este hombre.- Dijo sonriéndole a Chris.
-¡Bueno, ya sabemos que no te casarías con este hombre o con ningún otro por así decirlo!- Dijo sarcásticamente Chris.
Matt rio. Lynn se quedó sorprendida por el comentario y luego sonrió. Se alegraba de que Chris finalmente se sintiera tan cómoda como para bromear.
-¡Hey Lynn! ¿Dónde está nuestra comida?- Grito un hombre desde otras mesa.
Lynn se giró para buscar al dueño de la voz y grito de vuelta.
-¡Tranquilo Andy Betty está trayendo tu comida!- Después de mirar por todo el restaurante sin encontrar a Betty decidió ir a buscarla ella misma.
-Ya regreso.- Lynn camino fue hasta la barra, tomo los platos de comida y se los llevo a los clientes impacientes.
-¡Ustedes me deben una chicos!- Bromeo.
Los hombres rieron y Andy estiro su mano para tocar el trasero de Lynn.
-¡Yo te devuelvo el favor!- Lynn en un movimiento rápido tomo la muñeca del tipo y se la doblo, sacándolo de su silla.
-¿Tengo que enseñarte otra vez de modales, Andy?- Dijo con una mirada muy seria en su cara.
-Para nada.- Dijo Andy quejándose del dolor. Lynn lo soltó, sonrió y le revolvió el cabello.
-Eso creí.- Dijo mientras se alejaba de la mesa mientras sus amigos se burlaban de él.
Chris miro todo con asombro y luego sonrió cuando se encontró con la mirada de Lynn.
-¡Recuérdame nunca meterme contigo!- Rio Chris.
-Solo me cogieron en un mal día es todo. No tengo la paciencia.- Respondió Lynn.
Volvió a sentarse al lado de Matt.
-¿Necesitan algo más chicos?-
-Sí, más café- Dijo Matt.
-¡Lo siento! No me gustaría perder mi extraordinaria propina!- Lynn puso sus ojos en blanco, fue por la cafetera y lleno sus tazas.
-No puedo esperar a caer en mi cama. Al parecer Matt como el caballero que es, no te va ofrecer su cama. ¿Te vas a quedar en casa cierto?- Matt miro a Chris.
-Sabes talvez no sea una mala idea que te quedaras toda la semana, eso es si no te importa.-
-Tendré que ir por algunas cosas a mi apartamento, y ustedes tienen que recordad que tengo que estudiar.-
-Claro.- Dijeron ambos al mismo tiempo. Muchos clientes entraron al restaurante.
-¡Parece que hay que regresar al trabajo!- Lynn miro a Matt a los ojos.
-Vas a estar bien, realmente lo creo. Y si no es así y tus padres te desheredan, lo cual dudo seriamente, solo recuerda que siempre serás parte de mi familia.- Y finalmente se fue a recibir a los nuevos clientes.
Ya que Matt no estaba obviamente con el humor para platicar, Chris se quedó observando a Lynn mientras terminaba su desayuno.
De verdad actuaba muy bien para sentirse tan cansada como decía, reía y bromeaba con tres chicas en otra mesa. Claro porque no, eran unas chicas muy tractivas, seguro estaba coqueteándoles. Chris pensó que talvez sus sospechas eran ciertas cuando las chicas se fueron y Lynn llego a su mesa.
-Hmmm, un número de teléfono escrito en una servilleta ¿que podría significar eso?- Bromeo mientras la guardaba en su bolsillo.
Chris sintió una punzada. ¿Podrían ser celos? No, estaba segura de que solo eran los nervios.
A principios de esta semana había sido estrés, ahora eran nervios, se convenció a sí misma.
-¿Lista para irnos? Deberíamos estar camino al aeropuerto.- Gimió Matt como si fuera a morir.
Chris se levantó y se detuvo frente a él y le ofreció su mano para que hiciera lo mismo.
-¡Vamos relájate, esto va a ser divertido!- Matt tomo su mano y se despidió de Lynn y ambos salieron por la puerta.
-¡Ahora, eso está mucho mejor! ¡Al menos parece que se gustan!- Grito Betty desde adentro.
-¡Suerte cariño!- Matt le sonrió a Betty, abrió la puerta para Chris y salieron.
-No te enterarías si Lynn está cansada, ¿no?- Dijo Chris tratando de romper con la horrible tensión en el coche.
-Sí, Lynn nunca está muy cansada para ligar!- Sonrío Matt.
-Al parecer le funciono. ¿Cómo se supone que supiera que esas chicas eran gay? No lo parecían para mí.-
-¡A eso le llaman “gay-dar”!- Rio Matt.
-Lo que quiero decir es que creo que muchas de las chicas en el bar tampoco parecían gay para mí. ¡No puedo creer lo lleno que estaba anoche!- Matt asentía mientras conducía.
-¿Con cuantas chicas de ese bar crees que ha estado Lynn?- Matt comenzó a reír.
-¡Solo Dios sabe! ¡No se incluso si Lynn lo sabe!- Matt estaciono el coche en el parqueo del aeropuerto y se sentó a esperar allí en silencio.
Chris salió del coche y lo rodeo para abrirle la puerta a Matt. El la miro con cara de preocupación.
Mientras salía del coche Chris tomo su mano.
-Matt, respira profundo. Cada vez que sientas que te va a dar un ataque de pánico solo aprieta mi mano. Aquí estaré.- Entraron al aeropuerto y se dirigieron a la puerta de llegadas. Matt apretó su mano.
-Tu mano se siente extraña, tan pequeña y suave. Estoy acostumbrado a sentir una fuerte y masculina.- Le tomo la otra mano y la miro a los ojos.
-No sé si te lo habré dicho antes como aprecio todo esto que estás haciendo. Gracias.- Chris sonrió y lo beso en la mejilla.
-¡Ok, ustedes dos nada de escenas amorosas en el aeropuerto!- Una ruidosa voz se escuchó desde la puerta de llegadas. Venia de un hombre bien distinguido que rodeaba con su brazo a una elegante mujer.
Chris al darse cuenta de que estos eran los padres de Matt apretó su mano.
-¡Oh Charles, esta debe ser ella!- La mujer chillo mientras abrazaba a Chris muy fuerte.
Al enterarse de que ignoraba a su hijo también lo abrazo. Dio un paso atrás para observarlos por un momento.
-Hijo- Dijo Charles ofreciéndole a su mano. Se giró para hacer lo mismo con Chris.
-¿Y tú debes ser…”-
-Mama, papá, esta es Chris. Chris Newman.-
-Chris- Charles le saludo.
-Sr. y Sra. Mckinley, es un gusto al fin conocerlos. He escuchado mucho sobre ustedes.-
-Cariño, llámanos Charles y Marie.- Sugirió Marie cálidamente.
Chris asintió y luego se dirigió a Matt.
-Cariño porque no vamos por nuestro equipaje.-
-Marie, porque no vas con los chicos a recogerlo. Yo iré por el coche que rentamos y nos vemos en la entrada.- Dijo Charles mientras se iba.
-¡Ok, dirígenos!- Dijo Marie a Matt colocándose en medio de los dos Marie puso sus brazos sobre sus hombros y les siguió.
-¡Oh querida no sabes cuánto hemos esperado por este día! ¡Matt es nuestro único hijo sabes! ¡Somos tan afortunados de tenerlo!- Chris miro a Matt y sonrió.
-¡Bueno, yo también me siento afortunada!- Los tres se quedaron esperando por el equipaje. Cuando aparecieron Matt las tomo y se dirigieron a la salida. Charles apenas llegaba en el coche rentado, un Mercedes. Abrió el maletero y Matt coloco las maletas dentro.
-¿Quieren seguirnos hasta el hotel? Podemos almorzar y luego me temo que este viejo necesitara dormir.- Dijo Charles mientras le abria la puerta a Marie.
-¡Oh sí, mi estómago ruge! ¿Pueden creer que solo nos dieron un bocadillo dulce en el avión?- Se quejó Marie. Matt estuvo de acuerdo en seguirlos al hotel.
-¡Dios, no creo que pueda comer otra vez!- Remarco Chris.
-Lo siento, creo que no lo pensé muy bien.- Respondió Matt.
-¡Oh bueno ya que atrape a mi hombre no necesitare cuidar mi figura!- Dijo Chris tratando de aligerar el humor. Funciono: Matt sonrió.
Matt siguió el coche al hotel, donde el valet parking estaciono ambos coches. Los tres entraron al lobby mientras Charles hacia el registro.
-Solo envíen nuestras maletas al cuarto, vamos a comer algo.- Le indico Charles a la recepcionista.
Ambas parejas encontraron una mesa donde sentarse en el patio del hotel con vista al mar. Marie con su mano apoyada en su barbilla lo admiraba.
-¡Ya sé porque no puedes dejar este lugar Matthew, es tan hermoso!- Luego se giró y pregunto.
-¿Has vivido aquí toda tu vida Chris?-
-En realidad he tenido que vivir en muchos lugares. Antes de que mis padres fallecieran, mi padre era parte del ejército, así que nos mudábamos constantemente. – Respondió Chris.
-¿Hija de militar, eh?- Charles rio.
-Tenemos mucho en común jovencita. Yo también fui producto del sistema militar.-
-Eso me conto Matt.- Chris tomo agua de su vaso y continuo.
-¿Qué le hizo no querer seguir los pasos de su padre?- Matt sonrió pues Chris no sabía que ese se iba a convertir en el tema de conversación de resto la tarde. Era lo que hacía su padre siempre que surgía el tema.
Por un momento en la conversación Charles miro su reloj.
-Bueno, creo que es tiempo para esa siesta. ¿Iremos al club a cenar?-
-¡Seguro, ya hice las reservaciones!- Respondió Matt.
-¿Lynn vendrá también?, eso espero. Hace mucho tiempo que no la vemos.- Dijo Marie.
-Claro, sé que le encantaría.- Matt respondió y al mismo tiempo se despidieron.
-¿Nos vemos a eso de las 7?-
-Nos vemos entonces. ¡Adiós Chris!- Dijo Marie.
-No sabía que Lynn vendría con nosotros.- Dijo Chris mientras esperaban al valet.
-Sí, ella tampoco lo sabe.- Respondio Matt.
Matt y Chris regresaron a casa luego de hacer una parada en el apartamento de Chris. Cuando entraron Lynn miraba la televisión en la sala.
-¡Hey, pensamos que estarías desmayada ya!- Bromeo Matt. Lynn se veía demacrada.
-¡Estoy exhausta. Tengo un terrible dolor de cabeza y no puedo conciliar el sueño!- Hizo una pausa.
-Pero basta de hablar de mí, ¿cómo fue todo?-
-La verdad todo salió muy bien, gracias a Chris. Hizo que papá comenzara a hablar del porque no fue al ejercito.- Respondió Matt.
Chris hizo una reverencia y sonrió.
-Sus padres son realmente amables. Francamente no sé porque estabas tan nervioso.-
-Por cierto, Lynn mis padres requieren tu presencia en la cena de esta noche.- Dijo Matt mordiéndose el labio con miedo a su respuesta.
-Matt me encantaría, de verdad que si, pero estabas escuchando hace un minuto cuando dije “¿que estaba cansada, con un dolor de cabeza insoportable y que no puedo dormir? Además tengo que prepararme en –miro su reloj- ¿seis horas?-
-Siete horas, es viernes. Vamos Lynn por favor.- Se quejó.
-Hey, apuesto a que solo estas tensa, déjame darte un masaje.- Ofreció Chris.
-¿Un masaje?- Remarco Lynn. “Justo lo que necesitaba, tus manos por todo mi cuerpo, como si eso pudiera relajarme”, pensó.
-Apuesto a que te puedo ayudar a dormir. Sabes una gran parte de la terapia física es el masaje. ¡Tengo buenas manos!- Dijo Chris.
-¿Tienes buenas manos ¿- Lynn sonrió, miro a Matt y le guiño un ojo.
-Podrías por lo menos intentarlo.- Dijo Matt ignorando el guiño.
En contra de su buen juicio Lynn estuvo de acuerdo.
-Vamos, puedes acostarte en la cama.- Chris sugirió, y caminaron hacia el cuarto donde Lynn se recostó.
-Ok, ahora solo relájate.- Dijo Chris con voz suave mientras comenzaba a pasar sus manos por la espalda de Lynn.
-Sabes que no creo que esto vaya a funcionar.- Dijo mientras se levantaba a cerrar la puerta.
-Tienes que quitarte la camisa. No puedo hacerlo a través de esta tela.- Lynn sintió pena. Primero quería masajear su cuerpo y ahora quiere hacerlo sin ropa. Agrego, “creo que tendré que tomar otra ducha fría”.
Lynn se sacó su camisa para dejar ver su piel desnuda. Se alegraba de haber tomado una ducha antes.
Chris miro a Lynn quitarse su camisa y sintió esa punzada de antes. Ignorando lo que sentía coloco sus manos sobre la espalda desnuda de Lynn y comenzó lentamente a empujar sus pulgares sobre sus músculos. Lynn soltó un gemido que la hizo sonreír.
Chris sintió que se comenzaba a calentar mientras lentamente seguía pasando sus dedos por los firmes músculos de Lynn.
Se detuvo un momento para encender el ventilador y volvió a lo suyo.
Chris observo como la bronceada piel de Lynn se tensaba. El abanico quizás estaba enfriándola pero no estaba haciendo nada para aliviar el calor que Chris ella sentía.
Lynn sintió los dedos de Chris presionar su piel desnuda, sus dedos estaban sobre su espalda pero ella los sentía en cada espacio de su cuerpo. Se alegró de que Chris hubiera encendido el ventilador, pero ahora el frio asistía el toque de Chris, enviándole sensaciones más fuertes. Intentaba mantenerse calmada.
“Pretende que es alguien más” intento convencerse a sí misma.
Lo que no sabía era que todo el calor del cuarto irradiaba no solo de su cuerpo pero también del de Chris.
Chris no sabía cuánto más podría soportar. Se sentía acalorada, débil y mareada. Podía sentir sus propias pulsaciones. Trato de recuperarse de lo que estaba sintiendo masajeando de arriba abajo los brazos de Lynn, pero luego se encontró amasando la piel de sus bronceadas piernas.
Se sentía poseída, como si alguien más hubiese tomado control de sus manos.
Masajeo más y más arriba de sus largas piernas, hasta llegar a su trasero. Tenía que parar. Y tenía que hacerlo ya. Lo que estaba sintiendo no era profesional. Había dado muchos mensajes antes pero ninguno la había hecho sentir así. Alejo sus manos y se quedó observando como el cuerpo de Lynn subía y bajaba al ritmo de su respiración.
-Genial, está dormida y yo estoy… ¿excitada? ¡Diablos!- Fue al baño tratando de no hacer ruido y se salpico agua fría en la cara.
Mirándose al espejo trato de encontrar la misma imagen que se reflejaba cada vez que lo hacía.
Paso sus manos por su cara, su cuello y sus pechos. Se veía igual que siempre, ¿así que, que podría haber cambiado?
Lynn sintió el calor de las manos de Chris deambular por todo su cuerpo. Esto no se sentía como un masaje común y corriente, parecía que Chris estaba poniéndole más interés del que era necesario. Probablemente no quería salir sola con Matt y sus padres a cenar.
Lynn intento disfrazar su pesada respiración cuando Chris subía por sus piernas y masajeaba su trasero. Se sentían bien, pero también mal… ¡muy mal!
Lynn termino quedándose dormida repitiéndose asi misma “ella es hetero, ella es hetero, ella es hetero”.
Lynn abrió sus ojos y lentamente se sentó en la cama. Se sentía mucho mejor. Se levantó y poniéndose su camisa de vuelta camino por el pasillo hacia la sala. Matt estaba en el sofá mirando una película.
-¿Dónde está Chris?- Le pregunto.
-Luego de que te durmieras salió a correr. No la he visto desde entonces- Respondió Matt.
Lynn miro el reloj, eran la 5:30 pm.
-¿No fue eso hace dos horas? ¿No te preocupa?- Le dijo mientras salía la balcón.
-Ya está mayorcita no crees.- Respondió Matt sin moverse.
Salió a el balcón y allí estaba Chris, sentada sobre las gradas.
-¡Ya no importa aquí esta!- Grito respondiéndole a Matt mientras se inclinaba al lado de ella para mover un poco de cabello que caía sobre su cara.
-¡Hey, estas bien!- Chris bajo su mirada y luego miro hacia la costa.
-Claro, es solo que aquí se está más tranquilo.- Dijo mirando a Lynn.
-¿Cómo te sientes tú?-
-Mejor- Respondió Lynn y agrego sarcásticamente.
-Creo que tendré que ir con ustedes a esa cena.-
-Lo siento- Rio Chris por el sarcasmo.
-¿Qué hora es?-
-5:30 ¿necesitas ir a prepararte?- Pregunto Lynn.
-No, puedes adelantarte tú, a mí me toma solo 30 min.- Respondió mirando otra vez a la costa.
-Estoy disfrutando estar aquí.-
-Estas segura de que estas bien.- Volvió a preguntar Lynn.
-¿Matt hizo algo?-
-No, segura. Entrare en un momento.- Respondió Chris y vio a Chris entrar de nuevo.
¿Cómo decirle que Matt no era el motivo por el que se sentía incomoda? ¿Cómo decirle que estaba sintiendo algo que no entendía?
Chris dio un suspiro profundo y se quedó mirando a un grupo de pelicanos a lo lejos en la costa. Que simples debían ser sus vidas.
Finalmente se puso de pie, sacudió la arena de su ropa y entro para prepararse para la cena.
Los tres manejaron hasta el club, Matt y Chris en un coche, y Lynn en otro. Los valets tomaron sus llaves. Matt y Lynn se miraron y rieron mientras ingresaban al club.
Era muy divertido ver la manera en que actuaban los valets al tener que aparcar sus coches.
Estaban acostumbrados a parquear BMW o Mercedes era algo así como un insulto tener que aparcar sus viejos coches.
Antes de entrar, hablaron sobre separarse antes. Las chicas pretenderían usar los baños mientras Mat tiria a la mesa a encontrarse con sus padres.
De esta manera Matt podría convencer a sus padres de no hablar sobre los planes de la “boda”.
Llegando a la mesa sus padres le saludaron.
-¿Dónde están Chris y Lynn?- Marie preguntaba buscando a Chris y a Lynn con la mirada.
-Necesitaban usar el baño, y creí que este sería un buen momento para que nosotros habláramos.- Matt tomo asiento y comenzó a hablar mientras sus padres le escuchaban atentos.
-Por favor no hablen de escoger una fecha para la boda a Chris. Ya lo hemos platicado y a ella le gustaría esperar a terminar la universidad para hacerlo.-
-¿Cuándo seria eso?- Pregunto Charles.
-Bueno, es complicado. Primero esta su bachillerato y luego su trabajo de posgrado que tiene que terminar. No estoy seguro. Lo importante de esto es que si va a haber boda. Es solo que tomara un tiempo- Matt intento no sonar nervioso.
-Si, eso es lo que importa, pero…- Comenzó a decir Marie.
-Mama eso es lo importante. Ahorita tiene muchas cosas en su cabeza, mucho estrés con la universidad y todo. Solo por favor no mencionen nada sobre la fecha de la boda o los planes.- Pidió Matt.
-Bueno, no hemos dicho nada sobre la boda pues no hemos visto un anillo de compromiso…- Comento Marie de nuevo. Matt la interrumpió.
-Ese es solo otro estrés que no quería hacer que pasara ahorita. Solo estoy feliz de que haya aceptado, el anillo vendrá después cuando ella decida que esta lista.-
-Bueno, estoy de acuerdo con ella.- Menciono Charles.
-Es una chica lista y hay mucho tiempo para todo lo demás después de terminar su carrera. Si yo hubiese esperado un poco más antes de casarme con tu madre…- Ahora Marie interrumpía.
-Si hubiésemos esperado más tiempo me hubiera casado con alguien más Charles.-
Ese comentario vino con un gran silencio en la mesa. Marie finalmente lo rompió.
-En fin, hagan lo que deseen Matty, francamente, solo soy feliz de que hayas encontrado a alguien.- Marie desvió su mirada por encima del hombro de Matt.
-¡Y aquí están!- Los tres se levantaron, Charles y Marie para saludar a Chris y a Lynn.
-¡Hola, otra vez!- Marie le dijo a Chris mientras se abrazaban. Luego mirando a Lynn remarco.
-¡Lynn que feliz estoy de verte otra vez!- La abrazo.
Charles observo a Lynn.
-Lynn, estas más guapa que la última vez que te vi. Parece que la vida te trata bien.- Lynn sonrió.
-No tengo quejas.- Dijo ella y luego hizo una pausa como pensando su respuesta.
-¡Bueno, la verdad no muchas!-
Los cinco rieron y se sentaron. Matt tomo el consejo de Chris de jalarle la silla para que se sentara. El mesero arribo a la mesa con una botella dentro de una cubeta de hielo.
-Espero que no les moleste pero me tome la libertad de ordenar champaña.- Dijo Charles ordenándole al mesero que abriera la botella.
-Así es que Lynn, ¿qué piensas de la chica de nuestro Matty?- Pregunto Charles mientras el mesero iba sirviendo la champaña para todos.
Era obviamente una pregunta retórica, aclaro su garganta y levanto su copa anunciando a la mesa.
-¡Por Matt y Chris! ¡Y por Lynn, que encuentres alguien igual de especial algún día!- Lynn sonrió y al mismo tiempo hizo contacto visual con Chris.
-Sería una chica muy suertuda.- Esto lo dijo mirando directamente a los ojos y choco su copa con la de los demás.
Chris sorprendida por la sinceridad de la mirada en los ojos de Lynn choco su copa un poco más fuerte de lo debido derramando el líquido sobre el mantel.
Recuperándose del incidente rio y dijo.
-¡Parece que ya me emborrache!-
Minutos después el mesero regreso a la mesa con una bandeja llena de aperitivos.
-¡Ah, ordene un poco de estos fabulosos quiches!- Dijo Marie entusiasmada mientras tomaba el plato de las manos del mesero.
-¡Esto se ve delicioso!- Dijo Chris tomando uno. Lynn miro a Matt con cara de preocupación quien no respondió. Lynn se inclinó y le hablo al oído.
-¡Esos tienen cangrejo dentro!- Matt miro a Lynn totalmente desconcertado. Lynn volvió a inclinarse a hablarle de nuevo.
-¡Chris es alérgica a los mariscos!- Matt atrapo la mano de Chris en la suya justo cuando ella iba a llevárselo a la boca.
-Cariño, creo que estos tienen una mezcla de cangrejo dentro.- Luego miro a sus padres y les explico.
-Ella es alérgica a los mariscos, se hincha como un globo. ¿No les gustaría pasar su primera noche en un hospital no?- Bromeo.
Chris regreso el aperitivo al plato y de inmediato le dio una mirada de agradecimiento a Lynn. “Me alegra que lo haya recordado” pensó.
Obviamente estaba poniendo mas atención a los detalles sobre la vida de Chris que Matt. Matt solo estaba nervioso, intento convencerse a sí misma.
El grupo ordeno y comieron disfrutando el ambiente y la música, un poco cursi. Una orquesta completa tocando “Love Shack” no era la idea de buena música para Lynn. Una nueva canción comenzó a sonar.
-¡Oh, amo esta canción!- Comento Chris.
-Me recuerda a mis padres.-
Lyn miro a Matt quien claramente tenía la cabeza en otra parte. Lynn hizo lo que debía y le golpeo en el costado. Matt dio un brinco y volvió a la realidad volteándose a mirar a Chris con curiosidad. Lynn soltó la palabra “bailar” y le señalo a Chris con la cabeza. Matt finalmente entendió.
-¿Cariño, quieres bailar?- Matt ofreció a Chris. Chris acepto y se dirigieron a la pista de baile.
-¿Deberíamos seguirles Marie?- Charles se levantó de su silla y le ofreció su mano a su esposa. Marie hizo lo mismo y comenzaron a bailar.
Lynn se sentó allí mirando y disfrutando la manera en que Chris intentaba mejorarle el ánimo a Matt.
Finalmente Matt soltó una sonrisa y luego casi cae de su silla al ver que Chris besaba a Mattt suavemente en los labios.
Lynn sabía que en algún momento iba a suceder, tenía que suceder para que pareciera natural frente a los padres de Matt. Pero claramente no estaba preparada. Tomo de un solo trago la copa de champaña y trato de pensar en otra cosa y no servía de nada, sus ojos, como imanes continuaban regresando a la imagen de la “feliz pareja”.
-Disculpa, ¿estás sola? ¿Te gustaría bailar?- Pregunto un hombre probablemente en sus treintas con el cabello peinado hacia atrás. Podía empeorar esta noche se preguntó a sí misma. Justo en ese momento apareció Charles como un caballero en su armadura a salvarla.
-Lo siento joven pero esta encantadora dama me debe el resto de este baile a mi.-
Lynn sonrió mientras tomaba la mano de Charles y le susurraba un “gracias” a Marie quien ya se había sentado. Marie sonrió de vuelta.
Chris intento hacer sonreír a Matt. Le conto el chiste más picante que conocía, y lo logro. La cara de Matt cambio de una de tristeza y sobre todo miedo a una de carcajadas.
-¡Eso es lo que me gusta ver!- Le dijo para luego darle un suave beso en los labios. Matt la miro confundido. Chris respondió a su mirada.
-Sigue sonriendo. Solo estoy haciendo lo que tus padres esperarían, tratando de parecer lo más natural posible, ya sabes, como dos personas enamoradas.-
Su sonrisa regreso.
-¿Qué haría sin ti?- Matt noto como Chris miraba hacia otro lado donde estaban Lynn y un hombre que se había sentado a su lado. Luego observaron justo cuando su padre llego para salvar el día. Luego regresando a el baile se sonrieron entre si felices de ver a Lynn ser rescatada.
Los ojos de Chris viajaron hacia la otra pareja. Miro como Charles guiaba a Lynn por la pista. Chris estaba sorprendida por el atuendo de Lynn esa noche. Los pantalones negros hacían a Lynn lucir más delgada. La blusa color azul cobalto que colgaba por los hombros de Lynn y dejaba su espalda desnuda le despertó a Chris una especie de calor en su cuerpo. Las manos de Charles estaban sutilmente puestas sobre la espalda desnuda de Lynn.
Chris recordó la suave piel de Lynn bajo las yemas de sus dedos y sintió un cosquilleo por su cuerpo.
-Hey, tierra llamando a Chris. ¿Dónde estás?- Matt la despertó de su sueño.
No pudiendo decir la verdad, escogió una respuesta vaga.
-En ninguna parte realmente.- Fue salvada de un interrogatorio cuando la música se detuvo y Matt la guio hasta la mesa.
-Gracias Charles.- Dijo Lynn mientras Charles le jalaba la silla para que se sentara.
-Estaré por siempre debiéndote esto.-
-No, en realidad yo soy el que te debo la vida.- Hizo una pausa Charles y continuo.
-Ese consejo de inversión que me diste la última vez que estuvimos aquí, bueno, solo digamos que dio en el punto. ¡De hecho fue lo que construyo nuestra nueva piscina!-
-Bueno, me alegra que te haya funcionado.- Respondió Lynn.
-Siempre estaré feliz de ayudar.-
-Si tienes un tiempo antes de que nos vayamos me gustaría hablarte de otra aventura de la que estoy interesado.-
-No hay problema. Solo dame los detalles y lo mirare.-
Chris estaba sorprendida para decir lo menos. Lynn la mesera, la cantante, ¿también daba consejos de inversión? ¿Qué otros talentos más podría tener?-
-Odio acabar con este buen momento que estamos pasando pero tengo que tocar en media hora.- Se disculpó Lynn mientras tomaba su chaqueta.
-Lo entendemos como dicen, “¡Ese es el mundo del espectáculo!”- Exclamo Marie.
-Lynn nos acompañaras en el picnic de mañana ¿cierto? ¡Me temo que ninguno de nosotros es tan bueno como tú en los deportes, y no queremos que nuestra familia entera se vea patética!- Bromeo Charles.
Lynn sonrió y feliz de ser incluida respondió.
-¡No me lo perdería por nada del mundo!- Hizo una pausa para colocar sus manos sobre los hombros de Chris.
-Pero sabes, Chris es bastante atlética. ¡Podrían ganar un trofeo mañana!-
Chris se sonrojo sin saber si había sido por el cumplido o porque viniera de ella. Dicho esto Lynn se despidió y salió de allí.
La noche termino siendo larga, más larga de lo que Matt y Chris anticiparon. A eso de las 2 am, la música se detuvo y la noche se había acabado. Con un suspiro de alivio de ambos, la pareja subió al coche. Dándose cuenta de que sus padres todavía les miraban Chris susurro.
-Pon tu brazo alrededor de mi.- Matt acostumbrado a seguir lo que decía, lo hizo y salieron de allí despidiéndose. Mirando por el retrovisor Matt sonrió y movió su cabeza al ver que el valet estaba claramente poco a gusto con la propina que le había dejado.
-¡Dios! Fue bueno que supiéramos como responder a todo ¿eh?- Dijo Matt.
-¡Toda esa práctica ayudo mucho!- Chris estuvo de acuerdo y se alejó de el para que tuvieran su espacio.
-Entonces, ¿a qué hora es el picnic de mañana?-
-Comienza a eso de las 10 am. Duerme bien, porque conociendo a papá seguro se anotara en muchos eventos.-
-Sabes, me confundiste cuando le llamaste un picnic, ¿ahora es un evento deportivo?-
-Oh deja de quejarte, al menos tu eres atlética, ¡te vas a querer reír cuando veas a mi familia competir!- Rio y luego se puso serio.
-Pero por favor no te rías, ¡por lo menos no en nuestras caras!- Sonrío de repente.
Matt aparco su coche frente a la casa y abrió la puerta para Chris.
-Iré a salirme de este estúpido traje y ponerme algo mas cómodo.- Dijo Matt mientras caminaba hacia su cuarto.
-¡Eres el primer hombre gay que conozco que no le gusta vestirse bien!- Chris le grito desde la sala.
-¡Por dios seguramente soy el único hombre gay que haz conocido en toda tu vida!- Rio y asomo su cabeza por la puerta y dijo.
-¿Cierto?-
-Cierto.- Ella admitió.
-Pero lo he visto en muchas películas.-
Chris entro al cuarto de Lynn, cerró la puerta, y comenzó a deshacerse de su ropa. Se vistió con una camiseta y un par de boxers de franela y se dirigió a la cocina por una botella de agua.
-¿Necesitas algo de la cocina?-Grito a Matt.
-¿Qué tal una botella de leche magnesia?- Le escucho decir y respondió.
-¡Tendrás que conformarte con un vaso de leche!-
Ya con la botella de agua y la leche en sus manos fue a la sala y se desplomo en el sofá exhausta. Matt la imito sentándose en el otro sofá y justo en ese momento escucharon la puerta de enfrente abriéndose.
-Hey, ¿Cómo termino el resto de la noche?- Pregunto Lynn mientras las llaves sobre la mesa.
-Bien, muy bien.- Respondió Matt.
-Gracias por lo de los mariscos.-
-¡No, debería ser yo la que lo agradezca!- Chris rio.
Matt le comenzó a contar a Lynn los detalles del resto de la noche, pero ella le interrumpió.
-Espera, quiero escuchar todo esto pero tengo que ducharme primero. ¡Ya regreso!- Y desapareció por el pasillo.
Cuando Lynn regreso pregunto.
-¿Alguno quiere helado?- La cara de Chris se ilumino.
-¡Yo sí!-
-Ven dime cuanto quieres.- Lynn le hizo señas para que la siguiera a la cocina.
Regresaron a la sala con tazones llenos de helado.
-¿Seguro que no quieres un poco Matt?-
-No gracias no quiero eso flotando por mi panza toda la noche.- Matt y Chris le terminaron de contar sobre el resto de la noche con sus padres. Cuando terminaron y estaban cansados de tanto reír Matt se despidió diciendo que tenía que descansar para el día siguiente que estaba apenas unas horas.
-¿Y tú? ¿Vas a dejarme sola también?- Le pregunto Lynn a Chris.
-En realidad, no tengo sueño.- Respondió Chris.
Se sentaron en silencio por unos momentos ambas enfocadas en comerse su helado. Chris rompió el silencio primero.
-Así que sabes todos los detalles de mi vida y yo no sé nada de la tuya.-
-Eso es porque no soy parte integral de todo esto.-
-Bueno, para parafrasearte, “Creo que la prometida de Matt debería saber algo sobre la vida de su compañera de apartamento”, bueno mezcle las palabras pero lo entiendes.-
-Ok, ¿Qué te gustaría saber?- Concedió Lynn.
-¿Qué tal sobre donde creciste, de tus padres…- Y agrego sarcásticamente.
-Tus sueños y esperanzas.-
-Crecí en un pequeño pueblo fuera de la ciudad, mis padres siguen viviendo. Mi papá todavía trabaja como arquitecto. Mi mama es una programadora de computadoras, esta semi-retirada, al menos eso es lo que dice ella, pero todavía trabaja en casa. Tengo un hermano menor que yo, es paisajista. Los veo dos veces al año. No somos tan cercanos.-
-¿Y ellos saben que eres gay?- Pregunto Chris.
-Si lo supe desde siempre y se los hice saber. Aceptan mi “estilo de vida”.-
Luego Lynn agrego sarcásticamente.
-Siempre y cuando no tengan que saber dónde duermo y con quien.-
-Te refieres a las miles y miles de mujeres.- Pregunto Chris.
-Se lo que Matt cree pero yo no creo que realmente lo entienda. Pienso que muchas mujeres solo duermen con mujeres u otros hombres si es el caso porque son promiscuos, ya sabes por el simple acto del sexo.- Lynn hizo una pausa para pensar y continúo.
-Pero yo no duermo con mujeres por eso, y créeme él ha estado exagerando sobre mis “encuentros sexuales”.- Miro a Chris tratando de hacerla entender.
-Cuando ya has tenido una intimidad real, la sigues buscando tratando de experimentarla otra vez. Así que a veces solo necesito sentirme deseada. Necesito la intimidad, solo si es por unas cuantas horas, incluso si es con alguien que no conozco.- Lynn continuo.
-Dime Chris, de esos 10 o más hombres con los que has estado ¿a cuantos has amado de verdad?- Chris bajo la mirada y jugo con sus dedos.
-En realidad ninguno de ellos. No creo que me haya enamorado nunca. Ya conoces el viejo dicho, “Quizás el correcto no ha llegado”, bueno esa soy yo, soy la chica para ese dicho.-Chris levanto su mirada hacia Lynn.
-¿Y tú?, has dicho que has tenido intimidad real eso debe ser que te has enamorado.- Lynn sintió las lágrimas llenar sus ojos. Intento contenerlas y respondió.
-Sí, estaba enamorada, pero creo que ella no.-
-¿Susan?- Pregunto Chris. Lynn soltó un respiro profundo y una lagrima se escapó por su mejilla. Asintió admitiendo.
-Susan.- Chris escucho el dolor en la voz de Lynn.
-Lo siento, si no quieres hablar de ello…-
-Estuvimos juntas ocho años. La encontré revolcándose con una de sus estudiantes. Según lo que me habían dicho mis supuestos amigos no era su primera aventura.- La voz de Lynn se quebró.
-Ya ha pasado un año pero cada vez que pienso en ello, es como si lo estuviera reviviendo.-
-Entonces el dicho, “Es mejor haber amado y perdido que nunca haber amado…-
-La persona que lo dijo debió ser masoquista.- Lynn sonrió mientras otra lagrima bajaba por su mejilla.
Limpiándose las lágrimas Lynn miro a Chris a través de la poca luz.
-Ya que sabes la razón por la cual me acuesto con muchas mujeres dime porque no pareces encontrar al hombre perfecto. ¿Sera que tienes altos estándares?-
-No lo sé. Es solo que no lo he sentido. Lo que quiero decir es que no espero escuchar campanas o algo así, solo que no he tenido esa conexión emocional con ninguno.- Chris hizo una pausa y comenzó a decir.
-No sabes cuantas veces me he dicho, “talvez si solo te acuestas con el...” sabes a lo que me refiero.- Lynn asintió y sonrió.-
-Y luego te despiertas a la mañana siguiente y piensas, “¿Qué he hecho?”-
-Exactamente, Creo que tienes los mismos problemas…-
-Sea que te guste dormir con hombres o mujeres.- Lynn término la oración de Chris.
-Así que dime ¿que busca una mujer en otra mujer?- Pregunto Chris.
-Bueno, no puedo responder por todas las mujeres, eso sería como preguntarle a un hombre lo mismo. Cada mujer busca algo diferente.- Respondió Lynn.
-La mayoría de los hombres buscan mujeres con pechos grandes.- Dijo Chris riendo,
-¿Tu buscas eso?- Lynn rio y negó con su cabeza.
-Si no caben en la boca no funciona.- Los ojos de Lynn viajaron a los pechos de Chris. Cuando levanto la mirada Chris la atrapo.
Chris se miró los pechos, negó con su cabeza y sonrió.
-Apenas caben.- Sus ojos viajaron a los de Lynn.
-¡Esos desbordarían una boca!- Lynn sintió su cara ponerse roja. ¿Estaba Chris coqueteándole?
Chris comenzó a decir.
-Ok, así que ¿Qué buscas?-
-Creo que lo primero en que me fijo es en la mirada. Los ojos te dicen mucho sobre una persona.-
-Oh, ¿y que ves en los míos, “Madame adivina”?- Bromeo Chris.
Lynn miro a Chris directamente a los ojos por un momento antes de dar una respuesta seria.
-Bueno, lo primero que vi cuando te conocí fue tu calidez, tu naturaleza protectora.- Lynn hizo una pausa.
-Pero ahora tendría que agregar que veo que actúas como una persona solitaria pero en realidad te gusta la compañía.- Chris miro a Lynn con algo de miedo en sus ojos.
-Y ahora, veo miedo, miedo de que me hayas dejado ver un poco más.- Lynn le dio a Chris una media sonrisa.
-No te preocupes, soy una tumba.-
-¿Quieres saber lo que veo en tus ojos?- Chris pregunto. Lynn asintió incomoda. Chris se acercó a Lynn para sentarse a su lado y mirándola directamente a los ojos Chris le dijo.
-Veo que quiere aparentar algo que no eres al igual que yo.- Lynn trago grueso. ¿Sabía Chris realmente quién era?
Lynn respiro con alivio mientras Chris se explicaba.
-Aparentas ser fuerte, una chica dura, cuando en realidad…- Chris puso su mano sobre el pecho de Lynn para sentir los latidos de su corazón.
-Tienes un corazón de oro allí dentro.- Ambas sonrieron y luego de un momento de silencio Chris se hundió en el sofá junto a Lynn.
-¿Te has acostado con un hombre antes?- Chris le pregunto con algo incomodidad.
-No, nunca tuve interés.- Respondió Lynn.
-¿Te has acostado con una mujer antes?- Chris se sonrojo.
-En realidad nunca he pensado en dos mujeres en una relación… hasta que te conocí.- Lynn rio.
-¿Quieres decir que soy tu primer encuentro con una lesbiana?-
-No.- Explico Chris-
-Conozco a un par del grupo con el que salgo a acampar de vez en cuando.-
-¿Pero no te había cruzado por la mente el estar con una mujer sino hasta ahora?- Pregunto Lynn.
Chris negó con su cabeza y luego miro a Lynn.
-Se está haciendo tarde. Creo que deberíamos irnos a dormir.- Se acercó a Lynn para abrazarla.
-Si mi opinión cuenta de alguna manera, creo que Susan lo arruino en grande. Definitivamente ella perdió.- Lynn asustada por la cercanía de Chris a centímetros, se alejó y le sonrió.
-Gracias.- Luego tratando de esconder su incomodidad Lynn cambio su inocente sonrisa a una traviesa.
-¡Ahora, vete a dormir así no tendrás excusas para cuando te patee el trasero en el picnic!-
Chris se levantó y camino hacia el pasillo. Lynn sonrió cuando lo último que escucho de la boca de Chris antes de que se cerrara la puerta de su cuarto fue un malvado.
-¡Sueña!-