Una historia interesante 7

Hacía tres días que Víctor se había mudado y la vida de los tres continuaba de manera normal. Cada uno inmiscuido en sus propios deberes universitarios.

Como era viernes, Angel debía visitar a Mateo para verificar que obedeció su orden de la última vez que estuvieron juntos. Ya que estaba aburrido y los viernes eran perfectos, también pensó en visitar a su mama luego de ver a Mateo. Después de todo le hizo una promesa a su tía hace una semana. Todo esto lo estaba pensando mientras se cepillaba.

Después de cepillarse, salió de su cuarto, aun en ropa de dormir, para despertar a Andrés, Víctor debía estar despierto porque siempre estudiaba durante la madrugada, pero por si acaso abrió la puerta un poco y pregunto muy alto:

-Buenos días Vito ¿Estas despierto? –preguntó alto por el espacio entre la puerta y el marco

-A esta hora, siempre. Me acabo de bañar. Pasa. ¿Por qué no veo al Angel histérico de ayer despertando a todos?

-Yo no soy histérico Vito. Pero como hoy no voy a clases, no hay necesidad de estar apurado

Al entrar, Angel miró a Víctor de arriba abajo. Estaba solo con la toalla en la cintura. Víctor estaba en forma y tenia músculos definidos en todo su cuerpo y a pesar de ser tan blanco se les notaba mucho. Su cabello esta aun escurriendo agua y ya formaba la crestita natural que siempre tenía. Angel se sentó enfrente de su computadora y vio la imagen de una mujer que la formaba un montón de fotos. Un collage.

-¿Esa es… Vanesa? –preguntó Angel mirando bien. Vanesa era la novia de Víctor.- ¿Cómo hiciste eso?

-Tenía que hacer un programa que hiciera que las imágenes formaran una sola, como un collage–respondió Víctor mientras se vestía.- Supongo que funcionó, ¿no?  Se supone que debo enviársela al profesor hasta hoy a las doce de la noche, pero ya termine y se lo voy a enviar antes de irme a clases. Son –miro el reloj de su mesa –las seis, se supone que tengo clases a las ocho, pero hoy es viernes. Salgo a las siete de la noche.

-Tranquilo –dijo Angel que sabía que le quería decir Víctor.- Te vas con Andrés y yo te voy a buscar después. Hablando de él, voy despertarlo y después me voy a desayunar. Tengo hambre –y salió del cuarto. Cuando llego a la puerta, hizo lo mismo que en el cuarto de Víctor, abrió unos centímetros la puerta y grito:- ¡6:00 AM despierta!

-Ya me desperté papá –se quejó Andrés. Angel pasó y se sentó en la cama.

-Gracias a Dios –dijo Angel.- ¿Podrías llevar a Víctor? Tiene clase a las ocho y termina a las siete. Yo lo busco en la noche, pero como igual van al mismo sitio, sería bueno que se fueran juntos y me dejaran un carro a mí.

-Si Angel. Pero que no se acostumbre, no soy chofer de nadie –dijo Andrés levantándose. Angel lo imitó.-No es mi problema que él le dejara su carro a sus papas.

-Me voy a desayunar, nos vemos abajo –dijo Angel y salió del cuarto

Cuando llego a la cocina, sacó la caja de cereales y un bol de cereales para cada uno y les sirvió solo el cereal, después saco la leche de la nevera y se sirvió solo para él. Sacó pan cuadrado de un cajón y tomo unos cuantos y se los preparo con nutella, solo para él. A Víctor no le gustaba la nutella porque le salía acné y Andrés no comía mucho el chocolate. Angel empezó a desayunar y cuanto tenía un rato llegó Víctor. Angel le señalo su bol de cereales y Víctor se sentó junto a él a comer.

-Buen provecho Raba –dijo Víctor

-Igual Vito –respondió Angel.- Sabes, yo tengo una duda ¿Por qué siempre comemos aquí? Allá fuera hay un lindo comedor, es todo un desperdicio no usarlo –Víctor solo se encogió de hombros.

-Ni idea. Aunque no vas a negar que aquí es muy acogedor ¿no?

-Eso es cierto esperemos a que llegue Andrés. Quiero hablar con ambos algo importante.

-¿Qué? –pregunto Víctor con curiosidad

Angel no respondió. Después de desayunar acomodo los almuerzos mientras esperaban a Andrés y hablaba con Víctor sobre trivialidades. Andrés llego un rato después trayendo su bolso.

-Buenos días gente –y se sentó, hecho leche en su cereal y empezó a comer lentamente.

-Angel quiere hablar algo con nosotros –le dijo Víctor.

-Creo que deberíamos comprar otro carro –soltó Angel de una vez.- No te lo tomes a mal Víctor, pero Andrés no es el tipo de persona que le guste llevar o traer a alguien.

-No es nada personal –dijo Andrés.- En mi defensa yo no me he quejado de nada, todavía.

-Te conozco lo suficiente para saber que no te gusta –le dijo Angel

-Tranquilo, a mí tampoco me gusta mucho ser chofer –dijo Víctor.- Pero, Angel ¿cuatro carros? ¿no es muy exagerado eso?

-Tres ya es muy exagerado, pero dadas las circunstancias, creo que es lo mejor. Tú le dejaste tu carro a tus papas y para ser franco eso incomoda un poco. No te lo tomes a mal Vito –añadió rapidamente Angel.- Lo más fácil es comprar otro y listo. Es muy similar a cuando ayude a mi mamá a comprar el suyo. Así cada uno de nosotros tendrá el suyo y listo. Claro que, no importa que tengamos un carro para cada uno, igual alguien me tendrá que llevar a mí a la facultad –Angel los miró a ambos.- Podrían turnarse.

-¿Cuándo lo hacemos? –pregunto Andrés.

-Mañana es sábado, podríamos hacerlo –dijo Víctor

-Nos compramos un modelo decente, no muy llamativo. Lo importante es que tenga cuatro puertas y nos podamos sentar cómodamente.

-Ya empieza este con sus limitaciones… –se quejo Andrés terminando de desayunar.

-Andrés… en este país no se puede tener cosas muy caras o corremos el riesgo de que nos intenten robar –dijo Angel.- ¿No crees que me gustaría tener un carro en donde quepa todo mi cuarto? –pregunto molesto

-Si Angel, yo sé tus razones –dijo Andrés levantándose. –Bueno, yo me tengo que ir. ¿No vamos?

-Sí, mi bolso está en la sala –dijo Víctor.- Chao Raba, nos vemos ahora cuando salga de clases.

Después que ambos se fueron, Angel subió a su cuarto para estudiar un rato. En esas estaba cuando, hora y media después, recibió un mensaje de Alejandro

-¿No vienes hoy tampoco?

-No Alejandro, tengo mucho que estudiar. Además, el lunes tenemos los parciales de anatomía.

-Carlos te manda a decir que eres un irresponsable por faltar tanto. Me dijo que te recordara que la semana pasada tampoco viniste.

-Dile a Carlos que le mando a decir que yo soy muy responsable.

-Bueno ya le digo. Te dejo, ya termino el receso de la primera parte de la clase, empieza la segunda parte.

-Antes irme hazme un favor. Confirma con los muchachos que nos vamos a ver el lunes a las 6 para repasar todo el tema del parcial

-Sí, todos vamos a venir temprano. Eduardo te manda a decir que desde hoy dormirá en la escuela para estar temprano el lunes

Después de estar dos horas estudiando la anatomía del abdomen, alguien abrió la puerta de su cuarto. Se imagino quien podía ser.

-¿Qué haces aquí? –le pregunto su tía

-Vivo aquí –respondió Angel volteando a verla

-¿No deberías estar en la universidad? La semana pasada también faltaste el viernes –le recrimino su tía

-Tengo mucho que estudiar –repitió Angel.- Tengo dos parciales el lunes de anatomía y prefiero quedarme en casa para estudiar con calma

-La semana pasada me dijiste que ibas a visitar a tu mamá hoy –dijo su tía.- ¿Vas a ir?

-Claro –respondió Angel levantándose.- Mientras usted arregla el cuarto voy a comer y después me baño para ir

-Angel… debes estar pendiente de tu mamá –le dijo su tía en un tono cargado de mucha paciencia.- Ella habrá cometido muchos errores…

-Todavía lo hace –murmuró Angel

-… pero ha sido una muy buena madre contigo y tus hermanos. Sé muy bien la razón de tu molestia con ella, pero no me puedo creer que te mudaras y lo único que le dejaste fue un cofre debajo de tu cama y un número de teléfono al cual llamarte en caso de emergencia. Eso no se hace –le dijo en tono duro

-Es mejor que no sepa donde vivo –dijo Angel –yo la conozco tía. Es capaz de venir acá y empezar a mandar como si fuera su casa y si me quejo de eso entonces me dice que es mi madre y por eso tiene todo el derecho a regañarme y si me sigo quejando me dice que entonces no me visita más porque la trato mal.

-Bueno… eso es verdad. Mi sobrina es tan peleonera como tú. Pero igual debes visitarla o llamarla de vez en cuando. Solo para que sepa que estas bien

-Yo voy a visitarla ahora a pesar de no querer pisar esa casa. ¿Usted sabia que dos semanas después de yo mudarme, el imbécil de Miguel se mudó y se apodero de mi cuarto?

-Según me contó tu mama, eso era solo por dos días mientras él hacia unas diligencias –dijo su tía

-¡Siempre dicen eso! –dijo Angel más alto de lo que debía.- Ali también se lo dijo, hace seis años y todavía vive con ella. Yo me mude primero que él. ¿Qué pasaría si yo mañana decidiera ir de visita y estar el fin de semana con ella? No puedo, ¿Por qué? ¡Ah! ¡Claro! “el pobre de tu primo Miguel está ocupando tu cuarto por un tiempo Angel, no seas desconsiderado” eso me lo dijo una vez que le propuse quedarme dos días. ¡Ese imbécil de mierda que tanto odio, y que lo único que tiene de pobre es que no tiene donde caerse muerto, está en mi cuarto! –Su respiración estaba muy agitada.- La última vez que fui a visitarla se me hizo tarde y pretendía que me quedara a dormir ¡en el mueble de la sala! Me molesto tanto, que preferí llamar a Andrés para que me buscara. Y de paso se molesto porque no le acepte la invitación –su voz tenía un profundo resentimiento.

-Eso no debería ser tampoco. En ese aspecto tu mama no aprende.

-Claro que no. Pero ella sigue queriendo ayudar a sus queridísimos sobrinos. Siempre ha sido así, más de una vez los puso delante de sus hijos. Esto es un ejemplo: nos mudamos a un departamento de cuatro habitaciones. Se suponía que era una para ella, otra para mi, otra para mi hermana y la otra para mi hermano y la abuela. Pero ella en su infinita complacencia decidió que el cuarto de mi hermana fuera para las visitas que, básicamente, eran sus sobrinos, hasta que Ali se mudó permanentemente y se supone que solo era “por un mes” y mi hermana se quedo sin cuarto. Entonces murió mi abuela –Angel habló en voz baja al nombrar a su abuela. Aun le dolía hablar de eso- y entonces decidió que mis hermanos compartieran cuarto para ella enamorarse y meter a un tipo a vivir con ellos. Claro, yo estaba en otro país y ni siquiera supe de eso si no meses después cuando vine de visita. Luego salió embarazada de nuevo y el tipo se largo dejándola sola con el bebe.

-Ella no sabía que eso pasaría –justifico su tía

-Debió cuidarse de otro embarazo –dijo Angel.- Y no me molesto realmente que saliera embarazada, lo que me molestaba era que entonces yo, como hermano mayor tenía que encargarme de todos mientras ella salía a trabajar (bien, lo admito ella no salía a joder por ahí ni de farra ni a tomar, eso está bien). ¿Sabe que no deja que mi hermano trabaje para poder dejar al bebe con alguien cuando la guardería no tenga actividades? Ni siquiera se lo pidió de favor, se lo ordeno. Según ella, nosotros tenemos obligaciones con el bebe. Yo se lo decía “yo no gocé haciendo ese niño, es mi hermanito y lo amo con todo mi corazón y con toda mi alma, pero no acepto que me quieras imponer la obligación de ocuparme de él. ¿Por qué no llamas al cabron del papá?” una vez me dio una bofetada y todo cuando le dije eso. Entonces me mudé y pensé “qué bueno, mi hermana al fin tendrá un cuarto propio que usar, irónicamente yo me mude primero que mi primo” y ¿qué hace? ¡Le da mi cuarto a Miguel! ¿Eso es pensar en tus hijos? Yo siempre se lo decía: “pones incómodos a tus hijos para poner cómodos a los demás”.

-Igual es bueno que la visites de vez en cuando

-Claro que la voy a visitar hoy. Solo espero que nadie me fastidie tía, porque si me dicen algo que no me guste voy a golpear a alguien. ¿olvido lo que paso en estas navidades pasadas? –y antes de que su tia respondiera, salió del cuarto dando un portazo, hacia la cocina.

Al llegar a la cocina, tomo el almuerzo que le preparo su tía y empezó a comer viendo la televisión. Al terminar, subió a su cuarto para bañarse y vio a su tía terminando de poner las sabanas en su cama. Ya estaba más calmado.

-Tía… disculpe por ponerme así con usted –le dijo en voz baja.

-No te preocupes Angel –respondió su tía sin mirarlo.- Yo se que te cuesta hablar de tu mama sin alterarte. Solo te pido –le dijo mientras tomaba un cesto con su ropa sucia- que no sigas tan molesto con ella. No tienes idea de lo que está sufriendo en este momento.

-¿Sufriendo? ¿Por qué? –preguntó Angel sin comprender.

-Habla hoy con ella –respondió su tía y salió del cuarto

Pero Angel tenía una sospecha de que era eso que podía atormentar a su mama. Solo debía confirmarlo. Para despejar su mente, decidió llamar a Mateo y decirle que pensaba visitarlo y quitarle el castigo. Tomo su teléfono y llamo.

-Hola Mateo –saludó.- Recuerda que hoy voy a visitarte. Solo espero que ya estés solo en el taller

-Si Angel. Les di el día libre a todos.

-Bien. Estoy allá dentro de una hora. Prepárate –y colgó.

Una hora exacta fue lo que le tomo bañarse, vestirse, despedirse de su tía y decirle que no hiciera cena, que aprovechara el viernes y se fuera más temprano, y llegar al taller. El taller donde trabajaba Mateo era propiedad de los muchachos. El sitio era amplio y ofrecía diferentes servicios de mecánica a todos sus clientes.

Cuando Angel entró, y luego de cerrar la puerta, se dirigió a la oficina de Mateo que estaba subiendo unas escaleras. Al abrir la puerta, lo vio sentado revisando algunos papeles.

-Buenos tardes Mateo –saludo Angel sentándose frente al escritorio.- Te veo un poco atareado

-Estoy preparando el informe mensual que debo enviarle a Javier –respondió mirando a Angel

-Deja eso. Deja de trabajar tanto –se levantó, rodeó el escritorio y puso sus manos en los hombros fornidos de Mateo. –Solo vine a divertirme un rato. Después de eso, tengo algunas cosas que hacer –empezó a masajear a Mateo.- Dime algo: ¿cumpliste tu promesa de hace una semana? ¿Has tenido seño con la zorra de tu esposa?

-No –respondió Mateo con un poco de miedo hacia Angel

-No ¿qué?

-No he tenido sexo en toda la semana –respondió Mateo. Estaba sintiéndose bien con el masaje de Angel, pero al mismo tiempo estaba atento a cualquier movimiento sospechoso.

-Me alegro-dijo Angel y lo soltó. Giro la silla y lo miro a los ojos- Porque tú sabes lo que pasaría si me desobedeces ¿verdad? –Mateo asintió.- No querrás desobedecer a quien te salvo ¿verdad? –Mateo negó aun más asustado.- Que cobarde eres a veces –y rio un poco.- Cualquiera pensaría que soy un monstruo y no soy nada de eso, a veces. Desnúdate.

Mateo se desnudo rápidamente y Angel vio ese cuerpo robusto y moreno que tanto le gustaba.

-Ahora desnúdame a mi –le ordenó Angel.- Quiero que me des una mamada. ¡No me mires así! Solo será por un rato.

Mateo le quitó toda la ropa y la colocó con sumo cuidado en el mueble que estaba en la pared. Daba la impresión que no quería que ni el mismísimo aire tocara la ropa de Angel. Se colocó entre sus piernas y vio la erección del chico.

Se arrodillo y empezó con tomarlo con sus manos y acariciarlo suavemente. Duro un rato haciéndole una suave paja hasta que Angel le dijo que comenzara.

Le dio besos suaves desde la base hasta la punta, luego la descapullo y le dio lametones a la cabeza, sabiendo que eso le gustaba a Angel. Hacia presión con su lengua mientras le pajeaba todo el tronco. Angel tenía la cabeza hacia atrás y las manos extendidas por el escritorio. Mateo aumentó la velocidad tanto de la paja como de los lametones y de pronto se la metió lo más que pudo en su boca. Angel emitió un profundo gemido de gozo. Definitivamente, Mateo sabía lo que le gustaba.

Luego, empezó a subir y bajar por todo el tronco con mientras con una mano acariciaba las bolas de Angel y la otra la metía por su culo tratando de meterle un dedo. Angel, que se dio cuenta de lo que estaba haciendo Mateo, se acostó completo en el escritorio y alzo sus piernas para darme más espacio. Mateo medio el índice por su ano y empezó a sacarlo y meterlo mientras seguía con su mamada.

Después de un rato, metió el dedo medio y Angel sintió un escalofrió en toda su columna. Mateo aumentó la velocidad de la mamada mientras metía un tercer dedo y los sacaba y metía muy rápido.

-El cuarto ¡rápido! –le ordenó Angel que estaba gozando con todo el trabajo de Mateo. Este lo obedeció al instante.

Mateo metió los cuatro dedos en el ano de Angel y solo se veía el pulgar y empezó a girarlos dentro mientras aun acariciaba sus bolas y seguía haciéndole esa mamada. Angel tenía las piernas muy abiertas para que los dedos de Mateo llegaran más profundo.

Después de unos quince minutos de estar así, Mateo se levanto sin dejar de meter los dedos ni de acariciar sus bolas. En un segundo, saco los cuatro dedos y metió, de golpe sus 20 cm, hasta el fondo empezando una serie de embestidas rápidas, largas y profundas. Su polla se metía de un extremo a otro, hasta el fondo. En la habitación solo se escuchaba el golpeteo de la pelvis de Mateo con las nalgas de Angel.

-No detengas la paja –le ordeno Angel con un hilo de voz. Los dedos de sus pies se retorcían y los de sus manos arañaban la superficie pulida del escritorio. Mateo le obedeció y empezó una paja muy rápida en la polla de Angel.

Pasaron un par de minutos antes de que Angel acabara de forma monumental sobre su abdomen y el de Mateo. Incluso unos cuantos cayeron en su cara. Mateo aun continuaba con sus embestidas rápidas dentro de Angel. Estaba a punto de acabar. Tomo los tobillos de Angel y le separo las piernas aun mas aumentando sus embestidas y llegando hasta lo más adentro posible. Angel lo miraba sintiendo un gran placer.

Acabo dando una última y brusca embestida y lo penetro profundamente mientras caía encima de Angel y lo besaba. Angel quedo con las piernas bien abiertas sintiendo a Mateo muy adentro, relamiéndose los labios por el placer que estaba sintiendo con su ano muy lleno.

Se quedaron unos cinco minutos así, hasta que Angel hablo.

-Estas perdonado –le dijo Angel al oído.- Pero deberías levantarte, me estas aporreando el culo con el escritorio. –mateo lo obedeció.- Aun estas erecto, levántate sin salirte, me gusta sentirte muy adentro. –ambos estaban respirando profundamente y muy sudados

Después que la erección de Mateo se fue, este se salió y se sentó en el escritorio totalmente desnudo. Angel aun seguía acostado en el escritorio recuperándose. Levanto el tronco y se sentó de nuevo, en la punta.

-Muy bien Mateo –le dijo. Se fijo que tenía mucha leche saliéndole del culo y escurriéndole por las piernas.- Vaya que estabas muy cargado eh. Vamos a bañarnos, estoy muy pringoso. –y se fue a una puerta que estaba a la derecha. Mateo lo siguió.

Estaban en un pequeño baño decorado de manera simple. Ambos entraron a la ducha y Angel abrió el grifo. El agua estaba tibia. Empezaron a enjabonarse mutuamente.

Angel tomo la mano derecha de Mateo y la dirigió a su culo, este, entendiendo lo que quería, le metió otra vez dos dedos, que entraron rápido por la leche y el jabón que Angel tenía ahí todavía. Empezó a moverlos rápido adentro y afuera y ambos se pusieron a tono otra vez. Angel pusó su manos en una pared, abrió un poco sus piernas.

-Vamos –le dijo.- Sin piedad, como me gusta.

Mateo se la metió sin la menor de las contemplaciones y empezó una cogida incluso más rápida que la de antes. Angel movía su culo con movimientos circulares para sentir mejor su grosor mientras Mateo lo penetraba profundamente.

-¿Te gusta verdad? –le pregunto Mateo, acercando su boca al oído de Angel. En medio de sus rápidas envestidas.- Eres insaciable ¿lo sabías?

-Me encanta. Si no fueras tan bueno haciendo esto, no te tendría conmigo –le respondió volteando su rostro para besarlo.

Mateo duro incluso más tiempo en acabar debido a que era la segunda vez que lo hacían. Cuando estaba a punto, Angel empezó una paja rápida y ambos acabaron juntos de nuevo. Mateo dentro de Angel y este en la pared de la ducha.

Cuando terminaron, ambos se bañaron y dieron por terminado este encuentro. Angel le quito el castigo a Mateo con la amenaza de no repetir su error de referirse a él en femenino.

Hasta aquí este capítulo. Espero que les haya gustado y, como siempre, espero sus comentarios y opiniones

Un saludo y FELIZ NAVIDAD...!!!!!

Adriangel22