Una historia interesante 12

Bueno, aqui otro capitulo. hemos llegado a lo ultimo que publique. de aqui en mas, todo sera nuevo contenido. Espero lo disfruten.

-¿Qué me quieres decir con eso? –me pregunto

-Que no tengas la idea de que controlas algo –le respondí,- realmente no controlas nada. El humano no controla realmente nada, aunque piense que si

-Pero se puede intentar – me respondió mirando la pantalla del televisor y apretando botones en el control de la play

-Eso es perder el tiempo… -le dije en tono de lastima

-No me hables como si sintieras lastima de mi –me dijo con rabia

-Oye, si te doy un consejo es porque me importas y no es algo que haga con todo el mundo –le recrimine.-Pero si no quieres que lo haga, simplemente no lo hare mas

-Momento… ¿yo te importo? –me pregunto con una sonrisa idiota. Puso pausa al juego y me miro con ojos de niño tierno… ya venia una perorata sobre mis sentimientos… que fastidio

-No empieces –le interrumpí. Afortunadamente mi mamá entró al cuarto antes de que Angel me dijera algo

-Chicos, ya esta lista la cena ¿Van a comer? –nos miro a ambos

-Por supuesto tía –respondió Angel poniendo el control en la cama.- A mi no me preguntes nunca si tengo hambre –y se levanto rápido. A veces era tan… insoportable

-¿y tú? –me pregunto mi mamá

-Voy –respondí lacónico

Ambos salimos de mi cuarto y seguimos a mi mama hasta la cocina en donde estaban dos platos llenos de comida para Angel y para mí. Mi hermano ya estaba sentado en la mesa comiendo. Tenía una cara de malhumor (jajajaja)… siempre se ponía de mal humor cuando Angel me visitaba. Se sentía desplazado y celoso de mi mejor amigo y eso solo nos daba risa. Muchas veces nos interrumpía por cualquier tontería solo para entrar a mi cuarto y quedarse con nosotros, pero yo siempre lo sacaba poniendo cara de rabia. Ambos nos sentamos a la mesa con nuestros platos y comimos en silencio.

-Sobrino, ¿Cómo van las clases? –pregunto mi mama de pronto. Angel trago y contesto

-Pues bien. Ya casi me graduó y pues, pronto empezare la universidad

-Tu mamá me comento que tienes uno de los mejores promedios en el liceo –comento mi mamá.

-Pues… mi mamá a veces exagera –comento Angel algo apenado. No le gustaba nada que lo elogiara

-No, no exagera –hable yo solo para fastidiarlo.- Tu tienes el mejor promedio en todo el liceo. Eres súper inteligente –Metí el dedo en la llaga. Angel se puso rojo y solo se apresuro a tomar de su vaso de jugo

-Ni tanto, solo me aplico en lo que me gusta –dijo dándome un codazo para que me callara

-¿Y no tienes algún examen cerca del cual aplicarte? –le pregunte sabiendo la respuesta

-Bueno, si. Mañana tengo uno, de química –respondió el un poco ruborizado. –La profesora dijo que sería difícil. Así que bueno, he estudiado mucho.

-Pero, deberías estar en tu casa estudiando –le dijo Marta, mi mamá.

-Lo que pasa es que como Andrés cumple años quise venir y felicitarlo, pasar el día con él y…

-Mi hermano cumple años mañana –interrumpió mi hermano con los dientes apretados y haciendo mucho énfasis en “mi hermano”

-No seas falta de respeto. No se interrumpe a la gente cuando habla –le regañe yo, pues estaba seguro que Marta no lo haría. Todos se quedaron en silencio. Un muy tenso silencio. Mi hermano bajo la vista a su plato-Angel vino hoy porque como mañana tiene clases y ese examen, no iba a visitarme.

-Eso está bien –dijo Marta,- se nota que ustedes dos son buenos amigos.

-Sí, este… por eso vine hoy –dijo Angel carraspeando un poco.-Bueno, ya termine la cena. Estaba muy buena tía, gracias –y se levanto camino a la cocina para fregar su plato, como siempre hacia. Yo termine unos segundos después y le puse el plato para que lo fregara.

-¿Por lo buenos amigos que somos verdad? –le susurre y me reí

-Aprovechado de mierda –me murmuro, pero lo tomo y lo fregó también. Amos entramos a mi cuarto luego de eso y no fue hasta que seguimos jugando en la play cuando me hablo de nuevo.-Oye, a veces te pasas… diciéndome esas cosas y yo teniendo que fingir que me apeno. No es tan fácil fingir pena y tener que ruborizarse –se quejo mientras se desabrochaba el pantalón.-Estoy gordo, lo se. Esto me aprieta

-Sí, estas gordo. Lo de la cena solo fue una bromita –le dije simplemente.- Además, prueba mi punto: no controlas nada. Yo podía seguir hablando solo para que te sintieras más y más incomodo y tú no podías hacer nada

-Bueno, tienes razón. Pero si bien eso es cierto, también es cierto que yo controlo muchas cosas de mi vida.

-Que terco eres…

-Hablemos de cosas más interesantes por favor –cambio de tema.- Mañana cumples 17 años eh... ¿qué quieres de regalo? Que no sea muy caro por favor, recuerda que no tengo mucho dinero

-Nada. Tu sabes que no me gustan las sorpresas –respondí.- Creo que fue suficiente que vinieras hoy y pasaras el día conmigo.

-Pero, un regalo también es bueno

-No, no me digas eso. Tu no. No seas tan vacio de mente. Ambos sabemos que el dinero no es tan importante

-Sí, es verdad, pero es muy necesario –dijo en tono medio lastimero.- A mí me gustaría tener mucho dinero, así mi vida seria mas… fácil y cómoda. Bueno, ya que no quieres nada, no te daré nada.

-Repito: viniste hoy y pasamos juntos el día. Eso es suficiente.

-Mira, hay algo que olvide mencionarte y como ya casi es la hora de irme, debería hacerlo –me dijo mirando su reloj.- El próximo viernes tengo una cita –me dijo en tono cantarín

-¿Con quién? –pregunté con cierta curiosidad.

-Con el tipo del que te hable. El que conocí en internet. Se llama Iñaki y es de aquí de Caracas. Tiene 25 años y esta buenísimo –explico Angel.- ¡el que conocí hace seis meses coño! Yo te hable de él.

-Deberías tener cuidado –fue lo único que le dije.- A veces se pueden conseguir a personas peligrosas en la red. ¿Tu estas seguro de que es quien dice ser?

-Sí. Me envió fotos y todo –respondió el limpiando sus lentes.- No sabes cómo odio estos bichos. Pero mi mamá se niega a comprarme lentes de contacto. Dice que eso es una responsabilidad muy grande y que yo soy un poco descuidado. Odio los lentes de montura, se burlaban mucho de mí por eso, siempre era el nerd de la clase

-¿Eras? Aun lo eres, pero yo lo digo en el buen sentido

-Lo sé… en fin, el viernes me veré con Iñaki. Ya te contare por mensaje como me fue –dijo levantándose y abrochándose su pantalón de nuevo.- Coño, ahora que lo pienso ¿te imaginas que yo salga de tu cuarto con el pantalón asi?

-Y yo para fastidiar saldría limpiándome la boca, como si estuviera ocultando algo liquido –comente riéndome

-Tu mamá podría pensar mal

-Que piense lo que le de la gana. Yo se lo que soy y lo que no soy.

-Tu… tu no le has dicho nada ¿o sí? –pregunto en voz baja

-No. Eso es algo que te corresponde decir a ti

-¿Qué crees que pueda decir? –Pregunto algo preocupado.- ¿Crees que me acepte o me desprecie?

-Probablemente lo primero que haga es preguntarme si yo también lo soy –respondí

-¿En serio? –pregunto sorprendido

-Por supuesto –me encogí de hombros.- Tú eres mi mejor amigo y ella sospechara que tenemos algo enseguida. Típico estereotipo.

-Bueno, pero tú le dirías la verdad, así que no le veo el problema –dijo él tranquilamente.- Lo mismo paso cuando hable con Miriam: me pregunto si tu y yo teníamos algo o si tú me gustabas.

-Repito: típico estereotipo –dije.- ¿Es que acaso un hetero no puede tener un amigo homo sin que piensen que están teniendo relaciones?

-Según la sociedad, no se puede

-Que me la mame la sociedad…

Increíble que estar atado de manos en mi propia cama tenga como resultado recordar aquella conversación de hace tantos años ya… ¿será por el hecho de que fue un cumpleaños tranquilo, porque Angel no me regalo nada, porque hablamos del supuesto control de las situaciones o porque odio las sorpresas y ese día se lo dije al idiota ese?

El caso es que estar a merced de esas dos zorritas no me gustaba nada. “¿Ahora señor usted se divertirá con nosotras?” ¿Qué coño significa eso? Nada de lo que me hagan me afectara de ninguna manera, absolutamente nada. Pero si siento un poco de curiosidad. A ver que se les ocurre a estas zorras. Era extraño, pues sus miradas habían cambiado mucho. Ya no eran dulces ni tiernas, ahora eran lascivas y claramente pervertidas, hasta un poco oscuras diría yo. Me darían miedo si yo no fuera como soy…

Ambas se pusieron a lamer mis pies de nuevo. La del cabello rosa a la derecha y la del cabello negro a la izquierda. Lo hacían muy bien, se notaba que le gustaban. Chupaban los dedos con verdadero regocijo… un poco asqueroso la verdad, debían estar muy sudados… cierto, yo no sudo mucho. Supongo que eso les ayudaba. Decidí entonces fijarme en mis ataduras mientras ellas disfrutaban de mis dedos. Pues me decepciono un poco el hecho de ver que eran esposas las que me mantenían cautivo, ¿es en serio? Bah… no importa, veremos que deciden hacer las zorritas estas.

Empezaron a subir por mis piernas al mismo tiempo luego de intercambiar miradas. Lamian y besaban con verdadera devoción cada centímetro de mi piel blanca.

-Que divertido seria si les diera una patada y me soltara de mis “ataduras” para luego darles la lección de su vida –pensé mientras llegaban a mis rodillas.- Eres un desgraciado, te juro que me vengare Angel –dije mirando a donde sabía que estaba la cámara

Ellas seguían lamiendo y besando. Llegaron a mis muslos y los separaron un poco. Mi pene esta flácido y no es que no sintiera placer, es solo que yo decido si tengo o no una erección. La del cabello rosa se lo metió en la boca mientras la otra se comía mis bolas. En serio que lo hacían muy bien, pero igual tendrían que trabajar más si querían una buena erección. Succionaba  como si quisiera arrancarlo de raíz y eso daba placer, pero igual aun no quería que se pusiera erecto, sería divertido ver como lo intentan durante un rato largo.

-¿Señor acaso no le gusta lo que le hacemos? –Me pregunto luego de un rato la del cabello rosa.- Muchos hombres ya habrían eyaculado al sentir una mamada así y usted ni si quiera se erecta

-¿Acaso está enfermo? –me pregunto la otra

-No. Nada de eso. Estoy enfermo pero de la mente, físicamente estoy bien –les respondí con tono de burla. No pensaba dejarme llevar por sus palabras.- Hagamos algo. Túrnense chupando y cuando yo decida que este bien, les daré una erección

Y entonces empezaron a turnarse para chupar. Succionaban fuerte y profundo. En serio que querían arrancarlo eh… par de zorras estas. Engañarme y hacerme creer que eran sumisas y resultaron ser unas putitas calientes. Luego de unos diez minutos decidí que era hora de darles lo que querían. Mi pene empezó a pararse rápido en uno de los turnos de la del cabello rosa mientras succionaba con fuerza. Uno pensaría que se ahogaría al expandirse de pronto en su boca, pero de nuevo me sorprendió la capacidad felatoria de esta muchacha. Se lo trago entero y succionaba con fuerza. Se lo saco para respirar luego de un rato y miraba a la otra con una mueca de triunfo… la del cabello negro estaba visiblemente molesta y lo único que hizo fue empujar a la otra y chupar rápido y fuerte como si quisiera recompensarme el que no se pusiera duro con ella. Chupaba, lamia y succionaba al mismo tiempo, sentía perfectamente su lengua bailando dentro de su boca cuando mi polla estaba toda dentro. La verdad se sentía bien…

La del cabello rosa entonces la empujo y se lo metió rápido a la boca… genial, estas zorras se pensaban pelear por mi polla… tenia curiosidad por saber que pasaría. Se alternaron entre empujón y empujón cada cierto tiempo. Daba la impresión de que querían que yo las aprobara o algo así. En uno de sus turnos, la del cabello rosa, más caliente y cachonda se sentó y se clavo hasta el fondo y empezó a cabalgar mientras me miraba con cara de viciosa. Se notaba que sentía placer. Pero la del cabello negro no se quedo atrás, de nuevo la empujo y cuando se salió, dando un ruido de succión que me causo una pequeña risa, se sentó de golpe ahora ella y cabalgaba incluso con más fuerza que la otra.

-Increíble ser el objeto sexual de dos putas… -pensé en el momento en que la del cabello rosa empujaba a la otra y se sentaba rápido. La “pobre” chica rodo por la cama y fue a parar al otro extremo hasta caer de esta.- ¿No te preocupa que la hayas lastimado? –le pregunte riendo. Ella me miro y me dio una bofetada

-Usted señor no debe hablar. Solo está aquí para nuestro placer –me dijo con una mueca de placer

Ohhh niña, no tienes idea de lo que acabas de hacer… en serio que lo pagaras, pero luego. Por ahora veré como trascurren los acontecimientos. La del cabello negro, salió de no sé dónde y le dio una bofetada y la empujo. De nuevo ese curioso sonido de succión al salirse. Pero la del cabello rosa no se quedo así y entonces la empujo antes de que se clavara. Empezaron una lucha entre ellas que incluían rasguños y mordiscos.

¿En serio? ¿Se pelean por una polla? O estaban bromeando o en serio estaban locas o eran muy putas. Resultaría cómico si no fuera tan patético…

-Pensé que ustedes eran amigas –les dije, pero creo que no me escucharon debido a sus propios gritos y chillidos.

Ambas rodaban por mi cama como dos serpientes luchando hasta que llegaron a un extremo y cayeron en el duro piso de granito. Solo escuche el golpe de su peso al caer y un grito de dolor. Bien, en serio que me estaban aburriendo estas dos con su pelea.

De pronto se levanto la del cabello rosa con mirada victoriosa. Definitivamente, esta niña era muy confiada de sí misma. Los gemidos de la otra me dieron a entender que aun seguía viva y consiente. Se subió a mi cama y se clavo de nuevo mi polla que seguía parada. Entonces empezó a botar rápidamente, dando alaridos de placer, como si no hubiera mañana. Su interior estaba húmedo y muy resbaloso, señal de que estaba muy excitada. Sus pequeñas tetas subían y bajaban al compas de sus movimientos. Su piel, anteriormente blanca estaba enrojecía y tenia pequeños rasguños en todos lado, pero ella parecía no importarle y solo seguía follandose con mi polla.

Sería muy divertido ver su cara si por cosas de la vida mi polla se pusiera flácida de nuevo… pero no, prefiero ver qué pasa. La del cabello negro se mostro en el extremo de la cama. Se veía furiosa y tenía un rasguño llamativo en la mejilla derecha. Se levanto en silencio y muy lentamente mirando a la del cabello rosa con odio, pero esta tenía los ojos cerrados y no veía nada a su alrededor. Interesante ver como la otra buscaba algo dentro del maletín de Angel… y entonces lo vi: el arnés. La muy zorra se cogería a su amiga.

Vi como se colocaba las correas alrededor de su cintura y las aseguraba con los broches. Esto se iba a poner bueno, pero igual me surgió una duda ¿Cómo sabia ella que ese arnés estaba ahí? ¿Sera que mientras yo dormía estas dos fisgonearon más de lo debido? Si así fue, tendría que preguntarles…

Saco de la maleta un dildo de unos veinte centímetros muy grueso y luego lo embadurno con lubricante que también saco de la maleta. Esto sería interesante… lo lleno con muchísimo lubricante. La otra seguía cabalgándome rápidamente mientras chillaba como cerda. Veremos que le va con otra doble penetracion hecha con un dildo mayor al que yo les meti…

La del cabello negro termino de llenar el dildo con abundante lubricante y camino lentamente hacia la cama. Ambos nos miramos pero ninguno dijo nada. Ella me miraba a los ojos y pude ver la ira y perversión en sus facciones. Definitivamente esto sería bueno. Se puso de rodillas en la cama y se movió muy lento, la otra seguía subiendo y bajando en mi polla y no se daba cuenta de nada… hasta que fue muy tarde. La del caballo negro aprovecho una subida de la chica y se coloco en posición. Cuando bajo se encontró con una sorpresa, pero el lubricante hizo que se le metiera rápido por el culo al mismo tiempo que se clavaba en mi. El grito, si fue un grito y de dolor, fue fuerte, muy fuerte y delicioso… sus ojos se abrieron como platos y trato de moverse pero la otra la sujeto de los hombros y la inmovilizó.

-Ahora zorra pagaras por mi dolor –le dijo la del cabello negro al odio con una voz llena de ira y maldad. –Conmigo nadie se mete puta

Movió su cadera hacia atrás sin dejar que la otra se moviera y sin sacar todo el dildo y luego lo metió de golpe… ufff que grito soltó la chica, pero eso no fue lo que me dio placer… el dildo, el dildo grueso llenaba un espacio junto con mi polla y esa presión era placentera y deliciosa. Empecé yo también a subir y bajar mi cadera rápido… empezamos ambos a cogerla con fuerza. La pobre chica solo gimoteaba por la doble intrusión, pero a ninguno de nosotros nos importo. Solo embestimos con fuerza por mucho rato. Duramos así unos diez minutos cuando de pronto la empujo y su pecho choco con el mío y nuestras bocas se acercaron. No me pude resistir… la bese, pero no fue un beso tierno, literalmente mi lengua hacia lo mismo que mi polla: entrar en ella. La otra le tenía las manos en la espalda así que no podía levantarse. Yo no tenía mucho movimiento así que empecé a embestir lento, pero la del cabello negro embistió con fuerza, con zaña. Parecía que quería traspasarla. Lo metía todo hasta dentro y luego lo sacaba hasta el glande de goma para luego penetrar profundo. Yo solo sentía en mi polla la invasión del dildo y enserio que me gustaba…

Seguía besándola y penetrándola lento y ella penetrándola rápido. Atrás quedaron los gritos de dolor, esta chica gemía… gemía de placer… y placer puro. Así estuvimos un rato hasta que ambas chillaron, era obvio que tenían un orgasmo, pero yo no quería quedarme atrás. Hice un movimiento con mis muñecas y me solté de mis amarres. La abrase a mí con fuerza y la penetre profundo en el preciso momento en que la otra lo hacía en su ano y acabe dentro de su vagina mientras mi lengua paseaba por su boca a su merced. Ella grito por el dolor y el placer, pero sus quejidos quedaron acallados por mi boca. La otra chica si pudo gemir, aunque no entendía como sentía placer penetrándola hasta que me fije que ella también tenía un dildo metido en su vagina. ¿En qué momento se metió eso ahí…?

En los próximos minutos solo se escuchaban las respiraciones agitadas… este fue un buen regalo después de todo… lástima que ya no quería mas nada con ninguna. Lo único que deseaba era que se largaran para dormir tranquilo. La empuje de mi y cayó a un lado de la cama gimoteando. Aun disfrutaba de su orgasmo… zorra.

Fui a la percha en donde tenía mi toalla y me la puse en la cintura, me quite los guantes que aun tenia puesto y los bote en el cubo de basura al lado de mi escritorio. Las deje a ambas en la cama gimiendo y salí del cuarto camino al cuarto de Angel. Si él las trajo, el debía regresarlas. Abrí la puerta sin tocar, pues esperaba que estuviera ahí, pero no. No estaba. Estaba oscuro y eso me dio a entender que no estaba.

Qué raro. Esperaba verlo acostado haciéndose una paja mirándome, pero solo encontré su cama hecha y un cuarto oscuro. Decidí preguntarle a Víctor. Cerré la puerta y abrí un poco la del cuarto de Víctor y lo llame, justo como hace Angel.

-¿Estás aquí? –pregunte muy alto

-Sí. ¿Qué pasa coño? –pregunto Víctor. Termine de abrir y me apoye en el marco de la puerta

-¿En donde esta nuestro querido pervertido? –pregunte con los brazos cruzados

-Salió en la madrugada. Su mamá lo llamo como a las tres de la madrugada. Al parecer su hermano sufrió un accidente –explico Víctor sin dejar de escribir en su computadora.- Pero hace rato me llamo y me dijo que todo estaba bien. Que cuando llegue nos explica. Sonaba furioso

-Cuando pasa algo que involucra al idiota de su hermano, Angel siempre suena furioso –comente.- Ya me aburrí de las zorras y venia a buscarlo para que se las llevara.

-Bueno, como Raba sabe lo rápido que te aburres y como no sabía hasta que hora las usarías, me dejo la tarea de llamar a Natasha para que las mande a buscar –dijo Víctor tomando su celular.- Pero solo le enviare un mensaje. Estoy muy ocupado para llamar a nadie –y escribió rápido.-Tengo una duda… ¿dormirán juntos verdad? Siempre que se pone así ustedes dos duermen

-Si Víctor… tal vez dormirá conmigo –dije de malas maneras. Ese tono de Víctor era insinuante.- ¿Te incomoda?

-No me malinterpretes Andrés. Sé muy bien que entre ustedes no pasa nada –dijo mirándome un poco apenado.- Es solo que… no se… no es lo “normal”

-Escúchame bien… si tu y yo no fuéramos tan amigos te estaría dando una paliza por imbécil –dije.- Pero ya que somos amigos, lo pasare por alto

-Esa es otra duda ¿Raba sabe que tu y yo somos más amigos de lo que se aparenta?

-Supongo –respondí encogiéndome de hombros.- Él es muy inteligente

-¿Entonces por qué se empeña en unirnos? ¿Crees que finja?

-Tal vez… recuerda lo controlador que puede ser a veces –comente un poco pensativo, recordando esa conversación de hace tanto tiempo.

-Bueno, él debería darse cuenta –dijo Víctor mirando su computadora.- Después de todo, él se fue con Damián a Brasil mientras tú y yo nos quedamos en Japón esos últimos seis meses ¿piensa que nos ignoramos por seis meses? Bueno, es cierto que tenias a Mico, pero igual hicimos una fuerte amistad, que si bien yo llega a profunda si es bastante cercana.

-Él debe saberlo… en fin, les diré a las zorras esas que esperen en la sala, pero primero hare algo con ellas

-Como quieras –respondió Víctor sin dejar de mirar su computadora.

-Víctor… ¿tú no le temes a mi mirada verdad? –pregunte antes de cerrar la puerta

-No. Para nada. Lo que pasa es que estoy ocupado y yo no necesito verte para hablar contigo –respondió.- Además, se muy bien que eso es una careta, como la de todos. Realmente si he de tener miedo, seria a nuestra verdadera cara…

-Cierto –concedí antes de irme a mi cuarto. Al entrar las dos zorras estaban sentadas en la cama.- Bien, parece que tendremos que esperar un rato que vengan por ustedes. ¿Qué puedo hacer…? ¿Qué hago…?

Me quite la toalla y la tire al suelo. Me acerque a las chicas y metí de golpe mi polla en la boca de la del cabello rosa. No tardo dos segundos en ponerse duro y empecé a embestir rápido y duro en su boca. Tragaba muy bien y no le daban arcadas. Linda garganta profunda. Se la saque y la metí en la boca de la otra chica e hice lo mismo, embestí con fuerza hasta dentro. También tenía una buena garganta y no le daban arcadas. Solo mis bolas quedaban fuera. Alternaba entre una y la otra cada tres o cuatro metidas. Mesclaba sus babas cada vez que cambiaba y las llenaba de babas en la cara cuando les frotaba mi pene… pero diez minutos después ya estaba aburrido así que se los saque y empecé a golpearles con fuerza.

-Boca abajo en la cama… ahora –ellas se apresuraron a obedecer

Busque dentro de la maleta de Angel y encontré lo que buscaba: una fusta.

Mire los dos culos blancos que tenían y pensé en que dentro de unos minutos estarían muy rojos… que la haya pasado bien follandolas no quiere decir que las perdonaría por amarrarme y usarme como un juguete sexual… aunque si lo pensaba bien, la culpa era de Angel, pero a él no lo golpearía por eso, prefiero golpearlo por otras cosa, no por una casi violación, pensé riendo. Me acerque lentamente y solté el primer fustazo. Ella no se lo esperaba y solo dio un alarido de dolor muy fuerte. Le di el segundo y un tercero.

-Eso fue por amarrarme y por usarme sexualmente –dije fingiendo estar ofendido

Mire a la otra y le di un fustazo mas fuerte incluso, luego otro, otro, otro y otro. Todos con la misma fuerza e intensidad.

-Las mismas razones que con la otra, pero a ti te di dos extras por darme una bofetada. No tolero que me toquen y mucho menos que me golpeen –le dije con rabia.- Ahora sí, lárguense de aquí antes de que les vaya peor. Esperen en la entrada de la casa a que vengan por ustedes.

Ambas salieron con lágrimas en los ojos por el dolor y la humillación. Aunque tal vez les guste eso del dolor y la humillación… quien sabe…

-¡¡¡Ya regresé!!!-gritó abriendo la puerta. No hizo como hace siempre, abrir un poco la puerta y ver si estoy durmiendo, no… él abrió la puerta y se acostó en mi cama. Dio un suspiro profundo de cansancio y cerro los ojos profundamente- Estoy muerto…

-Eres un mal educado… entrar así al cuarto de una persona decente, sin autorización…

-Púdrete… -me respondió sentándose en la cama. En verdad que se notaba cansado, pero no era un cansancio de falta de energía. Era más bien un cansancio de paciencia agotada

-Pude estar desnudo y tu encontrarme en bolas –rezongué sin apartar la vista de mi computador

-Nah… ya te he visto desnudo antes así que no hay nada que ocultar –respondió mirando al techo. Solo hacia eso cuando quería decirme algo importante.

-Habla… se que quieres decirme algo –y me separé del computador para prestarle atención

-Pues… pues si. Necesito decirte muchas cosas –dijo.- Primero: estoy cansado, cansado de tener que salir corriendo a rescatar al idiota de mi hermano solo para que la zorra esa se sienta tranquila. Segundo: odio, ¡odio! al idiota de Miguel… definitivamente, es una mala influencia para mi hermano. Tercero: Estoy cansado… -y hundió la cabeza en la almohada con frustración

-Ya te lo he dicho antes: es tu culpa por mostrar que pueden contar contigo en momentos de crisis –respondí sin evasivas.- Cuéntame… ¿Qué fue lo que paso?

-Todavía no… Quiero hablar con ambos y me dará flojera repetirlo, así que ya regreso con Vito –y se levantó antes de que yo pudiera quejarme de que la “reunión” fuera en mi cuarto

Yo continúe jugando en el computador y no fue si no diez minutos después que esos dos entraron a mi cuarto (de nuevo sin tocar la puerta) y ambos se sentaron en mi cama mientras yo guardaba la partida del juego, me fijé en que Angel estaba comiendo torta de mi cumpleaños. Si Angel quería que ambos escucháramos lo que tenía que decir, definitivamente, era importante.

-Solo por curiosidad… ¿Por qué tardaron? –pregunté antes de que Angel hablara

-Vito estaba hablando con su amor de la vida –respondió Angel haciendo una mueca y empezando a comer.

-Mentira –contradijo Víctor.- Esas son calumnias Raba –y lo miró ofendido.- ¿De dónde salió esa torta? ¿Ah?

-Mientras tú te despedías de tu amor yo fui y busque esto –explicó Angel.- Miren que tengo mucha hambre. Tengo una baja de azúcar. Puedo morir por eso

-Increíble lo exagerado que eres Raba

-Te dará una diabetes seguro –dije yo

-Siempre me dicen lo mismo –rezongó Angel como un malcriado, pero sin dejar de comer.- Necesito nuevos amigos. Unos que si me entiendan

-Gay –dijo Víctor

-Cabrón –le respondió Angel

-Y luego dicen que tú y yo somos marido y mujer –dije mirando al techo perdiendo un poco la paciencia.- Pero ustedes dos no se quedan atrás

-Bueno, podríamos hacer un trió y…

-¡¡¡¡Cállate!!!! –le gritamos Víctor y yo al mismo tiempo.

-Ahora tendré esa imagen en mi mente… ¡Gracias Angel! –dijo Víctor visiblemente molesto.

-Ustedes siempre pensando en eso. Y luego dicen que el pervertido soy yo –dijo Angel comiendo.- Me refería a que podríamos hacer un trió y ver quien es mas esposo que quien y estoy seguro que ganaría Alejandro. Créanme, él y yo hablamos mucho y si supieran las cosas que me ha contado.

-No me interesa saber nada de ese hijo de perra –dijo Víctor sin dejarse convencer de Angel. Ambos, Víctor y yo sabíamos lo que Angel quería decir.

-Fingiremos que te creemos semejante estupidez –di un largo suspiro.- ¿Qué fue lo que paso?

-Pues… -dio otro mordisco- resulta que yo estaba de lo más cómodo viendo como tú te estabas cogiendo a ese par de zorras cuando de pronto recibo una llamada. No pensaba contestar, pero al escuchar el tono de mi madre decidí hacerlo para ver la razón de una llamada tan tarde. Yo estaba mastur… ocupado –cambio la palabra mirando a Víctor menos de un segundo- y me costó responder con la manos llenas de… lubricante…

-Coño, no seas tan grafico. No nos interesa saber lo que estabas haciendo –le interrumpió Víctor

-A veces olvido lo delicadito que eres Vito –se quejó Angel.- Deberías aprender de Andrés. A él no le importa cuando le digo que me… hacen “eso”

-No pienso discutir tus gustos sexuales –le respondió Víctor.- Pero tú sabes lo mucho que me molesta cuando te pones tan grafico –añadió cortante.

-En fin… -dijo Angel ignorando eso último.- El idiota de mi hermano chocó con el carro de Miriam. Al parecer, estaba con Miguel y ambos venían de una fiesta llevando a unos amigos a sus casas y todos tenían algo de alcohol en la sangre –explicó.- Cuando dejo al último de los tipos, en una zona un tanto peligrosa, trataron de robarlos y ellos, envalentonados con el alcohol, decidieron pelear contra tres tipos enormes. Lo gracioso de todo –hizo una mueca cómica- es que ganaron. Tengo que admitirlo, Miguel siempre ha sido muy fuerte. Sin embargo, como salieron tan rápido del sitio para evitar algún problema mayor, mi hermano acelero tanto que no se dio cuenta que venía otro carro y plaf…

-¿Algún herido? -Pregunto Víctor

-Si… mi cuenta bancaria –respondió Angel.-El carro quedo hecho mierda adelante. Los faros y el parachoques destruidos, la puerta del piloto con una abolladura enorme y el parabrisas y los retrovisores externos los destruyó el tipo a quien chocaron con un fierro. El carro del otro tipo también quedo bastante dañado –hizo una mueca desagradable.- Iban una familia de cuatro y según los informes, uno de los niños sufrió una fractura de fémur y la esposa se jodío la muñeca.

-Mierda… ¿tanto desastre? –pregunte yo un tanto sorprendido

-Lo peor del caso es que tenían pensado demandar a mi hermano y a Miguel –explico Angel.- Sin embargo, vino este nene –se señalo con ambos pulgares- y los convenció de que no lo hicieran. Qué bueno que se convencer a la gente. Parecía un político en campaña electoral. Prometiendo a diestra y siniestra. Cuando llegué a la comisaria, Miriam estaba discutiendo con tres policías al mismo tiempo y mi linda tía discutiendo con dos más. Parecían unas locas ambas, creen que por gritar más fuerte, tienen la razón. El esposo de mi tía estaba furioso, pero no con los policías, sino con el idiota de Miguel por no tener la responsabilidad de sus actos. Me dijo un comentario que decía algo asi como “si este fuera mi hijo, no haría nada de esto”. A ver, tiene 25 años, es casi papá, pero se comporta como un púber de mierda. Aunque yo no lo odio por eso, ustedes saben la razón de mi odio –Víctor y yo asentimos

-Ojala se hubiese muerto el negro de mierda ese –dijo Víctor

-Cierto. El mundo se libraría de una cucaracha –dije yo

-Por eso es que ustedes son los amigos perfectos. Me apoyan y me dan la razón cuando la tengo y cuando no, me lo dicen en la cara –dijo Angel con sonrisa idiota y poniendo la palma de su mano en su corazón.- Los amo chicos…

-Que vaina… -dijo Víctor negando con la cabeza

-Bueno, el caso es que como no tenían dinero, alguien debía pagar la fianza. Yo pensaba pagar la de mi hermano y dejar a Miguel que se pudriera y lo violaran, pero Miriam insistió en que pagara por ambos. En sus propias palabras “si no pagas la de Miguel, entonces no pagues ninguna de las dos”.

-Yo, siendo tú, no pago nada y me regreso a mi casa –comenté

-Pensé en hacerlo, pero luego me di cuenta que las cosas se hacen de maneras diferentes. Pague lo que tenía que pagar y cuando salieron amablemente le dije a Miguel que me debía dinero y que me lo tenía que pagar y vino Miriam y me dice imprudente a mí y le dice a él que no tenía porque pagar nada. Yo me quede así como que medio sorprendido

-Pero un momento –interrumpió Víctor.- ¿No se supone que tu mamá tenía dinero? Que yo sepa, tú le has dado dinero, le pagaste sus deudas y le diste para que empezara su propio negocio…

-Pues, según se, la plata esta invertida en algún lugar, pero yo no veo ganancias, además está el hecho de que mi hermano gasta muchísimo dinero en fiestas, ropa, salidas con los amigos, ropa, mas ropa, y muchísima más ropa y también se compro una moto ¿recuerdan? La que le robaron una semana después y aunque no me lo han dicho, ha chocado tantas veces el carro que se ha gastado mucho dinero en eso. Igual no me importa ayudarlos, son familia y creo que tengo esa responsabilidad.

-Pero que tampoco abusen –dije yo

-Nah… no es tanto el abuso, es más bien el cinismo –dijo Angel con una mueca desagradable.- Como les decía, al salir de la comisaria, llevamos a mi lindo hermano y al idiota ese a una clínica, curiosamente estaban los otros afectados y vaya que se armó un lio. Gritos e insultos a diestra y siniestra y ahí fue que logré hablar con el tipo afectado. Él tenía la misión de demandar, pero yo le hice ver que no valía la pena. Mi hermano es un vago desgraciado que no tiene ni trabajo y ni un céntimo y yo no pagare trámites legales ni indemnización. Le dije que lo mejor era concentrarse en la recuperación de su hijo y su esposa, le dije “una demanda solo traerá trámites legales y burocráticos agotadores e infinitos y al final solo se determinara que fue un accidente con una pequeña carga de imprudencia”. Está bien, admitamos que ellos cometieron un error al conducir medio ebrios, pero también debemos entender sus razones para correr con el carro

-Si es que es la verdad ¿tu estas seguro que no mienten? –pregunté dudando

-Tienen testigos oculares y eso ayudo mucho en su defensa –respondió

-Bueno, eso es un punto a su favor –dijo Víctor

-Llamé a Mateo para que buscara ambos carros y la reparación corre por mi cuenta –dijo Angel visiblemente molesto.- Zorra… ella es la culpable de toda esta mierda…

-Oye… no le digas así. Puede que haya cometido muchos errores, pero es tu mamá –lo regaño Víctor

-Es la verdad. Si hubiera puesto el carácter suficiente a ese idiota, nada de esto estaría pasando. Pero mi hermanito siempre ha contado con una puta libertad infinita

-¿Algo más? –pregunto Víctor

-¡Sí! ¡Quiero otra madre que no me dé hermanos! –se quejó Angel

-Me refiero al accidente Raba…

-Bueno, nos quedamos en la clínica todo el sábado y luego los lleve a todos a casa. Lo único bueno es que pude jugar con Alfonzo e incluso dormir con él –su semblante cambio por un segundo. Se notaba lo mucho que quería a ese bebé.- Pero ya hoy tenía que salir de esa casa. No soporto el cinismo de mi hermano y que Miriam sea tan alcahuete. Hubo un momento en que le estaba reclamando a ese idiota y ella ¡¡salió en su defensa!! En serio que no aguante y me vine. Y que se joda, no pienso ser chofer de nadie mientras su carro lo estén reparando.

-¿Llamaste a Javier y te asesoraste? –pregunté, aunque ya sospechaba la respuesta

-Sí. Me explico que si tenían testigos que confirmaban su historia, no habría mucho problema. Pero igual me tome mi tiempo para convencer a ese tipo de que no demandara y como les repito, hice algunas promesas

-¿Cómo cuales?

-Los gastos de la clínica, la rehabilitación, los arreglos del carro, un departamento, una casa, una mansión, un pasaje a otra galaxia… en fin, muchas cosas -bromeo un poco

-Espero que lo de la mansión sea mentira… -dije yo

-Claro que lo es –levanto una ceja.- Pero igual me fastidia tener esa responsabilidad. Ese idiota no me respeta como padre como para que yo tenga funciones de uno –sabía que hablaba de su hermano.- Estoy cansado… -y se acostó en mi cama

-Bueno, ya que no hubo heridos… -dijo Víctor

-Oh, claro que si… pobre niño

-Me refiero a tu hermano y al negro ese de mierda. Ya que ellos no resultaron heridos, al menos no fue tan malo después de todo

-Cierto, gastar medicinas en alguien que odias –dije yo,- no debe ser nada bonito

-Ay no… por favor, eso nunca. Que se muera ese imbécil. En serio que lo odio

-Bueno, yo me voy… se supone que debo hablar con mi novia y luego me iré a correr un rato –dijo Víctor levantándose, cuando salió del cuarto Angel le grito:

-¡Ten cuidado! Hay un puto perro por ahí que esta jodiendo

-¿Por qué siento que aun falta algo que no me dices?

-No te puedo decir delante de Vito que Mateo y yo hicimos cosas cuando llevamos lo que quedo de los carros. Ya viste como se puso solo con mencionar la masturbación.

-Si… un poco delicado él. Pero tú debes entender que no todos son de mente abierta como yo –le dije

-El mundo sería un mejor lugar si todas las personas fueran como tú, o por lo menos la mayoría –dijo él

-Imposible –le respondí yo negando con la cabeza.- Si hubieran más personas como yo, el mundo hace rato se habría destruido y acabado.

-Pero hubiera sido glorioso… -dijo Angel con rostro soñador

-¿La destrucción del mundo?-pregunte yo sorprendido

-No coño… que muchos fueran como tu

-No… eso habría sido muy aburrido. Muchos como yo sería un mundo vacio y muy aburrido. Además, me encanta ser único. No necesito a otro bastardo desgraciado igual a mí.

-Damián se parece mucho a ti, ¿lo olvidas?

-Mucho, tú mismo lo has dicho, pero no es como yo. ¿Has hablado con él últimamente? –pregunte suspirando

-Sí. Casi todos los días por whats app. Anda recorriendo el mundo. Lo último que me dijo hace una semana fue que estaba en Francia. Le dije que me trajera o me enviara un recuerdo

-Bien… ¿no se supone que querías decirme algo?

-Bueno, como sabes, llame a Mateo para que buscara los carros, hoy domingo, pero obviamente el no podía manejar dos grúas así que llamo a uno de sus ayudantes, quien no fue con la mejor de las ganas, y se llevaron los carros. Yo me fui con Mateo y fue muy divertido hacerle sexo oral mientras manejaba –empezó a reír,- tenías que ver la cara que ponía cuando hacia una garganta profunda. Fue muy divertido, para mí al menos.

-Y luego se quejan de los accidentes de tránsito…

-No, Mateo está bien entrenado, su hermano se encargo de eso. Qué bueno que los vidrios son polarizados. Estaba seguro de que no me veían mamándole la polla a un tipo –dijo él con sonrisa cómplice.- El caso es que lo excité lo suficiente como para que, al llegar deseara cogerme como si no hubiera mañana. El problema es que estaba su ayudante y obvio que delante de él no podíamos hacer nada. Media hora después, y luego de poner los carros en donde debían, él tipo ese se fue y al fin nos quedamos solos…

-Y se entregaron a su amor…-interrumpí. Angel me miro con cara de “¿Qué estás diciendo? ¿Estás loco?”

-Bueno, amor, lo que se dice amor, no creo. Ni yo lo amo, ni él me ama. Solo somos amigos con derechos. Hasta diría que me tiene algo de miedo.

-Siendo él tan débil de mente, claro que te tiene miedo. Después de todo, es un imbécil sin personalidad a quien su hermano prostituía ¿no? –comenté.-Pero llegó este nene –lo señale con los pulgares,- y lo salvo de un mundo que no quería pero al que estaba obligado a estar

-No te olvides de que su esposa también tuvo mucho que ver en su realidad pasada. La muy zorra –dijo Angel terminando de comer el gran trozo de torta.- Quiero mas –añadió.-Pero antes de irme te contare que fue lo que hicimos. Bien, cuando se fue su ayudante, Mateo estaba como loco. Cerró el taller a la velocidad del rayo y me tomo con fuerza del cuello. Empezó a besarme con pasión y yo pensando “¿Qué coño le pasa a este?” pero ya que estaba molesto por lo de mi hermano decidí dejar que las cosas fluyeran. Empezó a besarme el cuello y el hombro con ganas, mira –y se quito el cuello de su camisa mostrándome un moretón bastante visible en su hombro.- Estaba como desesperado, pero eso me encantaba. Mientras me besaba, me quitaba el cinturón y el pantalón y luego la camisa. Bajo besando mi pecho hasta llegas a mi polla, que estaba dura, en serio que me estaba excitando esa forma salvaje de Mateo. Me bajo el bóxer y se lo metió de golpe, toda una garganta profunda. Yo le pregunte “oye, ¿estás bien? Te noto algo desesperado” y él solo me respondió “se que te gusta esto y quiero complacerte ¿acaso no recuerdas lo que paso hace tres años un día como hoy?, me pregunto” y entonces caí en cuenta: hoy hace tres años fue que yo le cambie la vida.

-¿Ya pasaron tres años? –pregunte yo bastante sorprendido.- ¿tan rápido paso el tiempo? Increíble… de verdad es increíble… tres años y yo aun aquí. Como se pierde el tiempo tan fácil… -dije gruñendo

-Aja, lo que digas. Entonces Mateo me dice “te tratare como a ti te gusta, como aquel día que nos conocimos en esa casa y tú me liberaste” –explico Angel.- Y empezó hacerme la mejor mamada que hasta ahora él me haya hecho y créeme, si que las sabe hacer. Se lo metía todo y succionaba con fuerza, sentía como si quisiera arrancarlo y tragárselo. Era increíble la verdad. Yo flexione las piernas y él me quito los zapatos, el pantalón y el bóxer sin sacarse mi polla. Así quede yo desnudo mientras él chupaba y chupaba. El glande estaba rojo de tanta succión, pero es que el desgraciado en serio que sabía lo que hacía. Se levanto solo para desnudarse y tirar la ropa en donde cayera y me llevo casi corriendo a su oficina. Cuando llegamos, me puso en cuatro en el sofá y me empezó a chupar el culo. Tenias que ver como lo hacía, metía su lengua y la movía dentro de mi o solo pasaba la punta por mi raja mientras me metía dedos completamente. Yo solo podía suspirar, en serio que me estaba gustando mucho y esa iniciativa que tenia me encantaba, tampoco es el hecho de que yo siempre tenga que ordenarle que hacerme, ya sabes que a veces tengo faceta de sumiso, aunque esa solo la hago con Julio y un poco con Alberto –puse mala cara al escuchar su nombre. En serio que odiaba a ese negro de mierda, bueno, a todos los negros en general. Angel pareció  no darse cuenta o tal vez me ignoro porque continúo con normalidad,- pero nunca con Mateo. Bueno, seguía chupándome el culo y metiéndome dedos, cuando puso su mano por delante y tomo mi polla y la halo hacia atrás. “así, si, que rico. Tu hoyito y tu “guevo” a mi alcance” dijo y empezó a pasar su lengua desde el culo, pasando por el tronco para llegar al glande para después metérselo en la boca. Era espectacular, y te lo dice alguien que ha tenido miles de experiencias sexuales…

-Sí, eso lo sé –concedí.- Tú has hecho muchas cosas eh… pervertido

-Y me siento orgulloso de eso. Bueno, me puso entonces boca arriba y alzo mis piernas completamente, pensé que me penetraría de una vez, pero solo siguió chupando y mamando y así como por diez minutos más. Hasta que me levanto y colocándome en su escritorio, habiendo quitado todo por supuesto, me metió de golpe, hasta el fondo y de una vez. Me dolió un poquito, lo admito, pero era más el goce que tenia y solo gemía. Empezó con unas embestidas duras, rápidas y profundas. Con una mano me tomó del cabello y me presionaba a la mesa y la otra la tenía en mi cintura. El escritorio se movía y crujía con la fuerzas de sus embestidas. Hubo un momento en el que lo metió todo e hizo movimientos circulares para que yo lo sintiera mejor. “¿te gusta verdad?” me preguntaba “sí, yo se que te gusta así, a lo bruto” y seguía embistiendo. Yo solo tenía las piernas abiertas y sentía mi pene duro en el borde de la mesa, me aporreaba un poco, pero no le dije nada. Me gustaba esa ferocidad que tenia.

-Vaya… ahora resulta que el débil ese si demuestra ser un hombre a veces… interesante

-Bueno, después me tomo de la cintura y poniendo su mano en mi cara me levanto y ambos estábamos de pie, él detrás de mi embistiéndome lento. Se movió de espaldas y caímos en el mueble y me dice “anda, te toca. Gánate mi leche” y yo solo empecé a cabalgarlo con fuerza y él me tomaba de la cintura y solo gemía. En serio que lo sentía muy adentro. Yo tenía mis manos en sus pectorales mientras cabalgaba, pero él en un momento dado solo me los quito y caí espalda con pecho. Me levanto las piernas tomándolas por detrás de las rodillas y yo quede clavado y levantado. Él empezó con las embestidas fuertes y me lo metía hasta las bolas. En serio que estaba a punto de acabar solo sintiendo eso. Me besaba detrás del cuello y de hecho me dio un mordisco que espero no se note mucho. Pensé que seguiría así hasta acabar, pero entonces me bajo y me puso de lado, así, estilo cucharita y levanto mi pierna lo más posible y lo metió de nuevo hasta el fondo y empezó de nuevo con sus embestidas mientras me besaba. Lo metía todo y luego lo sacaba todo y créeme, eso se siente muy delicioso porque el ano se abre y se cierra rápido. Luego, cómo media hora después empezó a embestir duro y tomó mi polla con su mano y la pajeaba rápido. Acabe en el mueble mientras él lo hacía en mi culo. De hecho, aun siento la leche dentro de mí –me dijo con total tranquilidad, como si me dijera la hora.

-Oye, pero estás acostado en mi cama –me queje.- No seas tan cerdo

-Antes de irme, estaba viendo perfectamente lo que ocurría aquí en tu cara y me di cuenta que no cambiaste las sabanas –contraatacó él.-

-Pero esos son mis fluidos y los de las zorras, no los tuyos y los de tu mascota –le dije.- Ahora tendré que cambiar la sabana

-Hablando de eso, ¿Qué tal las zorras?

-Bien. Un poco divertidas. ¿Dónde las conseguiste?

-Natasha conoce a muchas personas. Y esas dos querían una primera experiencia divertida

-¿Cuánto te costaron?

-No mucho. Alguna ropa nueva, el tinte rosado para una de ellas y que recordaras al amor de tu vida Yuno y el transporte. Te lo digo, esas dos lo hicieron con gusto, se podría decir que no les pagué para que hicieran lo que hicieron.

-Que bien… así mi regalo no será tan caro.

-Oye no, tú tienes el deber de darme regalos caros –me dijo haciendo pucheros.- Tengo hambre, pero no quiero cocinar. ¿Comemos sushi? –yo solo levante los pulgares en una respuesta que era obvia. –Deja llamo a Vito y le pregunto –y marco su cel. Unos momentos después le contesto y puso el altavoz.- ¿quieres sushi para cenar?

- Nah… sabes que no me gusta a menos que sea hecho por mí, pero no tengo ganas de comer eso. Mejor una pizza ¿vale?

-Yo quiero sushi y Angel también, te ganamos dos a una –dije

- Me refiero a que me compren una pizza a mí, ustedes pueden comer todo el pescado crudo que quieran.

-Eso está mejor –respondí- ¿Cuánto te falta para llegar aquí?

- Una hora más o menos –respondió Víctor

-Tiempo suficiente para que Angel y yo vayamos y compremos el sushi y tu pizza –comente.- Son las… -vi mi reloj de muñeca- 4:46 de la tarde. Si, es buena hora para cenar

-Eso lo dirás tú. Yo ceno ahorita y a las seis tengo hambre de nuevo, aunque si como sushi me lleno rápido –dijo Angel

- Bueno, yo sigo en lo mío y cuando llegue me doy un duchazo antes de comer

-Pues no eres el único que debería hacerlo –dije yo mirando a Angel significativamente

-Tu también deberías ducharte –me dijo Angel.- No creas que no huelo tus fluidos y los de las zorras en tu cuerpo. Cerdo, no te has bañado desde ayer que se fueron.

- Si Raba, los tres somos unos cerdos enfermos que debemos bañarnos. Hablamos dentro de un rato, que yo sigo aquí en lo mío –y colgó

Al final, tanto Angel como yo nos duchamos (en  baños separados) y media hora después estábamos en camino al restaurante en donde me gusta comprar el sushi, ahí duramos unos veinte minutos más o menos hasta que estaba listo. Luego nos fuimos al sitio en donde le gustaba comprar a Víctor la pizza y tardamos otra media hora para que estuviera lista. Durante el camino, Angel no paraba de parlotear sobre su vida, sus estudios y cualquier otro tema que se le ocurriera a esa cabecita pervertida que tiene. Llegamos a la casa y al entrar fuimos directo a la cocina para acomodar los platos de la cena. Supusimos que Víctor estaría en su cuarto ya bañado y vestido para la cena.

Angel subió a buscarlo mientras yo sacaba de la nevera una jarra con jugo de melón y otra con limonada, la bebida favorita de Víctor, y tomaba tres vasos de la encimera.

-… te estás tardando mucho la verdad –escuche que Angel decía

-No lo creo –respondió Víctor justo en el momento en que entraron a la cocina

-Claro que sí. Ya tienen unos ocho meses –le recordó Angel sentándose.

-Eso o tiene nada que ver. Solo que aun… no se dan las cosas –Víctor lo imitó

-¿De qué hablan? –pregunte mirándolos a ambos

-De Vito y su novia… -respondió Angel tomando los palillos y mirándolos.- No pienso luchar con esta mierda de nuevo –y se levanto y tomo un tenedor

-Viviste casi tres años en Japón ¿y nunca supiste usar palillos chinos? –le pregunte

-Saben que no –con el tenedor pincho el rollo de arroz con salmón y lo engullo de un solo bocado. Yo empecé a comer con los palillos y Víctor tomo una rebanada de pizza.

Seguimos comiendo en silencio por los siguientes diez minutos. Angel y Víctor tenían el semblante pensativo, cada uno ensimismado. Yo por otro lado, solo pensaba en lo increíblemente rápido que el tiempo estaba pasando. Ya solo me faltaban tres años para terminar la universidad y largarme de este país. ¿A dónde iría? No lo sabía, pero eso lo hacía más divertido. Un futuro incierto, en un lugar incierto, en un momento incierto… pensaba en irme luego de mi graduación, un título universitario puede ser muy útil en algunos países…

Notaba como Víctor escribía mensajes en su celular. Seguramente serian para su novia. ¿En serio queria a esa muchacha? Se conocieron hacia menos de un año, pero aun así, Víctor, en un principio, estaba enamorado de ella. Amor… una simple fantasía para justificar un estado de la personalidad. El amor era una mierda, de eso estaba seguro. Solo hacía que las personas cometieran estupideces y no dejaba que la lógica se centrara en el pensamiento. Muchas personas “enamoradas” cometían los actos más tontos y destructivos del mundo. Una simple línea, muy estrecha debo decir, separaba el amor de la obsesión o la locura. Además, de contradictorio, muchas personas dicen “yo no me enamoro del físico, me enamoro de la personalidad”, pero luego esas misma personas te dicen “creo en el amor a primera vista”. Pero, enamorarse a primera vista es enamorarse del físico, no de la personalidad… contradictorio, muy contradictorio.

-Esto parece un velorio… por Dios digan algo –interrumpió Angel el silencio. Se nota que no le gusta

-“Algo” –dijimos Víctor y yo al mismo tiempo. Angel nos miro con mala cara.

-No me refería a eso par de idiotas –nos dijo. Víctor y yo solo pudimos reírnos. –Tarados… ¡tarados!

-Tú dijiste que dijéramos “algo” –dije.- Nosotros solo te hicimos caso –estábamos terminando de comer y solo quedaba recoger los trastos. Seguramente Angel insistiría en fregarlos, pero en serio que yo tenía mucha pereza

-Hey… no te me hagas el loco Andrés –me dijo como si leyera mis pensamientos. A veces odio que me conozca tanto.- Friega eso que es tu turno. Si quieres te hago compañía

-Ha sido un placer compartir con ustedes, pero debo entregar un proyecto mañana y probablemente tenga que trasnocharme hoy –informo Víctor yéndose.- Raba, ¿me acompañaras por chat?

-No se… estoy cansado y en serio que quiero dormir hasta que tenga que despertarme para ir a clases mañana –le dijo Angel apenado

-Entiendo. Ya nos trasnocharemos luego. Buenas noches a ambos –y se fue

Yo seguía fregando los trastos de la cena cuando Angel se me acerco, se apoyo de espaldas, casi sentado en el borde de la repisa, apoyo las palmas en la superficie de granito y me pregunto

-¿Puedo… puedo…?

-Sí, si puedes. Solo por hoy –respondí al saber que me preguntaba.- De hecho, sabía que me lo pedirías. –Estaba terminando de fregar.- Aunque es temprano. ¿Vemos un par de capítulos de Accel World?

-Claro. En el último capítulo le quitaron las alas a Haru y quiero ver como las recupera –comentó mientras salíamos de la cocina.- Hey… espera – y abrió la nevera, saco una jarra con yogurt de melocotón y se sirvió en un vaso, después tomo el ultimo trozo de torta que quedaba de mi cumple. –Aun tengo hambre –añadió

-Solo procura no derramar nada en mi cama o será feo para ti

-Hablando de eso ¿no deberíamos cambiar la sabana? Esa huele a fluidos y es un poco asqueroso

-Si lo haces tú, no hay problema –él solo me miro con mala cara pero no comento nada.

Llegamos a mi cuarto y Angel, luego de poner su merienda en el escritorio, me ayudo a cambiar la sabana de mi cama junto con la cobija. El olor a suavizante, según Angel, era mejor que el olor a fluidos que según él, estaban en mi cama.

Empezamos ver los capítulos que él aun no había visto y durante ese tiempo solo comentábamos cosas referentes a lo que veíamos. Se notaba que le gustaba hacerlo y yo más bien estaba algo callado. Tengo que admitir que en esta relación, Angel es el que habla hasta por los codos. Luego de unas tres horas ya habíamos visto los últimos capítulos y él terminado de comer su merienda. Llevo el plato y el vaso a la cocina y regreso diez minutos después con el pijama puesto y se acostó a un lado mío ojeando hacia el televisor.

-Esa no la he visto todavía –me comento

-Es nuevo. Lo descubrí hace como dos semanas y entre ayer y hoy descargue los diez capítulos que van hasta ahora –explique.- Se llama Psycho-Pass . Es muy buena. ¿Te parece bien si la vemos el fin de semana que viene?

-Por mi está bien. Se nota que es interesante –respondió él arropándose y dando un largo bostezo,- pero ese es un capitulo adelantado y no me gusta ver los animes así. Además, tengo mucho sueño –y se arropo hasta el cuello.-Hace frio, ¿dormiremos con el aire encendido?

-Sabes que si –le respondí sin dejar de mirar la tele.-Pero si quieres le bajo un poco

-Por favor –y dio otro bostezo.-Oye…-definitivamente, él ya no me dejaría ver el capitulo, pensé- ¿me abrazaras?

-No

-¿Me podrías leer un cuento?

-No

-¿Me darás un besito?

-No

-¿Me quieres?

-No

-Que malo eres –dijo haciendo pucheros

-Gracias

-Igual yo te quiero –dijo ya a punto de dormirse.- Tú me das algo que nadie más me puede dar, en serio…

-Aja… -respondí un poco seco.- Déjame ver el capitulo coño que no ves que… -me interrumpí al verlo dormido.- Coño al fin, pensé que no se dormiría

Continúe viendo lo que quedaba de capitulo escuchando su respiración serena y tranquila. Cuando dormía, Angel mostraba una paz en su rostro que no se podía ver cuando estaba despierto. Según él, todos cuando dormimos nos vemos así: tranquilos y en paz, incluso yo. Solo me quede despierto una media hora antes de que yo también sintiera el sueño y las ganas de dormir. Me levante para apagar el computador y la tv. Con las luces encendidas, y aun escuchando su respiración, me fui a acostar, me arrope y apague las luces con el interruptor cerca de mi cama. Sin embargo, recordé que Angel no le gusta mucho la oscuridad así que, de su lado de la cama, encendí la lámpara en la mesita de noche y la puse muy tenue, por si acaso se despertaba y así no se asustara mucho. Sentía su calor corporal a pesar de estar a unos cincuenta centímetros de distancia y eso me obligo a subir el aire acondicionado. Lo observe durante un minuto durante el cual se movió y quedo de costado hacia mí y yo me puse de costado hacia él.

-Si alguien nos viera, pensaría algo que no es –pensé.-Pero me da enteramente igual. A la mierda la opinión de la gente. Tengo muy definidos mis gustos sexuales y ningún pensamiento erróneo de ninguna cucaracha va a cambiar eso.

Y con ese último pensamiento, me dormí

-------------o------------

Cuando Fabiana Blanco despertó, estaba desnuda en su sitio oscuro y desconocido. Tenía un fuerte dolor de cabeza, seguramente producto del golpe que le dio ese tipo vestido de negro que la persiguió por dos cuadras. Pero, ¿en dónde estaba? ¿Quién era ese hombre que la secuestro? ¿En dónde estaba? Trato de moverse, pero se dio cuenta que en su muñeca derecha tenía un grillete. Trato de soltarse, pero el tacto con el frio metal era sumamente desagradable por el dolor que sentía al tratar de sacar su mano por el grillete.

-No deberías intentarlo. Esta hecho a la medida y es imposible que puedas sacar tu mano por ahí –le dijo una voz proveniente de una pared. Al entornar la vista, se dio cuenta que había una puerta y unas escaleras que no vio por estar tan oscuro.

-¿Quién… quien es… es usted? –preguntó asustada

-¿Por qué todos hacen la misma pregunta? –preguntó el tipo y cuando se acerco lo suficiente, Fabiana se dio cuenta que tenía una capucha tapándole el rostro.-Si quisiera que supieran quien soy, me ahorraría la molestia de la capucha. Y te lo digo en serio: molesta mucho tener esto en la cara, mi piel no respira correctamente y cuando sudo, termino con un olor desagradable en la nariz ya que la tela absorbe mi sudor, es asqueroso, en serio que sí, pero vale la pena si puedo hacer las cosas que hago.

-¿Por qué estoy aquí? ¿Qué me hará? ¿Pedirá dinero por mí? Pues pierde su tiempo, mi familia no es millonaria, es un error –decía desesperada.- En serio, es un error. No tengo dinero. Es un error… -sudaba copiosamente. La sola presencia de ese tipo era aterradora para ella

-Estas aquí por tus pecados del pasado. Te pienso torturar un rato hasta aburrirme y matarte. No, no pediré dinero, se que tu familia no tiene mucho o casi nada de dinero debido al alcohólico y apostador de tu padre quien se gasto todo el dinero en sus vicios –respondió el tipo abriendo la jaula en donde ella estaba en cerrada.-No pienses escapar de mi, o será peor. Sentirás mucho dolor en tu lindo y hermoso cuerpo. Créelo

Pero ella no lo escuchaba, se dio cuenta que dejo la puerta abierta y por un segundo pensó en escapar, pero no estaba segura de hacerlo. Siempre podía ser una trampa y no un simple descuido para alguien que se tomo muchas molestias en secuéstrala, encerrarla e investigarla. Además, también estaba su amenaza “sentirás mucho dolor si intentas de escapar”. Definitivamente, era posible que dejara la puerta abierta, pero él estaba solo y si lo noqueaba con un golpe, probablemente podría enfrentarse a lo que fuera. Cuando le quito el grillete, ella solo trato de golpearlo sin mucho éxito. Se veía muy fuerte y no le hizo mucho caso a sus intentos de liberarse cuando la tomo por la cintura y la levanto en el aire para sentarla en una silla totalmente de metal y muy incómoda. El frio en su piel era sumamente desagradable, peor incluso al grillete en su muñeca.

-Qué bueno que no trataste de escapar –le dijo el tipo mientras le amarraba el pie derecho con unas correas que estaban en la silla.- A veces pienso que las mujeres son más inteligentes que los hombres. Fíjate, las escaleras y el reposa manos se electrifican cuando está abierta. Si no me hubieras hecho caso te abrías lastimado con una descarda de corriente muy fuerte. Lo mas irónico es que María Gabriela también me hizo caso y no corrió, pero Ricardo, Jesús y Javier si corrieron y se lastimaron mucho. Hay dos opciones, o las mujeres si saben sentir el peligro y son más recelosas o son tan inteligentes que ven más allá de lo obvio. O tal vez tu eres una niña muy inteligente, así te recuerdo yo -y miró hacia arriba. Sus ojos estaban llorando.- ¿Qué paso?

-¿Acaso… acaso dijiste María Gabriela, Ricardo, Jesús y Javier? –pregunto con un hilo de voz-¿Javier Maldonado?

-Si… Ahhh ¿los recuerdas? Vaya memoria… eso será bueno para ti, recordaras todo lo que aquí pase –se notaba que sonreía dentro de la capucha.- Oye, note que nombraste a Javier dos veces –y su mirada se desvió a una urna que estaba sobre un estante.-A él lo amaste mucho ¿verdad? O será que… ¿aun lo amas? –y hecho a reír mientras seguía amarrando ahora su pie izquierdo, en la silla.-Pues sí, ellos estuvieron aquí y murieron. Cada uno de una manera especial, aunque Ricardo murió por accidente y eso fue mi culpa -aún así, no mostraba arrepentimiento. Ella no dejaba de llorar en la silla

-¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? –gimoteaba en la silla con sus manos en la cara ocultándola. -ohhh Dios… ¿por qué?

-No metas a ese hijo de puta… aquí el único Dios soy yo que decide tu destino. Me preguntas por que –le tomo su mano derecha, pero ella no se dejaba. Daba la impresión que no quería que la viera llorando. Tomo con fuerza su muñeca y la presiono. Ella solo dio un pequeño grito y aflojo un poco por un momento que el aprovecho para ponerla en el respaldo y amarrarla.- La respuesta es sencilla: por sus pecados del pasado. Así de fácil. –y le tomo la otra mano. Ella, ya sea por debilidad o para evitar que la lastimara de nuevo, no opuso resistencia.-Ten algo claro, yo solo soy un simple verdugo que castiga a quien se lo merece. Y ustedes se lo merecen muchísimo por sus errores pasados. Deja de llorar por Dios… no fue para tanto. Ese dolor que ahora siente no es nada en comparación al que sentirás en unos minutos.

-¿Quién eres? –pregunto ella llorando vivamente

-Que vaina… que si quisiera que supieras quien soy, no llevara esta cosa en la cara ¿no acabo de decírtelo? ¿El dolor te hace olvidar las cosas? Que patética eres –le dijo él con un profundo desprecio en la voz.-Bueno, empecemos. Esto que tengo aquí –le mostro un caja de botones,- es obviamente un control, que controla, valga la redundancia, casi todo lo que está en esta habitación. La silla en la que estás sentada está electrificada y lamentablemente no la he probado aun y tú serás mi conejillo de indias. ¡No me mires así¡ -le dijo al ver su cara de horror.-Tengo muchos juguetes y tengo que probarlos todos. No es mi culpa que mueran antes de jugar mucho tiempo. Ellos fueron los que murieron antes de tiempo…

-Por favor… no… eso no… nooooo… -gimoteaba muy asustada. Sudaba mucho a pesar de sentir mucho frio por el metal al que su piel estaba en contacto directo

-Claro que si… son mis juguetes y debo usarlos, si no, entonces no los compraría. Empecemos entonces –y presiono un botón

Ella sintiendo una pequeña descarga solo emitió un saltito de la silla y recordó horrorizada como el tipo la había amarrado. No le dolió tanto como creía. Él solo la observo y presionó el segundo botón que hizo que ella sintiera un dolor más fuerte que el anterior al sentir más corriente pasar pos su cuerpo.

-¡No! ¡Basta! ¡Por favor! –gritó ella desesperada

-Solo es el segundo nivel… no seas cobarde –le recrimino él.- Son diez, por cierto, pero solo llegare al cinco si me pongo de buen humor. Así que…

Y ella sintió un pinchazo en todo su cuerpo mucho más fuerte que el anterior… y lo único que pudo hacer fue agitarse en la silla y gritar muy fuerte…

-------------o------------

Me desperté cuando sentí un leve movimiento cerca de mí. Angel se levantó en silencio y yo solo lo observe sin moverme ni hacer ruido. Seguramente iría a mear. Pero entonces me miro y vi el vacio en sus ojos. Oh mierda… de nuevo sonámbulo.

-Hola –fue lo único que me dijo.- ¿Cómo estas Andrés?

-Yo bien ¿y tú? –le respondí cauteloso. No era la primera vez que él hacia eso. Desde pequeño hacia eso. -¿vienes? –Le pregunte señalándole la cama.-Ven aquí

-No… quiero volar –me respondió

-Pero no tienes alas –respondí yo aguantando la risa

-Quiero volar –repitió él

-Pero para eso necesitas alas y no tienes –le dije yo sin reírme, aunque tenía muchas ganas. “Hasta dormido es terco” pensé… -Tú no tienes alas… ven a la cama –vi la hora en el reloj de la mesita de noche 3:50.

-Bien… si tu lo dices –y se acostó de nuevo a mi lado quedándose quieto. Yo cerré los ojos y lo tome de su mano para que no se despertara de nuevo. Era lo mismo que hacia su abuela cuando era niño y por alguna razón tomarlo de la mano hacia que no despertara sonámbulo.

Bueno, hasta aquí este capítulo. Espero que les haya gustado y los invito a comentar y opinar.

Este capítulo va dedicado a Aurora la Diosa quien adora el personaje de Andrés y siempre comenta los capítulos. Un saludo muy cordial para ti querida.

Un salido

Adriangel22