Una historia interesante 10

Acto que podria afectar a alguien, sexo, reflexiones... eso tiene este cap. Espero lo disfruten y comenten. Saludos

Tenía aproximadamente media hora manejando hasta que llego a su destino. Aun resonaba en su cabeza las palabras de Andrés: “puta… nenita… mujercita” se escuchaban en un lugar de su cabeza como un eco lejano y eso hacía que aumentara su furia y su ira. Descargaría esa ira y esa furia como mejor sabía: con una buena dosis de sexo fuerte y Alberto era la persona idónea para ese tipo de cosas.

Llego a una zona residencial de edificios al sur de la ciudad y estacionó cerca de la avenida. Se dio cuenta que cerca estaba un pequeño modulo policial con un par de policías.

-Bien. Al menos no trataran de robarme el carro –se dijo a sí mismo al bajar y cerrar la puerta

Abrió una reja de seguridad que rodeaba todo el conjunto residencial y luego se dirigió al edificio de la izquierda por un camino empedrado lleno de flores. La fachada de estos edificios era muy bonita. Tenía una especie de jardín rodeando los cinco edificios con caminos empedrados para transitar observando el lindo paisaje. Pero ese día, Angel no tenía ni ganas ni tiempo de ver el paisaje. Su ira aumentaba por segundos y si no la drenaba rápido podría pasar algo malo…

Llego a otra reja que llevaba a un largo pasillo, cuando llegó adentro, cruzó a la izquierda y llegó a una estancia bastante iluminada en donde estaban, en la pared del fondo, cinco ascensores. Con su llave magnética, llamó uno de ellos.

Espero un par de minutos hasta que llego y se bajaron dos mujeres hablando y criticando a alguien. Ángel dio los buenos días y entro. Marco el piso quince y empezó a subir.

El trayecto se le hizo largo debido a la impaciencia que tenía. Cuando el ascensor se detuvo ni siquiera espero a que las puertas se abrieran del todo para salir. Cuando la puerta se abrió toda, él ya estaba entrando al departamento que estaba a la izquierda del ascensor.

Llegó a una estancia plenamente iluminada gracias al enorme balcón con ventanas corredizas que estaba ahí. La decoración era bastante sencilla. Muebles negros y acolchados mirando hacia una pared en donde estaba un enorme televisor empotrado a la pared, un juego de comedor para cuatro personas y una mesa en donde estaba un florero ornamentado, vacio, con motivos abstractos.

Dio un par de pasos y cruzo a la derecha por un pasillo que tenía dos puertas. Abrió la que tenía a la izquierda y vio que estaba vacío, se sentó en la cama y espero un par de minutos hasta que un hombre entro a ella.

-Angel… ¿qué… cuando llegaste? –pregunto muy sorprendido

-Hace un minuto –respondió Angel desnudándose.- ¿Estás listo?

-Si… bueno solo me falta el control remoto –respondió Alberto y fue hacia una repisa de donde saco un pequeño control cuadrado y se lo dio a Angel.

Alberto era un tipo enorme en todo el sentido de la palabra. Media poco mas dos metros y era bastante musculoso, de piel negra como el carbón y con rasgos fuertes y duros en todas sus facciones. Tenía un pendiente en la oreja izquierda y nada de cabello en la cabeza. Su vestimenta en ese momento era solo una bata de baño, pero Angel sabía que ocultaba debajo de ella y lo confirmó cuando se la quito. Sus pectorales eran enormes al igual que sus músculos rectos abdominales (*Nota del autor: la gente suele llamar a los músculos de abdomen “abdominales”, pero realmente, y me entere al estudiar medicina, esos músculos se llaman “rectos del abdomen” o “rectos abdominales”. Así que para evitar confusión y malos entendidos, les advierto que yo los llamare por su nombre correcto), sus muslos parecían los troncos de un árbol pequeño de los gruesos que eran y sus pies, muy cuidados, eran grandes y fuertes. Sus manos eran enormes y sus dedos gruesos y largos. De espaldas era aun más impresionante, cada musculo se diferencia muy bien en su torso por lo grandes que eran y sus nalgas eran grandes y redondas y guardaban su oscuro ano. Alberto era un manjar a la vista y Angel estaba seguro que más de uno y de una se lo querían tirar, pero en ese momento en concreto él, Alberto solo era suyo. Alberto, al igual que Mateo, eran juguetes sexuales para Angel.

-¿Lo tienes puesto verdad? –pregunto Angel, ya desnudo, tomando el control y acostándose boca arriba en la cama. Alberto asintió.-Bien, que empiece la diversión.

Alberto se acercó y puso su boca en la polla de Angel y empezó a chupar. Se la metió toda hasta la base, Angel solo soltó un gemido y puso el control en la mesita de noche al lado de la cama, ya lo usaría luego. Alberto chupaba como todo un maestro, subía su cabeza de arria abajo y pasaba su lengua por todo el tronco llenándolo mucho de saliva. Cuando la sacaba, movía la lengua por el glande y lo succionaba con fuerza y cuando se la metía toda la succionaba como si quisiera arrancarla y tragársela. Angel solo sentía calambres de placer desde su polla al resto del cuerpo. Flexiono sus piernas y Alberto paso la lengua por su tronco y la base hasta llegar a las bolas que chupo una por una hasta llenarlas de saliva, después su lengua bajo más hasta llegar al ano de Angel.

Con sus manos abrió las nalgas y con su lengua, hacia movimientos circulares alrededor hasta que decidió besarlo y succionar fuerte. El ano de Angel se abrió gracias a eso. Angel solo gemía muy fuerte gracias al placer que sentía. Separaba sus piernas al máximo y tomaba la cabeza de Alberto para hundirla más entre sus nalgas.

Alberto entonces, empezó a alternar su lengua entre el ano y la polla. Subía del ano lamiendo, pasaba por las bolas y llegaba al glande lamiendo el tronco, se lo metía en la boca unos segundos, succionaba y luego hacia el camino de regreso hasta su ano para meter la lengua muy profundo. Duro alrededor de media hora haciendo eso. Angel solo gozaba y se retorcía gracias a l placer que sentía.

Alberto se levantó y se montó en la cama de rodillas. Angel extendió sus piernas Alberto se le montó encima y se sentó en su pecho. Angel pudo ver la erección que portaba Alberto y solo sonrió lascivamente. 27 cm de gruesa polla eran toda una delicia para Angel. Alberto acercó el glande y Angel sacó la lengua para lamerla, tenía un ligero sabor a jabón. Veía ese glande negro y grande y se lo metió en la boca. En esa posición Angel solo se metía el glande y un poco del tronco en la boca. Muchas personas decían que en esa posición se puede meter la polla hasta el fondo, pues eso era una mentira del tamaño de una casa. Si la cabeza esta flexionada, el cuello disminuye su diámetro y es imposible meter una polla de ese calibre hasta el fondo. Movía sus manos a los pectorales y los rectos abdominales de Alberto mientras chupaba la cabeza de esa polla negra con todo el gusto del mundo.

Alberto solo miraba a Angel desde arriba y gozaba con esa chupada. Angel era tan experto haciendo mamadas que con solo el hecho de meter el glande en su boca, le proporcionaba un enorme placer, ni que decir cuando se la metía toda en la boca. Era delicioso como ese niño podía mamar.

Angel tenía unos diez minutos chupando el glande, cuando le hizo una seña a Alberto para que se bajara e hicieran un 69. Alberto se puso encima y en paralelo con Angel. Ambas pollas quedaron a la altura de las bocas y ambos empezaron a mamar y a chupar al mismo tiempo. En el cuarto solo es escuchaban los sonidos de succión que ambos emitían. Angel flexionó sus piernas y Alberto le paso la lengua por su ano para meterle luego el pulgar hasta el fondo y de golpe. Metía y sacaba todo el dedo lentamente mientras mamaba y succionaba la polla de Angel y este estaba chupando la enorme cabeza negra.

Angel masajeaba las enormes nalgas de Alberto y pasaba la palma de su mano por la raja. Separo las nalgas al máximo y vio la base de un dildo en el ano de Alberto. Busco el control remoto en la mesita de noche y cuando lo tomo acciono el primer nivel de vibración. Enseguida, Alberto soltó un fuerte gemido que se ahogo por la polla de Angel, quien sentía levemente la vibración en la polla de Alberto que se puso más dura si cabe.

Alberto empezó a mover su cadera debido a la vibración y metía la polla lo más que la posición se lo permitía en la boca de Angel quien solo la mantenía abierta recibiendo cada pollazo. Angel sabía que Alberto estaba a punto así que tomo la enorme polla con las dos manos y la apretó fuerte para que Alberto sintiera mas placer y pueda acabar en su boca. No pasaron más de dos minutos y de la polla de Alberto salieron fuertes chorros de leche que cayeron directos en la boca de Angel. Dulce, espesa y abundante, la leche de Alberto fue tragada toda por Angel. No soltó una gota.

Mientras Alberto eyaculaba, Angel empezó a cogerle la boca rápidamente para llenarlo de leche también y no tardo mucho antes de que Alberto se tragara su leche. Ambos quedaron respirando agitadamente sobre la cama. Alberto se acostó bocarriba respirando profundamente aun con el dildo vibrándole en el culo. Sentía una ligera molestia pero sabía que solo Angel tenía el control de ese dildo.

-Cada día tu leche sabe mejor –comentó Angel después de un rato.- Pero ahora la quiero por otro agujero –y se colocó en cuatro sobre el colchón

Alberto, entendiendo, puso su cabeza entre las nalgas de Angel y chupo su ano un rato mas. Empezó metiendo el índice hasta el fondo con mucha saliva, daba movimientos circulares y lo sacaba. Un rato después, cuando saco el índice, lo metió junto con el dedo medio también hasta el fondo. Ambos estaban excitados de nuevo y tenían sus pollas duras y listas, pero primero Alberto debía meterle, al menos, cuatro de sus dedos a Angel antes de penetrarlo duro como le gustaba a ambos.

Uno por uno, los cuatro dedos entraron en Angel y le proporcionaban un placer muy rico. Sentía como estimulaban su próstata y todo su recto y se sentía lleno, aunque sabía que las cosas no hacían más que comenzar.

Pasado un rato, Alberto se montó sobre Angel y puso su glande en la entrada. Presiono lentamente y el glande entro hasta la mitad, lo dejo un momento ahí y luego embistió para meterlo todo. El glande entró y el ano de Angel se cerró en torno a él. Ambos respiraron fuerte y Alberto embistió. Durante los próximos segundos, su polla entró lentamente pero sin detenerse hasta que sus bolas chocaron con las de Angel.

Angel se sentía completamente lleno. Estaba empalado por el ariete de carne de Alberto y solo podía gemir de placer. Tomo el control y subió otro nivel en la vibración. Alberto soltó un gritito en su oreja y ese fue el inicio.

Empezó sacándola lentamente hasta la mitad y metiéndola de nuevo hasta la base, repitió la operación tres veces más hasta que la sacaba y solo dejaba el gordo glande dentro para luego meterlo hasta le base. La velocidad aumento gradualmente hasta que las embestidas eran rápidas y profundas. Angel no sentía nada de dolor, estaba experimentando la fuerza de un negro como lo era Alberto y solo sentía un placer infinito y delicioso. El sueño de todo gay: ser bien cogido por semejante ejemplar de macho de descendencia Africana.

Alberto se levantó, puso sus manos en la cintura de Angel y dio unas embestidas tremendas que hacían que Angel se moviera hacia delante y atrás. Solo se escuchaban tres sonidos: las bolas de Alberto al chocar con Angel, los gemidos de ambos y la cama al ser movida al ritmo de las embestidas.

Alberto, conociendo los gustos de Angel, puso una rodilla en la cama para separar una de sus piernas y puso la otra pierna por delante de la de Angel. En esa posición la penetración era más profunda y ambos empezaron una serie de gemidos a un nivel muy alto. En esa posición se lo cogió media hora. Ambos estaban sudorosos y totalmente entregados.

Angel solo ponía sus ojos en blanco y respiraba entrecortadamente. Sentía que estaba a punto de acabar y le dijo a Alberto que lo pajeara. Ambos acabaron al mismo tiempo. Angel en la cama y Alberto dando una fuerte y brusca embestida, dentro de Angel. Cayeron rendidos en la cama uno encima del otro. Angel aspiraba el aroma a sudor de macho con mucho placer. Alberto aun tenía el vibrado encendido dentro de él y Angel lo apago.

Angel lo empujó levemente con su cuerpo y Alberto se corrió a un lado de la cama para que Angel se levantara. Se fue al baño y se lavo la cara con agua fría. Tenía tiempo que no se sentía así de bien. Toda su ira y furia se disipo. Esta discusión tenía una razón de ser y Angel sabía muy bien cual. Andrés fue muy inoportuno pero aun asi, no pasaron a mayores concecuencias.

Se metió en la ducha y se dio un largo y placentero baño con agua caliente. Tomo una toalla de una repisa superior y se seco mientras caminaba descalzo hacia el cuarto. Alberto no estaba ahí cuando Angel entró, así que pensó que estaba en la cocina. Se vistió y fue a buscar un vaso con agua. Tenía una sed enorme. Al llegar Alberto tenía preparada una bandeja con galletas de chocolate y una jarra con jugo de melón.

-Que bien me conoces –comentó tomando una galleta y llenando un vaso con el jugo.

-¿Me vas a contar la razón de tu visita? –preguntó Alberto. Angel solo lo miró masticando

-¿Por qué no? –pregunto encogiéndose de hombros. -Discutí con Andrés esta mañana. Me llamo puta y mujercita y sabes cómo me pone eso de furioso –Alberto asintió entendiendo

-¿Por qué dejas que él te diga esas cosas?

-Eso no es asunto tuyo –respondió y tomo otra galleta.

-Angel… no seas malcriado –Le dijo Alberto de modo paternal.

-Es divertido discutir con él. A veces cuando estamos muy frustrados alguno de los dos fastidia al otro solo para drenar la frustración o la ira. Tanto él como yo tenemos mucha ira dentro de nosotros. Tú sabes mi historia y aunque no sepas la de él, te digo que es bastante similar. Con algunos cambios obviamente.

-Ustedes son extraños. Los tres. Tienen una amistad que pocos entenderían. Los tres son fríos, calculadores e inteligentes. Pero tienen diferentes grados de humanidad –añadió Alberto pensativo.-         Por un lado tenemos a Víctor, el más humano: tiene una novia, buenos padres, y un entorno muy cálido. Luego te tenemos a ti, el medio humano…

-¿Medio? –Comento Angel riendo y masticando otra galleta.- Eso me ofende Alberto ¿soy un extraterrestre acaso?

-Si Angel, tú eres medio humano: puede que tengas desprecio por todos y todas pero aun se pueden apreciar buenos sentimientos dentro de ti. La prueba de eso, es ese amor que sientes hacia los niños y cuidado con entender que te estoy diciendo pedófilo, porque sé que no lo eres.

-Bueno, ya pues. Continua con tu evaluación –dijo Angel divertido comiendo otra galleta

-Ayudas a las personas para obtener un beneficio, eres completamente manipulador y siempre estas actuando desde varios frentes al mismo tiempo –comentó Alberto mirándolo a los ojos.- Luego está Andrés –suspiró profundamente.- Frío: no es humano. Completamente indiferente al mundo, no quiere a nadie, y corrígeme si me equivoco, pero apostaría que ni siquiera se quiere a si mismo –Angel no hizo ningún gesto, ni de negación ni afirmacion.- Solo le interesa lo que le interesa. Y lo peor de todo, al menos para mí, ya que me veo afectado: profundamente racista.

-Sí. Muy cierto. No te soporta. De hecho, cada vez que le digo que tuve sexo contigo pone cara de asco. Me pregunta que como puedo soportar tocarte o hacer algo contigo.

-Un amor él–comentó Alberto con ironía.- Aunque agradezco mucho no tener que verlo nunca.

-Que no te preocupe Andrés –le aseguró Angel.- Yo he hablado con él, y entiende la razón de tu trabajo con nosotros. Eres de confianza y eso vale mucho. Aunque eso no amerita que no le rindas cuentas mensualmente a Javier, ten eso claro. La amistad es la amistad, pero los negocios son los negocios –añadió mirándolo seriamente.

-Lo sé. No creas que no aprecie la oportunidad de tener un buen trabajo. Yo te estoy muy agradecido Angel

-Deberías –respondió Angel.- solo por curiosidad ¿a quién dejaste a cargo hoy?

-A un amigo que es bastante eficiente en su trabajo y es mi mano derecha.

-¿Te refieres a Rubén?

-Él mismo. Hace bien su trabajo

-Y está muy bueno. Un día de estos me lo tiro –dijo Angel levantándose para irse. Alberto solo se rio negando con la cabeza, Angel nunca cambiaria en su manera de ser.

-Entonces hablamos luego. Aun hay tiempo para el turno de la tarde y el de la noche.

-Ah… hablando de eso –dijo Angel recordándolo cuando estaba en la puerta.- Denise estuvo ayer conmigo, dile a Natasha que no se moleste con ella. Yo la llame personalmente para que fuera a mi casa.

-Sí, algo escuche de eso. Natasha está molesta porque Denise se fue toda la tarde y no le aviso.

-¿Y esa tonta por que no le dijo nada?

-Si se lo dijo. Pero Natasha no le creyó

-¿Por qué no me llamo para confirmarlo?

-Dijo que no quería molestar al jefe para verificar una historia inventada

-Luego la llamo. Después de todo, debo pedirle dos favores –dijo Angel negando con la cabeza.- Pero habla con ella y dile que Denise estaba conmigo ayer toda la tarde y también dile que supere su rencor con Denise. ¿Por qué no supera eso ya?

-Dice que no le da la gana –dijo Alberto encogiéndose de hombros

-¡Mujeres! Todas están locas –se quejo Angel abriendo la puerta.- Es por eso que prefiero a los hombres. Son menos problemáticos y más complacientes. Bueno hablamos luego, me voy a estudiar –y cerró la puerta tras de sí.

Al salir por la reja grande que rodeaba la residencia, sintió que alguien lo miraba. Se rasco la cabeza distraídamente y dio dos pasos al carro antes de que escuchar como alguien le ponía una pistola en la oreja derecha.

-Quieto sifrinito –escucho una voz a sus espalda.- Danos las llaves o te matamos aquí mismo.

Angel suspiro profundamente llenándose de paciencia. Definitivamente, este día estaba hecho para ser sorpresivo y largo… muy largo.

¿Han tenido esa sensación de que tu vida corre peligro y no sabes qué hacer? Te tiembla el cuerpo, te sudan las manos, sientes un pálpito en el corazón, las piernas no te responden. Pues todas esas reacciones son llevadas a cabo por tu cerebro. Cuando nos encontramos en situaciones de riesgo actúa una hormona llamada epinefrina, o, como le dicen todos, adrenalina. Segregada por las glándulas suprarrenales, la adrenalina hace posible algunas reacciones en el cuerpo: relaja el musculo liso de las vías aéreas para permitir una mejor respiración, estimula la glucogenolisis en el hígado y la glucolisis en los músculos, así estos están con concentraciones altas de ATP para usarlo como combustible, disminuye el diámetro de las venas y arterias para que la sangre fluya con mayor rapidez y los órganos tengan una mejor oxigenación, dilata la pupila para que tus ojos tengan una mejor visión, etc, etc,. Claro que, eso es lo normal en las personas, pero como sabemos, nuestro personaje no es como los demás. Es un tanto… especial.

Cuando Angel escucho esa frase “danos las llaves o te matamos aquí mismo” se sintió tan amenazado como si su hermanito le arrojara una almohada.

Rápidamente sus ojos se posaron en el que tenia a la derecha y con un rápido vistazo vio que se trataba de un joven de unos 18 años. Luego miró a su izquierda y se dio cuenta que no había nadie en el modulo policial y una vista general, pero limitada por su carro, le indico que no estaban cerca. Actuó como le dijo su lógica y con la misma rapidez de un rayo.

Con su mano derecha tomo la muñeca de quien le apuntaba y movió su brazo hacia arriba, giro sobre sí mismo, sin soltar la mano, y le dio con la mano derecha en la mejilla, con suficiente fuerza para que chocara con el capo del carro y se doblara por la cintura. El golpe resonó en el carro y del dolor el tipo disparo al aire haciendo que muchas personas gritaran o se agacharan. Los autobuses que estaban cerca aceleraron y se perdieron de vista. Con uno ya tirado en el suelo, Angel puso su vista en el que tenia detrás. Otro joven de unos 18 años más o menos. Estaba pegado a la reja, asustado por el disparo y por la reacción de Angel. Saco una pistola de su cintura, pero ya era tarde. Angel le dio una patada al pecho que hizo que se golpeara pared y callera inconsciente al suelo. Listo, ambos estaban neutralizados.

Todo esto en menos de treinta segundos. Estaba a punto de subir a su carro y dejarlos tirados ahí cuando alguien le grito.

-¡Eh! ¡Tú! ¡Quieto! –escuchó

- Ha buena hora vienen idiotas –pensó Angel mirando como dos policías venían hacia él

-¿Qué está pasando aquí? –le preguntó uno de ellos, un poco mayor que el otro, de mala manera mirándolo con autoridad

-Trataron de robarme –explicó Angel.- A él –señalo el que estaba gimoteando en la rueda del carro- le subí el brazo con el que me apuntaba y como son idiotas, no tenía el seguro puesto así que el arma se disparo, siento que pasara eso. Y a ese –señalo al que estaba en la pared. Se fijo en que tenía una cresta en su pelo muy parecida a la de Víctor, aunque esta no era natural, se notaba de lejos que fue hecha con mucho gel para el cabello- le di una buena patada en el pecho. Tengo la ligera impresión que, tal vez, le paralice el corazón por algunos segundos –añadió. Los dos policías se miraron sorprendidos con la facilidad con la que Angel explico todo

-Revíselo a ver si quedo vivo –le dijo el policía mayor al otro. El joven se acerco y le tomo el pulso en el cuello

-Está vivo, pero no creo que este muy bien señor –comentó al ver que empezaba a toser.

-A veces doy patadas muy fuertes –se disculpó Angel.- Pero al menos está vivo. Si me disculpa, me tengo que ir y…

-¡Un momento! –dijo el policía viejo.- Usted no se mueve de aquí. ¿Acaso no se ha dado cuenta de lo que ha hecho? Agredió a dos civiles que…

-Que intentaron robarme –interrumpió Angel

-De eso no tenemos constancia. Por como yo lo veo usted fue quien los agredió –le dijo el policía joven. Angel solo respiró profundamente y lo miro con una ceja levantada.

-¿Qué no tienen constancia? –preguntó con tranquilidad. No podía alterarse o estos idiotas tendrían una escusa para llevárselo preso.- Ambos tienen un arma de fuego, ilegalmente, lo cual ya es un delito por sí mismo y yo estoy completamente desarmado.

-Y aun así ellos están brutalmente golpeados y usted esta ileso –comentó el viejo

-Yo no diría brutalmente –dijo Angel.- Puede que la patada si fuera con más fuerza de la debida, pero él se recuperara –la discusión con los policías estaba llamando mucho la atención y cada vez más personas se acercaban.

-Señor… -comentó el joven- este chico esta escupiendo sangre. Deberíamos llevarlo al modulo para atenderlo.

-No. Que se muera –grito alguien de la multitud y se escucharon murmullos de aprobación

-¡Silencio! –gritó el policía viejo levantando al chico que apunto a Angel.- Oye muchacho ¿tu estas bien?

-Si –respondió con un hijo de voz. Tenía un moretón en la mejilla y la pierna aporreada y mallugada por el golpe con el carro. Miraba a Angel con cara de odio. La pistola se le había resbalado de las manos y caído pesadamente en la acera.

-¡Métanlo preso no joda pa´ que aprenda lo que es bueno! –grito otra persona del montón. Angel aguantó la risa

-¡Sí! –gritaron varios

-¡Y al otro también por golpearlos! –gritó alguien lo cual ocasiono que los murmullos empezaran de nuevo.-Estos niños de papá y mamá siempre quieren joder a las personas que no tenemos tanto dinero como ellos

(*Nota del autor: en Venezuela existe la mala costumbre de decirles “hijos de papa y mama o hijitos de papa y mama” a aquellos jóvenes cuyos padres tienen dinero y beneficios. En mi opinión, eso es una estupidez bien grande, debido al hecho de que TODOS tenemos un papá y una mamá, desde el punto de vista de la concepción. Solo se sabe de un hombre que nació de su madre sin necesidad de un padre y eso ocurrió hace dos milenios y, estemos claros, muchos dudan de si fue real o no)

-Yo solo me defendí –le respondió Angel,- ellos trataron de robarme el carro

-Eso es culpa tuya. ¿Quién te manda a tener un carro así? –le gritó alguien

-¿Es que acaso él no puede tenerlo? –Preguntó alguien más.- No puede ser que las personas deban estar siempre cuidando sus cosas. ¿A dónde vamos a parar Dios mío? Bien hecho que les dio una lección, se lo merecen –y de nuevo empezaron los murmullos aprobatorios

-Disculpe señor policía, ¿me puedo ir? –pidió Angel respirando profundo.- Tengo clases en la universidad y de verdad es muy importante. Creo que ya quedó claro que solo me defendí.

-¿No vas a denunciarlos? –pregunto el joven levantando al de la pared y apoyándolo en su hombro

-¿Para qué? –Preguntó Angel con sonra.- Eso sería perder el tiempo. En este país la justicia es corrupta. No pienso perder mi tiempo en algo tan inútil como una denuncia –y miró al policía viejo durante una fracción de segundos.- Creo que el hecho de darles un par de buenos golpes ya debería ser suficiente. Y si me disculpan, me voy –se subió al carro, lo encendió y se fue rápido.

-Qué raro ¿verdad señor? -preguntó el policía joven cuando llegaron al modulo.

-¿Por qué? –preguntó el otro pensativo

-No todos los días alguien se defiende de un robo y vive para contarlo. Es un caso excepcional, diría yo

-Personas así no suelen vivir mucho tiempo. Son muy envalentonados para este mundo –respondió el otro. Miro a los ladrones y les espeto:- ustedes dos, se me van una noche al calabozo por idiotas.

-¿Por qué? –pregunto, aun tosiendo, el que se golpeo con la pared

-Por idiotas. ¿No les dije que no le quitaran el seguro a la pistola? Solo tenían que asustarlo

-¿Y usted por qué no lo detuvo? Si lo metía preso con nosotros podíamos encargarnos de ese sin problemas

-Porque habían muchas personas que lo apoyaban. Se vería raro si yo lo metía preso. Además, ¿no ves en el estado que te dejo apuntándolo con un arma? Que te vas a encargar de él nada. Casi los mata en un segundo. Tan bonito que era el carro ese –se lamentó mirando el sitio en donde estaba estacionado.- Desde que llegó se me antojo y por eso los llame a ustedes, pero la cagaron y por eso les daré un castigo.- ¡Cabo! ¿Me anotó la matrícula de ese carro? –él otro asintió y le dio un pequeño papel

Los dos ladrones se miraron asustados. El comisario Berroteran era despiadado si quería y ahora por culpa de este sifrinito ellos recibirían un castigo.

Mientras todo esto pasaba, Angel seguía manejando rápido para llegar a su casa.

¡Que día coño! ¡Qué día! Primero Andrés se antojo de ser desagradable, lo que hizo que Angel fuera a casa de Alberto (lo cual fue divertido y placentero) y eso trajo como consecuencia que quisieran robarlo. Qué casualidad que los policías desaparecieron durante el robo y aparecieron cuando se escuchó el disparo. Si… claro… como si Angel fuera idiota y no se dio cuenta de nada. Malditos policías de mierda, su misión debería ser la de proteger y servir, no la de joder a los civiles. Esta maldita sociedad estaba cada vez más en decadencia. ¡Todo se estaba yendo a la mierda! Afortunadamente llegaron mas personas y Angel sabía que eso fue lo que lo salvo de ir preso, aunque pensándolo bien tal vez eso sería divertido. Ser el pasivo dentro de una celda llena de hombres… se relamió los labios imaginándose eso.

Pero fue bueno que no pasara, si lo metían preso, eso le podría acarrear problemas legales y actualmente se encontraba muy ocupado estudiando, teniendo sexo con sus amigos y planeando como tirarse a Alejandro. Y ahora que lo pensaba, Alejandro no le mando más mensajes en todo el día.

Busco su celular y vio que estaba apagado. Tardo un segundo en recordar que lo apagó en la mañana para que no lo molestaran. Rápidamente lo encendió y unos treinta segundos después llegaron no menos de veinte mensajes de texto y unos cuantos mensajes de voz. Recordó que le dijo a Alejandro que se le presento una emergencia así que era lógico que sus amigos, lo llamaran preocupados pero él no tenía tiempo de leer nada de eso ni de escuchar mensajes de voz. Los borró todos y le mando un mensaje a Alejandro.

- Me quede sin batería al momento de enviarte el último mensaje. Ya solucione todo así que las cosas están bien. Hablamos mañana, estoy en casa y me voy a dormir –y de nuevo apago el celular.

Quería evitar tener que leer preguntas sobre algo que aun no sabía que responder. Ya inventaría algo luego. Se dio cuenta que le dolía un poco el ano así que cuando llego a su casa, subió en silencio hasta el baño grande, lleno la tina con agua tibia, se desnudo, coloco Exogenesis Symphony en su Ipod, que estaba en una base de amplificadores, y se metió hasta que se durmió, sin darse cuenta, un rato después.

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Cuando el enmascarado abrió la puerta, Javier solo vio su silueta durante un segundo gracias a un fugaz rayo de luz que venía de afuera. Eso era nuevo. Normalmente todo estaba a oscuras tanto adentro como afuera. Sin embargo, gracias a la pelota que tenía en la boca con la mordaza, no pudo preguntar nada. Aunque pensándolo bien tal vez ni siquiera valía la pena preguntar. Ya tenía mucho tiempo en ese lugar y sabía que ya nada importaba. Lamentablemente Javier estaba sintiendo algo que nunca pensó que sentiría: desesperanza. Al final su espíritu se quebró completamente pensando en todo lo que había vivido desde que llego a ese maldito lugar.

-Hola Javier. ¿Cómo estás? –le pregunto irónicamente.- Ah… cierto tienes la mordaza. Bueno, te tengo noticias: ya te vas a ir de aquí. Claro que –dijo pensativo,- dado que vas a morir no creo que sean buenas noticias para ti.

Al escuchar eso, Javier empezó a forcejear en la jaula y a gemir con fuerza, pues la bola no lo dejaba hablar claramente. Empezó a agitarse dentro de la jaula y cuando el enmascarado la abrió, Javier intento escapar de nuevo. Pero el enmascarado fue más rápido: lo tomó por el hombro y se lo apretó hasta hacerlo caer de rodillas.

-¿No aprendiste de la ultima vez verdad? –le preguntó calmadamente. Le quitó la correa y le sacó el tapón.

-Por favor… no lo hagas… no me mates –lloriqueo Javier tosiendo. -¿Yo que te hice? ¿ah?- el enmascarado lo tomo de la axila y lo levanto con una facilidad increíble. Esa era la prueba de cómo su cuerpo estaba desnutrido y cansado. Lo llevo a una pared y le mostro la misma foto que hace meses le mostro a Jesús. -¿Quiénes son esos niños? –Pregunto Javier sin entender.- No me digas que… -al entornar la vista, Javier se reconoció a si mismo hace ya casi trece años -¿ese soy yo? ¡sí! ¡ese soy yo!

-Oh… descubriste lo obvio Javier –dijo el enmascarado detrás de Javier.- Que lento eres coño, antes eras más inteligente. Pues sí, ese eres tú. ¿No reconoces esa foto?

-Fue tomada cuando me gradué del colegio al liceo –dijo Javier.- ¿Pero como… tienes eso?

-Yo también estoy ahí Javier –y señalo al niño pequeño de la esquina con una mano y se quitaba la capucha con la otra.- Yo también me gradué ese día en ese mismo colegio

Javier solo se quedo mirando la foto sin entender y se fijo en que tres de las caras que se veían ahí tenían una equis dentro de un círculo. Jesús, Ricardito y… ¡María Gabriela! Su antigua novia. Hacía meses que no sabía de ella. Ellos mantuvieron el contacto luego de graduarse del liceo y entrar a la universidad. Pero cuando le faltan solo semanas para graduarse María Gabriela había desaparecido y nadie parecía saber nada de ella. La buscaron durante meses pero él nunca perdió la esperanza en encontrarla. Ahora entendía todo eso. Puso sus manos en su cara y comenzó a llorar fuertemente

-¿Por qué? –Pregunto volteándose y mirándolo a la cara. Ahora si, después de todo ese tiempo, este tipo le mostro su cara- ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ DEMONIOS HICISTE ESO?

-Te lo he dicho muchas veces Javier: venganza.

-Entiendo que fuimos un poco crueles contigo pero…

-¿UN POCO? –ahora era el turno del otro para gritar.- ¿UN POCO JAVIER? ¿QUÉ ME DICES DE AQUELLA VEZ QUE ME DEJARON EN EL BAÑO ENCERRADO LA PRIMERA HORA DE CLASES? ESE DIA LE MANDARON UNA CITACION A MI MAMÁ POR QUE YO LLEGUE INTERRUMPIENDO LA CLASE. ¿RECUERDAS?

-Pero eso no justifica que…

-¡¡Da igual!! Igual tú vas a morir hoy. Pero solo para que lo sepas, los que tienen una equis ya están muertos y los que tienen un circulo como tu foto y la de Fabiana son los que están ubicados y listos para traerlos aquí. Aunque en tu caso, ya vas a tener una equis.

Rápidamente, le hizo una llave a Javier el cuello hasta que lo asfixio, sintiendo como la vida se escapaba de su cuerpo. Javier se zarandeaba tratando de liberarse al mismo tiempo que se desesperaba por respirar, pero poco a poco estaba muriendo. Cuando termino matándolo, soltó el cadáver dejándolo ahí y empezó con la limpieza del cuarto. Todo debía quedar limpio para la próxima persona que llegaría en unas horas.

Después de limpiar, arrastro el cadáver hasta una puerta que llevaba a un horno crematorio. Los tres cadáveres anteriores estaban enterrados en el jardín de atrás, pero para este, tenía otros planes y era mejor cremarlo y guardar sus cenizas. La cremación duro unas cuantas horas y luego metió las cenizas dentro de un jarrón y la puso encima del armario en donde tenía todos sus juguetes para torturar. Cuanto puso el jarrón encima del armario, recibió una llamada.

-¿Qué pasa? –pregunto a modo de saludo

-…

-¿Bromeas verdad?

-…

-Deja de quejarte, fue una pregunta nada más. Ya sé que no te gustan las bromas –puso los ojos en blanco y respiro profundamente cargándose de paciencia.- Bien. Tráela mañana. Es fundamental que ella esté aquí lo más pronto posible. Recuerda lo que tenemos planeado.

-… … … … (*Nota del autor: para los que no lo entiendan, estos puntos suspensivos seguidos son para dar a entender que la otra persona está hablando largamente)

-Deja de quejarte tanto coño

-…

-¿Qué cómo me fue con Javier? Bien, fue divertido al principio, pero me aburrió rápido. Al menos Jesús se quejaba del dolor, pero Javier tenía esa mirada de esperanza cada vez que yo entraba y eso me alegraba y me irritaba a partes iguales.

-…

-Sí. Lo mate hace un par de horas. Me tarde por la cremación, pero ya estoy a punto de irme.

-…

-Adiós entonces.

Y salió de la habitación dejándola oscura y silenciosa de nuevo.

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Angel tenía lo que le parecieron segundos durmiendo cuando sintió que le zarandeaban el hombro y lo despertaban. Abrió los ojos medio dormido aun y vio a alguien con una toalla a la cintura y un bóxer en la mano. Se dio cuenta que todo estaba silencioso. Su Ipod estaba apagado.

-¿Se le acabo la batería o lo apagaste? –preguntó

-Cuando llegue estaba apagado. Angel, te estás haciendo débil. Si quisiera matarte podía hacerlo. Antes te habrías despertado solo con escuchar la puerta abrirse.

-Esa puerta tenía seguro…

-¿Y piensas que eso me va a limitar? –preguntó Andrés mirándolo. Le arrojo el bóxer que Angel tomo en el aire. Se quito la toalla, vio a Angel durante dos segundos y se metió dentro de la tina junto con él.

-¿Esto para qué? –pregunto señalando el boxer

-Víctor está esperando afuera –respondió Andrés.-Viene en un par de minutos

-Entiendo –y se puso e bóxer sin levantarse siquiera

Andrés no estaba nada mal. Físicamente era delgado, blanco y alto como Víctor, pues ambos eran de ascendencia Europea. Aunque tenían diferencias notables como sus ojos (negro en uno, verdes azulados en el otro), su altura (Víctor era el más alto de los tres), su cabello (castaño en Andrés y negro en Víctor) y otras cosas más.

-Que sexy estas –dijo Angel

-Deja la vaina

-Pero si tú eres sexy ¿Qué quieres que haga yo? –dijo Angel pícaro chapoteando agua en la cara de Andrés.

-¿Seguro que estoy en tu lista? –pregunto Andrés con desconfianza

-Si coño. Víctor y tú son los únicos que están en esa puta lista –respondió Angel chapoteando más agua-. Esta helada. Voy a vaciarla y a llenarla de nuevo

-Solo quieres ver mi cuerpo de nuevo –comentó Andrés

-En parte. Aunque me gustaría verla en erección alguna vez en vivo y en directo. Si ya la he visto antes sin erección… –respondió Angel quitando el tapón y toda el agua se corrió por la tubería. Cuando se fue toda lo puso de nuevo y la lleno con agua un poco más caliente que al principio.- No se dé que te quejas, cuando te doy masajes no te quejas

-Hablando de eso… ¿podrías darme uno en los hombros?

-Tendrías que ponerte delante de mi… muy cerca–dijo Angel mirándolo a la cara.- ¿Podrás soportarlo?

-Si se te para solo me quitó de ahi y punto –dijo Andrés y se colocó en posición

Por fuera solo se vería que ellos están juntos, muy juntos, pero realmente ambos tenían sus piernas cruzadas por dentro del agua, eso hacía que hubiera una distancia segura entre la polla de Angel y las nalgas de Andrés. Angel empezó sobando los deltoides para llegar a la base del cuello y subir hasta la nuca, después, hizo diferentes movimientos en ambos hombros hasta que Andrés le dijo que se sentía mejor. Durante todo el proceso, la polla de Angel se mantuvo flácida para no incomodar a Andrés.

-Eso fue rápido y placentero –comentó Andrés con mejor cara

-De nada

-No te he dado las gracias

-Y tampoco me las vas a dar, así que, en mi mente me las diste y yo te respondí

-Que bien me conoces Angel

-¿Qué hora es?

-Cuando entre aquí, eran las ocho

Escucharon como se abrió la puerta y vieron como Víctor entraba en ella.

-Oigan… par de maricones, ¿Ya se reconciliaron o aun siguen peleados como marido y mujer? –tenía una toalla a la cintura

-Veo que esta fiesta solitaria se transformó en un trió –comentó Angel sonriendo.

-Deja la vaina… -repitió Andrés viendo a Víctor, pero dirigiéndose a Angel.- Oye Víctor yo no soy ningún maricón

-¿Entonces admites que si pelearon como marido y mujer? –preguntó Víctor acercándose a ellos.

-No pongas palabras en mi boca –respondió Andrés cerrando los ojos, apoyando el cuello hacia atrás y haciendo una sonrisa de chulo de barrio.- Y, técnicamente, no peleamos, solo discutimos

-Se lanzaron puños

-¿Tienes pruebas de eso? –pregunto Andrés

-Sí. En esta casa hay un circuito cerrado, ¿lo sabías? –pregunto Víctor quitándose la toalla y metiéndose en la tina.–Deja de mirarme así Angel. Sabes que me molesta mucho

-Y según él, tú y yo estamos en su lista. Imagina si no fuera así.

-Ustedes dos son unos idiotas ¿sabían? Dicen que me toleran, pero tienen ciertas incomodidades conmigo. Tú –señalo a Víctor- no dejas que te vea desnudo ni que te abrace y tú –señalo a Andrés- no dejas que te vea una erección. Y ahora que lo pienso… ¿Por qué nunca nos hemos hecho una paja juntos? Se supone que soy el mejor amigo de ambos

-Primero que nada –respondió Víctor,- no me gusta que me abracen, tú lo sabes. Segundo, tampoco me gusta que me vean desnudo, no te lo tomes personal. Tercero: jamás me haría una paja contigo ni con ningún otro hombre, eso es algo muy personal e intimo Raba.

-Digo lo mismo –respondió Andrés señalando a Víctor.- Se me ocurren otras cosas mas, pero me da flojera decirlas.

-Los mejores amigos deberían hacerse aunque sea una pajilla de vez en cuando –comentó Angel mirándolos a los dos con ojos entrecerrados

-Jamás –dijeron Andrés y Víctor al mismo tiempo y los tres comenzaron a reír

Continuaron un par de horas así, relajados y tranquilos hablando sobre sus cosas. Angel y Víctor disfrutaban mucho ese tipo de cosas (Andrés también, pero nunca lo admitiría), hablar con los amigos lo consideraban lo mejor del mundo, pues, los tres sabían que la amistad Angel-Víctor y Angel-Andrés era plena y sincera. La amistad Víctor-Andrés era reciente y un poco tímida, pero podía convertirse en algo durable y divertido, ambos tenían algunas cosas en común y podían disfrutar haciendo algo muy divertido para ambos: fastidiar a Angel.

Hasta aquí el capitulo. Espero haya sido de su agrado. Los invito como siempre, a comentar y opinar

Un saludo

Adriangel22