Una historia diferente 6

Las cosas no son siempre lo que parecen...

Clara: que haces aquí?

Alba no sabia que decir, estaba tan linda hasta con esa ropa que las palabras no salían, sentía que un escalofrió le recorría todo su cuerpo, tenia un deseo enorme de acercarse y besarla, solo eso, de hacerle sentir todo lo que sentía por ella con un simple beso, pero no se atrevió.

Alba: vengo a hablar contigo

Clara: veo que traes mi agenda, me la devuelves y te vas (lo dijo de una manera fría, sin ápice de sentimientos)

Alba: no te la voy a dar hasta que no me permitas hablar contigo

Clara: pues quédatela, me da igual, no quiero saber lo que me vienes a decir, en se momento cogió y le cerro la puerta en las narices.

Alba, con una lagrima en los ojos grito: “pues vendré todos los días hasta que consiga hablar contigo” y se marcho.

Clara se quedo llorando detrás de la puerta, porque había hecho eso, si deseaba con todas sus ganas hablar con ella, porque sentía que era lo mejor que podía hacer, porque no la dejo, pasar, uff!! Estaba tan linda, con esos ojos que se podía perder en ellos, ese pelo liso y esos pantalones que le quedaban tan bien y que podía dejar fluir su imaginación de una manera asombrosa. No podía dejar de pensar en otra cosa, en lo linda que estaba y lo estúpida que había sido, el porque no lo entendía, pero sentía que era lo mejor que podía hacer.

Alba se fue a casa, sabia que la frase “quien la sigue la consigue” iba a ser su lema a partir de ahora, todas las tardes después del trabajo iba al apartamento de Clara, todos los días a la misma hora, pasaba lo mismo, tocaba a su puerta, sentía que ella estaba detrás pero no le abría, así se tiro toda la semana y el viernes que ya iba con algo de desgana, porque sentía que no iba a conseguirlo. Llego al mismo sitio de siempre, a la misma hora y subió por el ascensor, al llegar a la puerta, toco y lo mismo de todos los días, la sentía que estaba detrás, podía acariciarla tocando la puerta y cuando ponía la mano en la puerta, un escalofrío le recorría todo el cuerpo, pero Clara no abría, así que decidió escribirle una nota:

“Se que hoy tampoco me vas a abrir, he decidido que mañana vendré y me quedare en tu puerta si es necesario, montare una tienda de campaña hasta que me abras, quiero hablar contigo, necesito explicarte y sobretodo necesito expresarte muchas cosas, por favor, escúchame, solo te pido eso. Besos Alba”

Cuando Clara leyó la nota una alegría la inundó, sentía que nunca antes nadie había hecho nada parecido por ella, que al día siguiente iba a abrirle la puerta y que le iba a escuchar y no solo eso, sino que iba a hacerle sentir todo lo que ella sentía por Alba, el tiempo no pasaba, los minutos eran eternos, quería que ya fuera sábado, quería verla, sentirla, quererla e incluso hacerle el amor, lo deseaba desde hacia tanto tiempo que estaba impaciente. Eran ya las 10 de la noche y tenia ganas de dormir, para despertarse y que fuera sábado. En ese momento sonó su puerta, nunca se imagino todo lo que acarrearía abrirla, cuando abrió tenia ganas de que fuera Alba, pero detrás de la puerta se encontraba su prima, estaba llorando y entonces le hizo entrar, le estuvo contando que había discutido con su novio que todo se había acabado que no sabia que hacer y le conto todo con el mínimo detalle. Cuando consiguió que se tranquilizara ya era demasiado tarde, así que le dijo que se quedara a dormir y que mañana volviera a su casa. Clara llamo a su novio para decirle donde estaba y que mañana volvería que necesitaba tranquilizarse y que lo mejor era que se quedara con ella esa noche. No pensó en ningún momento lo que iba a significar todo esto en su vida.

A la mañana siguiente, se levantaron muy temprano, desayunaron y su prima se disponía a salir por la puerta, cuando Clara le abrazo con mucha fuerza y le dijo: “te quiero mucho y cuando quieras sabes que puedes venir aquí”. Clara no se dio cuenta que mientras decía esas palabras y abrazaba a su prima, Alba estaba viendo todo el espectáculo, se quedo petrificada, no sabia que hacer, ni que decir, solo se quedo mirando y recordando la frase que Clara acababa de pronunciar.

La prima de Clara miro a Alba, y sin decir nada se despidió y se fue. Clara no sabia que decir, por una parte pensó que en ese momento se estaba vengando de lo que ella había sentido en la discoteca, pero por otra parte sintió un dolor enorme en el corazón, no sabia que decirle, como se iba a creer que no era nadie, si salía temprano de su casa una mujer muy linda y además había escuchado que le decía que la quería, todo eso era difícil de explicar, así que no dijo nada solo la miro durante un rato y Alba no reaccionaba, no se movía, solo veía una mirada en sus ojos de tristeza, de desesperación de desilusión y sobretodo vio que la estaba perdiendo en ese mismo momento, como podía ser que cuando las cosas parecían que se iban a solucionar, por esto iban a destruirse otra vez, no entendía porque la vida le hacia esta jugarreta, porque no le dejaba ser feliz de una vez con la mujer que amaba.

Mientras pensaba todo esto, dijo: “no es lo que parece, te lo puedo explicar”

Alba reacciono y solo pudo decir, nunca en la vida he ido detrás de una persona durante tanto tiempo, he intentado que me escuches, hablar contigo día tras día  y tu no me lo has permitido y ahora tienes la poca vergüenza de decirme que no es lo que parece, mira, lo siento mucho, pero creo que todo esto ha sido un error, creo que debo irme, seguir mi camino e intentar olvidarte.

Clara escuchaba atentamente a Alba, pero cada palabra le dolía cada vez mas, sentía que la perdía y no lo podía permitir, tenia que reaccionar, hacer algo, pero que podía hacer, Alba estaba imaginando algo que no era verdad, algo que ni siquiera se había planteado desde que la conoció, no tenia en la cabeza ni el pensamiento de hacer nada con nadie y además, era su prima, por favor, como podía pensar Alba esas cosas, claro, que ella no sabia que era su prima, y si le dejara explicarse, pero seguro que no la creería, estaba tan inmersa en sus pensamientos que no se dio cuenta que Alba se estaba yendo hacia el ascensor.

Las lagrimas brotaron en los ojos de Alba, quería que llegara el ascensor, no quería que ella la viera así, no le apetecía que sintiera que había triunfado, sentía que había jugado con ella, que la vida la había puesto en su camino para que se diera cuenta de que el amor solo es una enajenación mental transitoria y no lo que ella pensaba desde siempre, que el amor era la cosa mas bella y que podía con todo. Es decir, la pusieron en su camino para que se diera cuenta de que el amor no existe y menos los cuentos de hadas. Estaba en ese pensamiento, con unas ganas enormes de desaparecer de allí y no volverla a ver más en la vida.

Llego el ascensor, se iba a montar en el, cuando Clara la cogió del brazo y se lo impidió, solo la miro con esa mirada que la dejaba casi muerta y a su merced y fue cuando la llevo a su apartamento, cerro con llave la puerta y le dijo: “Ahora no podrás escaparte, tendrás que hablar conmigo quieras o no”.

CONTINUARÁ----------------------------------------

BUENO, OS ENVIO LA SIGUIENTE PARTE, PORQUE COMO LA OTRA ERA TAN CORTITA, PARA QUE NO OS QUEDEIS CON LAS GANAS.

JEFA, ESPERO QUE PRONTO ME MANDES LO QUE TE PEDI, YA SABES QUE NO TENGO TANTA IMAGINACION,JAJA.

GRACIAS A TODOS Y TODAS LAS QUE DEDICAIS TIEMPO A SEGUIR ESTE RELATO, ES UN ORGULLO PARA MI QUE LO HAGAIS.