Una historia de Jaime 4

Historia de Jaime y Mar

ORGIA EN TRES ACTOS.

ACTO SEGUNDO: SEXO SOBRE AGUAS TURBULENTAS.

Con copas en la mano, alternando vino y cava según los gustos, nuestra pareja y amantes ocasionales se recuperaban del primer asalto, especialmente Mar.

Ella ya se había quedado con ganas, porque la follada de Mario había empezado a ponerla de nuevo a tono. No obstante, todavía quedaba mucha tarde por delante y pensó que quizás era mejor bajar un poco el ritmo e ir por pasos.

Sus pechos asomaban entre las burbujas, rotundos y brillantes entre la espuma y el agua. Mientras aun mantenían una charla intrascendente, Mario se levantó y acerco su pene a la cara de Mar. Era el último en terminar y decidió ser el primero en retomar. Ella se rio y lo tomo con la mano, iniciando una suave masturbación.  La promesa de esos labios carnosos fe demasiado para el chaval, que no resistió la tentación de llevar la punta de su pene a la boca de la chica. Los labios se entreabrieron dando vía libre al miembro, que penetro duro como el granito.

Mar se recreó con unas chupadas lentas pero muy intensas, como si estuviera con una pajita sorbiendo los restos de un batido. Tanto calor y pasión puso que Mario no se pudo contener. Toda la atención de la mujer era para su polla y tras cinco o seis minutos de recorrerla en profundidad con su boca y lengua, ayudando con las manos, el chico se descargó con varias contracciones que sorprendieron a Mar. Apenas tuvo tiempo para retirarse un poco, viendo como escupía semen que iba a parar al monte de venus y vientre del chico, así como a sus manos.

Ella se limpió con una toalla entre sorprendida y divertida. El siguiente fue Goyo, que muy cachondo por lo que había visto, decidió que él también quería una mamada. Se sentó en el borde de la piscinita y atrajo hacia si a Mar. Las tetas se restregaron contra su badajo, mientras le comía la boca. Luego, poniendo las manos sobre su cabeza, la empujo contra la verga que ya la esperaba tiesa.

Esta vez, Mar controlo más los tiempos, chupando y extendiendo abundante saliva por la polla de Goyo. Alternaba las succiones con masturbación, pero sin hacer coincidir ambas. Goyo, con mucho oficio también, saco en un momento dado el pene de entre los labios de la mujer, para restregarlo por el canalillo de sus pechos. Al estar tan húmedas y la polla tan mojada, esta resbalo sin dificultad.

Mar juntó con las manos sus tetas aprisionando el miembro de Goyo, iniciando una cubana que nos sorprendió a todos. Poco a poco fue acelerando el ritmo y veíamos aparecer y desaparecer la polla del hombre entre sus ubres. Cuando ya llego a un momento de no retorno, fue el quien cogiendo las tetas imprimió el ritmo adecuado para poder correrse, eyaculando sobre el cuello y el canal entre sus dos pechos.

Aun siguió moviendo su verga y batiendo el semen blanco mientras los últimos coletazos de su orgasmo le recorrían el cuerpo.

La imagen de Mar regada con semen fue demasiado para Miguel, que de nuevo se corrió con una paja antes de intentar siquiera llegar hasta ella.

El siguiente movimiento fue de Jaime, quien tras esperar que Mar se limpiara la invito a sentarse junto a él en el borde del jacuzzi. Mar acaricio su polla, reconociendo su tamaño y sintiendo mi amigo como se estremecía. Ella quería volver a correrse. Pero fue Goyo el que abriéndola de piernas le dijo

- Te voy a devolver el gusto que me has dado guapa.

Acto seguido comenzó a lamerle la cara interna de los muslos, acercando cada vez mas la lengua a su sexo.

A Mar le gusto la propuesta, abriéndose bien de piernas para permitir acceso total al anfitrión, mientras continuaba su juego de caricias con Jaime.

Goyo llego finalmente a su coñito, lamiendo sus labios e introduciendo en el la lengua antes de centrarse en su clítoris.

Demostró ser un experimentado maestro porque Mar ya no contemplo otra posibilidad que no fuera correrse en su boca, mientras agarraba con fuerza la polla de Jaime y se dejaba besar por todo el cuello. El orgasmo fue largo y contundente, ya que Goyo no paro ni un minuto de succionar y lamer su clítoris, eso sí, cada vez más suavemente, conforme Mar iba dejando de sentir estremecimientos de gusto.

El que ya no podía mas era Jaime, que sin dar descanso a Mar la hizo girar sobre si misma ofreciendo su culo mojado y exuberante. Con su coñito aun chorreante, no tuvo ni que usar lubricante. A pesar del condón, su pollon fue engullido por la vagina de Mar en apenas un par de asaltos.

Los culetazos fueron sonando con eco conforme el aumentaba el ritmo de la follada por detrás, mientras ella apoyaba las manos en el borda de la piscina y sacaba su culo hacia afuera para recibir y sentir a tope la verga.

Los recuerdos de la primera follada en la escalera de su apartamento hicieron que la vista de Jaime  se nublara y el placer se concentrara desde la raíz de sus testículos. Poco a poco sintió el calor que recorría desde allí hasta la punta su miembro, conforme su esperma buscaba el coño de Mar e iba saliendo.

Apretándola contra él, terminó de correrse mientras mar giraba la cabeza y disfrutaba de la vista de ese chicarrón vaciándose dentro de ella.

Jaime dejo marcas y arañazos en las caderas de la mujer, debido a la fuerza con que la había manejado y agarrado, pero eso no pareció importarle a ella.

La ronda había acabado con una nueva corrida de cada uno, sin grandes tensiones ni molestias para nadie. Aparentemente todo discurría bien y placenteramente para todos.

Haciendo gala de un sentido de la oportunidad único, Goyo propuso un alto para merendar o tomar café el que quisiera, al que nadie se opuso.