Una historia de dominación VIII

La sesión continua, la ama/sumisa disfruta.

Finalmente la barra descendió hasta obligar a Eva a ponerse de rodillas, en ese momento Mirta detuvo el mecanismo. Se acerco a ella, paso una piernas al otro lado de la barra.

-- Guardé una cosa para ti, no desperdicies nada, oprobechalo todo. Disfruta y hazme disfrutar. Comemelo bien.

Diciendo esto sujetó la cabeza de Eva con una mano, opoyó la otra en la estructura y llevo la cabeza de Eva a su sexo. Era evidente lo que pretendia, que Eva le comiera el coño y todo lo que había dentro. Me imagine la lengua de Eva recorriendo todo el coño de Mirta, una y otra vez, de principio a fin, intentando llegar con la lengua a lo mas profundo. No dejaría un lugar sin recorrer, no permitiría que se le escaparse una sola gota, si actuase de otra forma se ariesgaba a sufrir la ira de Mirta. Y ella, Mirta, disfrutaría por partida doble, humillando a Eva y de una comida de coño que, supuse, sería muy placentera. Mirta soltó la cabeza de Eva, ya sabía lo que esperaba de ella, y llevo su mano a los pechos. Comenzó a apretarlos, estirar los pezones, de uno pasaba al otro, no dejó un centímetro sin recorrer, su cara no daba lugar a duda, estaba disfrutando. Yo no perdía detalle, sentado al borde del sofá cama la estructura quedaba frente a mi, Eva de frente, Mirta de lado, no podían ocultarme nada. Eva, ya libre de la mano de Mirta, movía la cabeza sin parar, de derecha a izquierda, de arriba a abajo, de dentro a fuera, se detenía, miraba Mirta y volvía a empezar. En todo momento intentaba ver su cara, saber que era lo que mas le gustaba, lo que mas placer le daba.

El ejercicio duro unos minutos, cuantos?, no lo se. Solo se que finalmente Mirta alcanzó el orgasmo, el segundo en la noche. Su cuerpo se arqueo, se inclino hacia delante para apoyar la cabeza en la estructura, en esa postura su cuerpo fue sacudido por oleadas de placer. Cuando las sacudidas finalizaron, cuando se recupero miro a Eva, que se había separado de ella, le acaricio la cara, el pelo.

-- Gracias perrita, lo has hecho muy bien. Amo podría quedarme con ella, lo come muy bien.

Cuando iva a contestar se me escapó un bostezo. El acostarme tarde, madrugada y no descansar respuesta de comer me pasaban factura. Mirta me miró.

-- Amo tiene sueño?. Quiere que le prepare un café? .

-- No sería mala idea.

-- En un momento se lo preparo. Espérame aqui, vuelvo enseguida.

Diciendo esto se separo de Eva y se fue aun armario, saco una pequeña cafetera eléctrica y se dispuso a prestar el cafe. Pero se detuvo, con la cafetera en una mano y un paquete de café en la otra miró a Eva.

-- Puede que te aburras esperando, te voy a dejar un juguete que me hizo el Amo.

Diciendo esto puso la cafetera cerca de un de un enchufe, el café al lado. Buscó el mando que había dejado cerca de Eva, pulsó el boton y la barra comenzó a subir. Yo pensaba en el juguete, no me daba cuenta de a que se refería. La barra subió hasta separar a Eva del suelo, en ese momento Mirta se fue hacia un lateral de la habitación. Al llegar a la pared echó mano a un caballete de madera. En ese momento me di cuenta de lo que iva a hacer. El caballete era normal, de pino, que se puede comprar en cualquier sitio de bricolage. La única diferencia era que a este se le habían añadido unas tablas por la parte externa, de esta forma se aumentaba su altura unos centímetros. En la zona superior, donde se unían las tablas, se habían rebajado para dejar una superficie total de un par de milimetros. Me lo había pedido despues de ver algo parecido no se donde. Inicialmente me nege, me recordaba a la cuna de judas de la Inquisición, finalmente cedí y se lo hice. Mirta abrió el caballete, lo situo bajo Eva y comenzó a hacerla bajar. Eva miraba hacia el caballete, supongo que desde arriba la visión tenía que ser, como mínimo, preocupante. Mirta miraba para situar bien el caballete bajo Eva, por fin hizo contacto, los brazos de Eva se destensaron, su peso descansaba sobre aquella delgada pieza de madera. La mirada que le lanzó a Mirta era cualquier cosa menos amistosa. Eva era mas corpulenta que Mirta, no recordaba cuanto aguanto Mirta, cuanto le haría aguantar a Eva? .

-- Bueno perrita, te dejo para que jueges un rato. Voy a preparar el café.

Se acercó a un mueble del que saco dos pequeñas mesas plegables. La mas pequeña la llevó donde estaba la cafetera, la mas grande la puso delante mia. Se dispuso a preparar la cafetera, primero la desmonto, era una de esas en las que en compartimento del café ya hecho es una jarra que se separa para servirlo, puso la jarra a un lado. Miré el reloj. Un minuto de castigo. Desmontó la parte inferior, a un lado la tapa, al otro el filtro del café y al otro el deposito del agua. Fue buscar una botella de agua, lleno el depósito, colocó el filtro, lo lleno de café y cerro la tapa. Volvió a levantarse para ir a buscar el fogón eléctrico. Lo puso en la mesita y puso encima la cafetera, lo enchufó y lo encendió.Abrio uno de los armarios. Saco un platillo y una taza, los llevó a la mesa delante mia.

Dos minutos de tormento. Se fue otra vez al muebles y volvió con una cucharilla y un recipiente con cuadradillos de azúcar, lo deposito en la mesita. La cafetera comenzó a silbar, el café estaba listo. Volvió al armario y regresó con un vaso para licor y recipiente para hielo vacío. Fue a buscar la jarra de la cafetera y sacó del armario una jarra para leche. Depositó la jarra con el cafe en la mesa.

-- Voy a buscar leche.

Tres minutos de tormento. Se oye abrir la nevera, el microondas, como este se pone en marcha. El tiempo pasa, Eva se mueve para cambiar el punto de apoyo. Se vuelve a abrir el microondas.

Cuatro minutos. Mirta inicia la subida. Llega con la leche. Echa leche en la taza, le añade café, dos terrones de azúcar y se incorpora.

-- Se me olvidó el hielo, voy a buscarlo.

Con el recipiente para el hielo en la mano se gira hacia Eva.

-- Aprovecha dentro de poco te sacaré el juguete.

Eva abre los ojos y la mira. Mirta sin decir nada mas vuelve a bajar.

Cinco minutos. Eva la sigue con la mirada mientras baja, vuelve a moverse para cambiar el apoyo. Se oye abrir la nevera, el tintineo del hielo en el recipiente de cristal y Mirta vuelve a subir. Se acerca a la mesa, en la mano tiene un vaso de cristal, no me imagino para que lo ha traído. Lo deja todo en la mesa y se va a un armario, lo abre y saca tres botellas con licor. Las deposita en la mesa. Deposita un cubo de hielo en el vaso de licores, añade algo de agua y lo hace girar.

Seis minutos. Observamos lo que Mirta hace. El agua y el hielo giran por todo el recipiente, Mirta lo hace girar lentamente, esta enfriando el vaso, cuando considera que el vaso de licores esta frío lo vacía en el vaso grande.

-- Que licor prefiere?, licor café?, de cerezas?, o aguardiente tostada?.

-- Tostada.

Destapa la botella solicitada.

Siete minutos. Media el vaso con licor y le añade un cubo de hielo. Sin darse la vuelta pulsa el botón del mando y la barra sube.