Una historia de amor hambre y guerra

Es mi primer relato espero sus criticas y pido disculpas por las posibles faltas de ortografía.

Una historia de amor hambre y guerra

1936, Pasábamos por tiempos muy tortuosos, mi padre tenía la responsabilidad de cuidar un cortijo en la provincia de Badajoz, la situación de la guerra civil nos quedaba lejos pero la incertidumbre nos acechaba, nos mantenía en guardia constante, por suerte estábamos separados de los caminos más frecuentes y pueblos, el cortijo era propiedad de unos señoritos de Madrid muy acaudalados y de mucho poder político, eso nos ayudo bastante en el momento de la entrada de los golpistas en Badajoz, solo recibimos una visita de control y al cerciorarse de quien era la finca nos dejaron tranquilos, no sin antes dejarnos sin las pocas provisiones de las que ya disponíamos

Mi familia se componía, por mi padre José que en esa época tenía 55 años, mi madre Juana que tenía 45 años, yo Pedro, mi hermana Paquita, y mi hermana pequeña Carmen.

Mi padre era un hombre rudo, fuerte, criado en el campo sin ningún tipo de cultura y a las ordenes siempre de lo que dictaban los  señoritos, mi madre era una mujer muy guapa con un cuerpo excelente, aunque nuca se le podía apreciar ya que las vestimentas de esa época no dejaban ver más allá de los tobillos, en su juventud tuvo la suerte de estar escolarizada en su pueblo y sabía leer y escribir, era una gran madre, mantenía a ralla todo lo que podía al bruto de mi padre en las cuestiones de la educación mía y de mis hermanas aunque yo al ser el mayor y el macho, tenía que controlar o me llevaba dos ostias más pronto que tarde.

Esa época marco nuestras vidas para siempre, lejos de cualquier sitio habitado, con un país en guerra sin suministros del exterior y cuidando de un cortijo que no era nuestro, vivíamos de lo poco que sacábamos del campo,  hasta que nos expoliaron de los cuatro animales que teníamos para nuestro sustento vivíamos relativamente bien alimentados pero después del expolio la situación se agravio, esta demás decir que en esos tiempos la educación escolar brillaba por su ausencia, desde bien pequeño nuestra educación se basaba única y exclusivamente en aprender a manejar las faenas del campo y cuando sobraba tiempo nuestra madre nos enseñaba a leer y escribir.

Nuestra casa se componía de un gran espacio que ahora le llamaríamos comedor cocina salón, donde teníamos una chimenea que serbia de cocina una mesa y cuatro sillas, el resto de espacio serbia como almacén de los aperos de mano del campo y una habitación mediana donde dormíamos los cinco repartidos de la mejor forma posible, mis padres, en una cama grande, mis hermanas en una cama pequeña juntas y yo solo en el suelo en un jergón, en esa época, los que tenían dinero tenían colchones de lana, los menos ricos de borra y los muy pobres como nosotros en jergones de paja.

Una vez puestos en situación paso a relataros esta historia de la que todo lo que se cuenta se deja a la imaginación del lector su veracidad o no.

En esos tiempos de guerra y de incertidumbre nadie se libro de de las venganzas, traiciones y acusaciones falsas, los golpistas mal llamados nacionales cuando se afianzaban en un lugar empezaban a controlar pueblo a pueblo, cortijo a cortijo, y si tenias la mala suerte de caerles mal a cura, alcalde o cacique de la zona, te acusaban de rojo, mi padre en el poco trato que había tenido con los caciques del pueblo no había sido muy cordial, su poca educación, su rudeza y amparado en ser del cortijo que era no se andaba con chiquitas a la hora de discutir, la situación de los dueños del cortijo en esos momentos estaba en el aire y los caciques del pueblo que le tenían ganas a mi padre aprovecharon para denunciarlo como republicano, cuando él no sabía ni lo que significaba la palabra, así que un día se presento un camión del ejército y se lo llevaron y nunca más supimos de él, con los años y gracias a las pesquisas que hicieron los señoritos del cortijo nos dijeron que por error se lo llevaron a Badajoz y fue fusilado en la plaza de toros.

Al faltar mi padre a mí no me quedo otra que asumir la tarea de hombre de la casa, al principio de faltar mi padre guardamos la esperanza de que volvería pero al pasar los meses, mi madre un  día me dijo tocándome la cabeza cariñosamente;

-Mira Pedro, mientras tu padre este fuera dormirás en la cama conmigo, así descansas un tiempo de ese jergón del suelo.

Pasaron los meses yo cogí el relevo de mi padre para que la finca no se dejara de la mano y mi madre cuidaba de mis hermanas y de mantener la casa de los señoritos en orden, ya que cuando venían a pasar un tiempo se traían todo un séquito de criados y mayordomos, la vida se fue normalizando por suerte por allí no venia nadie y nos dejaron tranquilos.

Empezamos a hacer vida normal, la juventud y las necesidades fisiológicas empezaron a florecer, yo empecé a espiar a mi madre cuando se aseaba y cuando se cambiaba de ropa, al acostarse y al levantarse y me empecé a enamorar de ella, ya no la veía como a una madre, me cogía unas tremendas erecciones que acababa desahogándome en el campo apoyado en un olivo o un alcornoque, y por las noches cuando me acostaba con mi madre empezaron a ser un suplicio, la cama era grande pero no como las de ahora  si te movías un poco era inevitable rozarse, un día me desperté de madrugada con una sensación muy placentera, tenía la polla entre las nalgas de mi madre y ella se estaba restregando con mi verga, yo procure no delatarme y que creyera que seguía dormido, no moví ni una pestaña, lo que me resulto muy difícil ya que cada vez apretaba mas, y se la metía mas para adentro, mi madre se estaba masturbando con mi polla, y yo no sé cuanto iba a durar, empecé a notar la humedad de su coño que cada vez era más intensa y sus meneos me estaban dando un gusto tremendo, en uno de sus empujes hacia mí aproveche para apretar yo un poco hacia ella y al poco rato note como se convulsionaba y como se mojaba mas mi polla, ya no aguante mas y me corrí como un cerdo procurando no delatarme y hacerlo pasar por una corrida de dormido. Mi madre se limpio y con mucho cuidado para no despertarme me limpio un poco por encima.

Cuando recupere la normalidad me quede pensando, cuando me acosté yo llevaba puesto los calzoncillos con bragueta que se usaban entonces, y mi verga en ese momento estaba fuera del calzoncillo sacada por la bragueta, y mi madre dormía cada noche con un camisón largo y bragas y en ese momento el camisón estaba totalmente subido por encima de sus nalgas de manera que mi polla se pudiera alojar entre ellas y su braga, y así fue como nos vaciamos los dos, eso quería decir que mi madre aprovechando mi dormida se lo preparo todo, es decir, mi madre estaba tan caliente como yo o más, y necesitaba una buena verga para desahogarse, yo no iba a perder esa oportunidad, por fin la podría poseer que era lo que más anhelaba, pero tendría que pensar cómo hacerlo sin que se asustara, como ella lo había hecho implicaba que yo no sabía nada pero si lo quería hacer abiertamente tenía que pensar muy bien la forma, y opte por seguirle el juego y  esperar que lo volviera hacer.

Espere como agua de mayo que lo repitiera, pero nada, así que un día ya no aguantaba más y entre al ataque,  al acostarme como cada noche tenia la verga mas tiesa que una mojama y la deje fuera de los calzoncillo por la abertura de la bragueta, espere a que se durmieran mis hermanas y empecé a aproximarme poco a poco hasta que hice contacto muy despacio con sus nalgas a través de su camisón, y espere su reacción, y nada, tantee de nuevo haciendo más presión, y nada, empecé a rozársela de arriba abajo esperando una respuesta por su parte, negativa o positiva, pero no se movía, estaba seguro que lo estaba notando y que estaba despierta, pero se estaba haciendo la dormida, decidí seguir adelante y empecé a subirle el camisón para liberar sus nalgas, poco a poco, de perdidos al rio, pero no se movía ni un milímetro, como el camisón es de los finos no me costó subírselo hasta la parte de arriba de sus nalgas y dejarle todo ese culo al descubierto aun protegido por sus bragas, empecé colocar bien mi verga entre sus nalgas fui apretando poco a poco, al principio costaba pero hubo un momento que note como resbalaba con mas suavidad y era debido a su calentón, estaba chorreando, ahí fue cuando me confirmo que estaba despierta y entonces me arme de valor y le eche mi  mano derecha por encima de su cadera hasta llegar a su barriga justo en el ombligo y la atraje hacia mi sin miramientos, era muy placentero tenerla así, en ese momento que yo ya empezaba a bombear mi verga entre sus nalgas ella me sorprendió con un movimiento muy suave cogiendo mi mano y la coloco en su pecho derecho por encima del camisón, con ese gesto estaba todo dicho, yo estaba despierto, mi madre estaba despierta y eso significaba que solo era el principio de una bonita historia, empecé a bombear muy despacio, muy despacio, no quería que se acabara nunca, tener a mi madre cogida de esa forma acariciándole el pecho y con mi verga entre sus nalgas eso era un sueño cumplido y lo quería alargar al máximo, pero ella quería participar también y se giro hacia mí, mi verga por un momento se descoloco,  pero ella la cogió y se la empezó a restregar  por su clítoris al mismo tiempo que me dio su boca y nos empezamos a besar con una pasión desmesurada de tanto tiempo contenida, pero siempre teniendo en cuenta que teníamos a dos adolescentes durmiendo a los pies de la cama.

Nos besábamos nos comíamos la boca la lengua se entrelazaban y ella no paraba de restregarse mi verga por su coño, su clítoris, la metía entre sus nalgas y la soltaba yo la bombeaba un buen rato ella la volvía a sacar y se la volvía a restregar hasta que empezó a temblar a tener convulsiones empezó a encharcarse su vagina con mi verga y para no gritar me mordía la lengua me comía la boca y yo a ella sentir esa pasión por su parte hizo que yo tuviera un orgasmo larguísimo tuve una eyaculación descomunal, nos quedamos los dos sin respiración, conteniendo nuestros jadeos para no hacer ruido y pusimos la cama chorreando, cuando recobramos el resuello nos empezamos a besar con dulzura piquitos muy despacio, ella me cogió y me apretaba contra su cuerpo y yo le eche la mano por encima de su cuello y la atraje hacia mí, a todo esto no se dijo ni una palabra pero había mucho amor.

Continuara? depende de ustedes.