Una historia de amor

Mi amante relata cómo fue su experiencia sexual conmigo.... y narra cómo le pusimos cuernos a mi novia.

UNA HISTORA DE AMOR

¿PERO A ESTO SE LE PUEDE LLAMAR AMOR?

Era una tarde gris como suelen ser las tardes en mi ciudad, como siempre sola con mi soledad. En mi mundo plano era una semana de descanso y recogimiento espiritual, pero también una semana en la que se hacia más evidente el vacío de mi corazón.

Tal vez ese fue el motivo, en realidad no lo tengo claro, por el cual me arriesgue a entrar a Internet y me inscribí en un buscador de pareja, como una amiga me lo había aconsejado, y sin saberlo, más bien sin pensarlo, termine en el sitio donde iba a encontrarlo.

En ese medio vi un mundo vacío, tan superficial, pero sin embargo me atraía porque quería darle a mi vida tranquila algo de emoción, no sé si en este momento me arrepiento de lo que pasó, o que más adelante lo haga, lo único que sé es que por primera vez en la vida deje que mi cerebro irracional primara sobre mis prejuicios, y que todas mis excesivas cavilaciones para hacer algo quedaran a un lado.

Pero créanlo o no, el culpable de que todo lo que voy a narrar pasara, tiene nombre propio, porque no lo niego, aunque quería experimentar cosas nuevas, el miedo siempre me ganaba, por eso necesitaba un empujoncito y este personaje se encargo de darme sin ningún problema.

El "niño de fuego" como se presento dicho personaje me llamo la atención desde el primer momento, pues su perfil era bastante interesante. Cuando nos contactamos por primera vez nuestra conversación, vía mail, se limito a las preguntas de rutina y a saber datos básicos el uno del otro. En la segunda charla la conversación fue más espontánea y cambió de color.

"Era de esperarse, solo es un hombre, y quien lo veía tan serio, todos quieren lo mismo y solo van por eso" –pensé-, mientras le seguía la cuerda a ese loco, pero entre chiste y chanza terminamos dándonos los números telefónicos y en un acto de irresponsabilidad, porque no tengo otra forma de catalogarlo, le di hasta los datos de mi trabajo. ¡Qué tal me hubiera resultado un pervertido o un acosador sexual! ¡De lo qué me salve! Claro que él no esta muy lejos de ser eso.

No mentiras, solo bromeo, el es un niño encantador.

Pero no me voy a desviar de la narración, y reemitiéndome a los hechos quiero contarles que darle mi número telefónico fue lo mejor que pude haber hecho, pues esa misma noche me llamó y tuvimos una conversación muy interesante y al otro día, mejor dicho a la siguiente noche, tuve la conversación más erótica, pasional y excitante de mi vida, con solo decirles que en mis 27 años nunca me había masturbado, es más, eso ni siquiera había pasado por mi cabeza y esa noche gracias al arte oratorio del susodicho por primera vez descubrí el ser pasional que habita en mi y supe lo que era sentir un orgasmo. ¡Fue sensacional!

Como la cuestión no se podía quedar solo en conversaciones, teníamos que pasar a los hechos, por lo menos hablo por mi, para quien era imperativo tener un encuentro corporal con este hombre, pues si lograba excitarme a distancia cual más no lo haría en vivo y en directo.

La verdad tenía mucha curiosidad por conocerlo, aunque el ya me había enviado una fotografía, y sé que él más curiosidad que yo, porque no tenía ni idea de cómo era, (en estas cosas de Internet nunca se sabe y no se puede confiar en la descripción que hace la gente), así que sin pensarlo dos veces y dando la cara, me fui directo a su trabajo para que me viera de una vez y saber a que atenerme, si le gustaba o no.

Afortunadamente para él, no me pareció del todo desagradable, y aunque no es el tipo de hombre que me mueve el piso, y eso se lo deje claro desde el comienzo, logro llamar mi atención y lo mejor de todo es que yo también llame mucho la de él, además como buen hablador me hizo sentir hermosa y deseada y ustedes saben que ese es el talón de Aquiles de cualquier mujer y yo no soy la excepción, así que decidí darle, o mejor dicho darme una oportunidad.

Como les venía diciendo las cosas debían pasar a los hechos, y para que se hagan una idea de lo ocurrido, el día que nos conocimos, un martes, después de su cumpleaños número 28, no paso nada (a parte de sonrojarme en presencia del hacedor de milagros, porque sé que él sabia lo que me había hecho sentir, lo que ni se le pasaba por la cabeza es que había sido la primera vez), pero a partir de ese día comenzaron nuestras conversaciones en serio.

El problema radicó en que esas conversaciones "en serio" fueron demasiado fuertes para mi, créanme no me las quiero dar de mojigata, pero para alguien que no esta acostumbrada a decir ni a que le digan cosas eróticas subidas de tono es difícil asimilarlo, por lo menos ese es mi caso.

El hecho es que nos íbamos a ver el sábado, obviamente para hacer realidad nuestras fantasías, pero como les dije las últimas conversaciones habían tomado un rumbo que no me gusto ni poquito, por eso, a pesar del erotismo que ese hombre me despertaba, decide olímpicamente sacarle el cuerpo.

Y ¿Cuál creen que fue el resultado de mi decisión? Siiii, ese mismo que están pensando, el hombre se emputo y me mando a la porra, desafortunadamente para mi, tal vez por mi naturaleza de boba, fue más duro de lo que imagine, porque ya había generado lazos afectivos con aquel individuo, la verdad mi intensión no fue ofenderlo, ni romper todo vínculo con él, solo quería una relación "normal" en la medida de lo posible y que nuestras conversaciones volvieran a su forma original.

Por eso, doblegando mi orgullo, lo llamé excusada en un mensaje que él me había enviado y para bien o para mal, con esa sacada de cuerpo solo obtuve sufrir un rato y aplazar nuestro encuentro para el domingo 31 de abril, fecha memorable para mí.

Después de la "reconciliación" acordamos vernos el domingo a las 8:00 u 8:30 am, ¿pueden creerlo?, madrugar un domingo, (eso si es tener muchas ganas de tirar), pero así fue, por eso el domingo muy madrugadita, bañadita sin perfume, ni crema, ni maquillaje, ni brasier y en sudadera siguiendo las instrucciones dadas por el caballerito que me quería conocer al natural, llegue al punto de encuentro: reloj digital de Cafam de la Floresta.

Cuando lo vi, la verdad ni siquiera lo reconocí, estaba muy diferente al día que fui a su trabajo, pero obviamente era él porque nadie iba estar en ese sitio a esa hora, así fue como después de un saludo muy parco no dirigimos a su auto para ir a un motel en las ferias, en 10 minutos ya estábamos en la habitación del lugar, que entre otras cosas me pareció muy bonito y económico.

En el recorrido, antes de llegar, él me dijo que era muy bonita, que le gustaba mucho y que tenía unas ganas enormes de estar conmigo, además con su usual complacencia me llevo como un cuarto de aguardiente, porque yo por molestar le había dicho que quería tomar algo y él se lo tomo a pecho.

Cuando entramos al cuarto, no sabía ni porque estaba allí ¿Me estaré volviendo loca? -pensaba, ¡Si apenas conozco a este tipo! ¿Qué me estará pasando? ¿Será que el despecho y la soledad ya están haciendo conmigo de las suyas?

Pero, a parte de mis cavilaciones, sentía una gran lujuria y como les dije al comienzo, en esta historia no hubo cabida para la racionalidad y solo mi yo instintivo salió a flote, fue así como me deje vendar los ojos por ese hombre y en una sensación de miedo y excitación extrañísima me penetro y yo como una zombi me deje sin oponer resistencia.

"Esto es lo más loco y excitante que he hecho, sentir a un hombre dentro sin protección, sentir que le pertenezco, que me domina que soy solo suya y que él es el dueño absoluto de mi voluntad, sentir la fragilidad femenina que me había negado siempre y aceptar por primera vez que no fuera yo quien dominara la situación"

Mientras me clavaba, sentía como su pene golpeaba las paredes de mi útero, sentía cuan grande era su miembro, a la justa medida que lo deseaba, sentía una sensación de dolor y placer al unísono y ansias locas de que no parara.

Una vez sin la venda, después de observar complacida su miembro, lo introduje en mi boca y me gusto muchísimo, lo que más me gusto es que no me cabía todo ¡ya era justo que me clavara un hombre de verdad!, para que, el tontarrón es hasta buen amante, o por lo menos eso creo, además es tierno, dulce y encantador y admitir eso no me gusta, ya que no debo atribuirle otras cualidades a una persona que solo va a ser mi amante, porque entonces corro el riesgo de enamorarme y créanme que eso, más que lo que pueda pasar con nosotros en la intimidad, realmente me preocupa.

Después de durar casi hasta medio día en nuestras artes amatorias y de compartir una sensual ducha, mi "amante" y yo salimos del lugar y nos dijimos adiós, créanme, si por mi hubiera sido me quedo con ese hombre todo el resto de la tarde, pero lo bueno dura poco, aunque en este caso el hombrecito duro un montón (hagan cuentas).

Llegue a mi casa y debo confesar que todo el tiempo lo tuve metido en mi cabeza "realmente logro excitarme más de lo que pensaba, ya me había hecho a la idea de que solo era un típico hablador, de esos que se las dan de buenos amantes y no llegan ni al arranque, pero no, era en serio tanta carreta, ¡eso me encanta!" –eran algunos de mis pensamientos.

Cuando hablamos nuevamente, nuestro "encuentro" fue el centro de la conversación, y a pesar de que él como el buen caballero no se quedo corto en halagos, yo tuve la sensación de que no llene del todo sus expectativas y que no fui tan buena como él esperaba.

Nuestra extraña relación siguió dándose y a pesar que paso un poco más de un mes para volvernos a ver hablábamos casi todos los días y esto hizo que los lazos de afecto, por lo menos de mi parte, se hicieran más fuerte, este hombre me hacía una falta espantosa, escucharlo era superimportante para mi, con decirles que la noche que por algún motivo no hablamos se me hace eterna, no sé que siento, no sé si ha esto se le pueda llamar amor, lo único que sé es que me está pasando lo que tanto me temía y a lo que tanto le he huido.

Obviamente por lo que han notado sabrán que el tipo tiene novia, si novia, una gran piedra en el zapato, que día a día me talla más. No piensen mal, no crean que soy una quita maridos ni mucho menos, la verdad no soy de esas mujeres interesadas en dañar una relación, ni más faltaba, eso no va conmigo, lo que pasa es que tenía la esperanza de que él la dejase, y no por mi, aclaro, sino porque las cosas entre ellos, según lo que el mismo me ha dicho, no estoy inventando nada, no van muy bien y ella lo tiene aburrido, pero esa esperanza ya murió, porque en vez de ver un distanciamiento entre ellos yo lo veo al él más comprometido y más encarretado que antes y eso en castellano traduce que la que tiene que abrirse soy yo.

Si, ya sé, soy una ilusa, nadie me mando a meterme con él, pero comprendan la carne es débil, lo importante es que soy conciente de eso y lo que debo hacer es no dejar crecer la bola de nieve de mis sentimientos para no terminar como siempre: sola y herida.

Bueno, pero dejando los sentimentalismos a un lado, pasemos al plano netamente mundano, lo que les gusta, por fin, después de mucho hablarlo, pudimos concretar nuestro segundo encuentro, un miércoles 7 de junio para ser más exactos, en jornada laboral para no despertar suspicacias en la novia; esta vez nos encontramos en Cafam de la 63 con 7º, primero me invito a almorzar y luego a un motel, que según él encontró en directorio, ¡que moridero!, pero ya estábamos ahí así que ni modo.

Para este encuentro, no me dio ninguna referencia de cómo quería verme vestida, pero me hizo prometerle que lo dejaría terminar adentro y que negociaríamos el "chiquito", la verdad yo no sé que poder extraño ejerce ese hombre sobre mi, porque hacerme prometerle lo de la terminada, es algo que ningún otro había logrado y lo del chiquito ni siquiera lo había sujeto a conversaciones y con él si ¡Qué horror!

La verdad es que la sentencia anunciada me tenía renerviosa, pero fue maravilloso, tuvimos un sexo espectacular, me ubique de tal forma que me clavara hasta el fondo, el después me dijo que en esa posición sentía perfectamente el cuello de mi útero y eso le encantaba, los besos, las caricias, todo fue sensacional. Esta vez le practique un muy buen sexo oral y al contrario de la primera vez me lo comí completito, él me dice que le fascina que yo sea tan profunda y que me lo pueda comer todo a diferencia de su novia, además dice que le encanta mi "chochota" como me la bautizó.

En cuanto a la venida adentro, fue una sensación indescriptible, como un remolino interior, como si un vientecito me recorriera rápida y rítmicamente; además la sensación de unidad con la otra persona es muy fuerte, realmente por ese instante sentí que era su mujer y que le pertenecía solo a él y él a mí y la experiencia de sentir como se escurría su semen desde mi interior, también fue extraña y excitante, además duro más de lo que imaginaba porque pasaron como 2 días y seguía escurriendo (el niñito estaba bien cargadito ¡Qué rico!).

Pero bueno, se que lo que ustedes quieren saber es que paso con las negociación del culito, con decirles que me canto y todo para que se lo diera "nena, nena, dame culito, te va ha doler un poquito, pero nena dame culito"·¿y que creen?, pues no, nooooo!, porque el acuerdo era que lo intentaríamos pero sin forzarlo y la verdad estaba muy cerrado, eso hubiera sido casi un crimen.

Cuando terminamos, o mejor dicho cuando ese hombre termino conmigo, porque se dio garra, casi me desbarata, me dio duro y mucho tiempo, me dejo esa concha floreada y ese gallito rojo, no sé si fue alergia al semen o tanto ajetreo pero, esa chocha me dolía y me ardía como un putas y eso nunca antes me había pasado, tanto así que al bobarrón le dio cargo de conciencia y le toco ponerse a soplármela. ¡De locos! ¿No creen?

Y para rematar la tragicomedia, el pachuco motel ni siquiera tenía agua caliente ¡que horror! Pero hasta mejor porque con la agüita fría me refresque el pobre gallo. En fin, yo ni sé como logré salir de ese motel y llegar a mi casa, porque hasta el roce de la ropa me dolía, mi "tinieblo" me había dicho que quería que lo recordara varios días y créanme que lo logro porque cada vez que iba al baño, su querida madre salía a relucir.

Finalmente después de mi dolorosa pero maravillosa experiencia sexual, seguimos hablando haciendo alusión a lo sucedido y a otras cosas cotidianas, jocosas, eróticas, en fin hablamos de todo un poquito y cada día siento que me pego más a ese hombre, pese a que me tortura diciéndome que se quiere "comer" a otras, a unas pasantes, a la vecina, a las compañeras y hasta a mis amigas, ¡que descaro!, no se conforma con que me aguante lo de la novia sino que tiene que agobiarme con otras. En realidad eso no debería afectarme, se supone que lo de nosotros solo se limita al simple y llano sexo, pero si lo hace, en mi interior quisiera que no estuviera con ninguna que no fuera yo, así que dejando a un lado mi espíritu de masoquista voy a continuar con mi vida normal, dejando mis encuentros y mi "relación" con este hombre como un gran paréntesis en mi vida que se cerrara cuando lo decidamos. (Creo que eso va a ser más pronto de lo que imagino).

Como percibieron, no soy escritora y mucho menos de experiencias de vida, pero lo intente, así que, por ahora, aquí termina este relato hecho a petición de mi niño de fuego, espero que les haya gustado. (No sé porque hice el escrito refiriéndome en plural, si solo él lo va a leer, pero ya qué). Igual esta sujeto a correcciones y a edición porque sé que faltaron muchos detalles que posiblemente el querrá que incluya.

Gracias por su lectura. Un beso grande.