Una hija muy persuasiva
Relato autentico de como la hija de la familia logra que sus padres no se divorcien, convirtiendose en la amante de su padre.
"una hija muy persuasiva"
Este relato nos narra el drama de una familia a punto de desintegrarse por un divorcio, y como la hija de esta, traspasa los limites de la decencia, y de la conducta aceptada por la sociedad, seduciendo a su propio padre y sosteniendo una relación con el, a fin de que su hogar no se desmembrara. No es un cuento ni es fantasía, es un caso autentico; por tal motivo, carece de nombres, lugares, edades o cualquier otro dato irrelevante; el relato es algo extenso, pero no deja de ser interesante en ningún momento, vale la pena tomarse el tiempo de leerlo con atención sin omitir ninguna línea. (Tiene errores de ortografía que deberán disculparse)
Papá trabaja administrando unas grandes ferreterías, lo que le hace ausentarse por mas de 15 días cada vez que viaja a un estado vecino, donde hay una sucursal, su relación con mamá ya no era buena, peleaban frecuentemente, yo escuchaba detrás de la puerta de mi cuarto, a diferencia de con ella, su trato hacia mi, era muy bueno, jugábamos, reíamos, pero nunca quiso explicarme porque tenían problemas, yo era la única hija de mi padre, por eso el me consentía mucho, tengo dos hermanos mayores, ambos varones, producto del primer matrimonio de mamá con un hombre que la abandonó con dos hijos para irse a trabajar a estados unidos, nunca supo mas de el, y tuvo que trabajar para mantenerlos, tiempo después el mayor decidió irse al otro lado también, y ahí formó su familia, mi otro hermano, a falta de padre se volvió un vago, creo que se drogaba, un día asaltó con navaja a un tipo y lo hirió, fue detenido y esta en la cárcel purgando una condena por lesiones.
Papá regresó de uno de tantos viajes, cambiado, habló con mi madre y le pidió el divorcio, ella histérica le preguntó si había otra mujer, el no contestó, empezaron a discutir muy feo, mi mamá lloraba, le dijo que sus hijos estaban mal por no haber tenido padre, y que si eso era lo que me esperaba también, el respondió que no, que seguiría al corriente de mi educación y de mis gastos, "eso no es suficiente", dijo mamá " lo que ella necesita es un padre, no su dinero" . Entre la discusión ella preguntó como era la otra, el no quería responder, mamá dijo "¿ es joven, verdad?" estuvo presionándolo a gritos, hasta que cansado el dijo que si, que era muy joven y bonita; a mi madre los años no la habían tratado bien, el trabajo y las preocupaciones la habían acabado muy rápido, nunca podría competir con aquella rival, furiosa le dijo "no es justo, después de que te he dado tantos años de mi vida, ahora te largas detrás de la primera jovencita que te encuentras" yo había escuchado todo y sabía que era un problema grave, así pasaron los días, las cosas cada vez se ponían peores en casa el asunto es que mi madre seguía profundamente enamorada de mi padre y no podía soportar pensar en un divorcio .menos ahora que estaba esperando a la cigüeña por cuarta ocasión ya tenía un mes de embarazo.
En los días siguientes todo empeoró, mamá había dejado de comer, papá no pudo convencerla de que lo hiciera, yo estaba muy preocupada, no sabía que hacer, un viernes regresaba de clases inmersa en mis pensamientos, cuando al pasar por una construcción, unos tipos que trabajaban ahí, empezaron a decirme cosas, "mamacita, estas en edad de merecer y me mereces", "mira nomás que tortita, porque no le ponemos su chilito" los vi aproximarse hacia mí, y me detuve asustada, el mas cercano me dijo, "no te hagas, lo estas pidiendo a gritos pásate para dentro, te va a gustar" me alejé de ahí caminando muy de prisa; al llegar a casa, encontré a mi madre echa una sopa, desecha en lagrimas y para colmo había bebido demás, lo que era muy peligroso dada su condición de embarazo, como pude la ayudé a ir a su recamara y la recosté para que durmiera, lo que no debió de tardar mas de 2 o 3 minutos...Me quedé en la sala pensando que podría hacer para ayudarlos y decidí hablar con mi padre cuando este regresara de trabajar, eran como a las 7 de la noche, papá llegaría como en una hora, intenté cenar algo, pero la verdad no tenía apetito, la tele me desesperaba, así que decidí darme un baño para relajarme .entré al baño, me despojé del uniforme de la escuela y me dispuse a entrar a la regadera cuando reparé en la imagen que podía ver en el espejo...mi cuerpo estaba completamente al descubierto recordé las peladeces que había escuchado de boca de los albañiles al pasar aquella tarde por la obra en construcción, ahora a solas empecé a observarme detenidamente, mi piel tenía un tono rosado muy saludable, mi busto era pequeño pero perfecto y muy firme, mis senos se veían rosados, ya que soy de tez clara, muy resplandecientes, los pezones se me ponían duros y puntiagudos con mucha facilidad observé que mi cintura se hacia estrecha cada vez mas y mis caderas algo pronunciadas, mi abdomen era plano y mi ombligo pequeño y llamativo, mi trasero estaba bien formadito, llenito, mis nalgas eran bastante firmes; en comparación con estas, mis piernas largas parecían un poco delgadas, pero eso ayudaba a que mi colita se viera tremendamente paradita, lo cual me llenaba de vanidad, al grado de que en mas de una ocasión mi madre me había sermoneado por plantarme muy coqueta sabiendo que me vería mas sensual y me indicaba que debía pararme derecha ni ella ni yo sospechamos jamás que de esa sensualidad tendríamos que depender para que nuestra propia familia no se desintegrara.
Observando mi cuerpo, caí en la cuenta de que si aquellos tipos de la obra me encontraron muy apetecible con el aburrido uniforme del colegio, bien arregladita seguro que seria un delicioso manjar para cualquier hombre, sin embargo, a todas luces, había algo que le quitaba encanto a aquel cuerpecito delicado y menudito del espejo, una poca de vello fino al frente en mi pubis, que aunque nunca me había molestado, en ese momento hacia cierto contraste que no me agradaba, así que tomé la crema de afeitar y la navaja y me depilé, lo hice en forma de corazón, pero el vello no era suficiente para que se notara aquella forma y terminé retirándolo por completo, al final el resultado era asombroso y ya después del baño realmente me veía limpia y fresca, dicen que la soledad es mala consejera, y fue en ese momento que una loca idea cruzó por mi mente, horrorizada la rechacé de inmediato, pero recordé el grave problema que había en casa y el incierto futuro que nos esperaba a mamá, a mi, y al hermanito que vendría y ya no me pareció tan mala idea, me observé en el espejo y pensé en arreglarme y maquillarme mucho para recibir a papá, pero pensé que podría sermonearme, yo quería verme irresistible, pero no ser muy obvia, ya que no sabía que reacción pudiera tener él, faltaban unos quince minutos antes de que papá llegara, me puse unos calzoncitos y me decidí por una faldita de mezclilla amplia pero corta y un topsito; mi cabello aun estaba húmedo, así que decidí dejarlo suelto, me perfumé delicadamente detrás de las orejas con aquellos preparativos y con mil pensamientos dando vueltas en mi mente, había empezado a sentirme inquieta, nerviosa, extraña no sabía que pasaría, pero sabía muy bien lo que pretendía seducir a mi propio padre, a fin de que reconsiderara, de que no se fuera, estaba dispuesta a todo hasta a ser su mujer si era necesario, el andaba prendado de una mujer bonita y joven y vaya que yo lo era, sintiendo que yo si podía competir con aquella tipa, me di cuenta de que aquella idea ya no me asustaba, me asustaba más el hecho de sentirme así estaba comenzando a excitarme, era una locura.
Cuando papá abrió la puerta yo estaba mirando la tele como que descuidada, había separado las piernas sutilmente, solo lo necesario para que el pudiera mirar con el rabillo del ojo bajo de mi falda, el no sabía que yo alcanzaba a ver el reflejo de su rostro en la pantalla del televisor, pude notar que su mirada descubrió enseguida aquel agasajo visual, advertí su mirada fija y muy insistente, demostrando que lo que pudo verme debió ser muy tentador para el, no tenía una tanga o un hilo, por que aun mi mamá no me lo permitía, pero me había puesto un calzón pequeñito de color rosa claro de tela muy delgada que se me pegaba al cuerpo, cerciorándose de que estaba absorta con aquel programa, y creyendo que no me daba cuenta, miró a sus anchas, cuando estuve segura que había dejado de mirar reaccione con alegría, como si recién me hubiera dado cuenta de su presencia, me dirigí hacia el y lo abracé parándome en la punta de los pies, besándolo en la mejilla, pero pegando todo mi cuerpo al suyo y procurando que pudiera percibir el perfume en mi cuello y orejas, sentí que el aspiraba profundamente mi aroma y noté en mi vientre la presión de su miembro, estaba algo duro, en ese momento supe que iba ganando, que aquella erección era producto del show que le había ofrecido y decidí poner mas leña al fuego, no retrocedí ni un poco y fingí ganas de llorar, al tiempo que le decía que mamá no se sentía bien, que había estado llorando por la discusión que habían tenido y que ya se había dormido, decidí no mencionar su embriaguez, por que en ese momento lo que menos quería era que pensara en ella, no quería que algo lo distrajera de lo que yo pudiera hacer, necesitaba que ocupara todos sus sentidos en lo que tenía al frente de sus narices ósea yo.
Papá dijo que no me preocupara seguíamos abrazados .sentí la punta de su miembro presionando directamente sobre mi recién depilado pubis, y sus manos, que en un principio habían estado en mi espalda resbalaron por toda mi cintura y se detuvieron casi en mis caderas, estoy segura que en ese momento el descubría un cambio en mi que quizás antes no había notado sé que le agradé .sus grandes y ásperas manos me apretaban con fuerza y podía sentir que me repegaban más contra su cuerpo, no sé cuanto tiempo estuvimos así, fingí que estaba mejor y le dije que se lavara y se sentara a la mesa, que le haría algo de cenar, lo hizo, entonces empecé a lavarme las manos, quedaba de espaldas a el, podía sentir como me comía con la vista, y sabía exactamente donde tenía puestos los ojos en ese momento, me sentía feliz, estaba consiguiéndolo mi progenitor me estaba contemplando y estaba sintiéndose confundido, excitado, deseoso de mi en ese momento, así que levanté la cola lo mas que pude, la falda era muy corta y creo que podía verme las bragas desde su posición, pero para asegurarme fui al refri, inclinándome sensual, pero con mucha sutileza, y empecé a reunir lo necesario para prepararle unos sándwiches, yo sabía perfectamente donde estaba cada cosa, pero fingí no poder hallar la mayonesa, con la finalidad de demorar lo mas posible aquella situación, ahora si, estaba mostrándole todo .todo lo que podía ser para el si se decidía.
Mas tarde, mientras mi papá cenaba, fui al cuarto de mi madre para asegurarme de que estuviera durmiendo, mí asombro fue grande cuando percibí que subía a su cama apresuradamente no podía saber lo que ella había estado haciendo, o si había visto lo que sucedía afuera, temerosa le pregunté si llevaba rato despierta, y contestó que no, me dijo que sin querer había estado apunto de caer de la cama al darse vuelta, y que solo se había levantado a encender el abanico de techo, que había estado tentada a salir del cuarto para servir cena, pero que con una rápida mirada se dio cuenta de que yo ya le había servido a papá y después dijo algo que nunca olvidaré "gracias hija por ayudarme en estos momentos difíciles, lo estas haciendo muy bien, te lo agradezco con toda el alma..no sabes cuanto" acto seguido empezó a llorar y se acostó de nuevo para dormir; nunca supe a que se refería, quizás era solo por el simple hecho de ayudarla con la cena, pero en sus labios había sonado tan .extraño, quizás era por el alcohol .no lo sé .decidí retirarme, asegurándome de cerrar su puerta fuertemente, por si acaso, con el estupendo pretexto de que no era aconsejable que mi padre la viera en ese estado ella dijo; "gracias hija, ponle llave si quieres y no te preocupes mas, todo lo que deseo es dormir" esas palabras retumbaron en mi mente y casi me sonaban a complicidad y consentimiento, hice como me indicó y regresé con papá.
Había terminado de cenar, advertí que no tardaría en levantarse de su silla, y me apresuré a sentarme de lado sobre sus piernas, esta vez no me rodeó con sus brazos, como que no se atrevía, levantó las manos mientras yo me acomodaba, pero permaneció expectante, sentí que perdía terreno, así que, aproximando mi rostro al suyo y hablando muy bajo, casi susurrando, le dije que sabía que tenía problemas con mamá, y que si yo podía ayudar en algo, con mucho gusto lo haría, cuando pronuncié estas palabras, el miró fijamente a mis ojos, en su mirada había mucha confusión, malicia, incredulidad y mucho pero mucho deseo .sostuve su mirada y dije "lo que sea papito lo que sea que necesites" papá, nervioso, me dijo que era muy tarde y que ya debía irme a dormir; decidí que era mejor darle un respiro para ordenar sus ideas, y quien sabe, quizás tomar valor .le di un beso de buenas noches y me retiré meneando sensual pero discretamente mi colita.
Ya en mi cuarto, me puse ropa de dormir, una batita de algodón algo mas arriba de mis rodillas y me acosté en la cama, me sentía tensa, papá había decidido dormir en el sofá de la sala, tras descubrir que mamá estaba encerrada con llave, habrá transcurrido algo así como media hora, yo seguía pensando en lo que estaba haciendo, no sabía si había logrado despertar en papá el interés por mí, o simplemente lo había excitado, fue entonces cuando percibí unos pasos indecisos, lentos y alguien que tocaba muy bajito a mi puerta, sabía quien era, me jalé el camisón lo justo para que se me viera el triangulito de la panti y me bajé un tirante para que pudiera apreciar el nacimiento de mi pecho, casi hasta el pezón, le indiqué que pasara y se detuvo en la puerta, encendió la luz, cosa que nunca antes había hecho cuando se asomaba a mi cuarto para decirme buenas noches, preguntó si se me ofrecía algo, no dejaba de contemplarme, le dije que estaba bien, dijo que le había parecido oírme gritar, lo cual era una mentira, y que por eso había acudido pensando que tenía alguna pesadilla su voz sonaba ronca, como una queja, como una suplica, con la mirada me recorrió de pies a cabeza muy lentamente, seguía de pie inmóvil, no entraba, no se retiraba, extendí los brazos hacia el para que se acercara y vino hacia mi y me plantó un beso en la frente muy fuerte, eso no era lo que yo esperaba, pero con su mano me acarició en la zona de las costillas, justo debajo del pecho que casi tenía descubierto, pude sentir que con el movimiento de su mano jalaba la tela disimuladamente hacia abajo, intentando liberar mi pecho por completo, cosa que no logró, pero era obvio que ardía en deseos de acariciármelo, me dijo buenas noches y se retiró .y yo supe que aquel hombre mi padre ya se había fijado en mi era mío.
No se como logre dormirme, ya era tarde cuando el sueño me venció; a la mañana siguiente desperté como a las diez a.m. , mi madre estaba en pie, había preparado desayunos para mi y para mi padre, se encontraba arreglada, era obvio que pensaba salir, le pregunté y me dijo que pasaría unos ocho días en casa de la abuela ya que no era bueno que tuviera corajes en su embarazo, que le había dejado una nota a papá, y que confiaba en que esos días que estaría fuera, servirían para que las cosas mejoraran en casa no se veía molesta; sentí pena y un poco de lastima por ella, a pesar de que se había arreglado y bañado su cuerpo era gordo y algo antiestético, la piel algo áspera por falta de cuidados y su rostro no ayudaba en nada, aparentaba como diez años mas de los que tenía me sentía mal por juzgarla, era mi madre, pero tenía que admitir que debía ser desagradable para papá tener que estar en la intimidad con ella esa era la verdad, sin embargo, la amaba por ser mi madre y por ella también haría lo posible por retener a su lado al hombre que ella amaba, al precio que fuera mamá me dio un beso y un abrazo fuerte y dijo " hija estaré varios días fuera, pero me voy tranquila, por que se que ya eres una mujercita responsable, y confió en que sabrás que hacer, espero que al regresar las cosas en casa estén bien, dejo la casa en tus manos con todo lo que hay en ella" ..y guiño un ojo; antes de subir al taxi giró y me dijo que estuviera tranquila, y que un día antes de regresar me avisaría por teléfono; todo aquello me hacia pensar que mi madre sabía lo que estaba ocurriendo, y que de alguna manera estaba resignada a permitirlo si eso servia para mantener unida a la familia, sentí que se ausentaba con la única finalidad de que yo pudiera estar a solas con papá para seducirlo ..o eso es lo que quise creer
Entre rápidamente y encontré a papá que fingió despertar en ese momento, en su cara se percibía alegría, era obvio que había escuchado, le llamé a desayunar y al leer la nota de mamá fingió sentirse mal con la noticia lo que yo aproveché para acercarme y darle un abrazo de consuelo, procurando poner mis pequeños pechos muy cerca de sus labios y acariciándole el cabello busqué que hundiera su rostro en ellos, mientras le decía que era lo mejor que ambos se distrajeran un poco, el se encontraba sentado en su silla y yo de pie junto a el, mis pezones estaban empezando a endurecerse con el contacto de su cara aspera, sin rasurar, y su respiración, creo que el podía sentirlo , estuve tentada a liberar mis senos ahí mismo y sabía de antemano que el se arrojaría como una animal en brama a probarlos y comerlos, pero pensé que teníamos mas de una semana para estar solos, mamá apenas tenía unos 5 minutos fuera y no tenía por que apresurarme, debía asegurarme de introducirme hasta lo mas profundo de los deseos de mi padre para que todo saliera bien, así que tomamos el desayuno, y entre la platica le propuse que saliera a dar una vuelta ya que era sábado y no tenía que ir a trabajar, el se negó diciendo que no estaba de humor para eso, pero creo que la verdad era, que el quería estar cerca de mi, yo lo quería fuera por un rato para preparar algo y recibirlo como la noche anterior, no sabia como, pero ya pensaría en algo; para persuadirlo le dije que yo podía acompañarle, ya que tampoco tenía que ir a clases, aunque no tenia muchas intenciones de hacerlo, pero al decir esto noté que el rostro se le iluminó y dijo que seria maravilloso, así que caí en mi propia trampa, acordamos arreglarnos después de desayunar; mas tarde, ya bañada, escogí ropa poco sugestiva, ya que no quería llamar demasiado la atención cuando estuviera en la calle con papá, el ya estaba listo, cuando me vio salir del baño con un pantalón holgado y una blusa ancha, el renegó diciendo que ya era una mujercita, y que debía vestirme como tal, entonces le respondí que así era la mayoría de mi ropa, a excepción de algunas cuantas prendas, dijo que me ayudaría a escoger algo mas apropiado a mi edad, e hizo que lo acompañara a mi propio cuarto, me sentí un poco rara al estar junto a el, mientras el revisaba entre mis ropas, para mi sorpresa escogió la misma falda que yo había usado la noche anterior, sonreí complacida, era innegable que lo había deleitado con esa, y una blusita de hombros descubiertos que en lo particular a mi no me gustaba mucho, pero reflexioné que se trataba de gustarle a el, así que la acepté, después fue derecho al cajón en donde estaba mi ropa interior, lo que me hizo suponer que quizás no era la primera vez que lo hacia, me miró y dijo, "¿no te importa?" le dije " no papi, esta bien, tu siempre has tenido buen gusto" así que empezó a explorar, sentía que lo estaba disfrutando, desdoblaba las prendas que llamaban su atención y las sentía como si quisiera encontrar la mas delicada, yo no sabía exactamente que sentir, estaba ahí de pie, junto a mi padre y el cajón de ropa, esperando a que el eligiera la panti que quería que me pusiera, al cabo de un minuto me extendió una y dijo, "creo que esta estará bien, pero parece que necesitas mas ropa urgentemente , así que hija, iremos de compras si lo deseas", acepte animada, después dijo que saldría para que pudiera cambiarme y cerró la puerta tras de sí; me había dado unas braguitas blancas con un detalle de flores en la parte de adelante, pero no me había dado un sostén, supuse que no pretendía que llevara, me puse todo y le anuncié que podía regresar, el esperaba y entró apresuradamente, yo había procurado ponerme la falda un poco mas arriba de lo normal para que se me viera mas corta; el me miró y dijo "te ves hermosa, pero esos tenis hacen gestos ¿ que tal tus zapatillas de tacón?" le dije "¿en serio me das permiso? Mamá no me deja usarlas si no es para ocasiones especiales " respondió "hoy es especial y tu eres muy especial hija .úsalas por favor"
Le pedí que me las alcanzara, me senté en la cama, crucé las piernas con sensualidad y empecé a ponérmelas lentamente, fingí dificultad para cerrarlas y el se apresuró a ofrecerse, diciendo "déjame ayudarte con eso", se arrodilló de frente a mí y esperó a que yo le consintiera el hacerlo, escudriñó mis ojos tratando de encontrar alguna señal de disgusto o rechazo de mi parte sonreí era una magnifica oportunidad para cautivarlo, así que le dije "gracias papito no se que haría sin ti" y entonces descrucé las piernas ante sus ojos, planté los pies firmemente en el suelo con las rodillas separadas mas de 15 centímetros y permanecí sentada, el miró enardecido mis muslos y mi entrepierna, ahí estaba el calzoncito que el había escogido, a menos de medio metro de su cara, encorvé la espalda hacia atrás, levanté los brazos y empecé a amarrarme el cabello mirando al techo, el tuvo que decidir entre enterrar su nariz en mi, o abrocharme las zapatillas, después de una eternidad finalmente ató mis zapatillas y se incorporó diciendo, "listo ya esta, podemos irnos cuando gustes"
Me sentí muy llena de vanidad, me estaba convirtiendo en mas que su hija ahora era su diosa .
Salimos al frente de la casa, había mucho viento y yo debía sujetar mi falda para que el viento no la levantara, papá lo notó pero no dijo nada, mientras el se encargaba de cerrar con llave la puerta, yo miré alrededor, eran muchos los vecinos que se encontraban a esa hora en sus terrazas leyendo el diario, otros regaban sus plantas, la totalidad eran hombres, sentía sus miradas sobre mi, recorriéndome, vi a mas de uno tocarse el pene, papá les hecho una mirada y empezamos a caminar yo me atrasé un poco, pues me costaba un poco caminar ya que las zapatillas eran altas para mi, y no tenía practica con ellas, papá se dio cuenta y me esperó, entonces me rodeó la cintura al tiempo que me indicaba que nuestro auto estaba como a medía esquina, me llevó así ceñida sentía que me veía muy puta con esa faldita y con tacones; pero no era cualquier puta .era la puta de mi padre, y empecé a disfrutarlo, solté mi falda, y excitada permití que el viento hiciera lo suyo, veía caras boquiabiertas no se si mi padre estaba orgulloso o celoso, me abrió la puerta, pero no se apartó ni un poco, pasé por el pequeño espacio que dejaba, rozando su inflamado miembro primero con una mano, después con las nalgas lentamente.
Ya dentro del auto, me acomodé apoyada en la puerta y procurando que mis rodillas se pegaran con la palanca de velocidades, papá entró por el otro lado y se dio cuenta del regalo que le daba, sin embargo lo desaprovechó, y solo vino mirando de reojo mis muslos disimuladamente todo el trayecto
Papá me llevó a un centro comercial, ahí estuvimos recorriendo diferentes tiendas departamentales escogiendo ropa, el me ayudo a elegir o mas bien, eligió por mi, me di cuenta que el estaba comprándome pura ropa sugerente, mini falditas y mini shorts de cadera muy muy cortitas, blusitas escotadas de telas semitransparentes, de likra o sin tirantes, otras tipo strapless, incluso me llevó a la zona de lencería y me ayudó a escoger ropa de dormir, una bata de seda satinada azul cielo muy linda, no se detuvo ahí, y me seleccionó también mucha ropa interior, braguitas de las mas finas, delicadas y diminutas que yo no imaginaba que existieran; por lo atrevido de aquellas prendas la mayoría era como para muchachitas un poco mayores que yo, pero estaba fascinada aunque quizás después tendría que buscar como explicarle a mi madre; mi padre revisaba anaqueles mientras yo me probaba todo lo que el me daba, salía del probador con la ropa, le preguntaba que tal me quedaba, daba una vuelta delante de el, caminaba coqueta, en fin, pasamos un rato padrisimo, así continuamos buscando, hasta que, en una de tantas tiendas el se topó con una prenda que le dejo perplejo era una minifaldita de encaje en color negro, súper entallada, con un delicado cinturón de pedrerías en color rosa con aplicaciones de lentejuelas, en el maniquí se veía increíble, pero era demasiado atrevido, el me miró, preguntándose si yo me atrevería a usarla, lo abracé maliciosa al tiempo que le decía ¿me lo compras papito, ándale porfa, si? el aceptó entusiasmado, la escogimos en dos tallas diferentes y entré al probador, se sentía sensacional, era muy fina, el roce con la tela me enardecía, la primera me quedaba súper pequeña, al grado de que no podía inclinarme un poco por que se me veían las bragas, así que me puse la segunda un poco mas grande, salí caminando lentamente, papá se quedo boquiabierto, dijo que estaba divina, me acerqué a el lentamente, le rodeé el cuello con mis brazos y le di un beso, la mitad en la mejilla y la mitad en la boca, el quedó turbado con aquel gesto, regresé al probador satisfecha de mi osadía, e intercambié las prendas sin decirle nada a mi padre, entregándole la mas pequeña para que la pagara, después me llevó al área de zapatería y escogimos unas hermosas zapatillas de tiras muy delgadas en charol negro sin talonera, ósea como sandalias pero de tacón numero 7, aun mas altas de las que tenía en ese momento, pensé que no podría caminar con ellas, pero le dije muy persuasivamente que si a el le gustaban yo estaba encantada siempre y cuando él me sujetara al caminar para que no fuera a dar un mal paso yo nunca esperé que él me fuera a decir que me las compraría, pero que me las llevara puestas, me sentí entre la espada y la pared, pero no podía decirle que no, ya que seguramente necesitó de mucho valor para pedírmelo, sin mas , no me quedó otra que acceder y salí caminando de ahí con las zapatillas mas altas que habría usado en toda mi vida, sintiéndome una de esas mujeres que bailan para los caballeros; después papá me llevo al cine, dentro, en la oscuridad, mientras veíamos la película estábamos abrazados como novios, papá me tomó de la mano y me dijo que estaba pasando el día mas feliz de su vida y me besó, tal como yo le había hecho antes, mitad en la mejilla y mitad en la boca, yo le devolví el beso, pero en esta ocasión fue en su cuello, lo sentí estremecerse, apretó mi mano, yo arrastré nuestras manos hacia mi y deposité ambas sobre mis piernas, ya que hacia un buen rato que el me las miraba insistentemente, después lentamente fui soltando su mano sin intentar retirar la suya de ahí, papá seguía mirando mis piernas inmovilizado, sumiso me permitió extender su mano dócilmente, cuando al fin tuve su mano abierta sobre mis muslos retiré la mía y me acurruqué en su pecho, estaba nerviosa, no sabía que mas hacer, entonces lo sentí papá intentó acariciarme, pero estaba muy temeroso, sentía su mano muy temblorosa, a cada ligero avance de su mano, le seguía una larguisima pausa, indeciso a hacer algo mas audaz se detuvo por completo, acerqué mis piernas mas hacia el, pero no lograba que se atreviera, entonces comencé un casi imperceptible movimiento con mis piernas, frotándolas entre sí ligeramente, el avanzó un poco hacia arriba, continué y el avanzó de nuevo, con su brazo frotaba mis pechos, con una mano rodeé aquel brazo y lo atraje aun mas para que se sintiera seguro, con la otra acaricié su brazo, hasta que lentamente fue acariciando cada centímetro de mi piel, desde mis rodillas, hasta casi llegar a colocar su mano sobre mi minifalda, froté mi mejilla en su pecho para indicarle que continuara, que me podía hacer lo que quisiera que estaba esperándolo y entonces se aventuró, acariciándome, apretándome manoseándome ,
casi no vimos la película al terminar esta, antes de que las luces se encendieran, papá retiró la mano con delicadeza, nos levantamos y nos dirigimos al estacionamiento donde habíamos dejado el carro, quiso el destino que yo hubiera dejado por error la luz interior encendida por descuido, lo cual causo que el auto no encendiera, yo me sentía mal era mi culpa, pero mi padre me dijo que no importaba, que no podía sentirse molesto conmigo, dijo que tomaríamos un taxi y que el regresaría al día siguiente por el auto .caminamos a la esquina ya era noche y por tanta gente era imposible conseguir un taxi libre y no nos quedó mas remedio que usar el metro, al bajar por las escaleras, suspiros de admiración y algunos silbidos se escucharon, le supliqué a mi padre que cargara las bolsas con la compra, y seguí caminando mientras me esforzaba por estirar hacia abajo mi falda para cubrirme las piernas ya que se me subía por si sola, mientras esperábamos, muchos tipos gritaban cosas como "ay mamacita, que rica te ves desde ya" eran fulanos de la peor clase, a los que no les importaba la presencia de papá, se me quedaban viendo las piernas descaradamente, estaban logrando asustarme, alguien dijo " cosita linda, pero si ya alcanzas el timbre" el metro se aproximaba, entonces papá me avisó "prepárate, ya vamos a subir hija " los fulanos escucharon eso; subimos apretadamente, algunos de esos tipejos empezaron a decir " dejen pasar a mi suegro" "atrás, por favor no vayan a lastimar al suegro" el vagón se encontraba lleno, apenas logramos entrar, al ir metiéndonos entre la gente sentí muchas manos que me tocaban la cola sin permiso, mas de diez creo, encontramos un espacio, el vagón estaba en marcha, yo me sujeté del tubo, sentía que todos me devoraban con la vista, alguien escupió "son blancos" había olvidado jalar mi falda hacia abajo, ruborizada quise hacerlo, entonces sentí que alguien se acercó y se repegó a mi por detrás, sentí su miembro inflamado entre mis nalgas, esperé la reacción de mi padre para con el tipo aquel esperé pero no paso nada, extrañada, busqué a mi padre con la vista y lo encontré justo detrás de mi entonces un sentimiento de excitación me invadió nuevamente, lentamente pase la mirada por todo el lugar, mirando con menosprecio a todos aquellos tipos, los miré a los ojos con desdén me paré lo mas escandaloso que pude, levantando mis nalgas y tensando las piernas empujé un poco hacia atrás hacia el miembro de mi padre los minutos pasaron no se cuantos ya nadie gritaba leperadas ahora callaban, estaban absortos, incrédulos, aflojé un poco los brazos del tubo para disfrutar el movimiento del vagón pobres diablos esa hembrita ya tenía macho y no era cualquier macho permanecieron estupefactos mirándonos con asombro, se miraban entre ellos como preguntándose si aquello era normal claro que no, no lo era era especial; me sentí estimulada, el vaivén nos hacia frotarnos inevitablemente bajé la vista y observé mis pequeños pies y delgadas piernas, algo separadas en tacones altos podía ver los dos pies de papá asomando entre los míos, estábamos parados en el mismo espacio contemplé lo grueso de las piernas de papá contrastando con las mías sentí a papá que empujaba un poco e hice un leve movimiento de caderas, para tratar de acomodarle mejor mis nalgas a papá lo sentía grande, muy grande en ese momento sabíamos que habíamos rebasado el limite, que ya no habría marcha atrás .era un camino sin retorno al vernos bajar, aquellos tipos, ya tan solo eran un montón de perdedores, intentado encontrar una explicación para algo que no comprendían, otros miraban insistentes el bulto de mi padre, y entonces me percaté de que el tenia una abundante mancha de humedad excesivamente notoria en el pantalón.
Llegamos a casa como a las nueve de la noche, sin hablar, sin atrevernos a hacerlo, entrando a casa papá encendió las luces, suspiramos, ambos estábamos exhaustos, había sido un día largo, papá evadía a toda costa mirarme a los ojos, le dije que tomaría un baño y después buscaría algo en el refri para los dos, asintió sin mirarme, se acomodó en la sala y encendió la tele, entré al baño introduciendo disimuladamente las bolsas con las prendas que habíamos comprado, creo que el lo vio, pero fingió no hacerlo, me quité la ropa y noté que mis pantis estaban húmedas muy húmedas, me bañé escrupulosamente, me puse unas pantis nuevas, apretaditas y diminutas con un coqueto lazo en el frente, que no me cubrían ni siquiera la mitad de cada nalguita, escogí una blusa corta muy ligera de tirantes, que tenía cintas en el pecho para amarrarlas, lo cual no hice, y me la deje abierta y entonces saqué la falda de encaje contemplándola por un rato me la puse, era terriblemente pequeña, aun deslizándola hasta mis caderas seguía excesivamente corta, me perfumé, me acomodé el escote, me apliqué unas muy discretas sombras en los parpados y le apliqué brillo a mis labios, sin pintarlos, estaba a punto de salir, cuando reparé que estaba en chanclas, tomé las zapatillas nuevas, las limpié y me las puse, eché una mirada al espejo, me veía súper sexy, pero quería echar chispas, así que me quite la pulsera de oro de la mano y me la puse en el talón; salí del baño papá ya no estaba en la sala, lo busqué con la mirada y lo encontré en el jardín de atrás estaba sentado mirando al cielo, repasando lo sucedido yo creo; tenemos unas banquitas confidentes ahí en el jardín, el había encendido todas las luces, y fumaba un cigarro, pensé en anunciarle que el baño ya estaba libre para el pero tuve desconfianza de que papá entrara y durante el baño desfogara, ahí , sus deseos, así que me fui al refri, sin estar segura de lo que haría y me aventuré, tomé un plato y corté en cuadros pequeños un poco de queso de bola, y saqué dos de sus cervezas si, dos no sabía que diría el al respecto, pero si yo notaba que el no estaba de acuerdo, pretextaría que las dos eran para el me dirigí a el, caminando sensualmente, el seguía de espaldas sin notarme, carraspeé para que me oyera el volteó y me descubrió, con aquellas prendas, caminando hacia el en zapatillas, el plato en una mano y dos cervezas en la otra, me comió con los ojos rojos de deseo le pregunté que tal me había quedado todo, solo dijo " dios santo" supe que bien, me paré delante de el muy cerca; en la delgada tela de mi blusa se transparentaban la punta de mis pezones muy erguidos y afilados, le extendí una cerveza, conservando en mi poder la otra, el reparó en eso, pero no protestó mirándome a la cara, advirtió mi sutil maquillaje en los ojos y en el brillo de mis labios, seguíamos mirándonos sin hablar, sus ojos inyectados de sangre, exponiéndome a que me reprendiera, lentamente empecé a abrir aquella lata de cerveza que tenía en mis manos, no pude, la argolla lastimaba mis dedos entonces papá me la quitó de las manos y me la devolvió abierta sin dejar de mirarnos; era el momento, bebí un sorbo muy lasciva papá estaba paralizado, ni siquiera había destapado su lata así que acerqué la mía a sus labios invitándole, tomó un trago muy grande largísimo un poco de cerveza goteó de sus labios, ya que sin querer, le había retirado la lata antes de tiempo le limpié aquello con los dedos, lentamente, como una caricia, pasé mis uñas muy suavemente en el área, lentamente me fui acercando a el bebí otro sorbo observé que papá separaba un poco las piernas para que yo pudiera acercarme mas a el era una señal muy clara le entregué aquella cerveza abierta y me di vuelta hacia la banca de enfrente, que estaba como a dos metros y me empiné exageradamente para asentar ahí el plato con el queso picado, escuché un quejido de mi padre, sin saber porque, pero me atreví a mirarle mientras me encontraba en aquella postura, papá contemplaba mi trasero con la boca abierta, después al toparse nuestras miradas, el volteó a ver al cielo, carraspeando y tosiendo apenado, pero yo permanecí así, inclinada frente a el, mientras degustaba un cuadrito de queso fueron largos segundos, papá se dio cuenta, bajó la vista del firmamento y me miró a los ojos de nuevo, sostuve su mirada mientras saboreaba seductora aquel bocado y al fin entendió sus ojos lentamente regresaron a mi a esa parte de mi que yo anhelaba que el mirara me contemplaba con lujuria y deseo, con mucho deseo; no pudo mas, y lo vi acomodarse el miembro sin disimulo, así con la ropa puesta, creo que estaba doliéndole bebió todo lo que quedaba en la lata, sin detenerse, pero sin quitar un solo momento la vista de mis carnes volvió a manipular con descaro su pene ya no hubo necesidad de decir una sola palabra, me erguí lentamente dando vuelta hacia el, y el estiró los brazos hacia mi, fui hacia el con mucha lentitud, yo lo miraba a los ojos, el miraba mi ombligo descubierto y mis piernas, entonces se deslizó en la banca hacia abajo, acomodándose para mi, me senté de lado en sus piernas, muy arriba, encima del bulto que se le notaba, una mano rodeó mi cintura desnuda y la otra me acarició una rodilla; al haber estado inclinada, mi cabello se había pasado todo para adelante, y ahora lo tenía en mi pecho, empecé a amarrarlo voluptuosamente, al terminar me hice con la otra cerveza mi papá, servicial me la destapó, empecé a beberla, sin prisas, le daba sorbos espaciadamente, casi me la acabé, papá seguía acariciando mis rodillas, su otra mano estaba en mis caderas, su mirada estaba en mi escote, la desmesurada abertura de mi blusa sin amarrar, le permitía ver mis sonrosados pechos y mis excitados pezones, ya no le interesaba disimular su mirada, me percaté de eso, y quizás animada por la cerveza lo hice mi blusa estaba abierta y solo necesité deslizar el tirante con un dedo para que la tela cayera, liberando por completo mi seno derecho, papá me miró con mucha gratitud, antes de que el pudiera hacer otra cosa, me bebí hasta el fondo lo que sobraba en la lata, y la dejé caer lentamente, mientras miraba a papá a los ojos, nuestros rostros fueron aproximándose, su mano se deslizó a lo largo de mis muslos, mas arriba, hasta tocar mis bragas y empezó a acariciarlas, la otra mano me atrajo hacia el su boca buscó la mía y la encontró, sedienta de el, enterré los dedos en su cabello y nos dimos un largo, incestuoso y lubrico beso, el introdujo su lengua en mi boca, yo era inexperta besando, pero el era un gran maestro y me deje hacer, su otra mano subió raspando por toda mi espalda, me sujetó suavemente del cabello y me jaló la cabeza hacia atrás con mucha suavidad, empezó a besar mi cuello, atrás de mis orejas, me daba besos fuertes, me succionaba, me olfateaba, se detuvo al llegar a mi pecho para contemplarlo, no lo beso, lo admiraba con devoción, pude notar que en algún momento, sin darme cuenta, había separado un poco mis piernas para recibir sus caricias y papá estaba tocándome, me libre como pude papá se asustó un momento, pensando que estaría enfadada, lentamente deslice mi blusa por encima de mi y me la saqué ante sus ojos ahí estaba su hija, desnuda de la cintura para arriba, de pie frente a el, los pezones excitadísimos, mis pechos subían y bajaban con mi agitada respiración, metió sus manos bajo mis brazos, en mis axilas y me jaló hacia el, restregó su cara en mis pechos, su bigote me picaba delicioso. Papá olía a sudor ya que yo no le había dado tiempo a bañarse, tenía un muy fuerte olor a macho que extrañamente me seducía, contrastaba con mi cuerpo que estaba limpio fresco y delicadamente perfumado; éramos tan diferentes papá me restregaba contra si mismo, sumergió su nariz en mis axilas y me olfateaba como un animal, sintiendo todo tipo de olores que le idiotizaban, mis ojos estaban cerrados, disfrutando su vigor de hombre, parecía una muñequita entre sus grandes y velludos brazos, y finalmente empezó a comerse mis senos vírgenes con avidez, con hambre, se apoderaba de mis pezones con los labios y los estimulaba, los besaba, pasaba de uno a otro alternadamente, yo estaba afianzada de sus fuertes hombros para resistir su embestida, soltó mis costados y sus manos bajaron hasta mis pantorrillas, acariciando mis talones y la parte de atrás de mis rodillas, me frotaba haciéndome enloquecer, sus manos seguían subiendo por atrás de mis piernas, una mano en cada pierna, las separe para que pudiera acariciar la parte interna, ya estaba llegando a mis nalgas pero lo hizo por debajo de la falda, flexioné hacia atrás la espalda de placer, el lo sintió y empezó a masajear, a estrujar, tocó la tela de mis escasas bragas, las acarició, estaban mojadas, sentí sus dedos acariciando mis labios femeninos por encima de la tela, gemí, el continuó, no resistí mas, y apoyé todo mí cuerpo encima de el, sentí que intentaba hacer un lado mis bragas, pero eran muy ajustadas, levanté el trasero para facilitarle su labor y empecé a acariciar su espalda con las uñas para incitarlo, finalmente logro apartarlas, y sentí sus manos recorrer desde atrás mi sexo desnudo, acariciar mis labios, distribuir toda aquella humedad, presionar suave en la entrada de mi vagina, sentí que con mis fluidos humedeció uno de sus dedos, y lo coloco en mi entrada, moviéndolo en círculos, frotándolo alrededor, dudoso, empujé levemente hacia atrás y sentí que se introdujo una pequeña parte de su dedo en mi vagina, emití un gemido, empecé a mover lentamente las caderas , y el hizo lo demás, introduciendo el resto del dedo hasta donde pudo, sentí rasgarse algo en mi y una pequeña punzada, sobresaltada hice un movimiento involuntario después sentí algo tibio, no hubo dolor ni sangre; el fue paciente y me dio tiempo, después, cuando recomencé a mover mis caderas el empezó a explorar en mi interior, giré la cara y miré hacia atrás de mi, a mi trasero, solo lograba ver como aquella tosca mano desaparecía entre mis preciosas nalgas, no resistí mucho tiempo y alcancé un orgasmo avasallador, el me dio un descanso sin sacar su mano de mi, beso mis labios, le correspondí con pasión mis líquidos resbalaban por mis piernas, le dije con voz muy baja y entrecortada, la única que logre emitir "papá, llévame a la sala, por favor"
El me beso los labios de nuevo y empezó a conducirme a la sala lentamente, rodeando mi cintura con el brazo, pero nunca saco aquel dedo de mi vagina, tirando de mi cola ligeramente hacia arriba, me forzaba a levantarla, aquel era un abrazo muy indecente, pero viniendo del ser amado, no me molestaba en lo mas mínimo, vanidosa caminé ligeramente mas adelante de el, para que pudiera observarme así, meneé mucho las caderas, el liberó su miembro en el camino y lo acarició vigorosamente durante el trayecto, llegando a la sala, me acomodé en el sofá, descansando sobre mis rodillas y codos, ofreciéndole una esplendida visión de mi trasero desnudo, él se bajo el pantalón con la mano libre, y no sacó su dedo hasta que se acomodó detrás y su pene estuvo listo para entrar en mi, y ahí dio inicio la segunda parte de nuestro encuentro incestuoso
Papá me hizo suya, me penetro vigorosamente, pero con mucho amor fueron momentos de entrega total, nos olvidamos en esos instantes de parentescos y edades, solo éramos un hombre y una mujer sellando un pacto, un pacto de amor, de complicidad y de mucha discreción. El me sujetaba de las caderas mientras me embestía con potencia, bufaba como un toro, de cuando en cuando yo miraba hacia atrás tratando de ver la escena, era difícil por el movimiento, nuestras miradas se cruzaban, papá estiraba la mano sin detenerse, y amorosamente me acomodaba el cabello que cubría mis ojos, secaba mi sudor, yo le miraba agradecida y el sonreía, cerraba los ojos y sin sentimientos de culpa, me embestía con su gran miembro era demasiado placer como para soportar mucho tiempo, después, de un rato sentí un segundo orgasmo, gemí muy alto y tensé los músculos, el sonrió, pero no se detuvo, su movimiento se hizo mas rápido, no mas de un minuto, sus manos me sujetaron fuerte y me jalaron hacia el, enterrándome su sexo hasta el fondo y deteniéndome en seco, yo lo miraba orgullosa de mi, el ya no me movía, solo empujaba todo lo que podía, hasta que sentí un abundante liquido caliente inundarme por dentro, oleada tras oleada, fueron varios chorros, al final, se inmovilizo y lentamente fue empujando y nos dejamos caer sobre el sofá, su sexo palpitaba en mi interior, agotados, dichosos, el cargó su propio peso con sus brazos para no sofocarme, yo cerré los ojos y acomodé mi mejilla en la almohada del sofá, el rostro de mi padre estaba justo detrás del mió, y susurró en mi oreja "perdóname, no pude evitarlo", sin abrir los ojos, disfrutando de ese momento de sinceridad le dije "papá, yo lo deseaba, y estoy segura de que yo lo provoqué no te disculpes" entonces dijo, "no debí terminar en ti, es riesgoso", excitada como estaba no había reparado en eso, el prosiguió "mañana cuando despiertes encontrarás una pastilla sobre la mesa, en la cocina, no olvides tomarla por favor" "no papá, lo que tu digas", después el comenzó a juguetear con mis aretes, disfrutando de verme sonreír con los ojos cerrados, me daba besitos en mi hombro, acariciaba la comisura de mis labios con un dedo y me dijo "me haces muy feliz, soy muy dichoso de tener una hija tan cariñosa como tu", entonces abrí los ojos y mirándolo le dije, "yo te quiero mucho papá, te necesito y seré tuya, si tu me quieres" entonces mirándome muy firme me dijo "te quiero bebé, pero lo que siento por ti, no es aceptable para la gente normal" respondí seductora "yo no soy normal, papito soy especial ¿recuerdas? Tu lo dijiste en la mañana" con un brillo de felicidad en la mirada juró "nunca te dejare bebé, aquí estaré a tu lado mientras tu me quieras". Sellamos aquel pacto con un beso de amantes.
Después al levantarnos, abundantes líquidos empezaron a escurrir de entre mis piernas, producto de mi orgasmo y de su eyaculacion, el me cedió el baño y me bañe feliz de estar lavando los rastros de mi padre en mi cuerpo, cuando salí, lo hice con la bata de dormir que el me había comprado, me contempló dijo que me veía hermosa, le dije que la tela se sentía sensacional y le dije "tócala", deslizó sus manos desde el talle hasta mis caderas por encima de la tela, me paré en las puntas de los dedos y le di un beso en los labios, y me retiré, el entró a bañarse, cuando terminó, se dirigió a mí cuarto para darme las buenas noches, pero no me encontró, me buscó por toda la casa sin éxito, al abrir la puerta de su cuarto me encontró, estaba en su cama bajo las sabanas, sonriéndole, le dije que quería dormir con el, asintió, levantó la sabana para meterse también y advirtió que me encontraba totalmente desnuda, se acostó, y me acomodé en su pecho, enredamos nuestras piernas y acercamos nuestros sexos, papá deslizó sus manos por mis caderas y jugueteaba con ellas, yo no dejaba de darle besitos en el tórax, mis pechos desnudos en su pecho, estuvimos acariciándonos por un buen rato, haciéndonos cariñitos, él sueño me venció primero, no se a que hora.
Esto sucedió el mismo día en que mi madre nos dejo a solas, solo necesite de un día para enamorar a mi padre, talvez el me deseaba desde hacia tiempo .no lo sé.
Al despertar era domingo, el no estaba, me levante y fui a la cocina, ahí estaba una píldora, y una nota diciendo que había ido por el auto.
Durante esa semana, nos la pasamos como recién casados, jugando, comprábamos comida hecha, nos íbamos, yo a la escuela y el al trabajo, y regresábamos ansiosos de volver a estar juntos, me hizo el amor a diario, me enseñó diferentes formas de darle placer, y me lo dio a mi de muchas maneras diferentes, sin excepción todas las noches dormimos juntos, desnudos, a veces en el cuarto de ellos, a veces en el mío, los días pasaron, papá dijo que haría un viaje muy rápido, volvería al día siguiente, y ahora sí, me explicó los motivos con lujo de detalles, yo no podía ir ya que tenía examen al día siguiente, estaría sola un día nada mas, asentí diciéndole que no se preocupara, y se marchó.
Esa tarde salía de un largo baño, emperifollada y sintiéndome sexy, quede pasmada cuando me hallé de frente a mi madre, ella me encontró, vestida como estaba, con toda esa ropa tan atrevida y nueva, que ella no me había comprado, no supe que decir, ella reaccionó y me dijo, "ay mi amor, disculpa por este susto que te di, quise avisarte que venia pero el teléfono ha estado ocupado hace mas de una semana", mire a la sala y advertí que en efecto el aparato estaba descolgado, ya que mi padre y yo nos habíamos amado en ese lugar y debimos haberlo golpeado, noté que ella salía del cuarto de mis padres, había entrado a dejar su maleta, había prendas mías entre las sabanas y en el suelo, pero ella no dijo nada al respecto, titubeante, con el alma en un hilo como un moribundo me preguntó "y tu padre?" tartamudeé al principio, y respondí " se fue ya sabes adonde", su semblante se derrumbaba, y yo proseguí, pero ahora con seguridad y con voz de triunfo "dijo que necesitaba ver a cierta persona, para hablar, y terminar con ella", mi madre escuchó aquello y volvió a brillar su rostro, me estrecho muy fuerte, en silencio, solo dijo "gracias al cielo", sin soltarme me preguntó si había cenado, dije que no, entonces me dijo en un tono extraño, "hija, la casa esta un poco desordenada, ¿me ayudas con eso mientras te hago de cenar?" le dije "si mamá, te amo"... "yo también mi cielo, anda empieza", nos soltamos y ella se metió a la cocina, yo entré al cuarto de ellos y recogí toda mi ropa, y me la llevé a mi cuarto.
Papá volvió y tuvo una larga platica con mi madre, no se que cuentos haya inventado, mamá se los aceptó, sin complicaciones nunca volvió a escucharse en casa la palabra divorcio. Hasta el día de hoy la familia sigue unida.
Mamá jamás me preguntó, que había hecho durante su ausencia, tampoco cuestiona el hecho de que muy frecuentemente mi padre me compra ropa, aunque toda sea muy atrevida.
Mamá trabaja, lo que me permite estar a solas con papá, cuando el no se encuentra de viaje, mantenemos nuestra incestuosa relación hasta la fecha, muy frecuentemente salimos solos a pasear como si fuéramos novios, yo le pregunto que desea que me lleve puesto, siempre dispuesta a complacerlo con lo que elija, sin importar lo incomodo o comprometedor que pueda ser, a veces me lleva a cenar o a bailar, y siempre al final, terminamos en algún hotel donde me hace el amor larga y deliciosamente, yo participo entusiasta y dichosa de recibir su hombría, soy mas que su amante soy la mujer de mi propio padre fin.