Una hija de su mamà

Coño papi, que noche la de anoche. No me dejaron dormir. Tiraron como dos perros en celo

QUE   NOCHE   LA   DE    ANOCHE

-Coño papi, que noche la de anoche. No me dejaron dormir. Tiraron como dos perros en celo.

-¿No pudiste dormir linda?.

-Imposible con todo el ruido y gritos que había en tu cuarto.

-Y dime ¿te excitó el oírnos?.

-Bueno la verdad un poco, la próxima vez tiren en silencio, carajo que la ponen a una a pensar en vainas raras.

Quien así hablaba era Yubi, la hija de la mujer con la que me había casado por segunda vez. Yubi era una mujer de treinta y algo de años, pero parecía menor y estaba buenísima. Muchas veces me había masturbado pensando en ella y el verla ahora en mi cuarto vestida con una pequeñísima franela que usaba para dormir, tan pequeña que dejaba sus nalgas a la vista y aquel par de  provocativos muslos totalmente descubiertos igual que su abultado sexo apenas cubierto por una pequeña tanga de color negro, lograron que tuviera una gran erección.

Tenía ella unos profundos y lujuriosos ojos y unos labios sensuales capaces de todas las morbosidades que uno pudiera creerlos capaces de hacer, pero lo que llamaba la atención eran un par de tetas impresionantes y divinas, las cuales lucían sueltas bajo la franela. Era imposible no mirar aquellas poderosas tetas que parecían tener vida propia y aquellos sensuales labios.

De no ser mi hijastra, hace rato hubiera intentado cojerme aquel monumento de mujer, la cual seguramente me lo agradecería, pues la sequía de hombre que padecía después de su divorcio era fuerte y así me lo hacía saber cada vez que podía dejándome ver a través de un generoso escote aquellas enormes y ricas tetas, mientras me miraba pícaramente en cualquier descuido de su madre, o en las oportunidades que vestía como ahora y buscaba agacharse para recoger cualquier cosa del piso para que yo pudiera verle su apetitoso culo y que tras asegurarse que yo lo veía ella movía provocadoramente. Así era la hembra que estaba junto a mí confesándome que se había excitado al oírme cojer a su madre la  noche anterior.

La miré y ella agradeció que la desnudara con mi mirada, se separó un poco de mí y se volteó como descuidadamente para que yo pudiera verla íntegramente.

-¿De veras te excitaste Yubicita?.

-Coño claro que si papi,  una no es de piedra y lo que se decían,  gritaban y hacían....

-¿Ah también nos viste picarona?.

Se había descubierto y su rostro se tiñó de rojo al verse descubierta, agachó el rostro y dijo muy bajito:

-Si..... los vi un poquito.

-¿Un poquito ó viste todo el show?.

-Bueno todo no....vi un rato y después me fui a.....

-¿A masturbaste?

Me miró y sus ojos me estaban retando sensualmente. Un escalofrío me recorrió el cuerpo, porque pensé que era el momento indicado par intentar poseer a mi hijastra tan largamente deseada.

-Siiii...... me fui y me masturbé.

-¿Y no regresaste a ver más?.

-Si, coño un poco.  Esos gemidos me provocaron ver de nuevo.

Su rostro estaba rojo pero no de vergüenza sino de pasión y excitación al recordar la noche pasada. Me acerqué a ella y me coloqué muy cerca de su rostro. Ella me miraba fijamente.

-Dime carajita, ¿deseaste ser tu madre en aquel momento, deseaste que fuera tu cuquita y no la de ella la que me estuviera cojiendo, deseaste que fuera tu boca la que me mamara rico y no  la de tu mamá?.

Siguió mirándome y de pronto me agarró con sus manos el rostro.

-Siiiiiii coño, deseé ser ella.

Me besó, me besó pasionalmente metiendo su lengua en mi boca y frotándose contra mí. Se separó y preguntó:

-¿Es malo desear eso, es malo querer ser cojida tan rico como tu te la cojiste, es malo desearte?.

-No, en lo absoluto, yo también te deseo y te lo juro, hubiera preferido que fueras tú y no ella la que estuviera conmigo anoche, pero eso es difícil.

-¿Difícil?

-Si eres casi como mi hija y....

-Pero no lo soy, soy una mujer hambrienta de sexo y muriéndose de deseo por ti “papito”, quiero ser tu hija maluca, tu hija putona, tu hija que quiere ser tu mujer.  ¿Quieres hacerme tuya?

No contesté simplemente la besé y mis manos se aferraron a sus nalgas, cosa que ella hizo con las mías. Besándonos caímos sobre la cama donde nuestras bocas se separaron y yo pregunté:

.-¿De veras hijita quieres saber que le hice y como se lo hice?.

-Si, si quiero, me muero por saberlo y te prometo que lo haré mejor que ella. Cojeme papá.

La volví a besar, aun sin creerme que aquel mujeron quería tener sexo conmigo.

Mientras nuestras bocas estaban unidas, ella me bajó el pantalón y el interior.

-Hummmm que lindo es, me muero por besarlo.

-Bésalo y chupalo también mi cielo, mientras me quito la ropa.

Ella comenzó la rica tarea asignada mientras yo me desnudaba y le quitaba su franela y tanguita. Estábamos al fin los dos totalmente desnudos y su boca tenía atrapado  mi guevo, el cual chupaba con deleite y mucha sensualidad sin apuros, lentamente para excitarme más.

-Huuummm sabe divino. ¿Ella lo mama mejor que yo?. Dime papi.

-No cariño, tu lo haces mejor, lo haces divino, me gusta como me lo mamas. ¿Te gusta mucho mamar guevo?.

-Si es tan rico como este si. Me mata  tenerlo en mi boca.

-Sigue, sigue mamando putoncita, no hables y mama.

Ella  volvió a meterlo en su boca pero se colocó en forma inversa para que pudiera yo comerle su gran y  mojado coño, cosa que hice de inmediato pasando mi lengua por sus húmedos labios vaginales para luego hundirla dentro de su delicioso coño. Ella al sentir mi lengua penatrarla dio un grito de placer para lo cual se sacó mi guevo de la boca.

-Aaaaaaahhhhh ...... que  ricoooooooo...aaaaaayyyyyyyyy, ....siiiiiiiiiii......ricooooooo....

De inmediato volvió a introducirlo y lo chupó con intensidad, lo que logró volverme loco por lo rico que lo hacía.  Encontré su inflamado clítoris y lo chupé repetidas veces logrando con esta caricia que su hermoso cuerpo se tensara y se corriera en mi boca en medio de grandes espasmos y gemidos.

-Aaaahhhh....uuuuuffffff......aaaaahhhhhhh......sssiiiiiiiiii......aaaaaahhhhhhh......

Yo traté de tomar todo en mi boca y lo logré aunque algo corrió por sus amplios muslos. Saqué  mi pene de su vagina y lo coloqué entre sus grandes senos, los apreté y me corrí logrando que mi semen mojara sus labios y rostro de donde ella lo tomó con su lengua.

-Uyyy que rico sabe papi. Ahora sé cuanto goza mi mamá bebiendo tu lechita. Quiero tomar más lechita tuya.  Ayyy que rica es mi amor.

-Ya veo que te gustó, pero no sé como te la podré dar sin que tu mami se entere.

-Oh no te preocupes, siempre inventaremos algo y si se entera, bueno le pediré que me deje compartirte. Acuerdate que ella no quiere que me acueste con alguien que después me haga daño. Quien mejor que mi “papá” para quererme y darme de beber “su tetero” cuando tenga hambre ja ja ja.

-¿Crees que tu mami acepte dejarme tirar contigo amor?.

-Claro ella solo quiere lo mejor para nosotros. Mira he pensado que  podríamos alguna noche tirar los tres juntos para que así no haya ningun tipo de celos.

La miré un poco asombrado y tocándole sus tetas le pregunté:

-¿Yubi mi amorcito, serías capaz de tirarte a tu mamá?.

Ella me miró sonriente y agarrandome suavemente el pene comenzó a acariciarlo para volverlo a la vida, mojó con su lengua sus sensuales labios y contestó:

-Claro que sí. ¿No crees que es hermoso amar a la mujer que te dio la vida?. Y además mi mami es bella y tu lo sabes bien. Nunca me he tirado una mujer pero no me importaría estrenarme con mami. Es más te confieso que más de una vez he pensado en lo divino que debe ser comerle el coñito por donde nací y me he excitado tanto que me he masturbado como una loca.

-¿De veras te gustaría hacerlo?.

-Si papi, si me encantaría estar en la cama con Uds. dos cojiendo como una loquita. Es más Uds. pueden imaginarse un fantasía y es que contratan a una putita para cojersela y esa puta soy yo. ¿Te gusta la idea amor?.

-Ufff ya me la pusiste dura nuevamente, así que abre esas piernotas que te voy a dar una buena cojida como tu te mereces mi cielo y te diré que me gusta mucho la idea. Se la voy a decir a tu madre, pero sin decir que eres tú la puta que voy a traer para que nos coja. Te lo prometo amor, ahora ábrete bien que voy a poseer al fin algo que tanto he deseado: Tu cucota mi cielo.

-Sí cojéemela ya, no aguanto las ganas de sentirlo adentro. Metemelo  papááááá....., pero quiero hacerlo así.

Se montó sobre mi, colocó su vagina directamente sobre mi enhiesto pene y se dejó caer clavándoselo en su totalidad.

-Aaaaaaaahhhhhhhhh........

Comenzó a subir y bajar como si estuviera trotando sobre mi verga mientras que sus amplios pechos se colocaban en mi rostro permitiéndome chupara aquellos maravillosos pezones y pechos arrancando gemidos placenteros de la garganta de Vanessa.

-Aaaahhhhh....que rico cojes........uuuuhhhhhh.....ah, ah, si, si, metemelo, duro, papá, duro, aaahhhh....soy muy putaaaa...

-Si, si lo eres, eres mi  puta adorada. Cójeme rico eres putisimaaaa....

No aguanté más y solté mi semen dentro de su ardiente vulva. Ella al sentir correr mi semen dentro de ella cerró sus ojos y se derramó también.

-Aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh.........uffff..ufff....aaaaaahhhhhh.....

Las convulsiones cesaron y ella se desplomó encima mío respirando trabajosamente hasta que poco a poco se recuperó al igual que yo. Nos besamos dulcemente y prendimos un cigarrillo. Yubi habló:

-Dime papito, ¿te gustó hacerlo con  “tu hijita”?. ¿Te gustó más que con mami?.

-Si me gustó más, eres más ardiente que ella. Fue divino hacerlo con “mi niña”.

-¿Papi eso fue todo lo que hiciste con ella?.

-Si mi amor, tu sabes que ella no quiere hacerlo por atrás, dice que eso no le gusta, que es sucio y que le dolerá muchísimo.

-Coño, es lo mismo que decía el pobre tonto de mi marido.

-¿Entonces tampoco tú lo has hecho?.

-Exacto, pero no por falta de ganas.  A  mí si me hubiera gustado hacerlo.

Fumé y callé por un rato, tras lo cual ella volvió a hablar diciéndome:

-Papi, he decidido algo.

-¿Qué mi amorcito?.

-He decidido que yo, tu hijita, tu  amante, tu hembra, tu puta conozca el placer prohibido contigo que eres mi cielo, mi amor, mi amante, mi hombre. Quiero regalarte mi más preciado tesoro, algo que nadie ha disfrutado: Mi culo. Quiero que tu seas quien lo estrene, abra mis carnes, me haga gozarlo y lo riegue con su leche.  Quiero que me des por el culo mi cielo.

Yo no me lo podía creer, pero ella me convenció besándome pasionalmente, tras lo cual me preguntó mirándome sensualmente:

-¿Quieres  darme por el culito “mi papi adorado”.

-Uuuuffff eso ni se pregunta, claro mi amor que quiero. Voy a hacer que seas una mujer completa. Date la vuelta para besar esa delicia que voy a estrenar.

Ella se volteó, se puso de rodillas, separó sus ricas nalgas dejando descubierto su culo retándome a que la hiciera suya por ahí. Miré aquella delicia y lentamente acerqué mi lengua a aquel agujerito que pronto sería desvirgado....... Era más de lo que podía haber imaginado. Que aquella voluptuosa hembra se me entregara por completo y me pidiera ser mi amante por siempre. Si la noche anterior había sido magnifica, el día de hoy era inolvidable.

Esto es lo que yo llamo una preciosa familia, unida, muy unida sobretodo por algo tan delicioso como el sexo.

Mi lengua lamía aquel delicioso e inexplorado agujerito entre grandes gritos de Yubi que me decía lo rico que se sentía, yo envalentonado por esto comencé a pasar mi dedito frotando aquella delicia, contacto que hizo que Yubi apretara aquella entrada como protección ante aquel extraño objeto que le tocaba su puerta.

-Mi amor relájate, no te voy a hacer nada malo, además tu quieres y deseas que yo entre ahí ¿verdad hijita?.

-Si papito, perdóname. Mira ya estoy tranquila. Sigue.

De repente se me ocurrió algo y dije:

-Mira mi cielo te lo voy a chupar rico para que te sientas cómoda y tu serás la que metas tu dedito  en vez del mío para que veas y sientas lo rico que es y si no te gusta lo puedes sacar de inmediato, pero si te gusta seguiré yo ¿De acuerdo cariño?.

Aquello le gustó y yo volví a meter mi boca entre sus ricas nalgas y nuevamente mi lengua lamía y ensalivaba aquel preciado recinto.

Mi lengua sintió algo que tropezaba con ella y era el dedo de “mi hijita” que buscaba la entrada de aquel preciado recinto.

Fue penetrando poco a poco en medio de gritos de Yubi que gritaba pero seguía hundiendo su dedo en su culito.

-Aaaaaggggggghhhhhhhhhh........aaaaaaaayyyyyyyyy.....uuuuuuuuuuuyyyyyyyyy.......

Pensé que lo sacaría pero me equivoqué, por el contrario, Yubi con su dedo adentro respiró profundo y comenzó un lujurioso mete y saca que me obligó a quitar mi lengua y ver aquel delicioso y erótico momento donde el dedo de Yubi estaba desvirgando su precioso culo mientras ella se retorcía de placer al sentir invadido aquel  terreno virgen.

-¿Te gusta mi cielo?.

-Uyyyyy es  muy ricooooo papi, muy ricoooooo.......aaaaahhhhhh....mira, mira como me cojo......guaoooooo.....divinooooo......papi, quiero que me lo metas duro, muy durooooo.....

Yo coloqué la cabeza de mi pene en  posición y saqué el dedito que había logrado ampliar la entrada un poco y empujé lentamente logrando un pequeño grito de parte de ella:

-Aaaaaayyyyy papi....despacito, papá....aaaayyyy....si, así suavecito mi amor, uuufffff sigue, así, así, así...aaaayyyy ya entró Dios mío.......aaaayyyy.....quieto, quedate quieto...aaaahhhh.

-¿Lo saco mi amor?.

-Nooooo.....ni loco, sigue, sigue meteme más, ayyy, ayyyy, asíiiiiiasi, asi..así uufff que rico papi, ya entró ayyyyy.....ricooooooo....eres mi tey, dame dame duro, así, así, así más durooo, durooo, uyyyy que sabroso,.

Aquellas expresiones placenteras me dieron el valor de cojermela duro como me pedía. Había pasado el temor y el dolor inicial y su culo se había adaptado al grosor de mi pene y lo chupaba rico mientras este entraba y salía. Ella sentía como aquel trozo de carne formaba parte de su cuerpo y sus caderas empezaron a moverse frenéticamente al son de una música inexistente.

-Guaoooo.... aaaahhhhh.. .....  aaaahhhhhh....uuufffff.....uuuuffff..si, sí, siiiiii.....divino....

-Quiero que siempre me cojas así papi, que rico es, que sabroso..... papi dame duro.

No me lo podía creer, estaba dando por el culo  a”mi querida hijita” y ella estaba gozándolo tanto como yo.

-Papi, soy puta, muy putaaaa....quierooooo.....dame, dame duro.....dame tu lechita, damela ya, no aguanto paaaapiiiiiiii.......aaaayyyyyyyyy......................

Convulsionó mientras sus jugos se derramaban y yo solté un chorro de semen que inauguraba el riego de aquella preciada flor que era su culo.

Me derrumbé sobre ella y nuestras agitadas respiraciones no nos permitían hablar. Yo le daba besitos en su nuca y cuello y ella ronroneaba como una gatita. Cuando pude hablar pregunté:

-¡Te gustó mi amor?.

-Ufffff tenías razón es lo más divino que hay. Quiero que me cojas mucho por ahí.

-¿Cómo se dice “mi niña”.

-Papi, quiero que me des por el culo. Lo deseo, mi culito es tuyo.

-Así se habla.

-¿Sabes “papi” una cosa?.

-Dime amor.

-Ahora entiendo porque los maricos son maricos, es tan rico que le cojan el culo a una, que entiendo que no quieran sino que los cojan por ahí.

-De acuerdo.

-¿Papi quieres que yo seas tu “maricona”.

-Si mamita quiero que lo seas y yo seré tu “maricón mayor” ja ja ja.

-Papi si mi mami supiera de lo que se pierde, seguro que te lo daba. Es algo diferente, me duele un poquito pero me dejaste con ganas de volverlo a hacer. Que vaina ¿no?.

-Tranquilita que volverás atener mi guevo dentro de ese lindo culito. Ahora descansemos un poco mi cielo y luego te lo vuelvo a hacer.

-Pero esta vez quiero que acabes en mis tetas. ¿De acuerdo papi?.

-Lo que tu digas mi cielo, tu mandas mi reina, mi leche es tuya amor.........