Una Herramienta Quebrada V .una visión de éxtasis.

Lo mire extrañado aun así saque un poco mas cuando lo creí suficiente deje de juntar billete se lo mostré y lo guarde en el bolsillo, camine hacia la puerta cuando al abrirla me detuve en seco

ver el mentiroso que quema mi necesidad interior

como deseo haber escogido lo mas oscuro del frío

como deseo haber gritado alto

en lugar de no haber encontrado significado

Supongo que es tiempo de correr muy , muy lejos, encontrar alivio en el dolor.

UNA HERRAMIENTA QUEBRADA

Capitulo V.

Adam.

Ya lleva un largo tiempo en el baño, me comienzo a preguntar si él piensa salir algún día de ahí, mientras tanto camino de lado a lado de su habitación apreciando lo poco que tiene reteniendo el impulso de tocar algo. Camine hasta el escritorio en frente de la lámpara lucia brillante en marco de plata una foto de el junto con otro hombre un poco mayor pero sin negarlo atractivo, la foto debía ser vieja su color se había trastornado a demás que el ya no tiene la misma apariencia.

Continúe caminando por la habitación con la mirada caída buscando algún hueco donde pudiera meterme y escapar, la cabeza me dolía al igual que el cuerpo, me senté sobre la cama y me deje caer en la misma mientras miraba la bombilla del techo.

-lo lamento. Fueron las únicas palabras que salieron de la boca de Cesar esa noche.

Debía parecerme normal, debería estar acostumbrado a esto, un ligue de una noche de paso con un hetero confundido de su identidad debí prever lo que pasaría; luego que se corrió en mi interior se acostó aun aturdido por la dosis y el alcohol en la madera del cuarto oscuro, como el lugar no era muy ancho me invito a acomodarme sobre su cuerpo nunca nadie me había tratado así luego de estar conmigo.

-nunca nadie me había tratado así- dije en el aire sin dejar de observar a la nada.

Me tomo entre sus brazos, me miro unas cuantas veces antes de que sus ojos cedieran cansados a un lugar al que no estaba acostumbrado pero… pero aun con los ojos cerrados no dejaba de peinar mi cabello. Me sentía diferente, me sentía más fuerte, me sentía querido…

Parpadee un momento, podía pensar en cuantas personas he conocido en mi vida pero no he podido evitar sentirme realmente solo con el tiempo entendí que no eliges lo que sucede, no piensas mientras estas cayendo y no vives de sueños cuando te das de cara con la realidad.

-no se que sucedió pero…- me dijo intentando calmar en algo la situación.

Pero… es la manera mas fácil de salir, esa noche lo mire mientras dormía, me levante para recoger nuestras prendas y lo vestí junto conmigo no le coloque la camisa por que cuando me acostara sobre el esperaba sentir el calor de su pecho y oír en sus latidos, que seguía vivo.

-¡vete quitando la ropa! Grito el cliente desde el baño, sacándome de mis pensamientos devolviéndome a la realidad.

Mirror/Bruno Mars Abrí los ojos y me senté a un costado de la cama, apretaba mis dedos jugaba con ellos mientras miraba a varios lados, golpee mis piernas y respire profundo, tome mi camisa apretándola a mis manos la lleve hasta despojarme de ella, la lance al suelo acaricie un poco mis pectorales, baje las manos por mi tableta y cuando llegue al pantalón lo desapunte entonces mire nuevamente la puerta del baño.

Acaricie mi pene por encima del bóxer hasta sentir que se ponía duro, me quite el pantalón, me lance nuevamente a la cama cuando gire la mirada di con un espejo, pose para el, mi cabello alborotado con rayos rubios en un estilo mojado formando una cresta, me sentía orgulloso de mi cuerpo… mis ojos grises, mi piel blanca, mis labios rojos, lo he logrado entrenar muy bien con los años, el culo parado y redondo y mi paquete abultado.

♪Ahora me estoy mirando a mi, Estoy viendo mi pasado Maldición, me parezco a mi puto padre

Enciendo un cigarro, eso es mentirse a uno mismo, Me veo bien incluso en un espejo roto. Veo a mi madre sonreír, eso es una bendición… Veo el mensaje, veo el camino Y ningún otro mensaje hubiera podido ser más claro♪

-¡listo! Dijo en su voz gruesa saliendo del baño.

Un hombre alto, se había quitado el cabello de su cabeza le daba un aspecto rudo tras su cuello grueso y sus hombros anchos, pectorales duros de tetillas prodigiosas en un suave color rozado, lo detalle sin moverme un centímetro de seguro acudía a una especie de bronceado su piel dorada le lucia perfecto con sus ojos miel; no sonreía era una expresión seria que se confirmo cuando cruzo los brazos; sus abultados brazos surcados de venas lograban intimidarme; por mi parte seguía inmóvil intentando remover algo de palabra era diferente cuando estaba desnudo cuando me contacto no daba tanto miedo.

Mi ansiedad aumento, levante despacio la mirada hasta dar con sus ojos, con la garganta seca consideraba que pasar saliva en ese momento era lo peor que podía hacer, entonces dio unos pasos dirigiéndose a mi. A unos escasos centímetros decidió hablar.

-te dije que te quitaras la ropa. Concluyo.

Baje la mirada hasta mis bóxer y volví a mirar a mi cliente, me baje los bóxer dejándolo a un lado de mis piernas volví a levantarme erguido, con la polla tiesa y los huevos gordos, su mirada cambio paso su lengua por los labios mientras se acercaba a mi cuando mi piel sintió el calor de sus manos lo mire mientras bajaba, beso mi abdomen bajaba mientras tomaba mis huevos con una mano.

Comenzó a apretarlos lentamente jugando con cada dedo, lleve mi cabeza hacia atrás gemí mientras se introducía la polla en su boca, la tomo con la lengua y con ayuda de la misma se la llevo al interior, la saliva cálida mojaba mi capullo mientras la lengua se abría paso para rozar el glande con su punta, se lo saco un momento me miro mientras sonreía su mano me pajeo lentamente apretándome el glande con el dedo pulgar aun sin soltar mis huevos con la otra.

La mano que me sobaba se apretó a mi culo para darle equilibrio así acerco sus labios a mis huevos, lamiendo cada arruga, chupando con fuerza creando succión con su saliva, el calor que me producía tal lentitud era único; coloque mi mano en su cabeza empujándolo a que abarcara mas lugar y así lo hizo abrió la boca y con su mano se llevo los huevos, las gotas de saliva se sentían en su recorrido.

La paja continuaba lenta, el disfrutaba del estimulo que producía tener los huevos llenos de leche en su boca; se alejo un poco para tomar un respiro sus labios se mostraban mas rojos lubricados a saliva, se paso el brazo por la boca y subiendo nuevamente apretó mi glande en sus labios, gemí para él. Volví a tomar su cabeza pero el apretó mi mano con fuerza y la retiro sin mirarme se subió un poco mas abrió la boca, chocando mi glande con su paladar se la trago, se la sacaba de vez en cuando con su mano se lo llevaba a la mejillas reseguía el contorno de sus labios y se la volvía a llevar.

Me tomo del brazo para subir, sus manos me rodearon cuando comenzó a besarme a gusto, se apretaba con fuerza a mis labios su saliva continuaba cálida, su lengua me entraba con fuerza, se alejo para tomar aire sin soltar mi labio inferior de sus dientes, su mano bajaba por mi nuca, acaricio cada vertebra de mi espalda hasta encontrar mi culo, el calor de sus dedos se sintió entre mis nalgas pero sin ningún intento de penetración acaricio mi ano mientras me besaba.

Con ambas manos en mis nalgas me levanto con fuerza para que colgara en su cintura, no parábamos de besarnos, me guio hasta la cama en frente de ella me lanzo con fuerza me agarre de las cobijas sin apartarle la mirada, miro a su alrededor algo indeciso para mirarme a mi, golpeo el escritorio dejando caer el cuadro que había visto; sus manos en mis piernas se arrodillo al borde de la cama, sus labios volvieron a estremecer mi piel; miro un momento mi polla y sin pensarlo mucho la devoro sentí un calor inmenso avisado por su arcada.

Me senté de golpe pero su mano golpeando mi pectoral en puño me hizo consiente que debía descender, su boca me robaba el preseminal apretaba mis manos con fuerza a la cobija sabia que no debía correrme antes que él, tome fuerza en mi decisión y me senté cuando me mandaba la mano la empuje fuertemente me miro sorprendido a lo que le sonreí; se saco la polla de la boca se apreciaba un hilo de saliva que colgaba desde esta hasta el glande; se levanto cuando lo tuve de frente lo gire con mi cuerpo para lograr tirarlo a la cama; lo deje ahí mientras me acercaba a mi pantalón y dándole la espalda saque el sobre con lo que me que daba de algunas laminas tome una LSD llevándola a la boca me levante dirigiéndome a él.

♪Con todo lo que pasa hoy en día No sabes cuando vas a venir o irte Pero piensas que estas en tu camino… La vida alineada sobre el espejo, no sangra. Mírame cuando te hablo♪

Me monte sobre su polla que a pesar de tener su bóxer puesto cuando me senté sentí el tacto frio de su preseminal; sentía calor en mis venas un tacto fino en mi piel, me abalance sobre su cuello y para besarle sin dejar de mover la cintura sobre su polla; sus manos acariciaban mi cuerpo lo mire a los ojos me lleve hacia atrás él acaricio mis pectorales, su boca subió por mi cuello me comió la oreja enviándome gemidos cálidos.

-quiero que te la comas.

Me levante de la cama, bese su vientre, los vellos que rodeaban su pene, lo tome entre mis manos y le pajee mientras besaba la base, en mi boca lo pasaba por mi lengua sin dejar de mirarle o de gemir por el acto, a él le gustaba mi nueva actitud y para ser sincero a mi también, me beso un par de veces antes de colocarme sobre la almohada; levanto mis piernas a sus hombros e inclinándose un poco se dedico a comerme la polla la tome entre mi mano y con su cabeza tomada a la otra se la golpee contra sus labios.

Sus labios tocaron los míos, mientras el apoyaba su culo a mi miembro, se inclino un poco mientras me besaba golpee el glande en su ano mientras lo rosaba constantemente, él no paraba de besarme, movía sus caderas estupendamente,  estire mi mano para con movimientos torpes terminar abriendo el cajón de la mesita; cuando sentí el condón se lo pase, simplemente me miraba y me besaba el calor en su boca es impresionante como lo bien que me sabia su saliva; se llevo ambas manos atrás lo tome entre mis manos para darle mayor agarre, cuando me lo coloco me volvió a besar; esta vez fue él quien estiro la mano termino con un lubricante en la misma.

Me deposito un poco en mi mano, se lo esparcí por el ano y sin reparo le metía los dedos, el hizo uso de su fuerza para agarrármelo y echarle una cantidad que en tacto frio me puso a mil; se sentó sobre mi miembro descansando sus potentes nalgas sobre mis piernas fue cuando comenzó a cabalgar. Gemimos juntos por el momento, coloco una de sus manos sobre mi pecho y la otra sobre el barandal, no me permitía pajearle pero la tenía tiesa y babeando, me estremecía cuando golpeaba con mi abdomen.

Guiaba sus caderas de adelante a atrás restregándose en mis caderas para luego de unos brincos moverlas en círculos; quería besarlo, me apoye en su nuca para llegar hasta el lo bese sin dejar de mirarlo tenia esa mirada profunda de pupilas dilatadas que tanto me gustaban; se levanto de mi abdomen para cuando me acostaba me tomo de las piernas y con el poco preseminal en su polla me la metió de golpe, fue fantástico, gemía a gusto mientras me la metía, su piel se tornaba roja a mis ojos como lo surcado que ya estaba de venas incluso la que se le formaba en la frente.

Sus gemidos aumentaron y con ellos su razón disminuía. –te gusta puto ¡eh! Te encanta.

Saco su polla y se corrió sobre mis huevos, se tumbo a un lado de la cama me miro lascivo como a mi polla, me levante sobre la cama cuando tuve mi polla a centímetros de su boca me pajee hasta que la presión en el abdomen ceso y los trallazos invadían su rostro.

Me tumbe al igual que el, lo vi tomar su celular entendí que debía irme y eso hice me encamine a mi ropa, me vestí su mirada no dejaba de seguirme aun respiraba agitado, saque su billetera sin mediar palabra y cobre lo justo.

♪yo veo a través de ti… Veo la sangre en tus ojos…Veo el amor disfrazado, Veo el dolor escondido en tu orgullo, Veo que no estas satisfecho Y no veo a nadie mas… a nadie mas que a mi mismo♪

-toma mas. Me dijo desde la cama.

Lo mire extrañado aun así saque un poco mas cuando lo creí suficiente deje de juntar billete se lo mostré y lo guarde en el bolcillo, camine hacia la puerta cuando al abrirla me detuve en seco un hombre cubierto de musculatura de hombros anchos y mirada desafiante me impidió el paso.

-mi amigo y yo creemos que puedes hacer mas por nosotros. Dijo desde la cama.

Abrí los ojos de golpe sin saber que decir cuando el de la puerta entro yo retrocedí unos pasos…

Cesar.

Miraba distraído el paisaje nublado de la colina en la que me encontraba con Cami, él apoyado a mi cuerpo con su cabeza sobre mi pecho sus manitas inquietas arrancando el pasto que encontraba cerca; se sentía todo con total paz y tranquilidad, no se oía el canto de un ave o el soplo de una ventisca no se oía nada que no fuera nuestra respiración.

Hoy se culminaba la semana y debía entregárselo a Santiago, no he podido hablar con él en estos días, no para de evadirme es como sino se percatara que estoy junto a él cuando estamos entrenando, simplemente se queda ahí con la mirada perdida, reconozco esa mirada de querer gritar, decir algo que desahogue… decirlo pero que alguien este ahí para escucharlo, se muy bien esa mirada por que desde que Salí del bar en donde trate tan mal a ese chico no olvido sus ojos.

♪Espejo en la pared, aquí estamos otra vez A través de mis éxitos y fracasos Has sido mi único amigo Me dijiste que ellos pueden entender el hombre que soy, Entonces ¿por que estamos de nuevo aquí hablando el uno con el otro?♪

-cesar… ¿te duele algo? Me dijo Cami girando su cabeza con la mirada preocupada clavada en mi su mano se apretó a mi pecho; cuando me apretó dirigí mi mirada a el.

-¿eh? No Cami, no me duele nada ¿Por qué lo dices?

-por esa cara, es la que pongo cuando me caigo en el parque y me sale sangre. Me dijo divertido como si cada palabra tuviera un fundamento.

-quizás un poco, le dije suspirando formando vaho en el aire.

-cuando… ¿Cuándo te caes en el parque que te quita el dolor? Le pregunte acariciando su rostro.

-mi hermanito siempre viene.

-lo quieres mucho ¿verdad? Le pregunte agachando la mirada.

♪Veo la verdad en tus mentiras No veo a nadie a tu lado Pero estoy contigo cuando estas solo Y me corriges cuando miro mal Veo la culpabilidad por debajo de la vergüenza Veo tu alma a través del cristal Veo las cicatrices que quedan…♪

Mientras crecía no conocí esa persona que estuviera ahí cuando me sentía solo, con quien hablara o me levantara cuando lloraba; mi padre me decía que llorar puede que desahogue el alma pero si se llora por cada golpe puede que nos termine ahogando; creí entonces que era cobarde al sentirme así cuando tenia una novia y una familia única. Cuando hablaba con mi padre le preguntaba que lo hizo luchar en la guerra la respuesta siempre fue la misma…-tu y tu madre son mi fuerza-

-si mucho y él también me quiere mucho. Me contesto cami dejándose caer a mis piernas.

-no te acuestes jajaja te pierdes del paisaje… me daba gracia verlo acomodarse como si ya se fuese cansado de mirar.

Acaricie su cabello, sin dejar de mirar sus ojos… -por mi hermano es que sigo aquí si me lo quitas no tengo nada por que seguir- recuerdo cuando me lo dijo, con la mirada insistente y lagrimas en sus ojos, la impotencia cubría su voz que se cortaba con cada suplica y ahí estaba Santiago conmigo en los casilleros luego de que cami le dijera que no quería volver a casa. Lo mire solo, abatido, totalmente cansado aferrándose a lo único que conocía como bueno. Por eso pactamos lo de las semanas.

La fuerza de Santiago es Cami lo protegería con su vida si es necesario, siempre soñé con ver esa mirada en alguien, que alguien me mirara de la misma manera; mis padres se tienen el uno al otro y con el tiempo creía que Diana me amaba y debía corresponderle, pero… ella… en sus ojos, apreté el puño contra el pasto, ella jamás me a dirigido una mirada de esas.

Me sentía frustrado, el nudo en la garganta se apoderaba más y más de mi respiración como una soga que se aprieta y mas cuando ni siquiera pongo las manos buscando algo de aire; mi mirada se torno cansada quería llorar pero simplemente acumulaba lagrimas en los ojos.

-no estés triste. Susurro cami colocando su manita en mi mejilla, sin buscarlo una lagrima se desarmo… se desarmo en su rostro.

Entonces lo tome con ambas manos y lo apreté fuerte a mi, llorando en su hombro, aferrándome a su cuerpo como él abrazaba el mío, besaba con cariño su cuello –una persona es fuerte cuando tiene alguien a quien le importa- eso se estaba convirtiendo cami para mi.

Aleje a cami para besar su frente –te quiero cami… mucho. Termine mi frase para volverlo abrazar entre sollozos.

Desde hace muchos años sentía el dolor de simplemente estar vivo, quiero comenzar a hacer las cosas bien sin lastimar a nadie.

-¿esta bien si te llevo a casa Cami?

El pequeño asintió con la cabeza, lo tome de las manos y lo lleve a mi espalda, su cabeza se recostó en ella, me detuve a mirar el paisaje no se cuanto tiempo dure en esta posición pero pronto cami dejo de responderme, se había dormido, sonreí mientras lo acomodaba mejor, me dirigí al auto de mi padre, abrí la puerta trasera para dejar acostar a cami en los asientos, lo arrope con una manta la sensación térmica le hizo fruncir el ceño.

-te quiero mucho cesar… susurro mientras se acomodaba mejor.

Me coloque adelante cuando tuve el volante en mis manos lo mire por el retrovisor.

-puede que sea la única manera… dije en el aire.

Santiago.

-ese hijo de puta, dije mientras tapaba las marcas que me había dejado en el cuello

Ya las había repasado con agua oxigenada, pero el dolor aun persistía me había cortado el aire esa noche, cuando retome la conciencia el estaba sentado detrás de su escritorio acariciando el águila de metal que le acompaña, se fumaba orgulloso el habano percibía el aire de café recién echo.

Coloque mis codos en la baldosa en lo que se me aclaraba la vista y volvía a mi respiración normal, entonces el dolor se hizo intenso tuve que tomarme el cuello mientras hacia mañas de levantarme; sin esperar ninguna ayuda en el primer intento perdí el equilibrio, al segundo tome una silla que tenia cerca para apoyarme y subir.

-¿que sucedió? Divagué tomándome de la cabeza.

-Santi, el polvo fue tan bueno que te desmayaste. Se reía tranquilamente descansando el habano en su mano.

Mire mi cuerpo aun desnudo, con su corrida en mi vientre, el desgraciado me vio en el suelo inconsciente y se pajeo como su única opción.

-¿¡estas enfermo!? Le dije recogiendo mi ropa del suelo.

El entrenador guardo silencio, cuando termine de vestirme le mire desafiante, sentía que perdía la cabeza, apreté mis manos en puño impotente de no poder golpearlo o hacer algo en estos momentos.

Me acerque a su silla, tome los reposa brazos y los gire para que me mirara.

Rápidamente tome su águila y con el pico de la misma apreté su garganta. –le seré claro bastardo, me aguato que me folle por necesidad pero… ¡míreme bien! Le grite… -me vuelve a pasar una cosa como estas y lo ultimo que probara su boca será tierra.- estaba decidido apreté un poco mas el pico a su garganta, cerré los ojos para respirar con profundidad.

Me levante tome su juguete y lo lance contra los trofeos rompiendo la cristalería, sin media palabra azote la puerta y regrese a mi casa, esa noche le había prometido a cami dormir con el pero cuando llegue se había ido, sentí gran tristeza cuando llame a Cesar y me confirmo que se lo había llevado antes de la semana.

Los días pasaron lentos, no siento ánimos de hablar con nadie, él entrenador me ha dejado tranquilo en estos momentos pero cada que me miro al espejo y veo las marcas en mi cuello… que luego al llegar a casa mi madre esta totalmente borracha… estoy… estoy agotado.

-¡hermanito! Grito Camilo desde la sala, sacándome de mis recuerdos. Haciéndome caer al suelo los primeros auxilios.

Cuando entro a la pieza lo mire con algo de tristeza, a veces pienso que mi existencia no es necesaria, si yo no estuviera mañana seguramente Cami querría a Cesar como su hermano y se olvidaría de mi. Soy yo el que lo ata a esto. Los ojos se me llenaron de lágrimas mientras le sonreía.

Cesar me miro y yo baje la mirada. –Cami ve a tu cuarto y organiza tus cosas, dijo agachándose a él

–es que quiero hablar con tu hermano, le susurro señalándome disimuladamente.

Cuando la puerta se cerro me gire al para levantar las cosas.

-te ayudo. Dijo rápidamente, le mire un minuto mientras en silencio agarraba las cosas.

Por un instante sus ojos fijaron los míos, levanto su mano para tocar mi cuello.

-¿me contaras que te paso?

-no te importa. Dije sentándome en la cama cerré un momento los ojos cuando los volví a abrir el estaba frente a mi con algunas cosas en las manos.

-déjame curarte bien.

Respire profundo y lo deje acercarse a mi, mientras me desinfectaba me dedicaba a mirar a todos lados es como si fuese dejado de conocer mi cuarto.

-Cami es un gran chico, me dijo

-y tu lo quieres como hermano, le solté con algo de rabia.

El se detuvo y dejo caer las cosas, busque su mirada cuando la encontré me dijo con algo de tristeza simulando una sonrisa –es verdad… (Silencio) –pero él me dijo que te quería mucho.

-te dijo eso, repetí como un idiota con algo de alegría en mi mirada sin notar lo triste que se torno la suya.

Recordé el beso en aquella noche y tomando su mano le mire fijo. –discúlpame por los besos no volverá a suceder.

-por los b… y antes que terminara la palabra lo volví a besar nuevamente, necesitaba sentir sus labios nuevamente posarse en los míos que le permitiera paso a mi lengua, que mis manos acariciasen su caballera, eran cálidos, el tiempo pasaba lento pero el abrió sus ojos y me vi hacer lo mismo cuando me miro se levanto de golpe y dirigiéndose a la puerta.

-esto no puede ser... fue lo ultimo que oí

Quede con la mano levantada y la boca totalmente seca sin palabra que él pudiese oír fue cuando mire mi mano y observe diamants dans la lumière.

Mis caballeros y doncellas hasta aquí llega este capitulo, en el próximo es la llegada de Sebastián y conoceremos un poco mas de Adam así como decidiré sobre Cesar y Santiago. Espero este les fuese de su agrado los invito a valorar y comentar.

Camilo Andres.