Una hermosa adolescente
Sin desearlo termine envuelto en una relación peligrosa.
Esto comenzó hace un par de años, no soy muy sociable, pero la gente me considera una buena persona, nunca he dado motivos para que se hable o piense mal de mi.
Su nombre es Maria (Mary). La conocí aun niña, de esas que se la pasan correteando por las calles, le llevo 10 años, (tengo 22 y ella 12 ), así que jamás se me paso por la cabeza mirarla maliciosamente.
Nuestras madres son buenas amigas, y un buen día me pidieron que por favor le ayude con sus tareas, nada raro, me gusta enseñar y lo hago muy bien.
Paso el tiempo, los años, debo reconocer que no me di cuenta como llego a convertirse en una hermosa adolescente, simplemente una tarde que abrí la puerta para recibirla como cada semana y me encontré con alguien a quien no esperaba.
Se había arreglado muy delicadamente, de top lycra y pantalones jean, su rostro delicado lucia aun mas bello que de costumbre. " que bonita estas hoy" llegue a decir, sin pretender algo mas que un bonito elogio.
Por aquellas fechas tenia una relación seria, de las que sueñas son para siempre, enamorado completamente en mi mente aquella chiquilla solo era un tiempo que no pasaba con la mujer de mi vida, por tanto un tiempo perdido, aun así le dedicaba toda mi atención en esas 2 horas a la semana.
Cierta vez buscando material para su tarea en el internet, ella sentada a lado mío, se pego delicadamente y luego me abrazo, no dije nada, solo pensaba en ella como una niña. Así pasaron otras sesiones de estudio, me acostumbre a sus abrazos tiernos, ella acudía mas veces a la semana a pedirme ayuda, prestarse libros y otros asuntos de poco interés y bastante tontos, a veces sentía molestia por su presencia, mas nunca se lo hice saber.
Pero ocurrió, en una de nuestras clases, Mary me abrazo como de costumbre, en voz muy baja y acercando su rostro me dijo: "te quiero" y luego me dio un beso, estaba tan sorprendido que no reaccione, sonreí y deje pasar las cosas. Otro día en que pasaba por su puerta, camino a mi casa, ella grito desde su ventana " TE AMO". Ahí me preocupe, el sábado por la tarde a la hora de siempre llego y se lanzo hacia mi, me abrazo y trato de besarme; se lo impedí, no dije nada como " eres muy linda pero muy niña y yo podría ser tu padre", menos mal que no lo hice!.... solo que me aleje de ella, para no hacerle daño, pues en verdad solo pensaba en una mujer. Poco a poco me distancie de ella y ponía excusas para cancelar nuestras clases de los sábados.
Pasaron 6 meses, de repente y por motivos la verdad que muy tontos la relación de mis sueños termino, quede destrozado, sentí por primera vez lo que es un corazón roto, la angustia de no desear la vida, la opresión en el pecho que no te deja respirar, el profundo vacío que solo cura la muerte. Y no quedo nada. Durante 2 meses me encerré, me escape del mundo, me aleje de todo.
La vida continuo aunque no la deseara. Y de repente me encontré de nuevo dando clases, un buen día tocaron la puerta y era Mary, a sus 13 añitos esta vez no pude evitar mirarla atentamente, allí parada frente a mi, una hermosa morena adolescente de rasgos finos, delgada pero de curvas precisas dibujándose a través de sus ropas ligeras, sus senos pequeños y bien formados, frescos y tiesos; la cintura estrecha de esas que te arrancan suspiros, y lo mejor de todo: unas piernas largas bien torneadas y un trasero perfecto, dulce, voluptuoso y terso. Todo el paquete que un hombre desea con la frescura adolescente, el brillo imperecedero en los ojos.
Se reanudaron las sesiones de estudio, nunca me pregunte que habría hecho yo para merecer el afecto que ella me profesaba, nunca me aproveche de la situación, una de esas veces ella me abrazo, esta vez yo le correspondí, fue un momento eterno, lleno de ternura, no fue mas allá.
Me encontré una noche pensando en ella, y la desee mas a que a ninguna otra, no como compañera o amiga, sino como amante, como mujer. Soñé tocar su cuerpo, llenar de besos su ombligo y perderme entre sus piernas. La próxima vez que nos vimos un frío me caminó la espalda, mi nerviosismo era evidente, no atinaba a decir una frase completa sin tartamudear y ella parecía entender la razón de ese estado, sonreía con mis metidas de pata. El beso fue inevitable, se acerco como aquella vez y nuestros labios se mezclaron, tuve que enseñar sin palabras la mejor forma de besar, entreabriendo la boca y entregando un toque de humedad, pues solo tiene 13 años, mis manos rodearon su cintura, sentir su piel suave y tersa, la cabeza me giraba con mil pensamientos, pero ninguno me convenció que me contuviera y le acaricie la espalda debajo de sus ropas llegando a tocar el seguro del ajustador.
Ella jadeaba despacio mientras apegaba mas su cuerpo, sus senos duros contra mi pecho, sentía su calor, su corazón agitado, sus piernas restregándose contra las mias; la respiración entrecortada, aferrada a mi cuello, besando mi oido sin decir palabras.
Por un tiempo las cosas no pasaron de eso, es nuestro secreto, el escándalo que se armaría en todo el barrio por nuestras edades.
Tuve que realizar un viaje de trabajo urgente y me ausente 2 semanas, obviamente no podía llamarle aunque me moría por hacerlo, todo ese tiempo solo me puse a pensar en ella, decidí que lo mejor era terminar, no deseo hacerle daño; es una niña y yo joven con mucho mas mundo que ella. Estaba decidido, aunque me doliera era lo mejor, no siempre uno hace lo quiere, también debe hacer lo correcto, aunque duela.
Al regreso no la vi durante los siguientes 2 días, podría ser que el destino me echara una mano con lo que había decidido. Y de repente, al subir al bus..... estaba Mary, con su uniforme de colegio, me sonrió con los ojos mas grandes que nunca, me senté junto a ella, nos saludamos y conversamos para mantener las apariencias, mientras por debajo ella me tomaba de la mano y la aferró para luego llevarla sobre su pierna. ¡como deseaba recorrer con los labios aquella piel, subir para llenar de humedad su intimidad!. Pero me contuve, me pidió le ayudara esa tarde con sus tareas, era la oportunidad que esperé para terminar aquello.
Llego la tarde y mi corazón parecía a punto de salírseme por la boca..... (continuara)