Una gordita madura de sueño

Vivian tiene 54 años, de un gran cuerpo, muy blanca, de grandes ojos claros y bastante gordita, unas enormes piernas y un gran trasero y ni que decir de las voluminosas tetas.

UNA GORDITA MADURA DE SUEÑO

Este es un relato que escribi a pedido de un amigo que desea compartir su experiencia con Ud. El lo escribio y dice así:

En este primer relato y tal vez el último, quiero compartir la mayor experiencia sexual que viví con una gordita y madura. Mi nombre es Juan, tengo actualmente 40 años, soy moreno, de 175 cm, peso 80 kg de profesión ingeniero agrónomo. Actualmente por motivo de trabajo radico en Santa Cruz, Bolivia donde viví esta maravillosa experiencia.

Hace como un año que vivo en un departamento que me alquila Vivian. Vivian tiene 54 años, de un gran cuerpo, muy blanca, de grandes ojos claros y bastante gordita, unas enormes piernas y un gran trasero y ni que decir de las voluminosas tetas. A decir verdad no es atractiva de cara ni de cuerpo pero si de un trato agradable. Según me comento se casó a los 17 años, con un señor mucho mayor que ella ya que le llevaba como 21 años de diferencia, de quien quedo viuda hace 4 años. En su matrimonio tuvo 2 hijos que viven en el extranjero. Su vida de matrimonio, no fue muy dichosa, su esposo siempre la marginaba de su relación social, nunca la llevo a una fiesta o a cenar afuera. En el plano sexual desde su primera noche se considero tratada como un objeto de placer. Su marido a pesar de tener un enorme miembro, nunca le dio placer. Muy de vez en cuando especialmente cuando venia de una fiesta bebido la poseía de una manera violenta. Siempre lo hacia poniéndola patas al hombre penetrándola con fuerza y rápido para luego darle la espalda y quedarse dormido. Nunca la besaba o acariciaba.

Resulta que para sus cumpleaños la invite a cenar. Durante la cena estuvimos hablando sobre nuestras vidas dentro de un marco de respeto y cordialidad. Personalmente no tenía intenciones de ligar con Vivian. Luego de la cena le pregunte si le gustaría ir algún lugar. A lo que me dijo que le gusta la música ranchera y que sería fenomenal si pudiéramos ir a un local donde haya mariachis. Tomamos un taxi que nos llevo a un local con música, comida y bebida mexicana. En el lugar la pasamos muy divertido y bebimos algunas copas mientras escuchábamos canciones a pedido de los asistentes. En un momento de esos motivado por lo romántico de la situación empecé a acariciar la mano de Vivian. Pasado unos minutos me lleve la mano a los labios y se la bese delicadamente. Ella respondió con una sonrisa acercando sus labios que bese con ternura y pasión. Eso fue el comienzo de una interminable sesión de besos y caricias. Como a las tres de la madrugada decidimos marcharnos. Cuando llegamos a casa, me dijo si no quería tomar una copa más antes de irme a dormir. Desde luego que le dije que sí. Entramos a su apartamento y me dedique a besar esos carnosos labios, bajando por su cuello, brazos, manos y cundo chupe uno de sus dedos sentí como se estremecía y suspiraba. Cuando quise sacarle la blusa, me dijo, necesito ir a la ducha un momento. Me ofrecí a acompañarla pero me dijo que mejor la espero. Salio cubierta con una bata rasada. Me tomo de la mano y me llevo a su dormitorio. Acostados en su cama empecé a comerle los labios mientras acariciaba sus enormes tetas por sobre la bata. Fui descendiendo por su cuello y poco a poco llegue a sus pechos. Fue entonces cuando abrí la bata y pude observar su gran cuerpo desnudo. Señores que piernas tan enormes, un gran estómago y un abultado monte de Venus cubierto de abundante pelos.

Dedique un buen momento ha acariciar y besar sus pecho, para luego dedicarle atención al abdomen. Para posteriormente besar, lamer y acariciar cada centímetro de sus enormes y voluminosas piernas. Cuando llegue a los pies y chupe los dedos fue cuando sentí que llego a su máxima excitación. Si durante todo el tiempo estuvo retorciéndose y gimiendo de placer, ahora se contorsionaba y gritaba loca de placer. Al verla en ese estado me coloque entre sus piernas a lo que ella las levanto y las flexionó pidiéndome que se la meta. Pero no eran esos mis planes. Yo quería aun disfrutar del sabor y olor de sus jugos. Con las dos manos separé los labios de su vulva. Me deleite observando sus rosados y carnosos labios interiores y su erecto y palpitante clítoris. Nunca antes en mi vida había visto un aparto tan grande. Estaba totalmente mojado. Acerque mi rostro e inhale el fuerte olor a sexo. Muchas veces pase lentamente la punta de mi legua por los labios menores mientras saboreaba sus deliciosos y abundantes jugos. Vivian entre gemidos pedía más y más. Cuando tome el clítoris entre mis labios y lo acaricie con la lengua pego un grito y empezó un movimiento desesperado de caderas. Respondí dándole una violenta mamada que resulto en un tremendo orgasmo. Había que ver la cantidad de líquido que me regalo. Deje que se recuperara por un momento mientras besaba sus labios y acariciaba su rostro. Cuando lo consideré prudente volvió a dirigirme a su sexo. El olor y el sabor eran más fuertes aun. Bese y lamí ese tremendo aparato hasta que dio muestras de excitación. Entonces introduje un dedo en busca del famoso punto G. al poco rato respondió moviendo las caderas introduje un segundo dedo y acelere los movimientos de estimulación del punto G con mis dedos y del clítoris con la boca mientras con la otra mano acariciaba su culito virgen. Los gemidos de Vivian iban en aumento hasta que volvió a gritar y convulsionar su cuerpo. En mis dedos sentía las fuertes contracciones del esfínter de ano y de su vagina, lanzando grandes cantidades de líquido que mojaron toda mi cara. Fue tan intenso que cuando concluyo quedo respirando fuerte con los ojos bien abiertos mirando al cielo raso. Luego de un descanso quería ir a la ducha pero no se lo permití, yo deseaba seguir disfrutando de su olor de mujer en celo, y continuamos disfrutando de nuestros cuerpos esta vez fue ella la que me hizo disfrutar de una maravillosa mamada introduciendo se mis 17 cm en la boca. Cuando ya no aguantaba más le coloque un cojín bajo las nalgas, levantando las piernas volví a comerme esa delicia de sexo. Pero le dedique más atención a su culito. Cuando estaba preparada la penetre lentamente, y estuve moviéndome así por mucho tiempo mientras que le estimulaba suavemente el clítoris y de vez en cuando la entrada del año. Para variar intentamos hacerlo con ella de 4 patas pero el volumen de las nalgas y piernas no me permitían una buena penetración. Así que lo intentamos con ella arriba, fue mejor, se acomodo en cuclillas abriéndose con ambas manos se la introdujo completamente hasta cubrir gran parte de mi pubis con sus carnosos labios. Inicio un lento movimiento de frotación que fue acelerando más y más. Por mi parte acariciaba con una mano sus tetas y con la otra el clítoris. Por momentos dejaba de moverse para dedicarse a realizar contracciones con su vagina. No se cuanto tiempo estuvimos disfrutando hasta que llego el momento en el que ella aceleró sus movimiento para alcanzar otro orgasmo que en verdad no fue tan intenso como el anterior. Pero pude sentir con claridad como terminaba y no aguante más y descargue todo el semen dentro de ella. Esta fue nuestra primera experiencia que fue el inicio de muchas noches de pasión. Luego les cuento como fue cuando logre convencerla para que me dejara estrenar su culito. Si alguna mujer madura o gordita en Santa Cruz - Bolivia desea contactarse con mi persona a carmeloferrufino@gmail.com puede hacerlo al E-mail: carmeloferrufino@gmail.com