Una Gitana muy especial...

Vi como se sacaba las telas amarradas a la cintura, se sacaba la polera y quedaba solo en calzones...si las gitanas ocupan calzones...bueno Salomé ocupaba una tanga negra, su espalda hermosa...

Todo comienza en mis horarios de colación, por lo general, comía en un restaurant al frente de mi trabajo, a pesar de que mi casa quedaba a solo  3 cuadras (nunca me ha gustado comer sola), y después me sentaba a descansar en una banca de la plaza, donde el aire fresco y la tranquilidad me trasportaban a viejos recuerdos o a nuevas fantasías.

Siempre veía un grupo de gitanas, jóvenes y algunas mayores con sus hijos a la siga, eran las mismas siempre, me gustaba observar su vestuario, tan particular, su actitud y ese misterio que las rodeaba.

Un día se me acerca una gitana joven, no mas allá de 20 años.

-paisana, no quiere que le vea lo que le depara el destino.-  Me dijo con voz suave, Mientras yo observaba su rostro, su cuello, sus hombros  y su escote….!que escote! Pensé.

  • Ya, ve que me depara, pero con una condición, me respondes un par de preguntas.- le respondí.

-ya paisana por donde empezamos, las preguntas o el destino.

-por las preguntas- dije seria.  –Porque las gitanas piden dinero? – le pregunte con un tono suave.

-Las pailas de cobre, que hacen los hombres, no siempre son vendidas, la mayoría tiene hijos, los niños no piensan en si vendiste las pailas o no, piensan en que tienen que comer.  Además no porque vivamos en carpas no nos bañamos, tenemos que pagar todos los días una ducha.- Respondió  con voz de angustiada.

-Pero sin embargo yo veo que llevas bastantes joyas, una persona que no tiene para comer no creo que ande con tantas joyas encima.-

-Las joyas para las gitanas son importantes…las hace mas valiosa como mujer, siempre en fechas importantes te regalan joyas de oro... siempre de oro.  Esta cadenita me la regalo mi padre cuando me case. – respondió tomando entre sus manos un delfín  que colgaba en su escote dando inicio a la comisura de sus senos.

-aaah! Eres casada, pero si te vez tan joven, tan niña.

  • las gitanas nos casamos jóvenes, tenemos hijos jóvenes…todo es joven jajajajajaja- rio sin disimulo.

  • y tienes hijo? – No-.

-y se puede saber porque- pregunte interesada

  • Mi marido anda en el norte buscando una casa donde nos iremos a vivir- en su cara una sonrisa de satisfacción.

  • pero para tener una casa hay que tener plata…o dime que con lo que juntas en la calle comes, te bañas y vas a comprar una casa-

  • La verdad es que yo no tengo gran necesidad, pero  con el dinero que junto ayudo a mi hermana menor que ya tiene 2 críos y  me compro telas- sobando sus manos por su pollera.

Mire la hora, ya estaba retrasada en 5 minutos, cosa poco común en mi.

-gitana…no se como te llamas…pero me tengo que ir al trabajo- le dije mientras me paraba.

-Me llamo Salome…. paisana y tu destino? Tu nombre?

  • Victoria…Me lo lees otro día-

Saque mi billetera y le pase dos billetes, le dije que por su disposición, me lo agradeció mucho.

Esa tarde estuve todo el día pensando en ella, envidiando el delfín…desconcentrada total; llegaron solo  3 pacientes a la consulta, los otros 2 cambiaron la hora….lo que me regalaba 2 horas para mi… mejor dicho para mi imaginación y Salome.

Paola, mi secretaria; entro a mi oficina a preguntarme si cerraba ya o tenia algo que hacer.

La mire y le dije: Pao…necesito que me ayudes…hace cuanto que no me haces un cariñito o porque te casaste se te olvidaron nuestras aventuras en esta oficina.

Paola que llevaba su falda de trabajo y una blusa blanca, se acerco a mi silla, se subió la falda y se sentó encima de mí , quedando nuestros rostros de frente, la besé desenfrenadamente…mejor dicho NOS besamos, mis manos recorrieron su culo, sus muslos, su espalda. Pao comenzó a desabrochar mi blusa de a poco, besando mi pecho, aprovecho que mi sujetador se abría por delante, lo desabrocho con su boca, quedando mis senos al aire; me deje querer, que Pao mordisqueara mis pezones…Estábamos empezando  lo mejor cuando sonó  su celular…era su marido, se paro y le contesto, en eso yo abrocho mi sujetador y mi blusa, arreglo un poco mi pelo y me levanto de mi silla.

-ahora podemos seguir con lo nuestro, ven bebé, también extrañaba esto- dice Pao con voz de suplica.

  • No, ya no es lo mismo, me voy…estoy cansada- respondí tomando mi cartera.

-bebé, acaso ya no te caliento, vamos a tu casa entonces - me dice Pao  con voz muy sexy  y tocando sus senos.

Agarre a Pao de espalda contra la pared, le baje su tanga y le introduje 4 dedos, haciendo meta y saca…mientras Pao se retorcía de placer. Saco mi mano, Pao se da vuelta,  agarro mi cartera (que había dejado al lado) y me voy diciéndole a Pao: - Ya, no me calientas...Nos vemos mañana.

-Pero me vas a dejar así…- dice Pao.

Salí con la idea fija de encontrar a Salome y seguir nuestra charla. Chupe mis dedos, tenia el sabor de Pao…la verdad es que si me calentaba, como todas las mujeres con hermosos senos y buen culo como ella…y como Mi Salome.

Di la vuelta completa a la plaza, buscándola con la mirada…no la encontré, me fui decepcionada a mi casa.

Esa tarde Paola me llamo varias veces, no le conteste…estuve un par de horas en el jacuzzi y después me fui a dormir.

Al día siguiente, llegue primero que Paola, solo quería que llegara la hora de la colación para ver a mi gitana.

Entra Pao y me dice: - Buenos días, tenemos todas las horas ocupadas, eres una malita ayer me dejaste con todas las ganas, y me dolió mucho lo que dijiste, hoy vengo preparada ¿quieres ver?

-Pao, cálmate, no tengo ganas de nada hoy …lamento lo que dije, no quería lastimarte, puedes traerme las fichas de la mañana- respondí con voz de mando.

Pao me quedo mirando decepcionada, y se fue, un par de minutos después ya estaba en mi oficina con las fichas.

-ya llegó el primer paciente- dice Paola.

-Que pase- respondí sin mirarla.

Le tuvo que doler a Pao que ni la mirara, pero bueno eso es otra historia.

Esa mañana se me hizo corta, le pedí a Pao que para la tarde comprara mas pañuelos, por que ya se habían acabado…en una consulta de psicóloga jamás deben faltar los pañuelos; y me fui directamente a la plaza, pensando en que si no iba a almorzar podría tener mas tiempo para estar con Salome.

No pasaron ni 5 minutos cuando ya estaba Salome a mi lado.

-          Buenos Días Salome, como estas?- le dije con tono suave y mirándola fijo a los ojos.

-          Hola Paisana, bien… con calor no mas- respondió jugando con los flecos de su polera.

-          Como te ha ido hoy?

-          Mal…no he juntado nada de dinero y hoy solo pude lavarme.- respondió con voz de pena.

-          Pero Salome, quien más se quiere duchar? Yo vivo súper cerca vamos a mi casa te presto ducha… Vamos!

-          Enserio? Pero paisana no será molestia para ti, mi hermana y mi sobrino también necesitan ducha.

-          Vamos, llama a tu hermana, no te preocupes.

-          Paisana…pero es que no ando trayendo nada para cambiarme.

-          Mira te puedo ofrecer lo siguiente: ahora tengo que ir a trabajar pero a las 6 estoy desocupada… vivo a una cuadra por esta calle, la casa rosada de la esquina, tocas y te presto ducha…te tinca?

-          Paisana, no tengo dinero para paga….-

-          No te cobrare- respondí antes de que terminara su frase.

-          Muchas gracias Paisana, no se como agradecerte.

-          Déjame comprarte un helado para que pases un poco el calor, acompáñame.

Fuimos a la heladería, le compre una copa, nos sentamos, enviciada yo con su  escote, y ella ingenua comía su helado; conversamos un poco de la vida…nada de mucha importancia, cuando veo la hora llevaba 15 min. De retraso y Pao ya me estaba llamando, menos mal que la heladería estaba a un par de metros de la consulta. Salomé me acompaño hasta la puerta, le conté que hay trabajaba que si necesitaba algo subiera no más. Y se fue.

-          La paciente te esta esperando- dijo Pao

-          Disculpe la demora, pase- dije mirando a mi paciente con una sonrisa.

Esa tarde se hizo corta, a las 6 baje las escaleras de mi consulta y en la puerta, bella como siempre, Salomé me esperaba.

-Salomé, que sorpresa- dije.

-como no sabia bien como llegar a su casa preferí venir aquí- dijo

  • y tu hermana?

  • no va a venir- respondió

  • Bueno vamos entonces

Emprendimos el viaje a mi casa, como si fuera tan lejos jajajaja….abrí la puerta del patio (según yo es mas fácil).

-que hermosa tu casa, me puedo tirar aquí- dijo Salome, sentándose en el pasto.

La deje que se quedara ahí, por mientras, que abría la puerta de la cocina.  Salome entro, miraba todo, y repetía como le gustaba  mi casa.

-aquí esta el baño, hay toallas limpias encima, báñate tranquila, por mientras preparare algo para comer, te tinca?

-Paisana Victoria, muchas Gracias- y me abrazó.

Estaba en la cocina, no podía dejar de fantasear con Salomé y mis libidos e impulsos fueron más y por la ventana del baño la fui a espiar.

Vi como se sacaba las telas amarradas a la cintura, se sacaba la polera y quedaba solo en calzones… Si las gitanas ocupan calzones…Bueno Salomé ocupaba una tanga negra, su espalda hermosa, su piel, sus pechos grandes pero firmes, su cintura…era un verdadero éxtasis  para mi…vi como se refregaba todo su cuerpo, como su mano recorría su concha, sin depilar, como masajeaba su pelo.

Corrí a la cocina, ya no podía más…Puse 2 tazas en la mesa, el hervidor y un pastel que tenia del día anterior.

Me sudaban las manos, el cuello…Salomé me tenia muy caliente.

-Victoria, muchas gracias por la ducha no sabes como lo agradezco-

-siéntate, acompáñame con un café- le dije.

Hablamos de mi trabajo, de su esposo, de mi familia, le mostré la casa completa… estuvo hasta como las 11 de la noche en mi casa.

-Victoria, ya es súper tarde, me voy osino en el campamento se van a preocupar.

-te voy a dejar, no te puedes ir sola a esta hora- le respondí

-no te preocupes, la gente le tiene miedo a las gitanas, así que no me pasara nada, además Nuestra Señora de las Angustias me cuida. –con una gran carcajada.

  • que eres loca, igual te iré a dejar-

-Paisana te puedo hacer una pregunta- me dijo un poco nerviosa.

  • claro Salome, todas las que quieras-

  • ¿no te da miedo lo que dicen de las gitana?

  • a ver y que es lo que dicen de las gitanas, según tu- le dije.

  • que somos ladronas, que enviamos maldiciones, que somos sucias, entre otras cosa- respondió con los ojos muy abiertos.

  • ladronas, no creo, lo de las maldiciones, espero que no, sucias por lo menos tú no- respondí entre carcajadas.

  • Que eres buena persona tú, gracias paisana- con voz dulce me responde mi Salomé

-vamos para que no se te haga más tarde-

La fui a dejar su campamento no quedaba tan lejos, fuimos conversando, me invito a su carpa, pero le dije que otro día. Salomé me había dejado bien caliente y su olor a flores quedo pegado en mi nariz.

Pasaron como 2 días, insoportables en los que no la vi, me puse de mal humor y no quería que Paola se acercara a mí.

Durante la tarde, Paola me avisa que una amiga me anda buscando…rarro, pensé, pero le dije que la hiciera pasar.

Cuando mi corazón casi se me sale de al boca, era mi Salomé, hermosa como siempre…no no no se veía mas hermosa que nunca.

-Que sorpresa Salomé, tu por aquí-

-hace días que no nos veíamos paisana, ya echaba de menos nuestras charlas- me respondió entre risas.

-que hermosa te vez hoy-

-hoy solamente? Paisana yo todos los días me veo hermosa, jajajajaja-

Llamé a Lorena que cambiara todas las horas que me quedaban para mañana, se enojo un poco…pero yo era feliz estaba con Salomé y su delfín que era mi perdición.

-Paisana, te vengo a invitar a tomar te, no acepto un no-

-jajajaja bueno viniendo de ti acepto todo- le respondí

Pasamos a mi casa a buscar el auto,  nos fuimos a su carpa, nadie nos vio entrar, por suerte.

Siempre quise estar en una carpa, nos sentamos en unos cojines grandes, a tomar te con unos dulces, conversamos de su vida, de la mía, me mostro su carpa, su ropa.

-paisana, pruébate este (vestido), quiero verte de gitana- me dijo pasándome un vestido blanco muy bonito.

Como no soy pudorosa me saque la blusa hay mismo, al frente de ella y me puse el vestido, era súper descotado, y mis pechos estaban que se arrancaban de esa presión que los mantenía debajo del escote.

-te ves mas bonita de gitana, que de paisana- me dijo riendo.

-se me ve mucho-

  • pero si lo lindo hay que mostrarlo-

Con esa frase morí, ella me miraba los senos, pensé; osino como me dijo eso.

-llévatelo, tómalo como un pago por ser buena conmigo-

  • Salomé, gracias-

Seguí con el vestido puesto, Salomé me arreglo el pelo, me presto unas joyas, me saque el pantalón que estaba bajo el vestido; y trato de enseñarme a bailar…pero fui un fracaso.

Cansadísima nos tiramos sobre unos cojines, y no me contuve, me di vuelta y la bese directamente en su boca, y para mi éxtasis ella me respondió abriendo su boca y metiendo su lengua dentro de mi.

Le sobaba los brazos, le recorría la cara a beso y ella calladita, muy sumisa. Tome suave el tirante de su vestido y lo baje hasta la mitad de su brazo. Le bese el cuello, la comisura de sus pechos, no me atrevía más allá.

Ella dijo: para un poco.

Se levanto saco unos cojines más grandes, se saco el vestido frente a mí, sin dejar de mirarme fijo, dejo caer su vestido y frente a mí sus pechos sin brassier y una tanga negra.

No lo podía creer, Salomé se estaba entregando como jamás lo había soñado. Siempre pensé que iba ser algo más difícil.

Se tiro suavemente sobre los cojines más grandes. No faltaron las palabras.

Empecé por besarle los pies de a poco, despacio con amor, sus rodillas marque con mi lengua el borde de su tanga.

Bese su triangulo, su estomago, rodee sus pechos con mis mano, los amase, eran grandes, sus pezones negros y parados, me enloquecieron no podía parar de chuparlos, de pasar mi lengua suavemente por sus senos….que senos tenia Dios mío!

La bese insaciablemente, le saque su tanga, encontrando su concha rasurada, no completamente, tenia una línea de pelos que marcaba el inicio de su vagina.

Le abrí las piernas y me tire como hormiga a la miel, ella me paro diciéndome:

Tengo miedo, y si mi marido se da cuenta de que tu y yo….-

Salomé soñé con esto desde que te conocí, no me hagas esto, nadie se dará cuenta, no tengas miedo- le dije por mientras acariciaba sus piernas.

La abrace y ella desabrocho  mi  vestido y mis sostén, empezó a besarme, acariciar mis senos  con sus dedos finos, termine de sacarme el vestido, quedando completamente desnuda arriba de ella.

Empecé  a moverme mi pelvis en círculo sobre su pelvis, mi lengua saboreaba sus senos y mi querida Salomé suspiraba y recorría mi espalda con sus manos.

Baje despacio hasta su entre piernas, pase mi lengua hasta encontrar su clítoris, lo moví rápidamente y su excitación quedo en mi boca.

La lubrique un poco con saliva. No tuve piedad y le introduje 3 dedos de una, jugando la meta y saca. Luego 4 dedos, Salomé se retorcía del Placer, apretaba en con sus dientes mi tanga, para que sus gemidos no fueran escuchados.

Orgasmos múltiples. Salomé se sentó, quedando frente a mí, me beso, acaricio mis pechos.

-quiero que tu también lo pases bien, acuéstate- me dijo al oído.

Se paro fue a buscar un plátano que estaba cerca, de solo verlo me imagine el gozo que me traería.

Salomé recorrió con el plátano helado mi cuerpo, junto mis pechos y me los paso entre medio, haciendo tipo la cubana o la rusa como dicen algunos.

Abrió el plátano, lo chupo, y me recorrió la vagina, primero entro solo la puntita, luego hasta la mitad, y lo movía, lento.  Era un placer inexplicable.

Jugo la meta y saca, mis jugos quedaron en el plátano y la golosa de Salomé se lo comió, me mordisqueo los pezones, me puso de espalda y me metió fuerte 3 dedos por el culito.  Me agarre fuerte de los cojines, para no gritar tan fuerte.

Se tiro al lado mío, nos besamos una y otra vez, recorrió todo mi cuerpo como si lo dibujara.

-eres lo mejor que me ha pasado- me dijo en la intimidad de ese momento.

-Ay! Salomé me gustaste desde que te vi, pero jamás pensé que seria así nuestro encuentro- respondí pasando mi dedo por la comisura de sus senos.

-como pensaste que iba hacer? Quiero saberlo-

  • Yo pensé que te iba a tener que agarrar por la fuerza, y hacerte mía jajajaja- le dije.

  • Que eres loca- respondió con una gran sonrisa.

  • tu me tienes loca Salomé- y la bese.

Después de esa tarde nos fuimos a comer algo a mi casa, nos metimos al Jacuzzi juntas. Salomé quedo fascinada con el, nunca había estado en uno y no sabia las cosas que se podían hacer en el.

Tuvimos varias secciones más de sexo, algunas en su carpa, otras en el jacuzzi, en mi cama; hasta una vez en mi oficina a la hora de almuerzo.

Salomé estuvo varios meses en la cuidad, en ese tiempo lo disfrutamos inventando muchas cosas…pero se tuvo que ir, su esposo llego del norte y se fueron.

Hoy en día, nos escribimos cartas constantemente, escribiendo lo que cada una le haría a la otra; lo que me ha traído mas de un buen polvo con Pao, ya que las cartas me dejan muy caliente y Pao siempre esta dispuesta a que le abra las piernas.