Una forma distinta de hacer el amor
Relato de cómo en un día de cuarentena, hicimos el amor de una forma particularmente diferente.
Como les comenté en un relato anterior, cambiare los nombres para proteger mi identidad y reputación ya que todo lo relatado son hechos reales.
Me llamo Daniela, soy un chica de Venezuela, exactamente de la ciudad de Barquisimeto. Tengo un cuerpo esbelto, con pocos senos pero con considerable trasero redondito, mi piel es color morena clara y mi cabello muy liso hasta la cadera.
Actualmente llevo casi 4 años de novia con José, quien fue mencionado en mi relato anterior. Como Ya saben actualmente vivimos una cuarentena en el país por precaución con respecto a la enfermedad del coronavirus, motivo por el cual yo he estado en mi residencia actual y José en su casa; además la escases de gasolina ha hecho que nos veamos poco, comparado con lo regular. Es por eso que en este mes he dejado de tomar mis pastillas anticonceptivas, de manera de no gastarlas sin darle el debido uso.
Un día como varios, José vino a visitarme, como vivo en una residencia que es tipo casa, hay personas que viven en la misma vivienda, sin embargo conocen bien a José quien se ha ganado la confianza para entrar a mi cuarto, claro sin cerrar la puerta para que sus visitas no sean de mal gusto para las demás personas. Normalmente cuando las demás personas se descuidan o están en sus habitaciones provechamos para jugar como niños de bachillerato a tocarnos y acariciarnos un poco, desde simples besos hasta un poco de sexo oral el uno al otro de manera rápida y muy picara.
Ese día, José me pido que me pusiera un vestido que me queda a mitad de muslo y que no usara ropa interior para poder jugar mas fácil; yo muy a gusto accedí sabiendo lo rico que la pasaríamos, y esa tención y adrenalina de poder ser pillados hace que mi excitación se ponga a mil.
Al llegar José lo salude como de costumbre, el ese día se vistió con una franela deportiva y un short al estilo futbolero, fácil de bajar para mi felicidad. Era hora del almuerzo, por lo que nos dispusimos a cocinar juntos, y en una oportunidad que quedamos solos en la cocina lo llame por su nombre y me agache a buscar algo, y con toda la intensión del mundo, subí mi vestido para dejarle ver mi trasero totalmente expuesto sin ropa interior; vi su cara de felicidad y de deseo. El inmediatamente camino hacia donde yo estaba y paso su cálida mano por toda mi parte baja desde atrás, pude notar como un dedo recorrió desde li clítoris, a través de mis labios vaginales hasta pasar por mi ano y terminar donde empiezan mis nalgas. Que sensación tan placentera, sentir que mi amado novio me deseara con tantas ganas.
Inmediatamente me levante y lo abrace dándole un beso en su boca, notando fácilmente su evidente erección, la cual aproveche para tocarlo y decirle mirándolo a los ojos “esto es solo mio”; luego le di otro corto beso y nos dispusimos a terminar el almuerzo. Luego de terminar de cocinar e incluso de comer, nos dirigimos a mi habitación como siempre con la excusa de ver una película, sin embargo al ver que las demás personas que hacen vida en la casa estaban en sus habitaciones, me dispuse a toquetear a José hasta despertar mi juguete favorito, y como traía short deportivo fue fácil para mi sentarlo en mi cama y arrodillarme para jugar un pequeño momento con el, estaba un poco húmedo por los juegos previos en la cocina y sin desperdiciar tiempo me incline a saborearlo, ver su cara al meter el glande en mi boca fue increíble, sentirlo endurecer y poder ver el placer que causo en el cuando juego con aquel pene como si fuese una barquilla; el me agarraba una mano la cual estrechamos siempre en momentos especiales y con la otra sostenía mi cabello en cola de caballo, cual imagen de película porno. Esta demás mencionar que me encanta hacerle sexo oral, pasaba mi lengua de abajo hacia arriba pasando por su frenillo, dándole deliciosas lamidas a su glande, envolviéndolo con mis labios y haciendo una ligera succión; el momento se iba calentando, pero debía parar por el peligro de ser descubiertos. Por lo que finalice aquella escena dándole un besito un poco tierno a si pene y lo guarde cuidadosamente en su ropa interior, dejándolo limpio de aquella humedad que tenia previamente.
Después de aquel corto pero caliente momento, sentí una humedad entre mis muslos, una gota transparente ya se desprendía de mi orificio vaginal, por lo que me recorte sobre mi cama y al percatarme de que no había nadie cerca me puse en posición de bebe que van a cambiar el pañal y le dije a José que se acercara, el cual puso cara de niño que ve un dulce e inmediatamente se acerco, viendo mi humedad y con su suave lengua se dispuso a lamer los alrededores de mi pequeña florecita, era algo increíble porque quería que jugara con mis labios vaginales pero el tardaba y eso me encendía aun mas. Hasta que paso su lengua desde mi entrada vaginal hasta el clítoris y pude ver el cielo con los ojos cerrados, poco a poco paso la punta de su lengua por en medio de los labios y daba vueltas alrededor del clítoris, entraba y salía de mi orificio vaginal y me describía mi sabor que para el es como una deliciosa miel.
Volviendo en si, le dije que era suficiente por el riesgo de ser descubiertos, por lo que mi placer se vio interrumpido igual que el de el por el mismo miedo. Finalizando también con un tierno beso entre los dos, cuando José bajo rápidamente a su posición inicial y paso un pequeño lengüetazo por mi parte mas intima, mi ano, fue una sensación bastante rica, de cosquilla pero a la vez excitante, y me dijo “no puedo olvidarme de mi otro orificio porque es mío”, asentando yo su afirmación “claro que es tuyo”.
Luego nos dispusimos a ver una película recostados en mi cama, con la puerta abierta claro está; sin embargo pudimos percatarnos como las personas de la casa al pasar los minutos salieron al frente de la misma, lugar donde se sentaron a conversar sobre distintos temas, quedando solo dentro de la casa nosotros dos. Era fácilmente ver hacia afuera a través de mis cortinas y saber que todos estaban fuera, sin embargo por la dirección de la luz es imposible visualizar hacia adentro.
Al transcurrir la película, interrumpimos con un tierno y apasionado beso, de esos que te cautivas y te hacen volar, que luego avanzo hacia mi cuello y mi oído, para causar un escalofrió en todo mi cuerpo lleno de sensaciones eróticas y excitantes, por lo que susurre a su oído “quiero hacer el amor”. Las ganas de José y las mías eran descomunalmente enormes, ambos excitados, pero en completo silencio para no ser descubiertos, solo se escuchaba el audio de la película.
Tras aquella confesión de mi parte, José me recordó que no me estaba cuidando con las pastillas sin embargo, al ya ser el sexo anal parte de nuestras practicas de vez en cuando, lo mire a los ojos y le dije “podemos hacer el amor de una forma diferente”, al oír esto, José entendió perfectamente a lo que me estaba refiriendo, por lo que siguió besándome y tocando mis senos suave pero firmemente; teniendo en cuenta que yo no tenia ropa interior, opte por recortarme de lado, levantando mi parte trasera del vestido dejándole mi redondo trasero a su disposición el cual José beso incansablemente, abriendo mis nalgas y pasando su lengua por la totalidad de mis labios vaginales hasta la entrada, donde luego paso a mi agujero trasero y con mucha sutileza empezó a dar círculos y tratar de entrar poco a poco, yo sentía que subía al cielo como en una montaña rusa llena de sensaciones llenas de amor y excitación. Luego de unos minutos de juego, José se dispuso a bajar un poco su short dejando ver su pene erecto y muy humedecido, el cual no tarde en besar y succionar para terminar de humedecerlo, y tomamos posición de cucharita, siempre pendiente a través de mi ventana, que nadie fuese a entrar a la casa.
José acerco el glande humedecido y bastante liso hacia mi orificio trasero, con mucha suavidad empezó a rosarlo, lo que causaba en mi una sensación de perversidad y excitación cada vez mayor, sabiendo que el sexo anal es mal visto en la sociedad actual, sin embargo es algo que a nosotros nos une cada vez mas. Poco a poco fue aumentando la presión mientras con una de sus manos empezó a acariciar mi clítoris, aquella sensación de estar intentando penetrarme analmente y estar jugando con mi clítoris me llevo a otro nivel de excitación en la cual yo misma tome con mi mano su pene y dirigí la punta hacia mi interior muy lentamente mientras el jugaba cada vez mas con mi humedecida vagina. Poco a poco mi ano se abrió suavemente sin causar algún dolor o molestia, por la humedad de su liquido preseminal, la entrada fue increíblemente rica y la sensación de cada vez entrar mas fue inundando todo mi cuerpo, muy lentamente cuando me di cuenta estaba totalmente penetrada, me sentía muy mujer, muy sucia, muy perversa, una vez mas estaba siendo cogida por mi novio analmente, un acto sucio para muchos pero muy placentero para nosotros, poco a poco mis gemidos los hundía en mi garganta para no emitir sonido, viéndonos fijamente a los ojos mientras el entraba y salía suavemente y acariciaba mi clítoris, aquella escena de amor en plenitud y perversión fue algo increíblemente apasionado.
Le pedí a José que se quedara quieto, mientras yo movía mi cadera hacia adelante y hacia atrás sintiendo como salía casi por completo su pene y yo misma me volvía a ensartar en su miembro erecto y humedecido; la velocidad de sus caricias en mi clítoris fue aumentando mas y mas y mi éxtasis estaba cada vez mas cerca. Viéndonos a los ojos le dije que mi orgasmo estaba muy cerca, por lo que sus embestidas se reanudaron, sentir como cada centímetro salía de mi parte mas intima y volvía a entrar con facilidad, por estar dilatada para el, entregándome con amor y perversidad hizo que llegara a la parte mas alta de mi excitación; tuve un orgasmo muy muy largo, increíblemente intenso, mientras José metió su dos dedos medio y anular en mi cavidad vaginal; me sentía doblemente penetrada por mi hombre, me sentía suya, ahogando mis gemidos con una de sus manos tapándome la boca, la cual retiró lentamente, por lo que le pedí que llegara dentro de mi, debía tener una parte de el dentro de mi sin peligro a quedar embarazada y que mejor oportunidad. Por lo que José siguió entrando y saliendo y no paso mucho cuando me beso muy fuerte mientras la totalidad de su pene entro en mi dilatado y receptivo ano, y sentí las pulsaciones de su increíble orgasmo, dejando dentro de mi lo que ya le he hecho saber que es mío, porque su semen es solo mío.
Finalizando aquel acto de amor y perversión, nos besamos apasionadamente y lentamente José salió de dentro de mi, agarrando su bóxer y secando la humedad alrededor de mi agujero trasero, lo que me pareció muy lindo de su parte, me dio un beso en los labios y luego bajo y me dio el mismo beso en mi ano, y me dijo “besito por que te he amado de una forma pervertida pero que nos encanta”. Así me dispuse a bajar mi vestido y José a subir su bóxer y short, para quedarnos viéndonos a los ojos mutuamente y decir cada uno un lindo “Te amo”.
Posteriormente relatare otros hechos ocurridos con mi actual novio el cual hizo darme cuenta de mi pasión por algo que a muchos les parece mal; el sexo anal.