Una fantasía muy sensual

Mi locura por usar tacones muy altos me lleva a tener sexo con dos TV con penes enormes y en mi entusiasmo, me siento sobre ellos, juntos y a la vez.

Siempre fui desde muy niño una persona muy sensual, y con tantas aventuras del sexo soy ahora un mirón, fetichista y travesti, lo que me permite obtener una erecciones sensacionales y poder así masturbarme muy satisfactoriamente, sin tener que buscar una pareja y sin los graves peligros del sexo promiscuo de hoy como el mortal V.I.H.

Para eso usé el sistema de contratar a mujeres que me hicieran cuadros de sexo muy erótico lo que me provocaba las grandes erecciones buscadas.

Ahora como las mujeres están menos propicias a hacer esta actividad y si lo hacen, a casi todas se les nota demasiado que lo están haciendo sin involucrarse y de pocas ganas, he buscado a mis nuevos amigos los travestis, que parecen hacerlo con mas decisión y que se involucran mucho mas en su actividad sexual que las mujeres.

Aunque sea por pago, son mas decididos y lo que es increíble son cada vez mas parecidos a mujeres sensacionalmente lindas y sexys, cuya única diferencia es su pene cada vez mejor.

Es así como después de muchos espectáculos conocí a dos maravillosas chicas TV que fuera de ser preciosas y muy sexys, son además tan entusiastas que calientan a cualquiera si las ven en sus actividades, ya que se entregan con verdadera pasión a sus ricos encuentros sexuales.

Me he hecho un verdadero amigo de ellas, un cliente muy frecuente, y si las llamo están siempre listas y muy ansiosas de nuevas fiestas y variantes del sexo mas extremo.

Con el tiempo, he logrado que me sigan en mis fantasías y lo hacen de muy buen voluntad y con mucho cariño, ya que si no las llamo insisten en venir y vienen de todos modos gustosas a visitarme y me ofrecen sus espectáculos, ya que dicen que el verme gozar tanto, las excita muy bien y también gozan mucho ellas mismas.

Yo, mientras las miro, me he dedicado a travestirme completamente y ellas con gran felicidad y jolgorio siempre me ayudan a hacerlo ya que tienen una práctica enorme en el tema y son expertas en todo lo que es para la preparación para parecer mas que femeninas.

Es así como muy luego me encuentro totalmente maquillado,`pintado y vestido con tenidas de las mas excitante sexualmente y en mi caso, siguiendo mi fetichismo mas amado, me encuentro parado sobre esos zapatos de mi fetiche que tienen unos tacones que ellas no han podido usar jamás a pesar de que calzamos números parecidos.

Mis zapatos tienen tacones finísimos de 18 cm. de alto, con la postura de los cuales yo me he calentado siempre al máximo, por su increíble altura, y en cuyo uso estoy convertido en un verdadero experto después de tantos años de costumbre de calzar tacones altísimos todo el tiempo, de a los menos 5” en mi departamento y de 6’’ en las fiestas y reuniones.

Pero hace ya unos días, me sucedió algo muy especial, que yo no me imaginaba que me podía suceder y que me tomó totalmente por sorpresa, a pesar de que lo hice yo mismo.

Sucedió que la Gavi y la Tere habían traído un pene de doble punta para jugar con él, el que tenía un grueso considerable, unos 6 cm. de diámetro y un largo cercano a los 40 cm.

Ambas ya tendidas se abrieron de piernas y se montaron a horcajas una de la otra, de tal modo que sus anos quedaron casi juntos y lo hicieron entrándose el consolador en sus respectivos anos, quedando unidas por la cola en medio de unos muy abundantes grititos de felicidad y unas risitas de calentura sensacionales, meneándose como posesas y con los respectivos penes asidos, el uno con el de la otra, haciéndo masturbaciones mutuas a gran velocidad.

Yo que miraba el espectáculo tan sexual con gran atención, y al mismo tiempo veía que ambas se habían puesto mis zapatos de fiesta mas lindos con tacos de 16 cm. por lo que me comencé a entusiasmar como nunca, de verlas gozar con tanta felicidad y entusiasmo.

Obcecado por mi calentura se me ocurrió de colocarles un condón a ambos penes juntos, con gran curiosidad de ellas y abriéndome de piernas montado sobre ambas, traté de empezar a meterme los dos troncos juntos habiéndolos lubricado con abundante crema.

Loco de caliente, saltaba con furia tratando de meterlos a fondo, pero el bulto era tan gordo que se negaba a entrar de primera, pero con paciencia y mucha vaselina y con mas calma, sentí como empezaba a abrirse paso en mi ansioso esfínter, mientras sentía que el pobre músculo casi se desgarraba del esfuerzo para dejar pasar ese tremendo bulto doble.

De repente sentí un dolor intenso, así sucedió que ambos penes pasaban ya el estirado obstáculo y se me metían raudos en mi gloso intestino hasta el fondo, haciendo que mis nalgas se posaran en las ingles de ambas chicas.

En ese momento se desató en los tres un frenesí de movimientos que terminó en raudales de semen de todos, corriendo fuera de los estirados hoyos, por la rendija que quedaba entre los dos penes en mi caso y por el lado del pene doble en el de ellas.

Fue algo apoteósico, todos quedamos exhaustos de tanto acabar y yo quedé con mi pobre ano totalmente expandido, a tal extremo que me costaba quedarme dormido esa noche y no podía sentarme derecho por varios días.

Fue algo tan delicioso que lo volvería a hacer muchas veces, pero es difícil de conseguirlo ya que el dolorcillo ese es bastante recordado por mi, pero lo intentaré nuevamente de todos modos.