Una familia unida 5

Monica involucra a Sofia, su hermana menor, y entre las dos follan con su padre. Sofia resulta ser un ejemplar muy especial de mujer.

Una familia unida

Capítulo 5

Paul descolgó el teléfono y sonrió satisfecho. Mónica acababa de ofrecerle la posibilidad de incorporar a sus sesiones de sexo a Sofía, su hermana menor. Sería la segunda de sus hijas a las que podría follar. Con Mónica llevaban varios años acostándose y sus encuentros estaban siendo cada vez mas morbosos, ya que padre e hija habían resultado ser una pareja muy caliente, que siempre andaban buscando nuevos derroteros para explorar. Y ahora Mónica le había dicho que Sofía estaba dispuesta y que le podía asegurar que sería una excelente alumna, por lo que había podido comprobar ella misma.

Por lo visto a Mónica le gusta el sexo sin distinción de sexo , se dijo para sí Paul.

Pensó en Sofia, su preciosa niña, con sus hermosos ojos, labios sonrosados, rostro hermoso y ese pelo que le llega a los hombros, con un trasero impresionante y unas piernas preciosas. Paul tenía predilección por los culos, tal vez por el hecho de que hasta ahora no había podido encontrar uno que resistiera su polla. Tenía la idea fija de poder algún día meter su pico en un culo, de encontrar una mujer que le aguantara ese tremendo pedazo de carne que se gastaba y que hasta ahora ninguna de sus muchas amantes se había decidido a aceptar recibir en el culo, asustadas al verlo tan grande, largo y parado.

Esa noche llegó a casa de Mónica y encontró a las hermanas reunidas en la cocina preparando un refrigerio.

Hola papi

Hola muchachas

¿Cómo estás?

Ansioso

Nos imaginamos, picarón

Se reunieron en el living y bebieron un par de copas en medio de bromas, todas con doble intención respecto al objetivo de este encuentro. Al cabo de un rato, Mónica vio la expresión de ansiedad de Sofía y decidió que era hora de empezar las acciones.

Bueno, papi, creo que es hora de que nos sinceremos, ¿no crees?

Me parece bien

Sofía, ven y bésame

Sofía se acercó a su hermana y la besó apasionadamente, metiendo su lengua en la boca de Mónica, que la recibió feliz mientras una de sus manos acariciaba los senos de la muchacha, que mostraban sus pezones duros por la excitación.

Recuéstate en el sofá

Y Sofía se acostó, abriendo sus piernas.

Mónica se metió dentro de los muslos de su hermana y empezó a apretar con sus labios el paquete que formaba la zorra de Sofía bajo la tela del calzoncito. La muchacha miró a su padre a los ojos y vio en ellos tanta lascivia que no pudo resistir y soltó sus jugos, en medio de grititos y sin dejar de mirar a Paul.

Aghhhhhhhhhhhhhh. Ricoooooooooooooo

Paul se levantó y dirigiéndose a Sofía, le dijo

Cariño, ahora vas a ver como culiamos tu hermana y yo.

Mónica se desnudó y se puso de espaldas en la alfombra, esperando a su padre, el cual empezó a desprenderse de sus pantalones y dejó al aire su tremenda polla, que cuando salió a luz dejó con la boca abierta a Sofía.

Guauuuuuuu, papiiiiiiii

Paul se puso entre los muslos de Mónica y colocó la cabeza de su polla a la entrada de la vagina. Empezó a empujar y el tremendo tronco empezó a hundirse en la cueva húmeda que lo esperaba ansiosa, hasta perderse completamente.

Mónicaaaaaa, te lo tragaste todooooooo

Siiiiiiiiiii

Feliz de ver el rostro de Sofía, Mónica empezó a mover su cuerpo sin apartar la vista de su hermana, que no perdía detalle de la copula incestuosa.

Sofía, es tan rico sentir este pedazote de pico dentro

Me imagino. Debe ser exquisito

Sofía miraba con los ojos completamente abiertos, pero no hacía amago de llevar su mano a su propio chocho. Miraba pero parecía no reaccionar. Y es que la muchacha estaba reservándose para el siguiente turno, ansiosa por probar esa inmensa tranca.

Y Mónica terminó por levantar sus piernas al aire y en medio de gritos de gozo soltó los jugos que guardaba, en un orgasmo impresionante, al que había contribuido la verga paterna y la presencia de su hermana.

Paul sacó su instrumento y mirando a Sofía se lo ofreció.

Mi niña, ¿quieres probarlo?

Sofía no dijo nada, levantándose como hipnotizada por la visión de ese pedazo de carne humeante, se desprendió rápidamente de sus prendas y se puso de espaldas, al lado de su hermana. Abrió las piernas y se ofreció a su padre.

Papi, con cuidado

Paul puso su cabezota en la entrada de la chucha de Sofia y empujó. La muchacha apretó los labios y abrió sus piernas completamente, abrazando a su padre.

Dale, papi, dale

La verga empezó a introducirse y Paul sintió que las paredes vaginales de su hija se apretaban al tronco violador, dándole una sensación increíble de placer. Fue tan rico lo que sintió que no pudo resistir y soltó su semen en medio de bufidos, el que se unió a los jugos de Sofía que empezaron a fluir copiosamente.

Mijitaaaaaaaaa. Ricooooooooooooooo

Papitooooooooooooo. Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Mónica estaba asombrada de la rapidez con que su padre había acabado. Lo que más admiraba en él era, aparte de las dimensiones de su pico, era la resistencia que siempre había mostrado cuando hacían el amor. Y ahora Sofía había vencido esa resistencia con un par de movimientos de su chucha. Increíble.

Paul no cabía en sí de asombro. Tal era el gozo que había tenido sintiendo las paredes de la vagina de su hija apretarse contra su verga.

Increíble, mijita

¿Por qué papi?

¡Qué manera de gozar!

Yo también, papito

Sentí que tu zorrita se apretaba a mi pico y lo acariciaba

Parece que mis paredes pueden dilatarse y contraerse con facilidad

Me hiciste gozar de manera increíble

Que rico que te haya gustado

Nunca había visto una zorra tan elástica como la tuya

Si, y me gusta que sea así

Ah, ¿ya te habías dado cuenta?

Si

Sofía calló, recordando la polla del potro que se comió el verano anterior. Estando con Boris, el pastor alemán, comprendió que algo especial pasaba con las paredes de su vagina, algo que le permitía soportar vergas de todas dimensiones. Y esa comprobación la llevó a concebir la idea insana de probar una polla de caballo. Y la posibilidad se le dio en el fundo del abuelo, donde a escondidas de todos fue al establo y logró su propósito. Pero eso es otra historia.

¿Y las paredes de tu culito también son elásticas?

Buena pregunta papi. ¿Intentamos?

Sofía se puso en cuatro piernas y su padre puso su verga a la entrada de su culo.

¿Estas lista, cariño?

Veamos qué pasa, papi

Sofía llevó una mano atrás, tomó la verga paterna y empezó a ayudar a la penetración. Y, contra toda lógica, el pedazo de pico de su padre, más parecido al de un semental, empezó a meterse en el juvenil culo de su hija, que se lo tragó completamente.

No puedo creerlo, mi niña, estoy todo adentro

Muevete, papito, muévete

Y Sofía empezó a mover su propio cuerpo, al compas de los movimientos de su padre, hasta que los dos acabaron de manera copiosa, quedando completamente rendidos.

Sofía había resultado ser la única mujer que aguantara el falo de Paul.