Una familia unida 16

Aumenta la familia

Una familia unida

Capítulo 16

A la mañana siguiente, Luis se dirigió al dormitorio de su madre y, tal como sospechaba, encontró a esta con su hermana aún abrazadas y desnudas.

Buenos días, dormilonas

Sandra intentó taparse pero Angela siguió abrazada a ella, despreocupándose de sus desnudeces.

Hola, hijo. ¿Qué tal?

Por lo visto lo pasaron muy bien anoche

Si. Tu tía me hizo muy feliz

Sandra observaba asombrada la confianza de madre e hijo y pronto comprendió que entre ellos había algo que ella ignoraba pero que era evidente. Se repuso de inmediato y miró a una y otro. Ya nada le asombraba después de todas sus experiencias sexuales.

Angela, entre ustedes. . .?

Si, hermanita. Adivinaste

Luis se acercó a la cama y poniendo su mano en uno de los muslos de Sandra, le dijo

Tía, ¿quieres saber por qué tu hermana se metió con su hijo?

A Sandra no le cupo dudas que el ambiente en esta familia era de una degeneración como pocas veces viera antes. Y decidió que le gustaba como se presentaban las cosas.

¿Por qué?

Porque tengo un instrumento impresionante

Sandra se excitó ante la perspectiva de ver a madre e hijo follar y ella estar entre ellos.

¿Qué tan impresionante?

Bajándose el pijama, mostró a las mujeres su polla, en semi erección.

¿Qué te pareces, tia?

Si. Realmente impresiona

Y que conste que no está completamente parado

Me gustaría verlo completamente parado, sobrino

Entonces tómalo y acarícialo

Veamos esta maravilla

Y Sandra empezó a pasar su mano sobre la verga de Luis, que empezó a aumentar de tamaño hasta alcanzar medidas impresionantes para cualquier mujer.

Guauuuuuuu. ¡Qué verga!

¿Te interesa probarlo?

Sandra nada dijo, abriendo sus piernas miró a Luis y lo invitó a subir. Este terminó de desnudarse y subió a la cama, poniéndose entre las piernas de su tía. Colocó su instrumento en los labios vaginales de esta y empezó a empujar.

Luis, empuja con confianza. Ya verás

Y Luis empujó fuerte, sintiendo como su polla se hundía en la cueva de su tía, que se apegó al trozo de carne como si fuera un guante, sin oponer resistencia, hasta que el sintió que sus bolas pegaban contra los cachetes de Sandra. Había metido completamente su polla en la zorra de su tía.

Me asombras tía. Lo recibiste sin chistar

Te lo había dicho, sobrino. Ahora fóllame con fuerza

Mijita, ricaaaaaaaa

Asíiiiiiiii, mijitoooooooooo

Y los dos se trenzaron en una lucha mortal en busca del orgasmo, que a Sandra le llegó en medio de gritos de placer y movimientos convulsivos de su cuerpo. Luis siguió bombeando la zorra de su tia, hasta que esta acabó cinco veces sin que él mostrara signos de hacer lo mismo.

Angela hizo a un lado a su hermana y le pidió a su hijo que se la follara a ella y el, sacando la polla de la cueva de su tía, la metió en la zorra materna, que levantó sus piernas y las paso por la espalda de Luis. Después de que Angela acabara cuatro veces, ante el asombro de Sandra, Luis decidió acabar.

Eres increíble, sobrino.

Sí, tía. Acabo cuando yo decido. Y me encanta acabar dentro de mi mamá

No he conocido ningún hombre con tu capacidad de aguante.

Bueno, tu lo haces nada de mal, tia. Tu cosita se dilata impresionantemente

Si. Eso me ha permitido recibir pollas de todo tipo.

Luis miró a Angela. Angela comprendió.

Sandra, tenemos un grupo donde hay cuatro mujeres y Luis. Follamos entre todos.

Ah, lo que se conoce como partusa, ¿verdad?

Sí. Y nos reunimos a diario

¿Y?

¿Te gustaría participar?

¿Cómo son las mujeres?

Bueno, ya conociste a una de ellas.

¿La hermana de Sofía?

Las dos hermanas y la sobrina.

¡Qué familia!

¿Qué dices?

Encantada

Angela llamó a Mónica y le dijo que tenían otra integrante. Esta le respondió que serían seis las mujeres que se comería Luis.

Y es que Mónica había logrado convencer a su hermana durante el desayuno, cuando estaban tomando te y llegó Paula. Ellas reían como si compartieran un secreto, lo que era a todas luces cierto.

¿De qué se ríen ustedes dos?

De nada. Estamos felices. Eso es todo

No me digan más. Ustedes tuvieron sexo anoche

Sofía quedó de una pieza. La melindrosa Paula, la puritana, la que nunca aceptó ninguna insinuación de su padre ni de ella, ahora se mostraba como una libertina. Mónica no le había dicho nada al respecto y no sabía cómo responderle a la hermana mayor.

Sofía, seamos francas. Yo sé que te gusta el lesbianismo. Y yo lo estoy conociendo

No me digas. Me asombras

En los brazos amorosos de tu hermana he conocido este mundo nuevo

Me cuesta creerlo

¿Quieres que te lo demuestre?

Se acercó a Sofia y le tomó un seno mientras estampaba un beso apasionado en su boca.

¿Convencida?

Espera

Sofía llevó su mano bajo la bata de Paula y la subió hasta alcanzar su sexo, que empezó a humedecerse inmediatamente. Sofía metió un dedo en la concha ardiente de Paula y mientras le chupaba una teta metía y sacaba su dedo de la cueva de su hermana

Ricoooooo, hermanitaaaaaaaa

Gozalo, mijitaaaaaaa

Lo que me perdía, mi niñaaaaaaaaaa

Ponte al día, putitaaaa

Síiiiiiii. Tu putitaaaaaaaa

Aghhhhhhhhhhh, cositaaaaaaaaaaaa

Aghhhhhhhhhhhhhhh

Paula llenó la mano de Sofía con sus jugos y esta la llevó a su boca chupando sus dedos como si de un caramelo se tratara.

Increible. Esta sí es mi hermana. Ahora seremos tres lesbianas en la familia.

Corrección. Cuatro

¿Por qué?

No dejes fuera a Vanesa

¡No me digas! Esto es increíble. Cuatro lesbianas en la familia

Aclaremos, Sofía. Somos bisexuales, como tú

Pero si somos cuatro mujeres, ¿dónde está el hombre para practicar la bisexualidad?

Es nuestro vecino Luis

¿El sobrino de Sandra?

Angela y Luis. Tenemos un grupo que nos reunimos para tener sexo total

¿Y Sandra?

Se incorpora a partir de hoy día. Solo faltarías tu

Dalo por hecho

Hermana, prepárate que nos reunimos después de almuerzo, en casa de Angela.

Cuenten conmigo.

El destino había jugado sus cartas y había copado la banca. Sandra y Sofía vivirían su amor junto con el sexo grupal, en un ambiente que llenaría todas sus expectativas y mucho más, como verían después.