Una familia unida 10
Luis tiene a una madre y su hija para su deleite
Una familia unida
Capítulo 10
Luis, ven a tomar once esta tarde.
Gracias, Mónica.
Es lo menos que mereces por lo que hiciste con mi hija
Luis quedó sorprendido. ¿Vanesa se había ido de lengua? Mónica pareció leerle los pensamientos y se apresuró a aclararle.
Me refiero a que le ayudaras a subir los bultos al altillo
Ah, no te preocupes. Fue un agrado ayudarle
Claro que fue un agrado. No tengo duda de ello , pensó para sí Mónica. Y ahora me toca a mi tener ese agrado.
Te espero
Listo. Ahí estaré
Luis, un muchacho de apariencia inocente era un maestro en el arte de hacer gozar a las hembras y ahora le había echado el ojo a Mónica. Comerse a la hija y a la madre le parecía atractivo y morboso. Se llegó a imaginar follando con las dos pero desechó la idea por descabellada.
¡Qué lejos estaba de imaginar lo que le esperaba!
Cuando Mónica salió a abrirle, se sorprendió al verla vestida tan sugerentemente. Inmediatamente comprendió que la vecina quería guerra. A mi juego me llamaron se dijo para sí y aceptó el vaso de cerveza que ella le ofreció mientras se sentaba a su lado en el living.
Vanesa me contó que le habías ayudado a subir esos bultos tan pesados
Bueno, no eran tan pesados para un hombre
Y también que le habías ayudado en otros menesteres
Luis quedó callado, sin saber qué responder
No te preocupes, que ella me contó maravillas de ti y de tu “muchachito”
Ajá, salió bien directa para sus cosas , pensó Luis y se acomodó ya más en confianza. Estaba en terreno conocido y el sabía jugar sus cartas cuando era necesario. Y ahora la situación ameritaba que fuera directo.
No me puedo quejar. Y ninguna mujer se ha quejado hasta ahora
Tal vez porque no te ha tocado una mujer de verdad
¿Tu lo eres?
He probado lo suficiente como para no asombrarme de buenas a primeras
Entonces no hay más que hablar, ¿no crees?
Si, es hora de actuar. Ven, vamos a mi dormitorio
Subieron al dormitorio de ella y a un costado de la cama, Monica empezó a desvestirse. Luis hizo otro tanto y ambos quedaron desnudos, frente a frente. Ella se acercó y pego sus tremendos senos contra el pecho juvenil de él y le dio un beso, abriendo su boca y metiendo su lengua en la boca del joven, que la recibió gustoso. Una mano de Mónica bajó y se apoderó del instrumento de Luis. Lo que percibió fue una verga de dimensiones respetables, muy parecida a la de su padre.
Guauuuu, parece que Vanesa tenía razón
Y eso que aún no la ves trabajando
Bueno, ¿qué esperamos?
Se acostó en la cama, abrió sus piernas e invitó al muchacho a que subiera sobre ella.
Ven y méteme ese tremendo pedazo de pico, muchachito
Cuando termine contigo ya no me dirás muchachito, te lo aseguro
Menos palabra y mételo
Levantó sus piernas y su vagina se dilató para recibir la cabeza de la verga de Luis, que empujó lentamente hasta que la metió toda. Cuando sus bolas golpearon contra la parte baja de la cueva de Mónica, Luis se alegró de encontrarse con una hembra que aguantara sus dimensiones sin chistar. Se notaba que esta mujer había comido antes pollas de dimensiones tan respetables como la suya
Aghhhhhhhhh, mijitooooooooooooooooo
Asíiiiiiiiiiiiii. Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
Ricoooooooooooooooo
Luis seguía bombeando imperturbable mientras Mónica acumulaba acabada tras acabada, en una sucesión increíble de orgasmos, como pocas veces había sentido antes, ni con su padre, el más dotado de sus amantes.
Por favor, déjame descansar
Se acostó al lado de Luis, traspirando copiosamente y respirando con dificultad. Después de un rato logró recuperar la normalidad y sonrió fascinada al ver que la polla del muchacho seguía completamente parada, dispuesta a seguir batallando.
Nunca imaginé que fueras tan tremendo. Eres realmente increíble. Creo que Vanesa se quedó corta.
Me encanta follar y puedo aguantarme mucho rato antes de acabar.
Me parece fantástico. ¿Puedo montarme encima?
Ven y cabálgame
Mónica puso un pie a cada lado del cuerpo de Luis y se fue bajando de manera que su vulva se fue acercando a la cabeza del pico del joven, que se fue adentrando en la cueva de ella poco a poco. Y finalmente la mujer se dejó caer tragándose todo el tronco, que se perdió en la cueva húmeda acostumbrada a comerse vergas de dimensiones respetables.
Ricooooooo. Siiiiiiiiiiiiiiiii
Gozaaaaa, mijitaaaaaaaaaa, gozaaaaaaaaaaaaa
Soy una putaaaaaaaaaaaa
Puta caliente, trágate mi penca
Síiiiiiiiiii, me gustaaaaaaaaaaaaaaa
Toma, toma, tomaaaaaaaaaaa
Me encanta tu pico, mijitooooooooooo
Gozaaaaaaaaaaaa. Asiiiiiiiiiiiiiiiii
¿Vanesa lo montó también?
No aún no me ha montado. Pero ya llegará su momento
Sigueeeeeeeee, asiiiiiiiiiiii
Vanesa entró a la pieza. De acuerdo a lo convenido, cuando su madre la nombrara era el momento de intervenir. Se desvistió mientras Luis la observaba fascinado ante la perspectiva de culiarse a la madre y a la hija al mismo tiempo.
Vanesa se sentó sobre la cara de Luis, de frente a su madre, que subía y bajaba de la verga del joven. Este empezó a chupar la vulva de la muchacha, que se abrazó a Mónica y empezaron a besarse y refregar sus senos.
Ahí estaba él, culiándose a la madre y chupándole la zorra a la hija. Sus sueños se estaban cumpliendo y ese pensamiento le hizo renovar sus esfuerzos, haciendo que Mónica acabara otra y otra vez, mientras se apretaba a su hija, que también acababa, pero sobre la boca del joven.
Mami, déjame montarlo
Bueno, mi niña
Cambiaron de posición y ahora le tocó el turno a Vanesa, que con algunas dificultades logró meterse toda la polla y empezó a subir y bajar mientras besaba el chocho de su madre que se había parado delante de ella en lugar de sentarse sobre el rostro de Luis.
Mónica nuevamente acabó tantas veces que volvió a perder la cuenta y terminó agotada por el esfuerzo, acostándose al lado de Luis y con su madre abrazada a ella.
¿Te gustó la sorpresa?
Increíble, fue exquisito poder follarme a la madre y a la hija al mismo tiempo.
¿No te molesta que mi madre y yo tengamos sexo?
No. Al contrario, lo encuentro sumamente erótico.
¿Te gustan las emociones fuertes?
Pero claro
¿Sabes? Mi madre se folló a su padre cuando era joven
Mmmm. Debe haber sido rico, me imagino
Y yo pienso culiármelo pronto.
¿A tu abuelo?
Si, ¿por qué no?
Debe ser todo un espectáculo ver como lo culeas
¿Nunca has tenido fantasías?
¿Fantasías?
Si, con tu madre por ejemplo
Luis prefirió callar lo sucedido entre ella y el. No quería ser indiscreto para no perjudicar a Angela.
Bueno, como todo joven he fantaseado con ella
Imagina que mi madre es tu madre, ¿qué le harías?
La pondría en cuatro piernas y se lo metería por entre las nalgas
¿Y que esperas, mi niño?
Mónica se puso como una perra, invitándolo a metérsela.
Luis puso su verga entre los cachetes de Mónica y empezó a empujar, agarrado a las tetas de ella.
Mijito, te estas culiando a tu mami
Mami, rico
¿Cómo me llamo?
Angela, eres rica.
Te estas culiando a tu madre
Si, Angela, te estoy culiando
Angela entró completamente desnuda y parándose al lado de Luis tomó su cabeza, le plantó un beso apasionado y le dijo ¿Por qué no lo haces con el original, mejor?
Mónica se retiró y Angela ocupó su lugar. Luis, fascinado de poder tener a su madre en el grupo, se acomodó detrás de los cachetes y metió su verga en el túnel materno, que tan bien conocía. Ella aguantó estoicamente hasta que el pico terminó de hundirse y Luis empezó a bombearla.
Mónica se puso delante de Angela y empezó a besarla, en tanto Vanesa su puso debajo de su madre y empezó a chuparle el chochito. Era una escena increíble: dos mujeres en cuatro pies, frente a frente, besándose apasionadamente, mientras a una de ellas la penetraba su hijo y a la otra su hija le comía el chocho. Incluso para Luis fue demasiado y los cuatro acabaron copiosamente.
Aun sin terminar de recuperarse, Vanesa invitó a Angela que se pusiera a su lado y lo mis hizo con su madre. Después invitó a Luis a que las meara, cosa que este hizo de inmediato, chorreando a las tres mujeres que reían divertidas mientras la orina las empapaba completamente. Vanesa lamía la cara de Angela como para limpiarla de orina y Mónica chupaba el coño de su hija buscando hacerla acabar nuevamente.
Después volvieron a probar, una a una, la verga de Luis, que las hizo acabar hasta volver a dejarlas completamente agotadas y solo acabó cuando estaba culiando a su madre, la que mas le calentaba por el hecho de ser quien era.
Hijo, ¿cómo puedes tener tanta resistencia? Yo acabé cinco veces por lo menos y me parece que Mónica y Vanesa hicieron lo mismo. Y tu, como si nada.
Bueno, tengo la fortuna de haber nacido así, aguantador
Nosotras, feliz de que así sea, mi niño
Y te aseguro que tendrás mucho trabajo, con tu madre, con Vanesa y conmigo
Por mi lado ningún problema, pero tengo mis condiciones
Veamos qué quiere nuestro semental, mami
Primero, que culiemos todos los días
Me parece que no debiera haber problema para ello. Por nosotros, encantadas
Segundo, que preparen sus culitos
Pero…..
O lo toman o lo dejan. Es mi condición.
Eres tan rico, hijo, que correremos el riesgo, aunque con esa herramienta debe ser muy doloroso
Bueno, yo también quiero gozar tanto como ustedes y creo que sus culitos me darían mucha satisfacción.
Fue una jornada increíble que marcaba el inicio de una nueva etapa en sus vidas. Luis las culió varias veces más y al final se separaron felices de saber que tendrían sexo asegurado todos los días.
En Luis empezó a germinar la idea de que cuando las mujeres dependieran completamente de su verga, les pediría no usar ningún tipo de anticonceptivo. Se preguntaba cómo sería preñar a tres mujeres a la vez.
Lejos estaba de suponer que serían seis las mujeres que preñaría al mismo tiempo.
La rueda de la fortuna estaba jugando a su favor y poco tiempo después de que los cuatro empezaran a follar diariamente, se produjo un hecho que en principio pudo parecer una complicación para sus encuentros sexuales pero que al final les reportó una ganancia. La imprevista llegada de una hermana de Mónica a vivir a su casa resultó un acontecimiento que dio nuevos bríos a la actividad sexual del grupo, ya que logró reunir a las tres hermanas después de mucho tiempo. Y así el grupo subió a cinco.